❝ pronóstico de desastre ❞

La clase transcurrió como siempre, a excepción de ciertas ocasiones en que la chica que se había sentado al lado mío, me pedía alguna que otra indicación básica y de entre tantas frases que intercambiamos, conocí su nombre. Ella es Riko Brzenska y es una estudiante de intercambio rusa. Lo cual había olvidado hasta entonces: en estos meses estaremos compartiendo clases con algunos estudiantes de intercambio, o es así como escuché en la última reunión dada en el auditorio.

—Bertholdt, toma, estos son los métodos de evaluación en esta facultad —digo mientras entrego unas tres hojas al chico que se sentaba al otro lado mío; Bertholdt Hoover, estudiante de intercambio inglés. Sus ojos verdes me miraron de forma afable tras recibir aquello.

—Gracias —pronunció a la par que revisaba con cierto énfasis los tableros de la hoja. Yo saco de mi mochila las llaves de mi casillero de entrada, pues los libros que he traído los usaré el resto de la semana y no quería ir y venir con tanto peso.

—Hay 2 horas libres hoy —dice la de lentes, mirándome.

—Tal parece —contesta Bertholdt en un murmullo. Él se levanta de su sitio de repente—. Voy a sacar unas copias para ti —dijo en referencia a Riko, quien solo asiente, sonriendo levemente como diciendo "gracias". Ambos aún tienen que hablar con el decano encargado por el cruce de horarios.

Él y Riko se conocieron hace tres días en una reunión con otros estudiantes y ya se llevan bien. A mi también me agradan bastante. Lo cierto, es que ellos también tienen mucha destreza para ciertos temas y eso coloca en mí, mucho esfuerzo. Me encuentro agotada sobre la mesa, sin muchas ganas de nada y revisando rápidamente mi celular. Luego recuerdo el hambre que tengo. Miro a un lado, Riko sigue revisando en su laptop los apuntes de clase.

—Te veo en la siguiente clase —aviso, pues para la próxima sesión hemos hecho grupo para una práctica.

—Está bien, yo me quedo.

Cargo con dos libros y las llaves. Apenas salgo del aula, encuentro el pasillo algo vacío, con alguno que otro estudiante recostado en la pared. Entonces diviso a Petra, parece que ha salido ya que está entrando de nuevo al salón. Pero al verme se detuvo.

—¡Ay! ¡¿También vas a llevar tus libros? Espérame aquí, yo también los voy a guardar —habla presurosa, hace como si limpiara sus manos y entra al salón, para luego de unos minutos salir con tres libros menos gruesos que los míos.

—¿Vas a quedarte en ese salón hasta terminar el día? —pregunto. Ambas bajamos las escaleras. Escucho el suspiro de Petra mientras ella acomoda su cabello hacia adelante, pues siempre tiene la manía de colocarse los mechones detrás de las orejas.

—Sí, que pesado. Mi trasero se siente entumecido de tanto estar sentada.

Me río de lo dicho por ella. Cuando ya habíamos llegado a los casilleros, evidentemente nos separamos, pues el mío está alejado del suyo. Saco una pequeña botella de crema hidratante que suelo guardar allí y unto un poco en mis manos, para luego volver a colocarla en su sitio.

—Te encontré, ¿dónde está Petra? —Gunther aparece detrás mío. Otra vez sus cabellos estan despeinados y un poco húmedos.

—Por allá —señalo con la mirada. Percatándome de un olor conocido, me giro a verlo completamente—. Oye, oye, hueles bien —digo finalmente.

—¿Qué? ¿En serio? Debe ser esta casaca —dicho eso, sostiene la parte del cierre, llevándoselo hasta la nariz.

Ahora que lo noto, él no traía eso puesto, sino, otro abrigo negro. Le señalo la casaca y antes de que pudiera pronunciar la pregunta, él la responde:

—La encontré en mi casillero. Ya hasta me había olvidado que tenía guardado esta prenda.

—No me jodas, mira las mangas, son muy anchas.

—Si, puede entrar tu brazo, el de Petra y el mío juntos y aún así, sobraría espacio —brome, pero lo que decía puede tener algo de cierto.

—Lo averiguaremos.

