𝟐𝟐 | 𝐓𝐄 𝐘 𝐄𝐒𝐏𝐈𝐍𝐀𝐒
❝ té y espinas ❞
Petra suele decirme que le gustan las rosas. Así que, cuando encontré en el cuadernillo algunos dibujos de rosas pensé en mostrárselo cuando ella regrese.
Aunque esta libreta perteneció a Levi, cuando él apenas iniciaba la adolescencia, me impresiona de gran manera la habilidad que él ya tenía para el dibujo a esa edad. Me lo imagino dibujando a todas horas, practicando aquí y allá, garabateando en las hojas. Hay avecillas, árboles, flores, los rostros de mujeres que tantas veces he visto en lienzos, pero esta vez están impresas en una pequeña hoja de papel amarillento... En mi mente sé quiénes son. También contemplo un montón de ojos, jarrones, mesas, las escopetas, varios bocetos del lago. Me deleito con la gran cantidad de detalles que esmeró en colocar a cada dibujo y me imaginaba a un niño en la tranquilidad de su habitación no hacer más que dibujar en el suelo.
Hay dibujos de las ventanas de la habitación principal, también hay un dibujo de un auto que está lleno de borrones y se me hizo adorable. Manos, muchas manos también. Noto que en uno de los dibujos, uno de los dedos lleva un anillo y me imagino toda una vida, toda una historia cada vez que paso página a página.
Levanto la vista hacia Levi, tras escuchar que deja el lápiz sobre la mesa.
—Listo. Un conejo.
—¡Qué bonito, qué bonito! ¡Mira qué lindo! Se parece al que tenía de niña —comento mientras veo la hoja final de uno de mis cuadernos llena de pequeños dibujos—. ¡Ahora te reto a que dibujes un cachorrito!
—¿Un cachorrito? —pregunta como si nunca hubiese escuchado o visto alguno. Su mirada de ligera curiosidad me emociona—. ¿Al lado del conejo?
—Eso sería adorable —logro decir mientras dejo abierto en una página el cuadernillo de Levi y tomaba otro lápiz, para tratar de dibujar unas florecillas al comenzar.
Si me lo preguntan, ni yo sé cómo es que empezamos a dibujar ambos. Él me dibujó a mí y yo no supe qué decir. Señalé en ese momento la parte de la nariz y le pregunté cómo es que no ha usado un borrador o algo parecido, pues las líneas trazadas con el lápiz 2B eran demasiado prolijas, como si fuese un dibujo que ha practicado tantas veces y cuando quiere hacerlo de nuevo, sale rápido y sin errores.
Después de hablar acerca de lo lindo que me dibujó, pensé en pedirle que dibujara en una hoja unos ojos. Más que deleitarme, lo que probé hacer en ese momento era comparar los ojos de su libreta con los que haría ahora.
Pero Levi termina por ser tan servicial que, incluso después de que le pedí que dibujara los ojos, se quedó mirándome, como si esperara a que le pidiese algo más... Entonces debo decir que me aproveché de ello y comencé a divagar en mi imaginación sobre qué podía él dibujar... Así practicábamos ambos ¿verdad?
Ahora, después de unos dibujos, pienso en lo poco hospitalaria que soy tras no ofrecerle algo de beber, ni de comer tras haberle hecho entrar a mi nueva casa. Y aún así, tras disculparme y preguntar si quería algo, Levi Ackerman atinó a decir lo que ya esperaba: "Con solo un té, me basta."
Y ahora estoy agradeciendo a Petra por haber traído el té negro que solía beber con sus padres y es también su favorito. Me siento dichosa tras haber encontrado el té negro en el repostero.
Así que, ahora, frente a nosotros hay dos tacitas de té, que por cierto, él lo toma de una forma graciosa, pero si te fijas bien, podría incluso llamarlo elegante. No, es elegante y extraño. Atrayente, casi encantador.
—Mi madre solía comprar tazas muy raras. Si sostenías la taza por la asa, al estar el té muy caliente, esta se rompía y despegaba —me dijo al terminar de dibujar un cachorrito, al cual yo veo. Sostengo mi taza para tomar un poco—. Cuando era niño... muchas veces se rompieron y el agua caliente me salpicaba o caía encima. Así que, para evitar una situación así, he adoptado la costumbre de sostenerla de esta forma...
Miro sus dedos posarse en los filos. Debo decir que me encanta cuando habla mucho y el tema fluye entre ambos sin ningún problema. Es una sensación cálida en el pecho, como si hubiésemos sido viejos amigos que se reunieron hoy, tras años de no verse, contándose anécdotas.
—Yo no probé el té hasta los quince años —confieso con algo de vergüenza —. Recuerdo que uno de esos días, llegaron unas tías que, hasta entonces, desconocía su existencia y se sentaban a comer galletas con mis padres. Yo también lo hacía y me llamaba mucho la atención el olor de lo que bebían.
—¿De verdad? Yo lo probé desde que tengo memoria.
Comienzo a reír mientras le muestro mi intento de dibujo. Él toma el papel para examinarlo y tengo el mismo sentimiento de cuando entregué uno de mis ensayos a mi profesor de curso.
—Me gusta mucho.
Solo eran florecillas que nacían de una ramita muy delgada de un árbol. No tenía sombras, solo eran muchos trazos desordenados sobre un gran texto acerca de la esencia de la economía, pues la hoja donde está dibujado eso, es una de las copias dadas por uno de los profesores, que por suerte, tengo dos.
—A mi también me gusta, porque le he puesto esfuerzo —comento, a la par que me pongo más cómoda en el sofá.
Él parece perderse tras mis últimas palabras, y sus ojos se posan en mí, antes de pronunciar:
—...Sí, tienes razón, todo es más bonito cuando le pones esfuerzo.
