𝟐𝟏 | 𝐓𝐑𝐀𝐙𝐎𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐌𝐈
❝ trazos para mí ❞
Bajo por las escaleras. El ascensor demora en llegar a mi piso y eso ya lo vi venir desde antes, puesto que en la mañana Petra mencionó que hay una nueva mudanza. Restriego mis ojos para mantenerme despierta, si bien el tomarme un baño no me provocó ir a la cama, ese efecto ya ha pasado.
Cuando llego al primer piso siento unas cosquillas en el estómago. Suspiro mientras saludo nuevamente al hombre de vigilancia que conversaba con el recepcionista. He peinado mi cabello antes de salir y este aún está húmedo. Digamos que no me gusta mucho salir con el cabello así. Me veo un poco rara.
Cuando cruzo las puertas, el aire se siente frío justo por las partes en donde mi cabello roza mi piel. Me encojo de hombros al contacto y sobo mis brazos tratando de crear un poco de calor en estos. Levanto mi vista hacia el auto que está a unos pasos. Hasta hace unos momentos, pensaba quedarme el resto del día encerrada en mi habitación, durmiendo, terminando un artículo de opinión o quizá practicando algo de dibujo para distraerme un rato... Definitivamente no planeaba salir, mucho menos para curiosear a Levi Ackerman en su auto o indagar por qué estaba allí. Sin embargo, una leve preocupación crece en mí. Rasco mi mejilla con un dedo y me inclino un poco para ver el interior del auto por la ventanilla.
Con un rastro de sorpresa contemplo que él sigue allí. Aunque, al parecer, Petra acertó con su mensaje. Levi está dormido. O eso es lo que me hace creer pues su cabeza está recostada a un lado del timón y él no está mirando por donde estoy. Lo comprendo. Después de todo siempre tiene el rostro cansado como si no hubiese descansado bien durante mucho tiempo. Tal vez todo eso se ha acumulado y él simplemente no pudo resistir más el querer descansar un poco.
Camino hasta el otro lado el auto solo para comprobar la suposición mía y la de Petra.
Para cuando mi vista se fija en quien creía dormido, resulta que él parece estar más despierto que Petra, Gunther y yo juntos. Porque, sí, no está dormido y justo ahora me estoy avergonzando mucho mientras giro mi cabeza a mirar por otra dirección.
Rayos. Puedo sentir su mirada en mí.
Vuelvo a verlo resignada para dar toques con mi dedo a la ventanilla. el extiende un poco el brazo para bajar la ventana.
—¿Olvidaste algo? —pregunta con voz muy baja, entrecerrando un poco los ojos, adormilado. Me quedo pensando, esa pregunta debería estar formulándola yo. Trato de calmarme un poco antes de decir algo de lo que me arrepienta después.
Solo se vive una vez, ¿no es así?
—Sí. Olvidé ofrecerte dormir en mi casa —bromeo mientras sonrío. Veo cómo él parpadea un par de veces seguidas, ligeramente sorprendido, mientras deja de recostarse.
—¿Puedo?
Esperen, nunca pensé llegar tan lejos en la vida. Esto es una broma, no lo dije enserio. O bueno, no era enserio a menos de que le guste la idea. Y pues, Levi no es tan bromista que digamos...
—Si tienes sueño...
—¿De verdad?
—Levi, me quedé en el pasillo a conversar con mi amigo un rato y luego me fui a bañar. Mientras hacía todo eso, tú seguías aquí...
—...No tengo sueño —dice, pero se notaba a leguas que sí. Aunque, supongo que también él está acostumbrado a no dormir más de lo que él cree necesario.
Retrocedo unos pasos al ver que, para mi sorpresa, Levi se quita el cinturón de seguridad y procede a salir del auto.
—¿Tengo mala cara? —pregunta mirándome. Me río porque parece un bajo intento de coqueteo, aunque sé muy bien que Levi Ackerman no lo dice en ese sentido... Pero, el pensar que sí lo hace a conciencia invade mi mente muchas veces. Uso aquella pregunta a mi favor, para verlo a la cara sin pena alguna y niego con la cabeza. El pasa sus dedos por sus ojos—, ¿cómo sabías que aún estaba aquí?
