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𝟓𝟕 | 𝐃𝐄𝐒𝐃𝐄 𝐑𝐄𝐔𝐍𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒, 𝐀𝐌𝐈𝐒𝐓𝐀𝐃𝐄𝐒 𝐘 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐄𝐋 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋


 desde reuniones, amistades y amor hasta el final 


He pasado el día de ayer con mis padres. Les comenté acerca de cómo me iba en la Universidad y cómo me iré a pasar el día de la graduación de todos los grados superiores, en casa de los Galliard. Mi madre tiene una intuición muy aguda y sabe más o menos que algo sucede conmigo. Sin embargo, a pesar que se lo conté, sin tanto detalles, sigue teniéndome en la mira. Y mi padre, siempre silencioso, desde su sillón, escuchó todo sin decir mucho más que algunos elogios para mí, tras acabar exitosamente mis estudios del año. Dentro de dos días voy a tener unas largas vacaciones, hasta el inicio del nuevo ciclo.

Hoy, desde temprano, inició la ceremonia de graduación para quienes concluyeron de manera eficiente sus años de estudios superiores. Están por ser las cinco de la tarde así que, de seguro recién son las sesiones fotográficas allá en la Universidad. Petra se coloca una camiseta grande con dibujos de zombies y sus pantaloncillos cortos debajo de la camiseta, casi no se notan. Lleva su mochila usual mientras se coloca las sandalias. Yo estoy vestida casi igual que ella. Marcel Galliard, tras conocer mejor a la gente nueva, nos ha invitado a su casa a pasar el rato. 

Y tiene una piscina interior.

—¡Desearía que me llevaran en su carro! —exclama Petra mientras se coloca ganchos en el cabello para que no le caigan en el rostro—. Aunque tampoco me molesta ir con Ymir, pero realmente no quiero caminar.

—No es para tanto, de hecho Ymir ya esta abajo —digo tras revisar mi celular y veo que la pecosa me ha mandado un mensaje y adjunta a una foto de ella.

—¡¿En serio?!  —dice algo emocionada y pasando sus manos por sus cabellos sueltos— ¡Vamos! ¿No nos falta nada verdad?

Noup, y Gunther está allá desde las nueve de la mañana.

Salimos del apartamento y nos metimos en el ascensor. Mi amiga se sujeta a mi brazo como siempre y yo me río por sus reacciones internamente. Los números brillantes y rojos bajan del ocho, al siete y así sucesivamente hasta llegar al piso número 1. Palpo las llaves en mi bolsillo antes de salir y caminar de forma rápida hasta la salida del edificio.

—¡Que son bien tardonas!

—Ymir, te aseguro que solo pasaron cinco minutos —contesta mi amiga de cabellos naranjas. Yo sonrío y la pecosa nos rodeo a ambas con sus brazos. La morena alta tiene los cabellos sueltos y usa un top con mangas largas. Sus jeans anchos fascinan a Petra que rápidamente le pide la dirección del lugar donde lo compró.

—Los compré en un tienda virtual. Te paso el link cuando lleguemos a casa de los Galliard. —responde mientras tocaba sus pantalones y luego busca algo en su celular.

En las calles hay un poco de bochorno, pues ayer llovió, una llovizna colosal. Las veredas se ven húmedas y con pequeños charcos que el sol, el extraño sol de invierno, se encarga de secar de a pocos y el ambiente se siente húmedo y caliente. Lo que nos cae muy bien y, cuando caminamos y hablamos de todo tipo de temas hasta la avenida mayor, Ymir nos dice:

—Por cierto, la loca de Nanaba y Mike van a salir algo tarde, pero irán directo a la casa de los Galliard, así que allí los esperaremos a ambos.

—Oh, yo pensé que ya estaban allí —. Nos detuvimos en el paradero. Petra extiende su brazo, en señal para parar un taxi.

—Fueron a felicitar a sus compañeros en la ceremonia de graduación... Igual no se pueden quedar mucho tiempo debido a que, por lo menos en la ceremonia organizada por la universidad, solo deben estar los familiares y los graduados. Luego de eso, creo que se hará una cena y finalmente irán solo los graduados a hacer una fiesta entre ellos, en casa de Colt... Creo que así se llama el chico.

Una vez un taxi se detiene frente a nosotras, entramos entre pequeñas risas, pues Ymir dijo que Porco iba a pagar el taxi una vez lleguemos a su casa. Y mientras el vehículo avanza, veo los edificios, la mayoría de ellos casi del mismo tamaño. En un punto observo lo que asemeja a un mercado persa, pensé en ir en unos de mis días de vacaciones, que ya están próximas.