Empiezo a molestar y bromear con Gunther quien forcejea un poco para que coloque mi brazo en la misma manga que el suyo y nos comenzamos a reír.

—¿Pero qué están haciendo?

—Gun dice que tu brazo, el de él y el mío pueden entrar en tremenda manga suya.

Petra Ral se lo piensa un momento mientras observa como un Gunther ya vencido, deja que colocara mis brazos en su casaca, estoy de espaldas a él. Mi amiga de cabellos naranjas saca su celular, sonriendo, mostrando levemente sus dientes delanteros.

—"¿Pero que están haciendo sin mí?" Quise decir.

—Que nos vea Auruo y se muerde la lengua de la sorpresa. ______, Petra, tengo hambre, vamos a comer donas, hace tiempo no como donas —Gunther menciona mientras trata de zafarse, lo cual hice yo primero. Siento cómo coloca su brazo en mi cabeza, mientras se ríe.

—Yo no las he probado hasta ahora. Es decir, las he visto en todos lados, comerciales...—Petra camina junto a nosotros hacia el campus.

Yo tampoco suelo comerlas a menudo, no es el tipo de postre que se me antoja un día cualquiera. Pero hoy voy a optar por ello. El sol sigue igual de fuerte desde el mediodía, el tiempo parece una broma ¿el cielo no estaba con nubes oscuras por la mañana? Giro y giro mi muñeca, pues de tanto agarrar los bolígrafos, estas me duelen con baja intensidad.

—Ya está, ahí tenemos la primera razón para comer donas.

—Oh, y, y... He visto una que tenía como un glaseado celeste encima ¡Ojalá vendan una de esas allá!

—¿Celestes? ¡Eso te va a pintar el intestino, Petra!

Petra le golpea el brazo, yo los miro sonriendo mientras saco el celular de mi bolsillo.

Una vez que llegamos al establecimiento, noto unas cabelleras rubias que reconozco al instante. Nanaba está sentada, sacando un sorbete metálico de su bolso para colocarlo en su malteada, su rostro muestra completa confusión hacia sus acompañantes, lo cual me parece gracioso. Al lado suyo está Mike, con un pasador para el cabello sobre las hebras que cubrían sus ojos, así que esta vez se puede ver su rostro completo. Me acerco despacio, al notar la espalda de Erwin, quien hablaba con ellos.

Los demás notan mi presencia, pero hago señas para que no digan nada, ya que Erwin aún no me ha notado.

Petra ya quiere reírse mientras yo le di mi parte de dinero para que ambos pidan por mí algunas donas.

Pongo ambas manos en los hombros de Erwin Smith, asustándolo por breves momentos y provocando que diga en tono más alto las últimas palabras de lo que haya estado hablando.

—Hola chicos —saludo. Nanaba me sonríe, para luego tomar un poco de su malteada y levantarse de la silla para acomodar otra silla a su lado.

—Ven aquí, ven aquí —palpa la rubia en el asiento libre, camino hacia allí—. Mira, Mike con ganchitos para el cabello ¿no se ve lindo? —mientras él sigue con su típica mirada imperturbable, saludándome con un movimiento de cabeza y una ligera sonrisa.

—¡¿Ese de Hello Kitty es tuyo?! —le pregunto a la chica de ojos azules, mientras observo el cabello de su novio. Erwin sigue en pleno shock.

—Para nada. Lo encontré tirado en la acera frente a mi casa un día y me lo traje. Ahora es de Mike.

Miro a Erwin entre risas.

—Ya, para. Me asustas —digo con cierto tono burlón debido a que no menciona palabra alguna. Gunther llega y Nanaba hace espacio en la mesa, que ya tiene algunas bebidas frías y lo que ellos estaban comiendo antes, mini donuts. Gunther coloca nuestros pedidos en la mesa y yo toma una dona simple, que solo tiene azúcar espolvoreada.

—¿Y el video que me ibas a mostrar, Erwin? —pregunto una vez que este me mira volviendo a hablar de lo que estaba contando a sus amigos antes de que llegara con Gunther y Petra.

—Fue todo un lío, solo tengo algunas partes —. Señala, luego saca su celular. Gunther comienza a interesarse.

—Ya me imagino ¿De qué es? —. Petra se acerca, había ido al baño.