—Petra salió hace media hora y le sorprendió mucho.
—Me he quedado revisando notificaciones en mi celular... Se terminó apagando.
—Me lo imaginaba —. Contuve una risa. Él lo nota y es por ello que ahora estoy mirando a otro lado mientras mantengo una mano sobre mis labios—, ¿Vamos?
—Olvidé el cargador de mi celular en la camioneta de Erwin. Mierda.
Lo observo un poco curiosa mientras caminamos hacia la puerta de entrada. El hombre de seguridad me mira de forma sospechosa y yo me quiero reír desde hace un buen rato. ¿Qué habrá pensado?, ¿Qué dejé afuera a Levi y ahora lo traigo a casa? Y en estos momentos que comienzo a pensar mejor, solo hay una pregunta que abarca la totalidad de mi mente: cómo carajos he conseguido que Levi me siga hasta aquí. Él es muy flexible, a aceptado entrar a mi apartamento sin ninguna duda.
Una vez entramos ambos en el ascensor, lo siento un poco frustrado debido a que olvidó el dichoso cargador. A mi solían pasarme ese tipo de situaciones muchas veces. Suspiro y lo veo.
—Te puedo prestar alguno, ¿tienes clases más tarde?
—...Sí, tengo clases, pero lo suficientemente tarde como para poder dibujar algunos bocetos faltantes antes.
—¿Sueles demorar en hacerlo?
—Solo si es muy importante.
Me percato que ahora responde más rápido que antes. La puerta se abre y salimos de allí, hasta llegar a la entrada del piso donde resido con Petra. Pienso que el universo, por alguna razón, después de dejarme al olvido, está de mi lado hoy. Petra lejos de casa y Gunther con clases desde muy temprano. No me imagino un escenario donde estemos Gunther, Levi y yo. Tampoco uno donde estemos Petra, Levi y yo. Quizá alguno donde los cuatro conversemos... Lo veo muy difícil, distópico, extraño. Después de todo, Levi tiene su grupo de amigos e incluso estando con ellos, él habla muy poco.
Entramos a mi apartamento. Si hace un rato lo noté aceptable, pues ahora todo me parece lo contrario. Mi vista se fija en lo increíblemente desordenada que está la mesa frente al televisor. Bueno, la verdad es que, al sacar las cosas que habían en mi mochila, solo puse en la cesta la ropa, más no guardé lo demás como el repelente de insectos, peines, cremas, bolígrafos y algunos libros que saqué porque planeo estudiar un poco más tarde.
Miro el cargador blanco al lado mío, en la mesita pequeña que utilizo para colocar mi celular al dejarlo cargar.
—Puedes cargarlo allí... ¿Lo vas a prender?
—Si. Tengo que revisar algunos mensajes de Erwin. Gracias.
—Esta bien... —. En definitiva ya no sé que más decir. Tampoco de qué tema hablar. Es mas, me puse a divagar, pensando en cómo me he acercado a Levi Ackerman en todo este tiempo.
Hace un par de años, solía pensar en lo imposible que eso sonaba. Recuerdo que Petra tenía una canción favorita en ese entonces, no recordaba el título pero solía repetirse la frase "Me amas solo en mis sueños" y yo me la sabía de memoria de lo mucho que ella colocaba esa canción en su celular cuando compartíamos audífonos en los viajes escolares. Fue hace algunos años, y pensar en el tiempo transcurrido me hace sentir vieja aunque se supone que estoy en el mejor momento de mi juventud. Los días pasan como si de un parpadeo se trataran... Realmente he conocido personas maravillosas.
Escucho una voz llamándome por mi nombre.
Estamos a mitad de año y de aquí en adelante todo va a ir demasiado rápido. Me preocupa mucho, siento que si me preguntaran qué es lo que aprendí todo este tiempo en la universidad, no podría responder nada. Qué inútil, ¿soy suficiente para mi carrera? Aún falta para el termino de este semestre y tengo que completar créditos, y también...
Otra vez escucho que alguien llama mi nombre.
Siento la mano de Levi colocarse en mi hombro. Y su solo toque es suficiente para disolver mis pensamientos.
