01. 𝗁𝗈𝖼𝗎𝗌 𝗉𝗈𝖼𝗎𝗌.
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐍𝐄.
𝗵𝗼𝗰𝘂𝘀 𝗽𝗼𝗰𝘂𝘀
TODOS LOS HABITANTES DE HACKENSACK CULPARON A JUNIOR WHEELER de los horribles acontecimientos sucedidos el año anterior. Por supuesto que nadie creía que el responsable había sido un asesino en serie con su alma dentro de un muñeco pelirrojo de los 80s. ¿Suena loco no? Hubo mucha gente afectada, algunos más que otros. Y con eso me refiero a emocionalmente.
Mientras que todos siguieron con sus vidas-o trataron de hacerlo-, Junior gozaba de todas las comodidades que Guinevere le brindaba. Incluso más de las que sus padres alguna vez le brindaron. Dejó el atletismo para hacer algo que si le apasionaba, tocar la guitarra. A el y a Guinevere les enseñaban defensa personal ciertos días de la semana, hacían ejercicio juntos todas las mañanas, y ambos se tiñeron el cabello negro. Junior estudiaba en una buena preparatoria, aunque no tenía amigos, había chicos y sobre todo chicas que se le acercaban para "amigar" pero el los rechazaba. Sus únicos amigos dentro y fuera de la escuela eran Archer y Edén, con quienes se llevaba de maravilla y eran más que suficientes.
Al principio todo estuvo bien, hasta que Junior volvió a tener pesadillas todas las noches. Despertaba a mitad de la noche gritando, bañado en sudor y asustado. De no ser por su novia, con quien compartía cama, no conseguiría calmarse. Había noches que no dormía. A veces sin que nadie supiera, recurría a su cuñado a quien se había hecho cercano, en busca de "pastillas para dormir"–en realidad eran drogas–, a las que poco a poco fue haciéndose adicto. Consumía todos los días. Se drogaba para mantenerse despierto, para mantenerse concentrado en clases, para estar feliz, para olvidar.
Guinevere y Junior peleaban constantemente por diferentes motivos. Durante el día se podía sentir la tensión entre ellos. Evitaban mirarse y estar cerca del otro. Era increíble como pasaban de ser conocidos a desconocidos. Eran realmente buenos. Aunque a las horas estaban como si nada hubiera pasado. Arreglaban sus problemas con un "lo siento" y sesiones apasionadas de besos. Estaban de acuerdo en que su primera vez juntos debía ser maravillosa eh inolvidable. No como Archer y Edén, quienes no eran pareja oficialmente pero estaban saliendo.
Guinevere hacía todo lo que podía por mantener a su familia unida, aunque a veces sentía que estaba perdiendo el control. A pesar de las constantes peleas con Junior en las cuales se mantenía fuerte, cuando estaba sola, se permitía quebrarse. Y aunque trataba de ignorar que Junior tenía pesadillas sobre la muerte de sus padres cada noche, no podía ignorar tener ese sentimiento de culpa. Sabía que había arruinado su vida "perfecta". Todo por amor. Por que todo lo que hizo fue por amor.
El hilo que los mantiene unidos esta rompiéndose poco a poco con cada acción. Y no resistirá mucho.
31 de octubre. Halloween. La mejor época del año y la más esperada. El sol apenas salió cuando la joven pareja se despertó como de costumbre. Beck y Junior salieron a correr por el vecindario como hacían todas las mañanas. Los vecinos los saludaban con una falsa sonrisa y cumplidos falsos. Junior ya estaba acostumbrado a todo eso. Ahora todos lo conocían como el novio de Guinevere Quinn. Y era mucho mejor que lo conocieran así que por "el asesino de Hackensack".
Después de correr durante un buen rato, la peli negra se detuvo, puso sus manos en su cintura y tomó aire, su pecho subía y bajaba con rapidez. Jamás alcanzaría a su novio. Junior se detuvo y caminó de regreso a ella.
—Tengo que decirte algo.—le dijo un poco ya más calmada. Junior espero pacientemente a que su novia hablara. Guinevere temía como Junior reaccionara.
—Jake me contactó ayer.
El silencio se hizo presente. Ahora era Beck quien esperaba-pero con impaciencia-a que su novio dijera algo.