—Si, habla Smith, a mi no me has mostrado ningún video —. Nanaba se acerca a mí, para ver desde mi hombro, el celular del varón.

Le meto un trozo de dona en la boca.

—Son extractos de videos que grabé con mi antigua cámara y la de Hanji. Hay algunas grabaciones de la fiesta y la cabaña.

Lo cierto, es que Erwin a pesar de estar estudiando Física y estar a terminarla en unos meses, siente cierta fascinación por el ámbito de la cinematografía, pero eso sí, lo tuvo muy guardadito.

—Dime que salgo bien y que has hechos acercamientos a mi cara y me veo excelente como actriz de Hollywood —ruega Nanaba y otra vez se mete el sorbete a la boca. 

—Wow, Mike, es la primera vez que veo tus ojos —Mi amiga quedó impresionada.

—Wow Petra, es la primera vez que no veo tus orejas —le responde él con el mismo tono. Sonrío mientras Erwin busca cual de las grabaciones reproducir primero.

—Ya era hora de un nuevo look ¿no es así? —bromea. El novio de Nana se lleva la mano a los pasadores de cabello, palpándolos y asintiendo. Petra me mira—. Voy a comprar algo de beber ¿quieres algo, _______?

—Si tienen limonada helada... O sino un té helado. La cosa es que me alivie de este calor.

Petra se aleja otra vez, repitiendo en susurros bajos lo que le dije, un hábito que ha tenido desde niña, pues solía olvidar los mandados de su madre y regresaba cada cierto rato a casa a preguntar otra vez.

Al hablar con Petra, me perdí un poco de la conversación, Gunther se ríe de no se qué con Mike. La verdad, Gun tiene esa facilidad de entablar conversaciones de cualquier cosa y cualquier tema.

—Y tú sales muchas veces. En el video, me refiero —dice Erwin sonriendo y mostrando los dientes. Nanaba pasa sus dedos por sus cabellos rubios. Su celular suena por los mensajes.

—¿De verdad? —. No me lo creo. Ahora me moriré de vergüenza.

¿Habrá sido grabado el desastre de Gunther?

—Quería mostrárselo a Levi, pues es el primero a quien le muestro este intento de grabaciones sobre cualquier cosa, pero últimamente está muy ocupado, ya sabes.

—Sí, Levi me dijo que es por una exposición de Arte —Mike habla mientras estira los brazos , siento la mirada de Gunther. Pero no me enfada ni me incomoda que hablen de Levi.

Después de todo, ellos son sus amigos y siempre van a estar hablando en lo que se refiera a él.

—¿Por qué soy yo su tema de conversación? —escucho su voz a mis espaldas.

Nanaba absorbe mucha malteada por la sorpresa de ver a Levi Ackerman y empieza a toser desenfrenadamente.

—¡Oh Dios, Nanaba, no te me mueras! —La voz de Hanji se hizo presente. Gunther deja de masticar rápidamente su dona mientras me mira con desespero y frunce el ceño.

Levi se sienta frente mío, al lado de Gunther. Él, esta vez, no trae nada en las manos. Hanji luce demasiado animada, levantando el brazo de Nanaba que se pone rojísima tras haber experimentado el ahogarse con su propia bebida.

De repente me siento demasiado incómoda. Tengo a Erwin al lado, quien ya tiene el video listo para reproducir, Gunther que parece que quiere reírse pero de lo irónico que resulta todo esto; Nanaba hablando con Hanji y luego mirándome con la palabra impresa en sus ojos "Esto se va a poner incómodo".

Y Petra acaba de voltear con una bebida en cada mano, distraída, sin tener la más mínima idea de que Levi y Hanji están con nosotros.

Esto va a ser un desastre.

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⊰ 𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑! ⊱

¡Hola, hola!

Holadespuésdetiempo. Me absorbió la universidad y cada vez movían mis exámenes o expos para otros días así que... Bueno, la verdad es que mi última expo es el martes y hoy solo vengo con 1 capítulo.

Tendrán otro capítulo programado para mañana o viernes <3 ¿Qué tal han pasado la semana? Espero que todo bien y no se olviden de comer, beber agua y cuidarse mucho. Estuve exhausta la mayoría de los días y solo bebía agua o era alimentada por mi roomie JAJADBSKAJ