𝟒𝟕 | 𝐔𝐍 𝐏𝐎𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐕𝐀𝐋𝐎𝐑
❝ un poco de valor ❞
—¿Levi? —repite en un tono cansado, luego de un bostezo, mirándome a los ojos. Petra está un poco ida, me lo dicen sus orbes claros. Y también aguanta las ganas de dormir. Su borrachera aún surte efecto en ella. Mientras que yo no me entiendo a mí misma.
Poco a poco, la oscuridad en la habitación parece disiparse debido a los primeros rayos leves de sol, que llegaban desde la gran ventana de la sala.
—Todo estaba bien cuando fui con Gunther... Sabes, a su lado siempre me sentí protegida, porque es más grande que yo y siempre actúa relajado. Yo soy como un polluelo sin plumas y Gunther es mi madre —menciona burlándose y riendo, luego murmuró un "me desvié de tema jaja" y prosigue—. Llegamos un poco tarde, pero ellos nos esperaron, Moblit, Hanji, ah, Erwin, Levi estaba recién saliendo de clase... Te lo juro, nunca, nunca sospeché nada de esto. Como sabes, Gunther siempre se relaciona bastante bien con los demás, incluso con Levi, quien no parecía tan extraño o despegado como siempre.
Me estoy arrepintiendo. Una parte de mí dice que tiene que decirle que pare y que, no necesito saberlo por que me iba a lastimar. Pero Petra no es ella ahora mismo, porque si le hubiese preguntado esto mientras ambas estábamos sobrias, posiblemente se hubiese rehusado. Quiero que se rehúse, porque de mi boca ya no saldrán más palabras hasta que termine. Lo sé.
—Hubo un momento en que nos quedamos en un parque, es ese parque de... Ah, no sé cómo explicarlo. He pasado por ese lugar tantas veces, pero en ese instante me parecía lindo. Tenía una zona, con una pequeña edificación de madera llena de enredaderas y flores, tú la viste antes, creo, en nuestro primer ciclo. Conversamos todos en ese lugar, sentados en el suelo, allí Levi me preguntó por ti y eso ya lo sabes... Luego, no sé a quién se le dio la idea de ir a comprar algo para comer y se fueron en grupo. A Gun se lo perdono porque dijo que iba a traerme unas hojuelas de papas y hace tiempo no probaba alguna. Además, él está fuera de todo eso...
Petra se levanta de repente de la cama, asustándome.
—¡¿Quieres que traiga el balde?! —pregunto, pensando en que ella iba a vomitar.
—No, no, solo que sentí que me caía, creo que me dormí por unos tres segundos.
Suspiro y me relajo. Pero luego salí de la habitación a traer el balde de plástico y lo coloqué al lado de la cama de Petra.
—Solo quedamos Hanji, Levi y yo. Aunque ella era el alma de la conversación, en ese momento se veía incómoda, sabes, tiene tu misma expresión de incomodidad y fue gracioso por lo que yo rompí ese silencio preguntando sobre cualquier cosa que no recuerdo ahora mismo. Y luego se fue con su novio y me quedé sola, con el Ackerman, que significa casi lo mismo. Verás, me di cuenta que en cierta parte somos iguales, igual de pesados para mantener una conversación. Pero él la rompió esta vez, no recuerdo mucho con qué empezó...
Después de esto dormiré sentada, al lado del balde, lo más probable, y pegando la espalda a la cama de mi mejor amiga.
—Dijo, que yo le parecía hermosa y, como sabrás, yo nunca supe como contestar los cumplidos. Después, dijo que sabe de mi desde el año pasado, que no encontraba formas de hablarme ya que no teníamos los mismos grupos de amigos, —dice, frunciendo un poco el ceño y yo estoy en blanco—, y cuando hubo callado, evitaba mirarme y agarraba fuerte la cajetilla de cigarros que traía en el bolsillo. Fue seco, y yo estaba acostumbrada a las palabras cursis en mi época de secundaria, donde a todos los chicos de ese tiempo parecían haber sido picados por un bicho que les hacía ver torpes. Entonces le sentí diferente a todos ellos. Hablaba bastante despreocupado, no estaba nervioso, así que pensé que era una broma. Pero, no sentí el valor para poder decirle que se detuviese debido a que me incomodaba. Me invitó a salir al no escuchar una sola palabra mía y casi al instante me disculpé y dije que no, que regresaría con Gun.