—¿Que?—el rostro confundido del peli negro cambió repentinamente a uno de temor.—¿Va a separarnos?
—¿Que? No.—Beck se acercó a el y puso sus manos en las mejillas de su novio.—Claro que no.
—¿Por que te contactó?
—Por que Chucky regresó.—susurro. Junior abrió ligeramente la boca, sorprendido.—Jake tiene problemas. Tenemos que deshacernos de Chucky de una vez por todas.
—No iras a Hackensack.—dijo con autoridad. Beck retiro sus manos del rostro de Junior.
—Tengo que hacerlo.
—No. Estamos bien así.—Junior se dio vuelta y comenzó a caminar.
—Eso es mentira y lo sabes.
El peli negro paro en seco. Cerró los ojos y soltó un suspiro antes de volverse hacia ella.
—Estamos peor que antes. Tu te drogas cada que tienes la oportunidad y yo trato de no perder la cabeza.
Junior se mostró sorprendido. ¿Hace cuanto ella sabia que se drogaba?
—¿Como lo sabes?
—¿De verdad quieres que te lo diga?—Junior permaneció en silencio, incluso por un momento el vecindario. Ella
se llevo una de sus manos a la cabeza eh hizo su cabello hacia atrás.—Esto es una mierda. Estos no somos nosotros.—Junior frunció el ceño.
—¿Cual nosotros? No hay ningún nosotros.—"Aclaró".—Yo no debería estar aquí.—alzo la voz.—No pertenezco aquí, no encajo aquí.—Junior sintió como si un peso se le hubiera caído de encima, por fin le había dicho como se sentía. Pero se arrepintió de haberlo hecho cuando se dio cuenta de lo que dijo, cuando se dio cuenta de que fue duro con ella. Sabía que la había herido aunque ella no se lo demostrará.
Beck quería que un asteroide le cayera encima a Junior. Ella quería salir corriendo de ahí y al mismo tiempo quería llorar. Pero mantuvo su postura, se mostró fuerte ante el.
—Tienes razón.—Se acercó un poco a el.—Iras conmigo.—Decretó, tomando por sorpresa a Junior.—Que Jake o el estado se haga cargo de ti.
Junior se sorprendió bastante. Quería marcharse de San Diego y "ahora lo haría". Pero eso no pasaría. Beck sabía que todos en Hackensack culpaban a Junior de todos los asesinatos que Chucky había cometido. No podía enviarlo allí. Junior no podía volver a pisar Hackensack, ni ningún lugar en New Jersey. Beck y su familia eran todo lo que el joven tenía. La ahora peli negra se fue trotando dejando a Junior ahí parado con su para nada agradable compañía.
Al caer la noche, los cuatro adolescentes estaban listos para salir a las calles a hacer un poco de hocus pocus. Archer, Edén, Junior y Guinevere llevarían a Henry a pedir dulces. Este año, Edén había escogido disfrazarse de Verónica Sawyer, y Archer se disfrazaría de JD. Junior no quiso hacerlo. Beck no se disfrazaba desde que tenía once. La peli negra disfrazo al menor de Dark Vader a pedido de el. Probablemente hubiera ganado un concurso de disfraces.
Después de recorrer por horas los vecindarios y un par de tiendas, Guinevere decidió que ya era hora de volver a casa, así que regresarían. Faltaba una hora para la media noche. Archer y Edén se fueron a casa de la castaña pues sus padres no estarían y aprovecharían eso.
La pareja caminaba en silencio, por suerte había personas y música por donde pasaban, o les sería incómodo. Ambos llevaban de la mano a Henry, quien iba contento, satisfecho y con mucho sueño.
—Iré contigo. No puedo dejar que vayas sola.
—Aunque quiera no puedes.
—¿Entonces que se supone que haga? ¿Quedarme aquí esperando a que no te asesinen?—Henry miró a junior sin comprender. De hecho, no entendía nada de lo que "sus padres" decían. Henry aún no comprendía que Guinevere era su hermana, no su mamá. A veces llamaba "papá" a Junior en lugar de llamarlo por su nombre, el cual no debería serle muy difícil.
—Eso es exactamente lo que debes hacer.
—Pues no lo haré. Iré contigo y punto final.
—¿Acaso quieres que el maldito pueblo te linche?—preguntó con molestia y deteniéndose para verle.