—¿Me veo cansada? —me pregunta Petra, yo la miré a los ojos y aunque lucen como siempre, las oscuras sombras bajo estos me dicen que pasa mucho sin dormir. Y es que últimamente se queda hasta tarde escribiendo en su laptop y luego tomando nota en su cuaderno de apuntes.

—Mucho, pero aun así te ves excelente.

Petra comienza a reírse. Ymir guarda su celular, al parecer le ha estado escribiendo a Porco, ya que nos dice que él nos está esperando en la entrada. De pronto, parecemos llegar a un lugar diferente de lo habitual: la zona residencial, con las grandes casas, de las familias con más dinero en la ciudad. Cada una tiene un gran espacio de jardín, y piscinas exteriores, o eso es lo que pienso, pues los grandes muros que rodean no me permiten ver mucho. Finalmente el taxi se detiene frente a las puertas exteriores donde está Porco Galliard con su celular. Otra vez, sus mejillas y nariz están sonrosadas, solo que esta vez no está en lo alto el sol. Entonces, me doy cuenta que es algo natural de él.

Una vez salimos del auto, el mayor Galliard, tal y como dijo Ymir, paga el taxi y nos saluda antes de abrir las rejas de entrada a su casa. El jardín tiene el césped recién cortado y, después de un gran tramo, se visualiza recién la puerta trasera de vidrio donde ya puedo observar al gran grupo de amigos, y esa cabellera rubia de Farlan, quien al parecer habla con alguien a la distancia hasta desaparecer por alguna habitación interna de la casa. Cuando ingresamos, lo primero que veo es a Eren sentado lejos de la piscina con los cabellos sueltos y sosteniendo su guitarra, mientras Jean conversa con él. Hay buena música de fondo. Marcel llamaba por celular en otro extremo, más cerca del agua. Un gran perro blanco corre hacia mí, para saludarme y entonces lo reconozco. Es de Sasha.

—¡Waaa! ¡Qué lindo! —exclama mi amiga y se abraza al perro. Gunther que está al lado de Marcel, se acerca a pasos agigantados a saludarnos. Eren y Jean nos saludan enérgicamente, cuando otro perro, esta vez un labrador, llega corriendo y detrás de él, la chica que alguna vez vi con Jean: Sasha, riendo, mientras trae un bowl de frituras.

—¡Ay, holaaa! —dice y después de pensarlo por tres minutos, nos ofrece los snacks de aquel tazón, del cual Ymir toma un puñado y se lo lleva a la boca, para luego acercarse a Jean.

—¿Y su amigo el rubio cuyo nombre aún no memorizo? —pregunta, algo extrañada de no verlo.

Yo sí que lo vi antes de entrar, pero no sé dónde se ha metido ahora. Veo de reojo a Petra quien se encuentra corriendo afuera, en el jardín, con los perros, saltando de aquí para allá. A ella siempre le han gustado bastante los perros. Los adora. 

Luego llega Isabel, sonriente, con el cabello alocado, y de un tono más claro del que ya tenía. Su estilo me gusta mucho. Tiene puesto una falda corta y su ropa de baño debajo.

—Tragando en la cocina.

—Santo cielo, Eren, ¿Y cuando te recortas el cabello?

—Me gusta tenerlo largo —le escuchamos contestar, mientras comienza a amarrarse el cabello de forma rápida en un moño, para luego practicar otra vez con la guitarra eléctrica conectada al amplificador. Jean toca con cubiertos en la mesa. Observo el bajo de Farlan fuera del estuche, pegado a la pared, y otros instrumentos musicales,  como un teclado y un saxofón, que al parecer es de Sasha también. 

Hay una piscina interior, rectangular y que se ve profunda. Es larga y todas las paredes alrededor del lugar parecen vitrinas y hay pequeños focos recubiertos dentro que emiten una luz cálida que junto al agua, hacen que esta luzca turquesa. Es un gran espacio con grandes espejos cerca y lo que parece ser un baño tras una de las puertas. También hay un gran televisor en una de las paredes que parece de piedra, donde se reproduce un video musical, Montreal, de Roosevelt, un video bastante loco y lleno de efectos. Muy colorido y su sonido ambienta el lugar, combina bien con el ocaso.

—En treinta minutos llegará la pizza —escucho a Marcel decir y entonces Farlan regresa de la cocina. Al verme, me sonríe como siempre.

—¿Tanto demorará? —Petra pregunta algo confundida. Después parece recordar algo y abre su mochila, sacando otras bolsas grandes de frituras, que se las entrega a Sasha y la mayoría grita un "Nooooo, ahora Sasha se lo comerá todo y no va a invitar". Pero la chica de coleta se escapa hacia la cocina.

