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09.𝖾𝖽𝖾𝗇 𝗂𝗌 𝗇𝗈𝗍 𝖾𝗑𝖺𝖼𝗍𝗅𝗒 𝖺 𝗉𝖺𝗋𝖺𝖽𝗂𝗌𝖾.


𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐍𝐈𝐍𝐄
𝗲𝗱𝗲𝗻 𝗂𝗌 𝗇𝗈𝗍 𝖾𝗑𝖺𝖼𝗍𝗅𝗒 𝖺 𝗽𝗮𝗿𝗮𝗱𝗶𝘀𝗲.











GUINEVERE JAMÁS PENSÓ QUE SE ENAMORARÍA. Había pensado en cómo seria enamorarse, pero en ningún momento pensó que "caería por alguien". Le daban asco las parejitas de en su escuela o de en la calle, las películas románticas y todas esas cursilerías. Aborrecía muchísimo esas cosas.

No era un secreto que la chica prefería estar sola. Aunque ella nunca se consideró sola, tenía a Edén y a su hermano, "suficiente compañía". En su antigua escuela siempre se le veía sola, su única amiga no estudiaba en la misma escuela que ella, pues Edén Marshall nunca se quedaba en una sola escuela. A pesar de tener a varios chicos guapos y de su misma "clase" pretendiéndola, si no era su hermano, era ella quien los rechazaba. Ella no necesitaba a un chico. Irónico, ¿no?

𝐽𝑢𝑛𝑖𝑜𝑟 𝑝𝑜𝑖𝑛𝑡 𝑜𝑓 𝑣𝑖𝑒𝑤.

Me observo en el espejo por última vez antes de bajar a cenar. Salí de mi habitación dejando la puerta entre abierta, baje las escaleras y me dirigí al comedor donde mis padres y Jake estaban esperándome. Tome asiento a un lado de Jake, sinceramente no soporto su presencia por varios motivos que no dire. Mis padres empezaron a comer, Jake y yo jugábamos con la comida, todo estaba en silencio. Justo cuando estaba por sacar mi celular para mandarle un mensaje a Ginny preguntándole si estaba cerca, el timbre sonó.

—Yo voy.—dije. Me levante y me dirigí a la puerta, abrí esta y ahí estaba, mi linda y demente novia.

—¿Llego tarde?—preguntó algo agitada.

—No, pasa.—Me hice a un lado para que entrara.—¿Estás bien?—le pregunté mientras cerraba la puerta.

—Tengo que decirte algo.

El el como lo dijo me preocupo. Estaba por preguntarle pero si nos demorábamos mis padres pronto vendrían a ver que pasaba.

—Después de cenar.—ella asintió.—Vamos.—tome su mano y la guíe hasta el comedor.

Mis padres miraron con confusión a Ginny, luego a mi.

—Ella es mi novia.—dije.

Jake volteo, se sorprendió mucho al ver a Ginny. Mi padre volvió a comer, como si no existiera nada más.

—Te recuerdo.—dijo mi madre, viéndola con la boca ligeramente abierta.—Creí que eras la novia de Jake.

Era obvio que alguno de mis padres haría un comentario al respecto. Igual me molestó. Como el hecho de que Jake beso a Ginny. Solo de recordarlo me pone de un muy mal humor.

—Lo era. Terminamos unos días después.—Dijo Ginny.

—No fue a causa nuestra, ¿o si?—dijo mi padre, viéndola. Por la manera en que lo dijo, era obvio que quería fastidiarla.

—No, para nada. Descubrimos que no estábamos funcionando como pareja. ¿No es así, Jake?—Ginny lo miró.

Jake le dio la espalda al voltearse hacia adelante.

—Si. No estábamos...funcionando.—Jake lo dijo como si estuviera forzado a decirlo.

—Siéntate.—le susurre.

Ginny se sentó a un lado de Jake, quien estaba estorbando en medio de nosotros. Pedí que le sirvieran a mi novia un plato de comida y algo de beber, mientras esperábamos, mi madre decidió "entablar una pequeña conversación" con Ginny.