—Lo que quiero es que entiendas que quiero que te protejas.—Alzó la voz un poco. Beck relajo su rostro y aparto la mirada. Junior cerró los ojos y suspiró antes de acercarse a ella.—Ginny, no quiero que te pase nada malo. Por favor, no vayas.—Suplicó.
El pequeño Henry miró a la peli negra, luego giró su cabeza hacia Junior, esperaba impaciente a que alguna de las enormes figuras-a su parecer-que lo llevaban de la mano dijera algo para poder irse a casa.
—Va a pasarme algo incluso si no voy.—las palabras habían salido de su boca casi como susurros.—Vendrá por nosotros tarde o temprano, Junior.
—Entonces estaremos listos.—Aseguró el.—Esta vez será diferente.
¿Lo sería? Guinevere sonrió débilmente. Mentiría si dijera que no estaba asustada. Chucky le había dejado una horrible cicatriz en el costado, la peli negra trataba de eliminarla pero parecía no querer irse. Y lo peor, es que el daño fue tan severo y profundo, que la mayoría de los mejores doctores le habían dicho que había una gran posibilidad de que un futuro no pudiera concebir.
Durante todo el día siguiente día, Junior y Guinevere no salieron de su habitación. Era sábado y habían decido pasar todo el día en cama en compañía del otro. Ya todos sabían que Guinevere y Junior partirían a Hackensack el domingo por la tardé. Archer le insistió a su hermana que lo dejara acompañarlos pero ella se negó. La joven pareja estaba recostada en la cómoda cama que compartían, Guinevere miraba al techo pensativa mientras que Junior tenía los ojos cerrados.
—Jun.—el peli negro respondió con un "mmm", abrió los ojos y giró su cabeza para verla.—Yo mataría por ti.—necesitaba que el lo supiera.
El peli negro se quedó analizando esas palabras mirando un punto fijo en el camisón negro que su novia tenía puesto. Salió de su pequeño trance y se acomodo de lado apoyando su brazo sobre la cama y su rostro sobre su mano.
—Yo también mataría por ti. —dijo con seguridad.—Y por Henry.—Sin duda mataría por ese niño. Tenía todo su corazón.—Incluso por Archer.
Ambos rieron un poco. Beck llevo una de sus manos al cabello de su novio y pasó sus dedos por este. Era suave. Mucho, de hecho. Junior seguía los consejos de Archer para tener un cabello envidiable como el y el crush de Guinevere, Steve Harrington. Pasaban tanto tiempo juntos que parecían pareja.
—Te prometo, hacer todo lo necesario para que no tengas que hacerlo.—En ese punto, Guinevere ya estaba cansada de hacerlo. Sabía que tendría que hacerlo una vez más, y de verdad esperaba fuera la última vez.
—También lo prometo. Nunca más.
—Nunca más.—Repitió ella.
Junior alargó su cuello para besar a su novia. Un beso suave, corto y lento. Ambos sabían, en lo más profundo de su ser, que mintieron. Sobre todo Guinevere. Esa era su naturaleza. Estaba en sus genes. Junior se levantó de la cama y se paro a su lado.
—Arriba.—Ordenó. Ella frunció el entrecejo.
—¿Que?
—¿Confías en mi?—preguntó, tendiéndole su mano. Guinevere acepto su mano sin pensarlo. Se levantó y dejó que Junior la guiara hasta donde planeaba llevarla.
Salieron al jardín trasero donde la luna y las estrellas esperaban por ellos. Junior soltó su mano y del bolsillo de su pantalón saco una navaja, de colocó delante de Guinevere quien frunció el entrecejo viendo como junior jugaba con la navaja entre sus manos.
—La sangre simboliza la vida. Cuando dos almas se unen en una, ya no pueden ser separadas. Se crea un lazo de unión invisible que durará para siempre.—Guinevere entendía de lo que hablaba Junior, pero no entendía por que se lo decía y por que tenía una navaja.—A partir de ese momento se convierten en un solo ser en dos cuerpos que comparten sus fortalezas y sus debilidades, su dolor y su extasis, sus sentimientos y sus sensaciones. Todo.
—¿Por me lo dices?
"Por qué tal vez mueramos" pensó el.
