❝ pendientes ❞

Caminar de regreso con Farlan, Levi y Moblit no supone, para mí, alguna incomodidad. De hecho, me parece muy divertido, ya que es una combinación que nunca he imaginado antes. Las calles, a pesar de ser un lunes por la noche, están repletas de gente joven. El rubio me mencionó hace un rato que es por la apertura de un club nocturno y yo me reí puesto que lo usual es que los fines de semana son los que se prestan para eso. Cuando Farlan está a punto de decirme algo más al respecto, el sonido de una llamada entrante a un celular, lo detiene. Asemeja más al sonido de una notificación y deja de sonar de repente, pero luego vuelve.

—Me están llamando —. Escucho a Levi decir con su voz neutra mientras se mira confundido al tratar de sacar su celular de uno de sus bolsillos.

—¡¿Qué esperas que no contestas?! —. Se desespera Moblit y el celular sigue sonando. Farlan tiene una mueca divertida en el rostro y yo, que estoy al lado del pelinegro, solo miro algo curiosa, ya que por un momento pensé que el sonido provenía del mío.

Pues, la relación entre Hanji y Levi siempre me ha resultado interesante, aunque también estoy algo ansiosa de saber que se traen en manos; la confianza se puede ver incluso de lejos. Y, por supuesto, yo hasta hace poco creía haber visto un ligero indicio de que a Levi le gustase Hanji; pero claro, eso fue antes de poder siquiera hablar con ambos.

—¿Eh? ¿A esta hora? —pregunto.

Los ojos de Levi se encontraron con los míos, sin esperármelo.

—Yo me pregunto lo mismo. Así que no le voy a contestar —El Ackerman no rechaza la llamada la llamada, es mas, esta se detiene de repente antes de que siquiera acepte.

—¡Pero, contesta!

El Berner revisa su propio celular y se da cuenta que ha estado recibiendo mensajes de Hanji, solo que mantuvo su celular en silencio por la última clase. 

—Olvídalo, ahora me está llamando a mí —menciona al final Moblit y contesta sin esperar un segundo más. El castaño se separa un poco del grupo, para hablar con la chica de lentes. Los tres nos quedamos callados, viéndolo de lejos aunque no escuchamos nada, ni siquiera la voz estruendosa de Hanji tras la línea.

Por otro lado, yo considero presentar o no a Farlan, pues él saludó a los dos chicos en general mas no se dedicó a decir algo más respecto a él, lo que ya me da una idea. Es decir, de igual forma, las presentaciones se me hacen incómodas, así que me parece perfecto que solo haya saludado. Algo dentro mío quiere averiguar un poco, ya que, hubo hace tiempo algunos rumores que involucraban a Farlan y Levi, aunque tampoco pienso meterme así que prefiero que todo siga como está. Miro al chico rubio y me percato de la mirada que tiene sobre mí. Él tiene una sonrisa nerviosa. Luego volteo mi mirada al otro lado y me quedo observando a Levi quien mete sus manos a los bolsillos de su abrigo, quizá por frío.

Pronto, él me pilla viéndolo y no hubo tiempo para fingir que no lo estoy mirando. Abro la boca para decir algo, pero me roba las palabras. Parece que soy capaz de expresar mucho con solo mirarle. Farlan tararea una canción.

—¿Cómo ha estado tu clase de hoy? —pregunta.

—Todo bien, aunque casi me vence el sueño. Mañana Moblit va a ayudarme con las prácticas en la biblioteca con Hanji. Tampoco sabía que tenías clases hoy...—respondo, él quita su mochila de su espalda, para revisar algo en el interior. Dirigiéndome al rubio, pregunto —. ¿Y tú, Farlan? No me avisaste que ibas a pasar por aquí ¡Pensé que aún seguías con la banda! ¿Qué tal? ¿Cómo estuvo?

—Hubo más gente de la que esperaba, estuvo increíble, se presentaron otras bandas. En realidad, el lugar donde tocamos usualmente queda por allá —dice mientras señala al otro extremo contrario de donde cruzamos—. Yo estuve por otro lado, me encontré con un viejo amigo...

—Con algunas amigas iremos algún día a verlos. Tienes que impresionarme —. Le bromeo un poco.

Estaba a punto de decir algo más cuando Levi me interrumpe.

—¿Aún tocas? —. Levi Ackerman pregunta eso a Farlan. El sabor que deja su pregunta es un tanto hostil. Veo aquello común y a la vez, no tan común en él, no sé cómo explicarlo, pues a veces parece que lo dice con esa intención, cuando en verdad no. Sin embargo, la sonrisa de Farlan deja de ser tan amigable como de costumbre.

—Sí. A Isabel le gusta

—No lo sabía.

—¡Hanji está en problemas! —Nos alcanza Moblit, interrumpiendo, gracias a Dios, el intercambio de palabras entre el rubio y el pelinegro, que sonaban muy peligrosas por muy cortas que estaban siendo sus frases.

—¿Y cuando no lo está? —Levi dijo sin mirarlo, pues sigue teniendo la vista fija en Farlan. Aunque ahora se nota un poco preocupado al ver a Moblit.

