𝟒𝟐 | 𝐈𝐍𝐓𝐀𝐂𝐓𝐎 𝐏𝐭. 𝟏
❝ Intacto ; primera parte ❞
Mentiría si dijera que no sentía nada. Eso es imposible para mí, después de todo. Levi toma solo uno de los bolígrafos, mientras dice que son buenos y que suele usar esos siempre, también me comenta que una vez se los prestó a Hanji y luego se rehusó a prestarle más, ya que siempre regresaban algo mordisqueados. Me río un poco cuando me cuenta eso y cubro mis labios, la risa me sale extrañamente natural a pesar de estar con los nervios a flote y siendo consciente del latido desbocado de mi corazón. Mis dedos sujetan fuerte los bolígrafos nuevos mientras ambos estamos frente al hombre que registra los productos y coloca el precio. Pago los míos de manera rápida, casi torpe, que temo que él se haya percatado de ello. Aunque esto último no es necesariamente por él, siempre suele ponerme algo nerviosa al momento de pagar algo, sacar la billetera, tarjeta o billetes. Pero aquí estoy, con él y me sentía muy extraña al lado suyo, un tipo de extrañeza diferente al de algunos meses antes. Yo creo que Levi lo sabe, o eso quiero creer... Para que solo sienta que no debe hablarme...
—Vas a botar tus bolígrafos en cualquier momento —. Me dice, sacándome del trance en el que estaba hace unos segundos y provocando que casi se caigan los dichosos bolígrafos de mis dedos.
En verdad, estaba jugando con ellos mientras trataba de crear una excusa para huir. Luego me sentí un poco cobarde. Realmente no quiero hablar con él. Me levanté cansada, pero con unos buenos ánimos tras mis charlas nocturnas, las cuales disfruté mucho y me reí también. Sin embargo, ver a Levi conmigo ahora, sin poder refugiarme tras alguien más, me tiene de una forma terrible. Es como si de repente soy consciente de todo mi funcionamiento interno, la forma en la que respiro, cómo parpadeo y cada paso que doy.
—Trataba de hacerlos girar entre mis dedos. Vi ayer a un chico haciéndolo, parecía algo fácil de hacer, aunque por supuesto las baquetas son incluso más largas.
Y ahí voy, hablando de más, bueno, balbuceando casi. Me pasa seguido en situaciones con emociones parecidas. Los cabellos negros de Levi se mueven con la leve brisa que nos atrapa a ambos al salir de la librería. A juzgar por su actitud despreocupada y sin apuro, tal vez no tiene clase hasta después de horas... Para mala suerte mía, yo también tengo un largo rato libre. Le sonrío cuando veo como algunos de sus cabellos por culpa del viento, cubren sus ojos y él tiene que quitarlos. Puedo ver cómo su boca se entreabre para decir algo. Porque quiere hablar conmigo. Yo, hasta hace poco, también lo he deseado. Ahora temo por cada palabra que pueda decir y pueda herirme sin saberlo. Porque él no sabe nada de esto. Quizá logre herirme tanto, que no podré evitar derramar algunas lagrimas en frente suyo.
Y solo aquel pensamiento me avergüenza.
—¿Baquetas? ¿Veías videos musicales?
Levi parece interesado. Esta bien, mientras no toque cualquier otro tema... Incluso si yo misma también siento esta dolorosa curiosidad...
—... Algo parecido, aunque más se asemejaba a un video en vivo —miento, pero sin querer hacerlo realmente. Poco después, recuerdo como Farlan sujeta la mano de aquel chico llamado ¿Eren? Creo que así era, y este parecía ya acostumbrado a ello. Sonrío al evocar esa escena.
Unos dedos fríos tocan la zona debajo de mis ojos y ante el repentino tacto retrocedo unos pasos. Levi mantiene la mirada fija en mí, sin reprocharme nada, sus ojos están preguntándose algo y yo igual. Termina por sorprenderme otra vez al colocar sus dedos nuevamente bajo uno de mis ojos y en esta ocasión, solo pude preguntar:
—¿Qué sucede? —. Al inicio siento que me enredo al hablar y quizá tartamudeo un poco. Tomo su mano para alejarla con suavidad de mi rostro. Para este momento, mi cara está ardiendo.
Me encuentro tan distraída que me quedo sujetando su mano con las mías y de repente, la suelto despacio, mientras no sé qué decir. Él tampoco puso oposición cuando le sujete la mano. No tiró de ella como suele hacer cuando alguno de sus amigos lo hace.
—... Te ves demasiado cansada. También te comportas raro, ¿estás enferma? ¿quieres que te lleve a tu casa?
Él habla con normalidad. Detiene su paso mientras inclina la cabeza levemente hacia un lado, como analizando la mueca que estoy haciendo. Niego con la cabeza y con las manos.
—¡No, no! Estoy bien, solo que... Bueno, no he descansado bien anoche y...
—Entonces deberías...
—Realmente no es necesario, aunque gracias por ofrecerte a llevarme, pero no estoy enferma. Estoy muy bien ahora.
Él dice mi nombre. Suena bien viniendo de su boca. Podría explotar en cualquier momento sintiendo un remolino en mi cabeza.
—En serio. ¡No te estoy mintiendo! —exclamo, quiero reírme de mí misma, tal vez hasta ya estoy aguantando la risa, pero ya no sé qué decir para que deje de tratar de llevarme a casa.
Cuando volví a verlo a la cara, supe que aún no podía dejarlo. Un pequeña sonrisa, muy pequeña, adornaba su rostro, como si se burlase de mí, y de todo lo que provocó en mi ser. Me golpeó el corazón. Así lo sentí.