—Beck, ¿cierto?

—Si.—afirmó ella sonriendole a medias. Lo suyo no es sonreír.

—¿Como es que terminaron juntos?—le preguntó mi madre.—Digo, cuando se conocieron parecían odiarse.

Ginny y yo soltamos una risita y nos miramos el uno al otro.

—No lo odiaba. Solo...odiaba como trataba a Jake.

—Ah.—mi madre tomó un sorbo de vino.

—¿Hace cuanto salen?—preguntó Jake, viendo a Ginny.

—No te importa.—conteste con dureza. Ginny me miró con seriedad.

—De hecho si me importa.—dijo ahora mirándome.

—¿Por que?—le pregunté, con la mandíbula tensa.

—Por que es mi mejor amiga. Quien al parecer ah estado ocultándome cosas.

—Ginny no tiene por que decírtelo todo.

—Yo creo que si.—El maldito estaba provocándome.

—Pues yo creo que no.—contraataque.

—Contéstame algo. ¿Que tanto la conoces?

Mis padres, quienes habían dejado de comer y se mantenían serios escuchando, fruncieron el ceño ante lo que dijo Jake. Ginny y yo intercambiamos miradas. Sabíamos lo que Jake quería decir. ¿Enserio se atrevería a delatarla? El no sabe que yo ya se su verdad.

—Tengo buenas noticias.—habló mi padre.

—¿Enserio?—inquirió mi madre antes de llevarse un bocado comida a la boca.

—Hable con unos amigos, y gracias a un favor que me deben, Junior ira a las nacionales el próximo mes.

Deje de masticar la comida. ¿Como dijo que dijo? Mi padre me mira con una gran sonrisa en su rostro, mientras que yo deseo que lo que dijo no sea cierto.

—¿Crees que sea la mejor idea? El doctor dijo que Junior no debía...—interrumpí a mi madre.

—No fui a las regionales por estar en el hospital. No califique para las nacionales.—Dije con molestia.—¿No crees que es injusto?

—Que sea un momento de enseñanza. En la vida,—cerré los ojos frustrado, diría otra de sus frases "motivadoras".—cuando tienes ventajas, debes tomarlas.

—En unas semanas...

El celular de Jake vibro interrumpiéndolo. Jake revisó su celular y empezó a escribir.

—En unas semanas volverás a correr. Te contrate un entrenador personal.

Lo que me faltaba.

—Es el mejor.—mi padre tomó mi mano sobre la mesa.—¿Estas de acuerdo verdad?

Cuanto quisiera poder decir que no.

—Logan...—el celular de Jake volvió a vibrar interrumpiendo a mi madre.

—Jake, basta. Sin teléfonos en la cena.

Jake ignoro a mi madre y comenzó a escribir. Eso me molestó muchísimo. Me incliné un poco y alcancé a ver que estaba mandándose mensajes con Lexy.

—¿Por que está chateando contigo? No me a respondido en todo el día.—tenía que hablar con Lexy, terminar nuestra relación.

—Muy bien, dámelo.—mi madre le extendió su mano a Jake para que le entregara su celular.

—Lo siento. No puedo dártelo.—se negó Jake.

—Te lo devolveré después de la cena.—le dijo mi madre.

El celular de Jake volvió a vibrar.

—Entrégale el celular.—le ordené.

—No.

Muy bien. Jake había colmado mi paciencia. Jake y yo empezamos a forcejear en un intento mío de quitarle el celular.

—Muchachos.—escuche a mi madre decir.

—¡Basta!—gritó mi padre, al mismo tiempo que me jalo del brazo con fuerza arrugando mi camisa.

Deje–casi aventé–el celular de Jake sobre la mesa. Jake lo agarro y se retiró. Mire a mi padre con odio, ¿como pudo? Me levante molestó y me dirigí hacia Ginny, la tome de la muñeca con suavidad pero con un poco de fuerza obligándola a levantarse y la lleve a mi habitación.
Cerré la puerta con brusquedad y rabia detrás de nosotros, mis trofeos se tambalearon un poco, por suerte no cayeron. Estaba tan molesto que podría asesinar a alguien a golpes.