Levi Ackerman pronunciando la palabra "bonito" es mi nueva religión. Porque lo dijo de una forma tan triste y me pregunto qué he dicho yo como para provocar esa tristeza en su hablar.
Una duda recorre mi ser y me interroga: ¿Existe alguien más con quien Levi hable de esta forma? Debe haber alguien. Hablar de su vida, de lo mucho que le gusta el té, de las tazas, del esfuerzo, del arte y sus dibujos... Él se asemeja a una persona que suele guardar todo para sí, hablando solamente de los temas que sus amigos dictan sin más. Y vuelvo a decirme ¿acaso no lo notan? El brillo de sus ojos cuando le preguntan sobre óleos y pinturas, el juego que hace con los dedos, o el cómo su mano tiene un leve temblor cuando sostiene el lápiz... Cómo sus cejas parecen fruncirse cuando siente que no ha hecho bien un dibujo, el leve olor a almizcle...
Siempre me he sentido feliz cuando alguien habla de lo que le gusta. ¿No lo han notado? La forma de hablar de una persona cambia cuando se trata de su tema favorito, suelen ser más expresivos y parece que estallan de felicidad. En Levi Ackerman se siente diferente. Pues, aunque trata muchas veces de ocultarlo, el siempre se nota emocionado cuando le pregunto acerca de sus dibujos. Es como si el arte que él hace fuese un secreto que ansía revelar, pero no lo hace. Y va de a pocos y estoy en cada pequeño fragmento que dicen sus labios, escuchando atentamente.
Hasta que dejamos de dibujar y nos concentramos en hablar sobre nosotros. De su cumpleaños que justo es el día de Navidad y cómo decidió estudiar en esa universidad. Yo hablo sobre como escogí mi carrera y lo mucho que me gustó visitar el lago. Hasta que, de la nada, él preguntó sobre mi familia y dije alguna que otra cosa, tratando de no entrar en detalles, luego un silencio, entonces me atrevo a decir algo.
—Háblame de tu padre...—digo sin mirarlo, abrazando mis rodillas, viendo al frente la pantalla negra del televisor.
—Abandonó a mi madre.
En una sola oración, me cuenta todo lo que fue su padre. Simple y llanamente. No dijo más de aquel hombre, y me sentí angustiada. Porque mis padres siguen juntos y no podía entender tal cual su dolor. Porque estoy segura que él está ahogándose por ello, la manera calma en la que respondió, pero sincera, como si no fuera la gran cosa... Sus profundos ojos oscuros, que a pesar de ser azules, solían tener la opacidad de un eclipse y a veces me dejan temerosa. Hubiese preferido callar de repente.
—Y luego ella, me abandonó a mí.
Entonces me vi a mi misma en su auto, pensando que esto podía haber sido nuestra conversación en aquel momento, si hubiese preguntado más.
—No dibujo hombres, por la primera razón. Mi madre se encontraba mucho más feliz cuando dibujaba mujeres, como ella o mi hermana.
Mis labios se entreabrieron, como si me estuviera revelando un secreto. Mantuve firme mi mirada en él, acostumbrada a que él apenas me preste atención cuando él toma la palabra. Es como si se abriera a mí y fantaseo con que soy yo la única a quien le está diciendo aquellas cosas. El sonido del reloj no me perturba a pesar de que cada vez sonaba más fuerte, las manecillas...
Me encuentro en medio de una ensoñación.
Entonces su celular suena, alguien le llama para cuando no queda más té. Mis ojos se encuentran cansados y me apeno.
—Disculpa —dice Levi, mientras contesta la llamada. Lo escucho hablar sin ningún tipo de cuidado, no parece importar si escucho o no, pues no se aleja, aunque yo por mi parte tampoco presto tanta atención a lo que él conversa con la otra persona en la llamada.
Ya es cerca del mediodía y mis ojos se comienzan a cerrar. Mi cuerpo me pide a gritos tomar un descanso desde hace un buen rato, pero siempre lograba encontrar un poco de energía para escuchar y conversar con Levi Ackerman. Aunque ahora ya no puedo resistirme.
—Ya es hora de que me vaya. Siento que he robado tu tiempo —. Le escucho decir. Yo tomo la manta que Petra siempre coloca en el sillón para dormirme allí mismo.
—Pensé que dormirías aquí, pero te la pasaste dibujando —digo antes de bostezar.
—Creo que desde un principio dije que no tenía sueño.
Rio suavemente. A mis oídos llega un murmullo y lo veo a él de pie frente a mí, como despidiéndose. Yo lo despido con la mano y aunque tengo muchas ganas de acompañarlo siquiera hasta la puerta, mi cuerpo no puede más después del viaje y él parece comprenderlo.
Se pone en cuclillas y yo, algo perpleja , pues como me encontraba ahora echada en el sillón, lo siento muy cerca a mi rostro.
—Ni siquiera soy capaz de llevarte a tu cama... —La manera en que ladea su cabeza se me hizo bonita, sonrío, es como si intentara decir algo para hacerme reír —. Supongo que... Son por estas pequeñas cosas que no creo que yo sea tan genial.
Y me pareció escuchar, su encantadora risa, antes de irse.
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
⊰ 𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑! ⊱
¡hola, hola!
Sé que dije que iba a publicar ayer, pero se me fue de las manos. Ya se terminó mi semana de exámenes finales y ahora tengo 1 mes de vacaciones (si es que luego no me lo recortan). Siendo sincera me la pasé durmiendo todo el día de ayer tras no haber descansado ni una sola vez JAJAJ
Espero que les guste el cap de hoy, también he estado escribiendo para otros fandoms, pero supongo que los publicaré más adelante.
¿Cómo están? Espero que bien, nos leemos el viernes <3
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