Retrocedo unos pasos, para dejar de estar entre ambos chicos. Con esos pequeños trozos de conversación, ya puedo confirmar en mi mente que se conocen más de lo que creo. Y junto a Moblit, quien se percata del ambiente, me pregunta en voz baja, agachando un poco su cabeza:

—¿Qué pasó esta vez? —. El chico de cabellos castaños mira al frente, viendo las espaldas de ambos chicos. Yo, desde donde me encuentro, giro levemente mi cabeza para hablar.

Si Moblit me dice "esta vez", infiero muchas cosas.

—Ni yo lo sé, comenzó de la nada.

—Mierda —dice Moblit mirando el celular. — ¿Sabes que Hanji se ha quedado en plena parada de buses, muy lejos de aquí? El bus tiene horarios, y el próximo que pasa por aquí, estará al rededor de la una.

—¡¿Y ahora?! —pregunto preocupada.

—Me demoré hablando, puesto que, como secretario general de Hanji, le pedí un taxi, aunque ya acaba de notificarme que está regresando a casa. 

Por alguna razón las palabras "secretario general" más el movimiento de manos, se me hace gracioso y recuerdo la película El Diablo viste a la moda.

—Venga, vamos a aliviar el ambiente...—. Me dice Moblit en un susurro. Justo nos detuvimos frente al semáforo. No hay muchos autos de todos modos. Moblit extiende su mano en medio de los dos, que al parecer aún seguían hablando de quién sabe qué, y dice—Si alguien de ustedes tiene miedo al cruzar, puede tomar mi mano.

Farlan me mira de reojo y yo me acerco solo para reírme, es obvio que ninguno de los dos va a tomarle la mano. Sin embargo, el Church siempre lleva la contraria a lo que pienso y veo claramente cómo él toma la mano de Moblit.

—Vaya, no me lo esperaba —dice el secretario general de Hanji y luego da un apretón a la mano de Farlan.

El de cabellos oscuros observa y se toca la frente. Yo sonrío, pero no aguanto la carcajada para lo que Moblit dice después:

—Levi, no seas tímido, si tienes miedo, solo toma mi mano, que por algo tengo dos.

Es algo extraño que, en este punto de la calle, estemos completamente solos a comparación de cuando aún cruzábamos la avenida. Frente a la pista, solo unos pasos más y pronto llegaremos a donde se encuentra mi apartamento. Estoy agradecida de que me estén acompañado.

Al final, fui yo a tomar la mano de Moblit, quien está siendo ignorado por Levi mientras el de cabellos rubios solo observa con diversión. Me siento como una niña pequeña con su mamá, caminando por el cruce peatonal.

Para cuando llegamos al otro lado, le sonrío a Moblit y suelto su mano mientras nos bromeamos un poco. Caminamos un poco más y listo, estamos frente a las puertas del edificio donde ahora resido. Levi se acerca a mí, con las manos en los bolsillos y me llama.

—Gracias por acompañarme, sería la segunda vez que me llevas de regreso —le digo, me sonrojo ligeramente por sentir un poco de vergüenza. Aún así, hoy me siento demasiado bien. Levi Ackerman está conmigo, es muy tarde y es algo, tan simple y fresco que... Paso unos dedos por mi cabello mientras lo veo. Él solo asiente y luego quita una mano de su bolsillo.

—En mi auto encontré esto —. Él me muestra un par de pendientes, muy pequeños. Son de Petra, aunque no recordaba si ella se los había quitado antes de ir al viaje. De seguro estaban en los bolsillos pequeños de su maleta, aquellos que siempre olvida cerrar y cayeron—. ¿Son tuyos?

—¡Son de Petra! —exclamo al reconocerlos.

Él se queda observando por un pequeño lapso de tiempo los pequeños adornos brillantes en la palma de su mano. A Petra le gustan mucho, son uno de sus pares favoritos que usa casi a diario, a excepción de hoy, que llevó unos rojos y es por eso que quizá no notó la ausencia de estos.

Al final tuve que extender mi mano para que él me los entregara.

La actitud de estar perdido en sus pensamientos me parece tierna. No obstante, una sensación más fuerte aparece controlando una parte de mi corazón, cuando alza la vista hacia el edificio de apartamentos y está la figura de Petra, apoyada de espaldas a la ventana. Levi Ackerman baja la mirada hacia nosotros otra vez, deseándome una buena noche y yéndose en una dirección opuesta, con ambos chicos detrás suyo, quienes también se despiden de mí.

Puedo escuchar un "¡Farlan, suelta mi mano, por favor! ¡En realidad no es lo que piensas, lo prometo!" por parte de Moblit, y aún cuando me resulta divertido, me quedo algo pensativa e inquieta por algo externo a eso.

Guardo los pendientes en el bolsillo de mi casaca y pronto siento que alguien me abraza de lado.

Es Gunther, quien llega con dos bolsas, las cuales pone cerca de mi rostro a propósito, mientras me sonríe de lado, suelta una suave risa y me saluda animadamente

—Vaya, vaya, qué popular que eres ahora, eh. Vamos, Petra me ha mandado un mensaje preocupada porque no llegabas.

Con uno de mis brazos, lo rodeo también y de esa manera, entramos al edificio. Tengo mucho en que pensar ahora.

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⊰ 𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑! ⊱

¡hola, holaa! 

estuve fuera por un corto viaje con amigos jsj,

 ¿Cómo están pasando sus días?

Nos volvemos a leer el domingo con doble capítulo <3!!

cuídense mucho, espero que les haya gustado el cap de hoy.