—¿Eh? Dime
—Nanaba dice que le contestes los mensajes —. Me muestra su celular conectado al cargador, con los mensajes de la rubia. Él me mira con una pizca de curiosidad y me sonrojo.
Espera.
¿Levi le ha dicho a Nanaba que está conmigo?
Reviso mi celular y abro rápidamente los mensajes de la rubia de cabellos cortos. Tal parece que son más de veinte mensajes y eso me preocupa. Veo de reojo como el de cabellos negros deja de sostener su celular para mirarme.
Me quedo estupefacta al ver la cantidad de fotos que Nanaba me ha mandado. Ahora rememoro nuestra conversación camino al local de comida rápida, donde me prometió pasarme las fotos más raras de los chicos una vez que se encontrara en casa.
Estallo en risas ante la serena mirada de Levi, pues me es imposible aguantar la risa cuando una de las fotos muestra a Levi con un montón de adornos navideños en el cabello y con una mueca enojada tratando de quitárselos.
Vaya, incluso se la pasan juntos en Navidad.
—¿Qué es tan gracioso?
Doy un respingo al escuchar su voz, él se apega a mi y ve la foto. Su hombro choca con el mío y su cabeza se inclina un poco. Me ruborizo y avergüenzo de esta cercanía tan repentina. Muevo mi celular para que él no viese la foto por más tiempo, pero supongo que ya es muy tarde. Él parece sorprendido, porque entreabre la boca un poco y me mira como pidiendo una explicación.
—¡Nanaba me la envió!
—Agh, no puedo creerlo. Hace tiempo pedí que borraran esa foto.
—Perdón, pero es que no puedo parar de reír, ¡parecías ...un arbolito navideño!
Camino hacia el sillón y me siento. Él imita mi acción, sentándose al lado mío, contemplando el desastre de la mesa en frente nuestro, producto de haber desempacado nuestras mochilas allí. Él estira su brazo para alcanzar el cuadernito que estaba encima de todo, el suyo o mío, o el que simplemente me ha entregado en la cabaña, donde están dibujados algunos bocetos suyos.
—¿Tienes un lápiz?
—Este de aquí —. Tomo uno que se encuentra en el sillón, a mi lado y al lado de unos cuadernos de apuntes. Sonrío suavemente al entregárselo. Logro calmarme aunque la foto viene a mi cabeza una y otra vez.
Lo veo trazar algunas líneas en la parte final de la libreta. Me pregunto a mí misma si le es incómodo que lo esté viendo mientras dibuja, Probablemente sí, así que aparto la mirada en algunos momentos. Sin embargo él nunca dijo algo al respecto. Como si se tratara de una burbuja que nos mantenía encerrados en ese pequeño espacio donde solo entraban Levi, el lápiz, la pequeña libreta y yo. Mi celular vibra muchas veces; mi vista no se despega del lápiz y papel y la suya tampoco. Esta se convierte en la segunda vez que veo a Levi dibujar desde otra perspectiva que no sea contemplar su espalda sin que él me notase. Un sentimiento cálido, incomodo pero placentero se me instala en el pecho.
Dibuja el perfil de una muchacha sonriente que, mágicamente me provoca sonreír también. Él suele dibujar muchos rostros femeninos, los trazos cuando lo hace son tan delicados y suaves. De hecho, ella se ve muy bonita dibujada por él. La forma en que Levi dibuja los dedos sosteniendo algo que hasta el momento no logro descifrar qué es, la forma en que dibuja los cabellos y el gesto, se me hace familiar...
Cuando finalmente gira su rostro para verme, alza la libreta, mostrándome el dibujo desde un mejor plano.
—... Así te veías riéndote de mí.
De tanto pensar en cómo él dibuja, no había notado que me ha estado dibujando a mí, sosteniendo mi celular y riéndome de la foto.
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
⊰ 𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑! ⊱
¡hola, hola!
La semana de exámenes finales me respira por la nuca. No habrá actualización hasta el próximo lunes (17 de Julio), así que nos volveremos a leer en esa fecha. Me gustaría actualizar antes, pero me he amanecido estudiando toda la semana JAJA
Espero que les haya gustado el capitulo <3
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