Porco se ríe, y es de las pocas veces que lo escucho reír. La zona de la piscina interna de su casa parece llena. De pronto escucho que todos saludan, y antes de siquiera voltear para ver quien es, siento unos brazos abrazarme por detrás.

Nanaba ha llegado.

—¡Me asustaste! —le digo al voltear al fin y abrazarla. Pero de pronto sentí algo extraño y me separo de ella. Mirándola expectante, espero su respuesta.

La rubia me sonríe algo coqueta. Tiene puesto un gran abrigo, el cual sospecho que en realidad es de Mike, y poco a poco lo comienza a desabrocharlo. ¡Tiene dos grandes botellas de licor en cada lado, ocultas bajo el abrigo! Emito un gritito y luego me cubro los labios antes de comenzar a reír. Farlan se acerca y le quito una botella. Eren y Jean dieron como un grito de júbilo, como diciendo "Esto es lo que le faltaba a esta reunión"

—Son un regalito de Mike. A propósito, que piensan de Mike edición "noche de piscina" —dijo antes de colocarse detrás de su novio y alzando los brazos de este. 

Todos nos reímos al ver al novio de Nanaba ser sujetado adorablemente por ella. Hasta hace poco me enteré que mi rubia amiga siempre ha dicho cosas como "Mike edición invierno", "Mike edición Navidad", "Mike edición primer día de clases", "Mike edición Año nuevo" Y es que a ella le gustaba mucho escoger la ropa de su novio y a él no le importaba mucho y se deja llevar. Le gusta. Lo que me recuerda a esos niños que, después de bañarse esperan a que mamá les escoja el conjunto de prendas. Río interiormente al ver la pequeña sonrisa del más alto.

Veo a Ymir quitarse la parte superior de sus prendas, quedando en un brasier morado, y la parte inferior en un short pegado. Petra le observa y le pregunta si va a lanzarse a la piscina, a lo que ella asiente. Entonces mi amiga se quita los pantaloncillos. Tiene un bikini de una sola pieza debajo, pero al parecer se meterá a la piscina con la camiseta encima. Las ganas de meterme también me recorren.

—El agua está templada —susurra Petra mientras baja por las escaleras de la piscina, sumergiéndose en esta. Porco junto con Gunther comienzan a cambiar las canciones que se reproducen en el gran televisor, y luego siento un disparo de agua en el brazo.

Isabel tiene una pistola de agua. Con un sonrisa infantil, que pronto pasa a sorpresa, dice:

—¡Lo siento! ¡Te juro que no era para ti! ¡Era para Farlan!

—¿¡Para mí!? —. Farlan, quien estaba al lado mío, se sorprende. Comienzo a carcajear, mientras me siento en el borde de la piscina, sumergiendo la mitad de mis piernas desnudas, pero sin querer entrar completamente.

Petra mira horrorizada cómo Ymir va a lanzarse al agua, y cuando al fin lo hace, siento el agua salpicarme en el rostro y parte de la camiseta. Petra Ral, en vez de enojarse, empieza a darle palmaditas a la morena una vez ella estuvo dentro de la piscina.

—Va a ser una noche larga —me habla Farlan, acomodando sus cabellos. Hasta aquí puedo escuchar las risas de Jean y Eren, quien sabe de qué están hablando. Por otro lado, Nanaba y Mike llegan de la cocina con Sasha y los dos perros, cargando algunas copas en los brazos y, acompañados de Porco y Marcel, comienzan a mezclar los licores en el minibar que hay frente a la piscina. Este tiene unas luces led de color azul en los bordes, cerca a los cuatro asientos. Y la música, que suena tan fuerte, me mueve hasta el estómago en esta pequeña reunión, donde todos nos conocemos lo suficiente como para estar cómodos el uno con el otro.

—Así parece —volteo a verlo, mientras mis dedos secan el agua que me ha salpicado en la zona del cuello. Juego con los pies, y en una, lo muevo de manera que le salpica en el rostro a Ymir, pues esta parece querer jalarme de las piernas para meterme completamente dentro de la piscina—. Pero es mejor para mí.

—Yo mañana voy a tocar por última vez en el bar.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Voy a esforzarme mejor para el próximo año, me refiero a mis estudios. A mi padre no le gusta mucho que en mis ratos libres me las pase en un bar —dice con cierto aire burlesco. Yo hice una mueca al pensarlo. Farlan tiene un talento para tocar el bajo, estoy segura que nadie lo hace como él. 

—¿Y Jean? ¿y Eren? 