—¿Que es lo que querías decirme hace un rato?—le pregunté a mi novia, quien parecía estar muy sumergida en sus pensamientos mirando por la ventana.

—Mis padres, fueron absueltos de todos los cargos que se les acusaban.

—Eso es una buena noticia, ¿no?

—Eso significa que podemos volver a Los Ángeles, acceder a nuestras cuentas bancarias, las empresas de mi padre volverán a estar en marcha. Mañana todos aquí sabrán quienes somos.

—No se que decir.

Ginny se acercó, colocó una mano en mi mejilla acariciandola suavemente con su pulgar. Cerré los ojos permitiéndome disfrutar de su tacto.

—Te preocupa que me valla, ¿no es así?—Asentí con los ojos cerrados.

—Junior, voy a quedarme.

—¿Por cuanto tiempo?

—No te preocupes por eso. Tenemos todo el tiempo del mundo.

La oí decir. Oh esa frase. Esa maldita frase. Sentí como retiro su mano, deslizándola con suavidad por mi mejilla. Abrí los ojos y la vi viéndome, de nuevo pensativa, no puedo dejar de preguntarme en qué piensa.

—Hay otra cosa.—dijo desviando la mirada de mi, como volviendo en si.—La madre de Lexy está organizando un baile para celebrar que mis padres le darán un gran donativo para que reconstruya su preciada casa. Quiero que seas mi pareja.

—De acuerdo.—acepté. Tal vez no sea la mejor idea. Pero a ella no puedo decirle que no.—Ginny.

—Si?

—Quiero dormir.—o al menos intentarlo.—No me siento con humor ahora mismo. Lo siento.

—Esta bien.—dijo, ¿comprensiva? No se por que esperaba otra reacción o respuesta de su parte.—Te veo mañana.—asentí con una pequeña sonrisa forzada.

Ginny acortó la distancia que nos separaba y depósito un beso en mi mejilla, luego me sonrió y se encaminó a la puerta.

—Te amo.—le dije antes de que saliera.

—Te amo.—la escuche decirme de vuelta y poco después el cerrar de la puerta.

Estaba solo, de nuevo.

𝐺𝑢𝑖𝑒𝑣𝑒𝑟𝑒 𝑝𝑜𝑖𝑛𝑡 𝑜𝑓 𝑣𝑖𝑒𝑤.

Otra vez desperté. Desearía no haberlo hecho. Los rayos de luz entrando por mi ventana y dándome en la cara no me permiten volver a conciliar el sueño. Mal día para tener cortinas transparentes. Odio el sol. Odio la luz del día. Agarre mi almohada, la puse en mi cara y bufé. Con todo el dolor de mi corazón, me levante de mi cama. Cepille mis dientes, me duché, arregle, hice mi cama, y revisé mi celular. Quiero ver a mi hermano, pasar más tiempo con el, así que hoy no iré a la escuela. Les mande un mensaje a Junior y a Jake diciéndoles que hoy no iría a clases, que los vería en la noche. Salí de casa después de haber comido unos sándwiches tostados acompañados de un poco de jugo de naranja. Al rededor de diez o quince minutos llegue a la casa de Chucky y Tiffany, el auto de Tiffany no estaba por lo que supuse fue a comprarse un vestido para el baile del que seguramente todos ya saben.

Gire la perilla de la puerta y entre, el olor a marihuana inundó rápidamente mis fosas nasales. Típico de Archer. Me dirigí al sótano, la puerta estaba abierta así que baje las escaleras esperando encontrarme a mi hermano. Y así fue. Pero no estaba solo. Estaba con una chica. Ambos estaban de espaldas fumando y riendo, aún no se daban cuenta de mi presencia.

—Archer.