Llego a ese punto donde pienso que ya no debería importarme, pero lo hace. Lo hace y solo quiero cerrar los ojos y dormir durante varios días. Levi me recuerda a mí: él veía o quizás aún ve a Petra, como yo lo veo a él, donde no encontraba forma de hablarle porque no teníamos los mismos grupos de amigos. Entonces lo imaginé, tal y como yo, contemplando desde lejos a lo que serían nuestros pequeños secretos; sonrío al imaginar su voz tan seria confesando su atracción. No sé cómo sonaría algo como eso.
Puedo lidiar con esto, hasta que simplemente algún día deje de doler y solo siga adelante a mí manera y a mí tiempo.
—Hanji apareció y luego, un poco alejadas de él, dijo que estaría súper genial si saliese con él. Y yo quería llorar ahí mismo si no fuese por Gunther, y le rogué que me llevase a casa—. Pensé que iba a decir algo más, pero entonces escuché sus arcadas.
—¡Petra, el balde está de este lado...! Okey, olvídalo, ya vomitaste ahí.
—Agh, no quiero ser una vieja bruja.
—¡No hables mientras vomitas, te vas a ahogar!
—¿Qué...? —se puso a llorar, porque odiaba vomitar.
Solo me quedaba limpiar, y dejarla descansar.
...
Después de horas durmiendo, Petra despertó con más energías que nunca, saltando y brillando, limpiando toda la sala como una ama de casa de los años cincuentas. Se ha vestido muy linda, y colocaba música en el pequeño reproductor, mientras tarareaba a viva voz.
Por otro lado, no recuerdo casi nada de la fiesta. Solo algunas visiones borrosas donde me veía con todos y lo último, donde me encontraba bebiendo con Eren, hasta que Jean apareció para llevárselo y Farlan estuvo a mi lado. Me vi a mí misma ayudando a Petra, esperando en el baño a que termine de bañarse, y luego yo en la ducha. Si recuerdo lo que conversamos, hasta cierto punto
—¿Puedes creer que olvidé casi todo menos que me besé con Ymir? —comenta avergonzada—¿Ahora como la miraré a la cara? Fui yo quien se le lanzó encima ¡Yo! ¡Ni en sueños hubiera hecho eso sobria! Y, otra cosa, Ymir me estaba cuidando de beber demasiado escondiendo mis bebidas, así que yo me tomé las suyas ¡que eran más fuertes!
—Eres todo un caso —menciono entre risas al regresar del baño. He lavado mi cara y me he peinado como pude para estar decente el resto del día.
—Me siento súper delgada.
—¿Te dije que hace unas horas estabas a punto de botar tu hígado?
Ella comienza a reír, mientras mira su celular y luego se puso a chatear un rato. Se me ha pasado el dolor de cabeza y la sensación post fiesta. Mi celular se llena de notificaciones desde ayer por la noche, hasta hoy, probablemente las etiquetas de Ymir, ya que estuvo grabando bastante y tomando fotos. Es mediodía y mi estómago vacío me pide comida. Le escribo a Gunther y le pregunté si está al lado o si seguía en casa. Pero hasta ahora no me ha respondido.
—Petra, ¿tienes el número de la dueña de la tienda de regalos? Aceptaré ese trabajo nocturno, claro, si aún tiene el puesto libre.
—Oh ¡Va, le escribo! Yo voy a trabajar en la tienda de ropa. Voy a tener demasiadas clases nocturnas según el cambio de horario para la próxima semana. Por suerte, tenemos la paga del apartamento para el primer y segundo mes, para el tercero, ya estaremos mejor acomodadas.
—Mañana yo pago el primer mes, me voy temprano a clases por lo que posiblemente me tope con el de la recepción.
—¿Te parece si cocinamos aquí? —pregunta Petra.
Mi vista se fija en mi celular, donde veo que tengo cinco mensajes recientes de Farlan. Me sonrojo un poco antes de guardar mi celular en el bolsillo. Primero iré a comprar. Tomo las llaves de la mesa y me coloco las zapatillas.
—Voy a comprar ¿tienes clases hoy?
—Solo en la noche. Tú no tienes, ¿verdad? ¿o será solo asamblea de estudiantes?
—Qué flojera. Yo por suerte terminé la semana de prácticas y hoy no hay nada más que reunión de estudiantes en el auditorio, a la cual no iré. Bueno, voy al centro, vuelvo en media hora.