—Ah, están hablando de mí, nunca pensé que sería tema de conversación de alguien —escucho al de cabellos marrones entre risas. Jean niega con la cabeza y responde por él.

—Vamos a practicar en un garaje, a la antigua —Jean hace referencia al garaje rock, Sasha le da palmaditas en la espalda y luego vienen sus perros a lengüetear parte de mi rostro y al de Farlan.

—¡No sabia que tenías dos perros, Sasha!—. Comienzo a acariciar a uno, mientras veo a Petra nadar como puede hasta el extremo de la piscina donde estoy yo, para acariciar también al perro.

— No sé de quién era este bonito labrador. Pero estaba abandonado y sucio, vagando por ahí. Así que lo traje conmigo aquí y con Porco lo bañamos en el patio. Ahora se llama "Connie"

—¿"Connie"?

—Sí, ese era el nombre de mi amigo. —murmura. Una mala sensación viene a mí.

—Oh, él...

—No se murió ni nada, pero no pudo venir hoy por andar borracho hasta la médula —rio. Farlan a quien Eren le ha dado una pequeña copa con licor, casi la escupe al escuchar a Sasha.

—Me recuerda a alguien—digo en voz alta, mirando a Gunther, quien está alejado del minibar y atento a celular. Obviamente nota que lo digo por él y rascándose el cuello, aclarando la garganta, responde:

—No, no, no. Ya soy un hombre nuevo. Hoy no beberé.

—Entonces yo beberé por ti —Eren Jaeger se tomó de un solo tiro un gran vaso de licor, y luego de eso comenzó a murmurar que no debió haber hecho eso. 

El olor de la pizza llega a mis narices mientras veo cómo en el cielo ya todo está tan oscuro. Petra está encima de Ymir, sentada sobre sus hombros, mientras la morena camina graciosamente ya que ella si llega a tocar a las justas el fondo de la piscina. Los pequeños grititos de Petra provocan la risa de Gunther. La pecosa se acerca al borde, haciendo tambalear a Petra por un instante. Marcel le dice "Hay comida china, ¿A ti te gusta, verdad?" a lo que ella asiente y menciona que dentro de un rato sale. 

Farlan se levanta de su sitio, pues al parecer Jean le llama y este se encuentra junto con los instrumentos. Mirándolo, pienso, en lo que sucede con nosotros. Siendo sincera, Farlan es uno de los mejores sucesos de este año. Lo conocí por casualidad en la fiesta de Hanji y nos llevamos bien casi al instante, recordaba muy poco de nuestras conversaciones en aquella fiesta, pero fue como si coincidiéramos en todo. Ese bonito cabello rubio cenizo, con ese atractivo rostro y ojos celestes como un cielo despejado, que conjugan con su música, ese sonido de bajo, el alma de la banda. Confesó estar enamorado de mí.

Pero ¿Yo estoy enamorada de él?

No puedo darle una respuesta sintiéndome así. Y no quiero que sienta que lo utilizo para hacerme sentir bien a mí misma. Tampoco quiero herirlo. 

No he creado ese mismo tipo de sentimientos hacia él.

—¡Se han traído todos los instrumentos aquí! —Nanaba se pone en la misma posición en la que yo estoy, sentándose a mi lado y sumergiendo los pies, con copas en mano, una para mí y otra para ella. Mike se sienta a mi izquierda, colocando una bandeja flotante en el agua y empujándola levemente a Petra, que me recuerda a Erwin nadando y no puedo evitar reírme.

—¡Ya! ¡Que ningún bastardo salte a la piscina hasta que Petra haya acabado su coctel y su pizza o se las verán conmigo! —grita Ymir antes de soltar una sonora carcajada y Gunther, que se encuentra sin camiseta, va a sentarse, porque no quería saltar al agua aún y luego va enfrentarse a la pecosa.

—¿Y si mejor tocan una canción? —dice Nanaba estirando los brazos, murmurando algo acerca de que quiere un concierto gratis. Marcel baila frente al gran televisor, con los ojos cerrados, mientras el Galliard de cabellos claros toma una fotografía a Isabel, Jean, Farlan y Eren, quienes posaban de una forma graciosa, todos apilados sobre la mesa y las sillas junto con sus instrumentos.

Tomo un poco de mi trago mientras muevo lentamente la cabeza tratando de no pensar nada más de lo que sucede aquí. De reojo veo a Galliard tomarse una foto a sí mismo en el gran espejo y de repente se encuentra escribiendo por su celular.

—Uy ¿A quién le enviaras esa foto? —pregunta Marcel y, al instante, todos, como buenos chismosos, nos quedamos callados para escuchar la respuesta.