—Quiero que nos unamos. Para siempre.
¿Era atrevido? Si. ¿Había perdido la cabeza? Tal vez. Guinevere abrió la boca con sorpresa y tomó una bocanada de aire que dejó salir apenas dijo el nombre de su novio.
—Jun...
—Será como una boda a la antigua. Cuando volvamos a casa,—si es que volvían—nos compraré unos anillos.
Guinevere lo vio sonreír de una manera que juraría jamás había hecho, eh incluso vio un brillo en sus ojos, eso causó que ella sonriera un poco sin mostrar sus dientes. Lo miró duramente aproximadamente veinte largos segundos antes de aceptar su loca "propuesta". "A la mierda" pensó ella.
—Entonces...aceptó casarme contigo.—Junior agrando su sonrisa y le dio un beso rápido en los labios a su novia.
—Su mano, señorita.—pidió el con gracia, ella se la tendió como si fuera una "dama" de la antigüedad. Junior posicionó la navaja en la palma de su mano.
—Deberíamos consumar nuestro matrimonio después de la ceremonia.—dijo para distraerla.
—Seguro, si tienes...¡Auch!—se quejó la peli negra cuando Junior corto la palma de su mano de un tirón. Era la segunda vez que se cortaba en el mismo lugar.
—Lo siento.—se disculpó el, eh hizo el mismo corte en la palma de su mano. Junior apretó los labios reprimiendo un quejido y probablemente unas cuantas maldiciones. El peli negro tomó la mano de su novia y la entrelazó con la suya, mezclando su sangre con la de Guinevere, compartiendo la sangre Arellano y la sangre Wheeler, uniéndose así en uno solo para siempre. Esa noche, la luna y las estrellas habían sido testigos de su unión.
—Te amo.—dijo ella.
—Te amo.—dijo el.
Junior acortó la poca distancia que los esperaba y junto sus labios con los de su amada. La intensidad se apoderó de ellos, y ninguno tenía intenciones de detenerse. La mano libre de Junior acaricio el muslo desnudo de su novia por debajo de su camisón hasta llegar a su cintura la cual tomó y apego a el. La peli negra rompió el beso y puso su mano libre en el pecho de su novio mientras recuperaba el aire perdido.
—No podemos hacerlo aquí.—susurro en los labios de Junior.
—Vamos a la playa entonces.—Bromeó.—Subamos.
Aún con sus manos entrelazadas y casi bañadas en sangre, subieron a la habitación. Ambos parecieron olvidarse de que sus manos estaban lastimadas y manchadas de sangre pues apenas entraron en la habitación comenzaron a besarse desenfrenadamente. Guinevere soltó su mano y la colocó en la mejilla de Junior en la cual quedó pintada la mano de su novia. Junior imito su acción, pero no puso su mano en su mejilla, si no en su cuello. No hizo presión, solo dejó su mano ahí. Junior la tomó de los muslos y la levantó, ella enredó sus piernas alrededor de su cintura, la llevó hacia la cama donde la recostó con suavidad. La peli negra abrió sus piernas para que el acomodara su cuerpo entre ese espacio y en el acto le dejó ver su ropa interior negra. Junior lo hizo y comenzó a besar su cuello mientras por debajo del camisón de Guinevere acariciaba lentamente su pierna y muslo hasta llegar a su costado, donde dejó de dejar besos húmedos en el cuello de Beck para subir su camisón a la altura de sus pechos.
Junior pasó con delicadeza sus dedos por la cicatriz de su novia, quien lo miraba con curiosidad. El jamás había visto esa cicatriz. Beck nunca lo dejo.
—No estará para siempre.
Guinevere sonrió débilmente.
—Eso espero.—Llevo su mano al cuello de su novio y lo atrajo hacia ella juntando sus labios nuevamente.
A pesar de sus peleas, ellos se amaban verdadera eh incondicionalmente. Estaban hechos de puro fuego, estaban destinados a arder juntos.
Al día siguiente al medio día, el timbre de la casa sonó. Victoria, quien recién se había levantado, abrió la puerta y se encontró con un repartidor, tenía un paquete que decía que debía entregarlo a esa dirección pero no decía para quien era. Firmó el papel de recibido y tomó el paquete para luego cerrar la puerta. Unos pasos se escucharon aproximarse. Guinevere había bajado las escaleras con tanta rapidez que casi resbalaba de no ser por que se sujetó del barandal.