Mi hermano volteo, pero no solo el, si no también la chica.

—¡Oh! Hola, amor.

Me quede paralizada en mi lugar. ¿Edén? Sip, es Edén. Edén guardo su cigarrillo electrónico en el bolsillo trasero de su pantalón y se levantó.

—Tiene que ser mentira.—susurre.

Edén me miraba expectante, yo seguía paralizada tratando de procesar el hecho de que estaba frente a mi.

—Vas a abrazarme o vas a quedarte ahí paradada como estupida?

Sonreí al escucharla, no había cambiado ni un poco. Edén abrió sus brazos y yo no esperé ni un segundo más para ir a abrazarla.

—¿Que haces aquí?—pregunté. Si no mal recordaba, estaba en Paris vacacionando con sus padres.

—Sabes que yo nunca me pierdo una fiesta.—dijo separándose de mi.

Archer aprovecho para meterse entre nosotras y abrazarme.

—Hola, hermana.

Rodé los ojos ante su acción y lo abracé. Edén se volvió a sentar y Archer se alejo para ir a llenar su vaso de whisky.

—Esto fue obra tuya, ¿verdad?

Archer asintió mientras bebía.

—Supongo que estas al tanto sobre...todo este asunto.—dije sentándome a lado de mi amiga.

—Supones bien.—respondió Edén, antes de beber del vaso de Vodka que mi hermano le dio.

Archer me tendio un vaso con también Vodka, lo acepté y bebí un trago.

—Y Tiff?—pregunté.

—No tengo idea.—respondió mi hermano recargándose en el mueble de las bebidas.

—Oh si, la rubia voluptuosa.—Edén le dio una calada a su cigarrillo electrónico.—Es muy Sexy.—dijo sacando el humo de su boca.

—Eden, ¿que mierda?—reclamó mi hermano "molestó".

—Tranquilo amor, eres mi número uno.—le dijo Edén a mi hermano, el rodó los ojos.

—Y, ¿en donde esta mi cuñadito?—preguntó mi hermano haciendo énfasis en la ultima palabra.

—Debe estar consiguiéndose un traje para mañana.—Respondí. No Tengo idea de que podrá estar haciendo Junior.—Tal vez podrías ayudarlo.

—Podría.—Archer caminó hacia nosotras con su bebida en mano.—Pero no quiero.—dijo sentándose entre medio mío y de Edén.

Edén soltó una pequeña carcajada y recargó su cabeza en el hombro de Archer.

—¿Crees que la loca de tu madre nos deje ir a New York de compras?—me preguntó Edén.—Invita a tus amigos.

No era una mala idea. Sería un viaje corto, y sería bueno. Pero se que no podemos hacerlo. Aún no podemos escapar. Un largo silencio se hizo presente.

—Amor, se que sabes que pronto tendrás que dejar a Junior.—rompió el silencio Edén.

Puedo vivir sin Jake. Lo extrañaría, pero no podría estar sin Junior.

—Lo estuve pensando, y...llevare a Junior con nosotros.

—¿Que?—Edén me miró sorprendida.—Beck...

—No la subestimes, Eden. Esta enamorada.—le dijo mi hermano.

—Conozco a Guinevere hace once años, casi doce. Ella no está enamorada, está encaprichada.

Claro que no. No, yo...yo amo Junior.

—Se que al principio Junior no lo aceptará. Es un poco mucho apegado a su madre.—demasiado la verdad. Ojalá yo pudiera decir lo mismo de mi con mi madre.—Pero lo hará.

—Beck, este estilo de vida no es para alguien como el.

Se adaptará.

—El eligió estar conmigo. El me eligió.—recalque.

—El aún no ah visto nada.—su tono de voz se endureció.—Cuando lo haga, se ira.

Tal vez si. Tal vez no. Diablos, la idea de perder a Junior me aterra. Ni siquiera sabe de Chucky y Tiffany. Omití esa parte. Le arrebate el cigarrillo electrónico a Edén y le di una calada. Eche mi cabeza hacia atrás viendo hacia el techo y saqué el humo por la nariz. Oh señor, creo que estoy perdiendo la cabeza.