—¿A alguien?—dice Porco con obviedad. 

Sasha se mete con dificultad a la piscina, mientras sus perros se quedan en el borde ladrándole y estirando las patas. Ella se agarra fuerte a la barra de la escalera al sentir que sus pies no llegan al fondo y allí se queda.

—Ah ya sé, ¡A esa chica de cabello oscuro!

—Claro que no.

—¡No, no! ¡Al chico de cabello rubio! ¡Reiner! —. Eren se levanta de su asiento. Tiene dos finas trenzas en su cabello suelto, que le caían por la frente. Isabel al parecer le estaba trenzando.

—Te estás ganando un puñetazo.

—Confirmado, es Reiner.

Ymir está por llevarse un pedazo de pizza a la boca pero, al escuchar la conversación, se queda con la boca semiabierta, frunciendo el ceño, como si acabara de escuchar algo de no creer.

—Bueno, hay que tocar una canción, para relajar el ambiente —. Todos reímos ante lo dicho por el hombre de ojos verdes. Jean se levanta de su asiento y parece a punto de meterse a la piscina, pues sus dedos van al dobladillo de su camiseta de Motörhead.

—No cuenten conmigo —dice simplemente, antes de abrir una botella de agua—. No hay una batería aquí.

—Canta pues, siempre haces de coro cuando Isabel canta.

 —Sí, y yo no voy a cantar porque voy a cuidar mi garganta para mañana —. Y está en lo cierto. Isabel suena ligeramente ronca, vuelvo a mirar a Jean y este pasa sus manos por su rostro, murmurando un "bien, bien, pero me deben una después de esto" y luego el sonoro "¡Sí, por la mierda!" de Eren.

Todos comenzamos a aplaudir para animar y siento el brazo de Nanaba, quien ya está en ropa de baño, rodear mis hombros. Marcel coloca la canción que van a tocar en el televisor, para ayudar con el sonido debido a que no tienen el mismo amplificador que suelen tener en las presentaciones del bar. Entonces escucho la voz de Jean, cantando mientras golpea suavemente la mesa para crear un pequeño ritmo, y la canción me suena conocida pero no doy con el nombre a pesar de sentirlo en la punta de mi lengua. Hasta que llega el coro y él también posee una buena voz, un poco ronca y ese es su estilo de canto. "Ojalá te hubiera conocido cuando era joven, podríamos haber llegado tan alto. Ahora estamos aquí, y ha pasado tanto tiempo. Dos desconocidos bajo las luces brillantes" Farlan tocando, genial como siempre y Eren con una sonrisa de oreja a oreja con guitarra y teclado. Petra me observa y yo la miro mientras me mueve con Nanaba estando sentadas, tras memorizar el coro, comenzamos a cantar también.

Petra sonríe con el rostro húmedo y el agua llegándole hasta el cuello.

Yo le sonrío de vuelta. Entonces ella sumerge el rostro hasta por encima de la nariz, y me recuerda a los cocodrilos.

La canción se llamaba "Wish i knew you" de The revivalists, y lo supe, cuando concluyó y el nombre se colocó gigante en la pantalla del televisor.

Ojala hubiese conocido a Levi Ackerman cuando estábamos en escuela media. Aún hay muchas cosas que quiero saber de él. Veo la bandeja flotar con las cosas vacías y Mike la saca del agua a lo que Petra agradece. De pronto, Gunther y Eren Jaeger se lanzan juntos a la piscina ante los gritos de "¡No, por favor!" de Petra y Sasha, quien sigue pegada a la escalera, al parecer todavía duda un poco de la piscina grande.

Jean se lanza poco después e Isabel fue a servirse una nueva copa de alcohol. Porco también se mete a la piscina mientras Ymir sale para buscar una pelota de plástico grande. Yo también me meto, aunque no necesariamente saltando. Me ayudo de Nanaba y Mike, quienes aún no entran a la piscina. La verdad, está más profundo de lo que imaginé antes.

—¿Qué pasa Sasha? Ven, te enseño a nadar.

—¿No me vas a lanzar?

—¡No! ¿Quién carajos enseña a alguien a nadar así?

—¡A ti! ¡Tú me dijiste que te enseñaron a nadar lanzándote a un lago!

Jean suspira, divertido y ayuda a Sasha a sumergirse. Ella se abraza a él de una forma graciosa.

—Verdad, ¿y los snacks que trajo Petra? —pregunta Eren a mi lado, aun con sus minis trencitas en dos mechones de cabello.

Sasha se sonroja algo avergonzada.

—P-Perdón, me los comí todos.

—¡Qué estómago! A mi madre le caerías bien, deberías cenar en mi casa un día.