—Buen día tía.—Dijo con normalidad mientras sonreía, tratando de deshacer el hecho de que su tía la había visto hacer "el ridiculo". Pero en su defensa, tenía demasiada prisa. Ella y Junior se habían quedado dormidos y su vuelo salía en tres horas. Junior estaba arriba cambiándose lo más rápido que podía. No quería ver a su novia más enfurecida.
—Buen día cariño. ¿Ordenaste algo?
Beck frunció el entrecejo al ver el enorme paquete en las manos de su tía.
—Seguro fue Archer. Debe haber pedido...lo que sea que haya pedido.
—Si, seguro.—la mujer dejó el paquete sobre el sofá y se fue a la cocina.
Archer apareció en la cocina en piyama y con cara de recién despierto.
—Buen día familia.—recorrió una silla y se sentó.
—No sabía que habías pasado la noche aquí.—Dijo la peli negra poniendo sobre la mesa una taza de café para luego recorrer una silla y sentarse.
—Creo que llegue a las dos de la madrugada.
—noche intensa, ¿eh?—se burló ella.
—¿Y Junior? No me digas.—dijo rápidamente quitándole la palabra de la boca.—Seguro esta jalándosela por que tu no le diste acción anoche.—Beck bebió un largo sorbo de su café ignorando el comentario de su hermano. Al menos supo que no los había escuchado.
—Eso fue cruel, Archer.—Regaño Victoria, quien se preparaba un jugo verde.
—Lo se.—reconoció el castaño. Tenía una horrible jaqueca, todo le molestaba y reacciono mal al comentario de su hermana.—Lo siento hermana.
—Descuida.
—Por cierto,—hablo Victoria, poniendo un vaso con cereal y un galón de leche sobre la mesa.—acaban de traer tu paquete.
—Yo no ordene nada.—dijo el castaño mientras vertía leche sobre su vaso con cereal.
Guinevere y Victoria se vieron entre sí con confusión.
—Voy a abrirlo.—Guinevere se levantó y se dirigió a la estancia. Tomó el paquete y comenzó a romper la envoltura. Justo en ese momento Junior venía bajando las escaleras.
—Estoy listo.—Anunció.
Guinevere dejo caer al suelo el "paquete" y retrocedió. Se quedó paralizada con las manos en el aire viendo al familiar muñeco pelirrojo en el suelo. Junior abrió la boca con sorpresa. Al escuchar el ruido, Archer y Victoria se levantaron de sus asientos inmediatamente y a paso rápido fueron a la estancia.
—¿¡Están bien!?—preguntó Victoria alarmada viendo a Beck y Junior.
Archer se paró a un lado de su hermana y cuando estaba por preguntarle qué pasó, miró al suelo.
—Mierda.
pronto, el castaño notó un papel pegado dentro de la caja del muñeco.
—Hay una nota adentro.—Dijo. Se acuclilló para abrir la caja.
—¡No lo abras!—Le detuvo Guinevere.—Hay que destruirlo.
—No quieres saber que dice la nota?
Por supuesto que quería. Pero sabía que podía ser peligroso. Como dicen, la curiosidad mato al gato.
—Con mucho cuidado.
Archer suspiró y abrió la caja, saco al muñeco despacio y tomó la nota. Por precaución, Junior tomó una pinza de la chimenea y se acercó a su familia. Beck alcanzó a leer la nota en las manos de su hermano. Un escalofriante escalofrío recorrió todo su cuerpo. Las memorias de su pasado la golpearon brutalmente. ¿Como carajos el pudo saberlo? Junior se acercó y le quitó la nota a Archer para leerla. ' Recuerdas a Genevieve? '
—¿Quien es Genevieve?—Se atrevió a preguntar Junior. Victoria abrió los ojos con sorpresa.
—Era nuestra hermana.—Respondió Archer, ganándose una mirada de confusión por parte de Junior.—Éramos trillizos.—dijo cuando vio que su cuñado tenía intención de hablar.—Murió accidentalmente hace tres años.
—Eso no es cierto.—ambos miraron a Guinevere.—Yo la mate.
—Ambos lo hicimos.—le corrigió Archer. Junior frunció el ceño.