Salgo del apartamento y bajo como loca las escaleras. A veces, me gusta ser rápida cuando no hay ni una sola alma cerca. El vigilante ni el encargado del lobby están cerca, así que paso de largo y, una vez afuera, los rayos de sol me molestan los ojos. Me mantuve caminando con los ojos entrecerrados. Tal vez debí haber llevado mis gafas de sol, aunque siempre suelo perderlas y no recuerdo donde las coloco. El centro comercial queda un poco lejos, pero no hay una tienda de conveniencia con alimentos frescos cerca. En los alrededores de este edificio solo hay pequeñas cafeterías, panaderías y tiendas que venden de todo.
Escucho que me llama un hombre. Miro hacia el otro lado de la calle, por donde escuché la voz, y allí estaba uno de los amigos de Gunther. Me quedo donde estoy, esperando a que el semáforo cambiase y él pueda llegar hasta donde estoy.
Cuando finalmente lo hace, me mira extraño y me dice:
— ¿Y tu cara qué?
—El sol me dio de lleno en los ojos y aún no me acostumbro a él.
Tiene una sonrisa perezosa.
En el grupo de amigos de Gunther, están los hermanos Galliard. Siempre han sido fáciles de identificar. Nunca he intercambiado muchas palabras con ellos, más que saludos y alguna que otra pregunta. Ahora tengo en frente mío a Porco Galliard. Su cabello está en su estilo usual, hacia atrás y las mejillas y nariz un poco sonrosadas por el sol.
—¿Gunther está en el edificio? —pregunta. Se coloca el gorro que lleva en la mano.
—Creo que aún sigue pasando la resaca en casa de sus padres —contesto sonriendo.
—¡¿Qué?!
—Vamos, no me grites. No bebió mucho, no tanto como yo. ¿A ti te contesta los mensajes?
—Pero si me dices que bebió, debe estar muerto en cama.
Me río tras lo que dijo y comenzamos a caminar hacia la dirección en que yo iba. El Galliard de seguro regresaría a casa después debido a que Gunther no se encuentra.
—¿Y tu hermano? ¿Pasaron los parciales?
—¿Por quienes nos tomas? Pasamos con la nota promedio. Marcel me está esperando en el centro comercial.
—Bien, vamos entonces al mismo lugar. Llevaran todas mis compras —bromeo, aunque sé que solo compraré un par de cosas. Él me sonríe y luego frunce el ceño, dudando.
—¿Vas a hacer el almuerzo en casa? No vayas a quemar la cocina.
Lo observo fingiendo indignación. Cruzamos otra avenida más y entramos a nuestro destino tras las grandes rejas. Porco saca su celular y marca el número de su hermano. Estiro los brazos escuchando tronar mis huesos. Y pronto, veo a su hermano llegar desde la zona de helados, saludando con la mano y al verme a mí, saluda enérgicamente otra vez.
Nos quedamos los tres conversando allí acerca del desaparecido Gunther y, en sí, Gun es lo que nos une pues, de algún otro modo, no creo que nos hubiésemos topado. Marcel y Porco se ven tan iguales y a la vez, tan diferentes. Ya sea en personalidad y aspecto físico. Ambos son muy inteligentes —aunque Gunther siempre dice que no se nota a primera vista—. En sus primeros años sabía que estaban en el club de todo tipo de deportes, y que cada uno ha tomado una carrera diferente, en las cuales también sobresalían a su modo. Olvidé mencionar que son herederos de una empresa de producción televisiva, y, por ende, nacieron en cuna de oro.
—¡Uy, miren a quienes me encuentro! —. Esa es una voz conocida para mí. Nos topamos con Ymir, quien trae unas gafas de sol redondas, unos shorts deportivos negros y una camiseta de tirantes blanca. Su gran sonrisa mientras se coloca los lentes en el cabello y se acerca y me rodea con el brazo, me hace sonrojar.
—Ya decía yo que no debimos haber salido hoy —dice el Galliard mayor al ver a Ymir. La pecosa ríe y lo señala con el dedo.
—¿Qué pasa? ¿tímido, Galliard?
—Bueno, me ahorro en presentarlos ya que ya se conocen —digo. Marcel se enfrenta a las miradas analizantes de la morena.
—Claro, yo soy el primer amor de ambos —bromea Ymir, quien vuelve a colocarse los lentes, mientras ríe con burla y el de cabellos claros parece cansado mientras Marcel decide ponerse de lado de Ymir y reírse también—. Supérenme rápido, han pasado años. ¡Ahora sí! ¿Qué van a comprar? Yo tengo que arreglármelas para hacer una sopa.