—¿Acabas de coquetearle abiertamente? —pregunta Jean entre risas. Sasha sigue aferrándose a él. Suelto una carcajada.

—Eren es coqueto por naturaleza. Tiene encanto natural —Isabel se sienta al lado de Nanaba después de decir eso, mientras le extiende una copa de alcohol.

El Jaeger no parece captar todo lo que dicen a la vez, por lo que queda en blanco. Farlan coloca una nueva canción en el televisor antes de meterse de lleno en la piscina, ganándose otra queja de Petra, quien rápidamente es cubierta por Ymir. Y las dos comienzan a reír cuando Eren les salpica pequeñas gotas cuando mueve su cabello.

—¡Quiero pasar año nuevo aquí! Con ustedes, claro ¡Quiero a mis padres, pero no tolero a mi hermano! 

—¿El es tu medio hermano, no? —pregunta Gunther mientras pasa sus dedos por sus cabellos.

—Sí, y es la cosa más pesada del mundo. La otra vez, me llevó a una galería de cuadros y finalmente a una exposición de Arte, de la cual es supervisor. No estoy en contra de las pinturas, pero no tolero ver las pinturas con Zeke. A veces es muy mimado ¡Y está viejonazo!

—Si recuerdo eso, me llevaste a mí también para que no te aburras solo.

Ahora entiendo mejor cuando Jean se sonrojó aquella vez que le dije que quería ver todos sus tatuajes. Hay uno cerca de su cadera, y va bajando... Miro a Farlan y, como si él supiese lo que trato de decirle, comienza a aguantar la risa.

Sin embargo, al escuchar a Eren hablando acerca de la exposición de arte, no puedo evitar el pensar en Levi otra vez, lo miro, esperando a que diga algo más. 

—No soy un experto en el arte de la pintura, pero me gustaron mucho unas donde había una de cabello negro y expresiones como si le hubiese sucedido lo peor del mundo. Era la misma en cada pintura. Sentí que la conocía y a la vez no. Y me dio miedo.

—Que cursi —dice Ymir, rompiendo el silencio. Luego se dirige a Nana y Mike, y les dijo en sutil broma— ¿Y ustedes cuando se casan?

Nanaba comienza a reír y Mike, silencioso como siempre, solo se encoge de hombros con una suave sonrisa en los labios.

—¡No se vale! ¡Quiero una relación como la de ustedes! —Isabel se lanza al agua, quedando muy cerca de Porco por accidente—. A mi los hombres no me soportan.

—Ya me imagino—dice Porco Galliard.

—Y yo tampoco los soporto —agrega Isabel. Todos reímos.

—Yo no sé qué tengo de malo —habla el baterista con Sasha en la espalda—. A mí me usan a su antojo y no me doy cuenta hasta que me terminan.

Ymir hizo un "tsss" con la boca ¡Qué horrible! ¡Jean es un sol! 

—Las chicas piensan que soy alguien que prefiere las relaciones casuales. O sea, es cierto. Pero no me gustan que piensen así de mí antes de conocerme realmente. Aunque, últimamente me gusta esto... Es decir, amigos, tocar la guitarra, cantar, ir a estudiar y luego lo mismo. Soy alguien despreocupado. 

—De nuevo te estás poniendo cursi, Eren, mejor di que te rompieron el corazón y ya nada te interesa, como casi todos los hombres de las novelas de amor. —Ymir otra vez habla. Eren le lanza agua entre risas.

—Tal vez debería decirte eso a ti. Hablas mucho estando ebria, Ymir.

La pecosa se siente aludida. Farlan me susurra un "Esto se va a poner feo"

—Se me escapó. Estando ebria recuerdo todo, pero sobria lo único que recuerdo de mi primer amor, es un lugar: Una piscina y globos blancos y rosados encima. Pasó hace mucho. Cuando estaba en segundo de secundaria creo.

Ella lo piensa un rato.

—¿Ahora quien es la cursi?

Comenzamos a reír mientras jugamos como niños con la pelota grande de plástico, un tipo de vóley extraño, con equipos divididos. Hasta que Marcel nos interrumpe diciendo que, de la mochila de Petra, suena un celular. Miro a Petra y ella me mira a mí.

—Yo no traje mi celular.

—Yo puse mi celular en tu mochila... —murmuro un poco extrañada, mientras salgo de la piscina, impulsándome un poco. Primero pensé en mis padres ¿Algo ha sucedido? ¿Ocurrió algo y me necesitan urgentemente? Al salir de la piscina, sintiendo toda la camiseta pegarse a mi cuerpo, camino cerca de los instrumentos, donde está la mochila celeste de Petra, la cual abro. Entre toda la ropa seca encuentro mi celular, que sigue sonando.