—Necesito aire.—la peli negra salió de la casa con rapidez. Victoria la siguió.
—¿Que pasó?—le preguntó Junior a Archer. El castaño rodeó el sofá y se dejó caer sentado en el.
—14 de abril de 2019. Los Ángeles, California.—nombró, acomodándose en su lugar.—Guinevere y Genevieve peleaban por un motivo que a día de hoy aún desconozco. Yo estaba en mi habitación. Escuche el grito de Gen y baje. Ambas estaban tiradas en las escaleras, Becky estaba encima de Gen y tenía un vidrio en su mano. Separe a Becky de Gen y pregunté que pasaba, Gen dijo que Becky había tratado de asesinarla, aunque no sufrió ningún daño. Por más que trate de convencerla de que no le dijera a madre lo que había pasado, ella aseguró que le diría.
—¿Que hiciste?
—Proteger a Becky. Como siempre e hecho.—Junior le dio una mirada rápida al muñeco cerca de sus pies.—Gen no era una asesina. Ella no era como nosotros. Teníamos trece. Becky era demasiado rebelde, un straike más y madre la mandaría a un internado lejos. No podía perderla. Hice lo que debía. No espero que lo entiendas.
—Exactamente, ¿que fue lo que hiciste?
—La ahorque.—Junior llevó una de sus manos a su frente cubriendo la mitad de sus ojos. No sabía por que aún se sorprendía.—Luego movimos su cuerpo a su habitación y la dejamos ahí. Llamamos a nuestros padres, ellos vinieron, y...—El castaño se quedó callado, segundos después se levantó.—Habíamos dejado este tema atrás hace años. Lo habíamos enterrado. No te enfades con ella.—Archer se agacho y tomo al muñeco del brazo, luego salió de la casa.
Junior se quedó pensando en lo que el castaño le había contado. ¿Que mas no sabía?
14 de abril, 2019.
Los Angeles, California.
Era otro día caluroso más en Los Ángeles. Guinevere Quinn estaba tomando el sol frente a la enorme piscina en el gran jardín de su hogar cuando escuchó una voz conocida muy molesta aproximarse a ella.
—Eres una hipócrita de mierda.—Dijo Genevieve Quinn. —Te confíe lo que pasó y tú se lo dijiste a Jenna. ¡Me has arruinado!
Guinevere se quitó sus lentes de sol oscuros y la miró con aburrimiento.
—¿Por que lo hiciste? Eres mi hermana.—remarcó Genevieve.
—No. Edén es mi hermana. Tu eres hermana de Glenda. Tu la elegiste a ella.
Glenda era una chica de cabellos rojizos de la misma edad de Genevieve y Guinevere, estudiaba en la misma escuela que ellas. Era la mejor amiga de Genevieve. Genevieve no dijo nada. No tenía nada para decir al respecto. Guinevere y Genevieve no eran cercanas, mucho menos unidas. Nunca lo fueron. Lo único que las unía, era la sangre. Y el peso de su sangre, el peso de ser una Quinn, era demasiado.
—Además, papa y mamá tenían que saber que no eres una mártir.—la mayor se levantó de la silla playera y se encaminó hacia dentro de la casa. Genevieve la siguió hasta la cocina.
—¿Es por que les dije que te drogabas? ¿Ah? ¿Es por eso?
Guinevere la ignoraba. Tomó un vaso de vidrio de la estantería y del refrigerador sacó la jarra de con jugo de naranja.
— ¡Contéstame maldita sea!—grito Genevieve estampando su mano sobre la barra.
Genevieve había gritado muy cerca del oído de Guinevere, quien se molestó tanto que apretó el vaso de vidrio con fuerza hasta que se rompió en su mano.
—¡Lo hice para que sintieras lo que yo e sentido todos estos años!—Guinevere abrió su mano dejando caer los pedazos de vidrio y gotas de sangre al suelo. Hizo una mueca de dolor, inhalo suficiente aire y tomó unos de los vidrios que habían caído sobre la barra.—Eh sido opacada por ti,—comenzó a acercarse lenta y peligrosamente a Genevieve, quien comenzó a retroceder.—desde que era una niña. Pero eso se acabó.—colocó el vidrio en el cuello de su hermana.