—Nada, acompañamos a _______.
—Voy a hacer el almuerzo.
—¿¡Y no invitas!? Nanaba llego hace dos horas a su apartamento y me contó sin filtros la noche que tuvo, así que hui antes de que entrara en detalles.
—¿Vomitó?
—Nanaba cuando está ebria, es medio besucona. Mike la tuvo que aguantar.
Mi celular comienza a sonar y recuerdo que aún no he respondido los mensajes de Farlan. Lo saco de mi bolsillo. El rubio me está llamando y me pongo nerviosa. Siento tres miradas puestas en mí y sucede que, atrás mío y viendo lo que está en mi pantalla, se encuentran ambos hermanos e Ymir.
—¡¿Qué hago?! —susurro a Ymir.
—Contesta, dile que lo quieres, cuelga y nunca más le vuelvas a contestar hasta que se vean a la cara... No me mires así. Cuando yo estaba en un mismo apuro que tú, Nanaba me dijo lo mismo. Funciona.
—Métanme en el chisme, no comprendo nada —. Marcel pone una cara triste mientras palpa mi hombro. Me río por la mueca que tiene mientras el otro Galliard va a buscar un carrito de compras.
—¿Sabes qué? Vamos a almorzar en tu casa. E invita a Farlan.
—No seria mala idea.
—¡Gracias! ¡Me salvaron de la horrible comida de Porco!
—Hieres mis sentimientos —dice fingiendo estar dolido y luego regresa con el carrito de compras. Apuesto a que, en realidad, cocina bien. Contesto la llamada y coloco el celular cerca a la oreja.
Sin embargo, está silencioso. Me alejo del grupo y los veo de reojo peleándose por qué cosas llevar, como el cereal o algo así.
—¿Farlan? —pregunto al no escucharlo. Unos minutos después, me habla de vuelta.
—Hola, perdón por llamarte de repente, recién despierto —contesta de forma rápida y tropezándose con sus propias palabras. Escucho otra voz que no era suya de fondo, aunque no descifro qué es lo que dice
—Te escuchas somnoliento —le digo y me río—. ¿Qué sucedió? No recuerdo casi nada, estoy haciendo compras con... —. Observo otra vez a los tres chicos quienes están a punto de volver a pelearse por cuál salsas llevar. Regreso con ellos, aún con Farlan en línea y meto champiñones, salsa de tomate y crema de leche, antes de que me olvide—, con unos niños muy ruidosos.
Lo escucho reírse.
—La verdad, es que Jean y Eren están conmigo ahora y ellos te han marcado desde mi celular.
Sigo metiendo alguna que otra cosa en el carrito, sin pasar del presupuesto.
—¡Y yo pensé que querías hablar conmigo!
—Te iba a llamar si ellos no lo hacían primero...
Suspiro. Sé que no puedo ocultarlo y mucho menos mentir. Paso mis manos por mi cabello y finalmente lo dije:
—Realmente recuerdo la mayoría de lo que sucedió después de que me llevaras afuera del club nocturno.
Escuché un "Jean me debes cien, ella lo recuerda, yo lo dije, las mujeres no olvidan nada" por parte de quien sería Eren. Me reí y al silencio de Farlan, mencioné:
—¿Quieres que lo hablemos? —. Vuelvo a sentirme nerviosa y con una sonrisa boba. Trato de calmarme, pero mi corazón late como loco.
—Solo dime donde encontrarte .
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
⊰ 𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑! ⊱
¡Hola, hola!
¿Qué tal pasaron las fiestas? Feliz navidad a todxs <3 Yo estuve bastante ocupada haciendo, comprando y envolviendo regalos y luego estuve como pajarito de casa en casa conversando, chismeando y cocinando. Me fui de viaje unos días de la semana pasada así que estoy tratando de acostumbrarme a la ciudad ruidosa otra vez y a volver a utilizar la muñeca derecha e izquierda.
Espero que la hayan pasado bien <3 Yo estoy bastante cansada. El fin de semana habrá capítulo doble por año nuevo !!
Voy a estar actualizando otras historias que tengo también. He estado escribiendo bastante. Mi estilo cambió un poco (no aquí, porque solo estoy corrigiendo YSC)
Estaré leyendo sus comentarios <3 Cuídense mucho !! Coman rico y beban mucha agua.
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