Y el nombre de "Levi" adjuntado a la foto que le tomé en el campamento, ocupa toda la pantalla del celular. Un cosquilleo me recorre el cuerpo y con la mochila de Petra en la mano, pregunto por el baño a Marcel, quien me señala el camino. Al llegar, me encierro y con el corazón en la boca contesto, mirándome en uno de los espejos. Me siento super nerviosa, como si...

—________.

Su voz por la línea suena extraña y un poco rara, pero aún mantiene lo que me hace decir que él es Levi. Escucho la música de fondo, algunas risas y alguna que otra conversación, pero lo siento alejado de todo. Hace tiempo que no recibo una llamada suya. Y aunque quisiera saber lo que tiene por decirme después de todo, me siento vulnerable al ver que él sigue teniendo el mismo efecto en mí... Y aun así siento que algo, pequeño, ha cambiado. Puedo imaginar su rostro, quizás mirando a un lado, o mirándome a mí, y yo sin poder sostener su mirada. Las huellas del bello Royal Club siguen en tinta blanca grabadas en mi piel. Él está en la fiesta de graduación después de todo, en la casa de Colt... Ni siquiera sé dónde es eso... O si supiera que estoy cerca ¿Él vendría a buscarme? ¿No querría verme? ¿iría a buscarlo? Pero es bastante claro que queremos vernos, somos como niños que se rehúsan a dejar algo que es hermosamente triste.

—Levi... ¿Qué sucede? 

Parece que tengo algo atorado en la garganta. Pero mi respiración, deja de ser errática y entro en una completa calma por alguna razón. Mis ropas gotean en la loza del suelo. Miento si digo que no quiero verlo ahora. En realidad, quiero verlo todos los días. Aún así, cuando escucho esa leve tos a través del teléfono, siento que algo en mí se rompe, o no sé, quizás pienso demasiado las cosas. O tal vez solo no puedo dejarlo ir fácilmente porque simplemente él no me deja ir tampoco. 

—¿Dónde... estás? Quiero verte.

¿Desde cuando...?

¿Ya no te dije adiós, acaso? ¿Ese ya no era nuestro final? Incluso si me quieres, o si crees que lo haces... ¿Por qué...?

—No soporto que no me hables, y que yo no pueda hablarte al pensar que te incomodo. Lo he tolerado durante dos años ¿sabes? pero ahora que sé cómo es el sonido de tu voz dirigiéndote a mí, no me puedes dejar sin eso... Yo... Quiero verte ¿Dónde... estás?

Aprieto la mochila de Petra con mi mano libre, sintiendo mi ropa seca ahí dentro. 

—... Estoy con mis amigos, en casa de los Galliard. No pensé que me llamarías...

—Yo estoy con los demás graduados en... En la casa de Colt. Todo es extraño aquí, siento como si no debo estar en este lugar... No sé.

Como si algo naciera en su celular y el mío, mando mi ubicación. Aunque lo escucho reírse suavemente tras la línea, sucede que la casa de Colt también está en la zona residencial, así que solo es cuestión de minutos que nos encontremos en el camino. ¿Qué le diría? ¡Qué haría! ¡Hubiese preferido que la casa de Colt hubiese estado a horas y horas de aquí para tener tiempo de pensar y de llorar, para que al verlo, no se me escapase ninguna lágrima! Cuelgo la llamada y comienzo a quitarme aquellas prendas mojadas, mi camiseta, mi short, mi ropa interior, colocándola en una bolsa de plástico térmico, y secándome con la toalla, comienzo a vestirme otra vez, con ropa limpia, y pienso que ya no importa que tenga de repuesto una camiseta negra con los dibujos más psicodélicos que aquel video de Roosevelt, y que he traído los pantaloncillos de mezclilla más viejos que encontré en mi armario, ni que estuviese en sandalias. Me lavé el rostro, me aseo y trato de acomodar mi cabello como puedo, saliendo con la bolsa y la mochila y el celular en el bolsillo, todos me ven vestida de vuelta. Dejo la mochila al lado del bajo de Farlan.

—Ocurrió algo, tengo que salir. 

Pero sus miradas curiosas me pueden matar de una. Yo observo a Nanaba primero, como pidiendo ayuda o alguna señal. Sin embargo Mike habló.

Y lo amo.

—Anda corre. Pero avisa si vas a regresar por mensaje, para guardarte comida. —dice el rubio y Nanaba me despide con la mano, haciendo señas. Asiento y comienzo a caminar rápido por todo el jardín, saliendo por las grandes rejas y los perros ladrándome, felices.