Genevieve estaba asustada. Estaba indefensa. Un movimiento de su parte y el vidrio cortaría su cuello. O su hermana lo haría.
—Estas loca.
—Todos los Quinn lo estamos.
Genevieve le escupió en la cara a Guinevere logrando apartarla de ella. Se echó a correr a las escaleras en busca de su hermano, quien estaba en su habitación y no escuchaba nada de lo que sucedía abajo por que tenía puestos los auriculares. Molesta, Guinevere corrió tras su hermana, la alcanzó a tomar del tobillo logrando hacerla caer a mitad de las escaleras. La mayor la volteo y subió encima de ella.
—¡Aléjate de mi perra loca!—Genevieve intentaba apartarla con sus manos, Guinevere la abofeteo con fuerza en ambas mejillas.
Genevieve comenzó a gritar, fue cuando Archer la escuchó. El joven salió de su habitación a paso rápido y corrió por el largo corredor, sus pasos aproximándose se escuchaban. Al llegar a las escaleras vio a Guinevere encima de Genevieve, ambas forcejeando. Archer bajo el resto de los escalones y tomó de la cintura a Guinevere quitándola de encima de Genevieve.
—¿¡Que mierda esta pasando!?
Beck se soltó bruscamente del agarre de su hermano.
—¡Trató de matarme!—Genevieve estaba aterrorizada tirada en las escaleras.
Archer miró a Guinevere con sorpresa, luego bajo su mirada al vidrio en su mano.
—Madre se enterará de esto.—dijo Genevieve levantándose.
Archer se alertó.
—No, Gen. No puedes decirle a mamá.
Genevieve miró con incredulidad a su hermano.
—Trató de matarme, Archer.—Remarcó
—Fue un accidente.
—¿Un accidente?—Genevieve bajo un escalón.—Estoy bastante segura de que no fue un accidente. Ella iba a asesinarme.—ninguno dijo nada. Genevieve soltó una carcajada y se pasó la lengua por los dientes.—Gracias a esto, no veré tu cara durante un muy largo tiempo.—le dijo a Guinevere. La menor se dio vuelta y comenzó a subir los escalones.
Guinevere áptero el vidrio en su mano con molestia, solo alcanzó a subir un escalón cuando su hermano la tomó de la muñeca deteniéndola.
—Archer, ella va hacer que me envíen lejos.
—Lo se.—el peli castaño le quitó el vidrio de la mano y subió los escalones siguiendo a Genevieve.
Antes de que Genevieve pudiera entrar al baño, Archer llego por detrás de suyo y puso su brazo alrededor del cuello de su hermana. Genevieve puso sus manos en el brazo de su hermano para intentar alejarlo, pero sus intentos por alejarlo de ella eran en vano. Archer era mucho más fuerte.
—Archer...—logro decir Genevieve.
—Tu me obligaste.—dijo el entre dientes.—Tu me obligaste a hacer esto.—ejerció presión.
Genevieve comenzó a golpear el brazo y rostro de su hermano pues no alcanzaba a respirar. Guinevere escuchó un largo "shh", frunció el entrecejo y decidió subir. Abrió la boca y ojos con sorpresa al ver la impactante escena frente a ella. Genevieve estaba inconsciente en los brazos de su hermano.
—Está...?
La mirada seria de su hermano se lo confirmó. (Miami se lo confirmó ahre.) ¿Enserio su hermano había asesinado a su hermana por ella?
—ayúdame a moverla.
Guinevere camino hacia ellos y se tomó un momento para observar a su hermana. Archer le dijo que tomara los pies de Genevieve y eso hizo. La llevaron a su habitación y la dejaron en su cama. Luego llamaron a sus padres quienes no tardaron en llegar. Habían asesinado a su hermana. Vivirían con eso. Y lo peor, es que había valido la pena.
Por fin mis nenes regresaron🤧
Asies, hubo otra Quinn. Intenso, ¿no?
Y era bestie de la Glendaaa.
Decidí no escribir mucho en la primera
vez de Jun y Beck, pero agarrense que
en la siguiente...JAJAJS.
Junior con pelo negro porque Teo
se ve ree sexy Jskjs.
No puedo esperar a ver el cap 2 para
empezar a escribir el siguiente cap☺️
No se olviden de votar!
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