🔪

Al llegar la noche, los habitantes del pueblo se reunieron en el teatro con el fin de buscar una solución para detener los asesinatos y al responsable de estos. Los Quinn también asistieron, pues mañana sería la gran revelación, se sentaron en el frente y cada uno hacia algo distinto mientras esperaban a que la alcaldesa hablara. Alastor texteaba con sus colegas y abogado al mismo tiempo, Anissa jugaba con su hijo menor, y Guinevere "discretamente" le dio una calada al cigarrillo de su amiga.

Guinevere volteo hacia atrás y vio a su novio junto a sus padres sentados unos asientos más atrás que Jake, Lexy y Devon. Vio a Junior no muy contento dirigirse hacia ellos, frunció el ceño y se volvió y guardó su vape en el bolsillo de su chaqueta, luego se levantó.

—Ya regreso.—le aviso a su madre y se fue sin darle tiempo de decir algo.—¿Que pasa?—les preguntó a los cuatro.

Lexy agachó la cabeza mientras que Jake desvío la mirada hacia Devon a su lado, quienes tenían sus manos entrelazadas.

—Lexy está...—Junior no encontraba la palabra correcta para llamarla loca sin insultarla.—demente.

—No más que yo.—Guinevere sonrió con normalidad. No había nada de normal en lo que había dicho.

—Aquí va.—Lexy se acomodó en su lugar.—El muñeco de Jake, Chucky, estaba vivo. Mato a su padre, a Oliver, al oficial del hospital y a tu ama de llaves. No paraba de asesinar así que lo rompimos en mil pedazos y ahora está muerto. Ya todos pueden dejar de preocuparse. También ustedes.

Guinevere permanecía seria, al igual que Devon y Jake. Junior rio sin gracia y rodó los ojos mientras pasaba su lengua por su boca.

—Si no quieres contarme lo qué pasa, esta bien. Pero inventarte esa mierda es vergonzoso. Madura ya, Lexy.—le dijo Junior fastidiado. Se fue después de darle una mirada rápida su novia, quien asintió dándole a entender que lo vería luego.

—¿Por que mierda se lo dijiste?—le preguntó Guinevere molesta a la rubia una vez que Junior se alejo.

—No me creyó igual. —le restó importancia Lexy.

—Hablaremos luego.—les dijo a los tres antes de irse con sus padres.

La directora de la escuela salió a decir unas palabras, después la madre de Devon hizo lo mismo, pero nadie les prestaban mucha atención. Finalmente, la madre de Lexy salió a decir puras mentiras con una sonrisa en la cara, le tiraron mucha mierda. Guinevere estaba aburrida y acalorada, quería salir de ahí ya, pero no podía ni quería perderse el gran espectáculo que estaba por comenzar. Todas las palabras que las tres mujeres habían dicho, se irían al carajo.

Por debajo de las cortinas rojas y deslizándose por el escenario, salió rodando la mismísima cabeza de la directora. La madre de Lexy gritó al igual que todos los presentes, estaban aterrorizados. Las cortinas se abrieron y  el cuerpo de la directora sentado en un sofá ocasionó que los presentes gritaran aún más y abandonaran el lugar con más rapidez.

Alastor y Anissa se miraron con aburrimiento, eso no les asustaba ni asombraba para nada, habían visto mejores "trucos de magia". El hombre se levantó y abotonó su saco, la mujer siguió los pasos de su esposo y se levantó con su hijo en brazos. Guinevere sonreía discretamente, quería reírse pero no podía hacerlo, al menos no ahí. Vio a Chucky a lo lejos, le sonrió con complicidad y le mostró su pulgar arriba "aprobando" su acción. Observó por última vez la escena y se levantó para salir del lugar junto con sus padres.
Deseó haber podido sacar una foto o un video, no todos los días ves algo así. Edén no es exactamente un paraíso.

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