Apenas cierro la reja, tomo aire. Sé que Levi está siendo arrastrado por Hanji y Erwin, y que él en realidad no quería asistir a esa fiesta, así que supuse que aún no saldrá porque sus amigos pensarán que querría escapar. Sonrío recordando lo animada que es aquella chica de lentes. La casa de Colt no queda lejos desde aquí. Pero, el frío viento de las nueve de la noche me azota peor ya que hace poco salí de la piscina. Con mis cabellos totalmente húmedos, abrazo mis brazos, y mientras doy la vuelta en la avenida tranquila, escucho la música resonar de aquella casa de tres pisos, la cual tiene las rejas abiertas. Hay bastantes chicos y chicas que están en el jardín, bebiendo y bailando.

Entonces me siento perdida en ese mundo, cuando se cambia otra canción. El sonido es realmente bueno y, entrando al lugar, con quien me choco primero es a él. Parece agitado, mirándome sin creer que yo he llegado primero. Entre toda la gente alrededor, no sé qué decir. Mi mente parece quedarse en blanco. Esa misma colonia, y el olor a tabaco, si él me lo dice, no me importaría en lo absoluto. Oh, para nada, viviría con ese olor a tabaco el resto de mis días si así fuese. No me importaría si, después de esto, no nos volvamos a ver. He vivido bien, he amado y me han querido de diferentes formas. He sido apreciada, solo falto yo.

—Yo...

Mis manos van a sus mejillas y lo acerco a mis labios, dejando la vergüenza de lado. Sintiendo sus brazos reconfortarme, sintiéndolo arder en el rostro y el mío también. Poco a poco, me sigue el ritmo y es como si todo lo demás desapareciera, como si las risas y las demás conversaciones dejaran de sonar, pero la música sigue. La música sigue sonando, rebelde como siempre. Y sus labios y los míos se encuentran, junto con mis dedos y sus mejillas, sus dedos y mi cintura. Mi cabello moja en gotitas su ropa.

Ha pasado un tiempo, desde que me sentí así por alguien, de verdad, de verdad me gustaría conocerte más, sí, conocerte más, Oh tus ojos, me cantan una canción... Y abriré mi corazón, solo por ti. Lo haré solo por ti, cantaba Erika, en Only for You de Heartless Bastards, como si se acoplara con nosotros.

Fue como si esto debió suceder mucho antes, aquel día en su cabaña, cuando estábamos solos en aquella habitación. Fue como si siempre hubieron oportunidades de que pasara. Y besar a Levi Ackerman es demasiado surreal para mí, como si entrase en algún momento a un mundo onírico, donde me junto con él, como si fuésemos uno solo, en una fiesta con tanta gente feliz y futuramente exitosa. Y no sé, si solo estamos viviendo este momento, o no sé si durará mucho, pero puedo sentirlo, en mí, que voy a quedar peor después de esto y aún así estoy aquí. Sintiendo que se acaba, me separo de él, viendo esos ojos brillantes, afilados, consumiéndome como cera de vela. Sonrío tímidamente, y él, embelesado, pronuncia palabras solo para mí, escuchando el gritito de Hanji atrás y algunas miradas sorprendidas y curiosas.

Mira, y ni sé de dónde carajos saqué el valor para besarle.

—Mierda, estoy demasiado enamorado de ti, eres muy genial. —me dijo él, antes de cubrir sus labios con una mano y comencé a reírme al verlo sonrojar por primera vez en la vida.

Y tal vez, Levi Ackerman es el ser más genial del mundo. 

Pero yo también lo soy.

Yo también.


▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

⊰ 𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑! ⊱

¡Hola, hola!

Lo de abajo es la primera nota antigua del final:


Muchas Gracias por todo el apoyo.

Prometo escribir todo un capitulo agradeciendo luego del epílogo. Porque por ahora no tengo palabras.

¡Hasta la próxima!


Ahora esta es la nota actual, después de terminar de editar algunas cositas. Estoy segura que se me han pasado muchas faltas de ortografía aún, pero por lo menos esta es una versión más limpia. Si alguna vez lo vuelvo a editar, será para cuando lo suba a AO3 o en otra plataforma. Estoy muy feliz del alcance que tuvo el libro. Y, al igual que mi nota antigua, al momento del final casi nunca se me ocurren palabras para expresar el bonito viaje que ha sido escribir esto.

¡muchas gracias! nos leemos el finde para el epílogo. por el momento tengo que escribir para un pequeño concurso al que me metí y actualizar mis historias de jjk <3 gracias por acompañarme hasta aquí, cuídense mucho <3

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