Pronuncia otra vez mi nombre, entrecierra los ojos mientras aún permanece la leve curva en sus labios. Me recuerda a ese día en el salón de arte. Me cohíbo. Él suspira, si no lo conociera diría que trata de ahogar una leve risa fingiendo toser y luego dice:
— De hecho, ya no te iba a decir nada más al respecto. Parece que solo luces ¿ansiosa? ¿por los exámenes de mañana?
Su voz, su voz suena muy diferente cuando habla mientras tiene esa bonita curva en los labios. Aunque sus ojos permanecen sin demostrar algo o aquel brillo que nunca me fue mostrado a mí...
—Sí. No he podido dejar de pensar en ello. ¿Sabes de mis exámenes de mañana? ¿Moblit te lo dijo?
—Él está estresado por ello, y manda audios a un grupo de chat, para que nos estresemos todos juntos.
El leve indicio de broma, me relaja un poco y me río, en parte, me recuerda a Gunther. Mis manos dejan de agarrar tan fuerte los bolígrafos, los dedos se relajan y mi paso se aligera.
—Ah, y lo siento.
—¿Por qué? —pregunto. Llegamos a un lugar del campus con demasiada gente en los alrededores. Hay una fuente cerca, grupos de amigos caminan alrededor, hay risas y conversaciones de fondo.
—Te incomodó que te haya tocado el rostro —. Levi ha vuelto a su rostro serio habitual. Luego hace ese juego extraño con sus dedos, van dos veces que lo veo hacer lo mismo hoy y me sigue pareciendo algo adorable.
Aún no puedo creerlo. Y quiero dejar de estar enamorada de él, de la noche a la mañana, para dejar de sentirme irremediablemente mal cada vez que me mira o me habla. Solo consigo hacerme ideas equivocadas. Después de todo, yo sé que no le gusto.
La imagen de Petra vino a mi mente. Aprieto suavemente los labios. La música a través de los audífonos de Levi sigue sonando. Claramente no se entiende mucho, pero él no los lleva puestos, sino, aún siguen colgados a su cuello.
—Solo me sorprendí, es todo —respondo. Me pregunto qué tipo de música escuchará o si tendrá una canción favorita del momento.
—La otra vez, quería preguntar por ti. Esa vez que Hanji quiso salir en grupo, Petra mencionó que te encontrabas enferma. En realidad, ese día quería hablar contigo más temprano, pero no respondías mis mensajes.
—Me encontraba decaída. Tuve el teléfono apagado todo el tiempo. ¿De qué querías hablar? Lamento lo de la otra vez, hubiese accedido pero había olvidado lo de Farlan.
La primera oración es cierta y lo demás, no. Miro el piso donde estoy, queriendo escapar, hay algunos papelitos tirados. Al rededor hay gente tumbada en el pasto y otros teniendo un picnic antes de clases. Hablar de esto, con él, provoca algo indescriptible. Él es la razón por la que esos días estuve tan mal y también lo soy yo. Es aquí cuando ambos colisionan y solo me siento caer internamente.
—... Me siento cómodo hablando contigo acerca de lo que me gusta. Eres la única persona con quien cuento... Además de tus opiniones al respecto. Siento que vez cada detalle y puedes decirme lo que te parece más resaltante. He estado practicando desde hace tiempo, pero... Esa vez, en que dijiste que una pintura mía te hacía sentir triste, yo he pensado mucho en ello... Aunque nunca he sabido como iniciar un conversación ni mucho menos acabarla... Solo tomaba el dibujo como un método de escape y no pensé en un futuro con ello... Indirectamente, sentí que me animabas en cada dibujo que hacía... A trabajar por ello—. Por primera vez, en todo el tiempo que pasé contemplándolo y hablando con él, lo siento nervioso. De forma clara, como si por unos segundos fuese transparente. Veo que pasaba una mano por su cuello y suspira para continuar—. Yo... quisiera que vieses las pinturas que presentaré en la galería y me dijeras tu sincera opinión.
Mi corazón, que no descansa ni un poco desde que estoy enamorada de él, de repente se detiene unos segundos. Saboreo esta sensación por segunda vez. Y por más que quisiese saber, todo lo que está planeando presentar, aún no me siento preparada para ver nuevamente el lienzo donde mi mejor amiga yace retratada... E incluso, la sola imagen de aquella pintura está destrozándome. Levi espera expectante mi respuesta, pero cuando me mira, siento que él sabe lo que responderé. Sonrío por todo lo bueno que le está sucediendo y él entrecierra los ojos por el repentino viento. Entonces le digo que me alegra tanto que se sintiese cómodo hablando conmigo, que pudiese refugiarse en mí, para hablar sobre dibujos y pinturas, de haberlo animado a hacer más por él mismo. Que estoy feliz porque finalmente va a presentarlo en una galería.
—... Pero, no podría hacer eso.
Finalizo. Aseguro que Levi esta a punto de decir algo, sé que no va a pedírmelo de nuevo. Solo espero, en verdad quiero ver, quiero ver, quiero ver esas pinturas, pero solo conseguiré hacerme más daño ahora que todavía sigo sensible.
Petra llega por un extremo, sin notarnos, pero ambos si lo hicimos debido a la risa que ella y Gunther sueltan al conversar y preguntarse dónde estoy que no contesto sus mensajes. Me despido de Levi con la mano. Él hace lo mismo, sus ojos no dejan de verme.
Comienzo a caminar hacia otra dirección, lejos de la gente.
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⊰ 𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑! ⊱
¡Hola, hola!
Estuve acabada todo el finde, así que perdonen el retraso. Me gusta envolverme en una sábana, como un capullo y escuchar canciones de Still Corners hasta que me sienta mejor. Pero aquí estoy con el capítulo prometido, vean el siguiente, ya saben que son 2 hoy.
También lean la nota de autor del siguiente capítulo, es un poco importante <3
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