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𝟏𝟗 | 𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐓𝐀𝐍 𝐆𝐄𝐍𝐈𝐀𝐋


 eres tan genial 


Despierto por el cabezazo que acabamos de darnos Petra y yo cuando Mike gira en la curva peligrosa que hay tres cuadras antes de llegar a la casa de Erwin. Me duele mucho, pero creo que es Petra quien sufre más, pues ha recibido el doble: una, la de hace unos segundos y otra ahora, al despertarnos, asustarnos y volver a chocar. Ambas nos frotamos la cabeza mientras Nanaba se ríe sola al vernos. Por suerte, nadie más que ella nos ha visto y ella tampoco dice algo sobre eso.

—Ah, Dios, ya estamos llegando —. Moblit estira los brazos al despertar, pues también durmió en lo que quedaba de viaje. Me gustaría tener un reloj interno como él, pues estoy segura de que si Petra y yo no nos hubiéramos golpeado en la cabeza; no hubiera despertado.

Palpo mi celular en el suéter que llevo, lo saco con algo de torpeza pues aún siento mis párpados pesados.

—¿Qué hora es? —pregunta Nanaba.

Prendo mi celular, cierro los ojos debido a la luz fuerte que la pantalla emite y, rápidamente, le bajo el descomunal nivel de brillo. Recuerdo por qué lo he aumentado antes. Cuando estábamos en el lago, el sol era tan fuerte y no se podía ver mucho en la pantalla.

—Cinco para las tres —contesto. Mi voz suena cansada. Me sorprendo al ver la hora.

—Tempranito —. Nanaba se estira también. El carro aparca frente a la casa de Erwin. Suspiro. Petra mira a la nada, parece dormir despierta, paso mis dedos por su campo visual, moviéndolos de arriba a abajo hasta que por fin reacciona. Le digo que vamos a bajar y se levanta un poco de su asiento para hacerlo.

Bajo detrás de Moblit. Él abre el maletero y saca nuestras pertenencias. Observo la calle vacía, con algunos faroles alumbrando, parece una escena onírica. No hace tanto frío como en la mañana, pero se siente fresco y con leves ventiscas. Camino hacia la pista, no hay ni una sola persona alrededor ni tampoco carros pasando. Doy media vuelta para ir con Petra, quien se sienta en el pasto que hay frente a la casa de Erwin, mientras él enciende la luz de la entrada a la puerta de su casa. Me gusta este ambiente.

Observo de reojo al Berner, él está al lado de Levi, quien lleva el lienzo cubierto hasta su propio auto. Tomo algo de valor para ir hacia él, curiosa por aquel lienzo. A pasos un tanto largos me acerco, percibo su leve perfume incluso desde mi posición. La cochera está abierta y dentro el auto del pelinegro. Levi abre la maletera.

—... Y, ¿al final lograste terminarlo?

Pregunto mientras lo veo sujetar el lienzo cubierto, parece sorprendido por mi pregunta o quizá porque estoy junto a él.

—...No —responde y suspira. —Planeaba mostrártelo cuando haya acabado, hice algunos cambios.

Gira a verme, cerrando la maletera con el dibujo a medio terminar dentro. Definitivamente, no me lo esperaba. Con lo rápido que parecía avanzar... Río un poco por la menuda respuesta. Al menos sé que cuando termine, me lo enseñará.

Un grito externo casi me hace saltar, volteo y veo a Hanji saliendo de la camioneta casi volando. Nanaba corre en círculos, asustada de la chica de lentes. Ahora que recuerdo, nadie la ha despertado cuando llegamos. Erwin se ríe, su risa fácilmente puede despertar a toda la cuadra.

—¿Vamos?

La voz de Levi me hace voltear a mirarlo.

—¿A dónde?

—¿No tienes hambre? —pregunta ignorando el escándalo que está pasando detrás nuestro, con Petra incluido, persiguiendo a Hanji. ¿Qué me está insinuando? Me burlo de mí misma interiormente.

—Un poco, ¿tú? —. En sí, en estas horas de la madrugada me da mucha hambre, pero no suelo comer mucho porque dejo un desastre la cocina. Sin embargo, si Levi Ackerman me invita a comer a estas horas, debo decir que a todo. Ya estoy pensándolo mucho.

—Nada. Pero, mientras tú y los demás dormían en el auto, Mike propuso ir a comer algo cuando lleguemos —me río cuando menciona eso. Ah, no puede ser ¿Me habré visto bien durmiendo? Petra suele decirme que tengo comportamientos raros al dormir, o por lo menos los tuve cuando estaba en secundaria. El pelinegro saca su billetera, la cual guardaba hasta hace un momento en uno de los bolsillos de su abrigo —. Así que, ¿vienes? De igual manera, si estás muy cansada te llevo a tu casa.

—No le puedo decir que no a la comida —digo mientras lo veo a los ojos —. Aunque creo que Petra me mencionó en la cabaña que tiene algo que hacer más tarde. Voy a preguntarle.

Sus ojos dejan de verme. Parece divertirse con lo primero que dije, el ambiente que se forma entre ambos es por mucho, muy diferente. Sonrío. Ambos caminamos hacia los demás.

—¡Tengo hambre! ¡Vamos al KFC! —. Nanaba lloriquea mientras se sujeta a la gran casaca de su novio. Petra sostiene mi mochila y me apresuro en ir a su lado para tomarla.

—¿Está abierto a estas horas?

La de cabellos naranjas parecía sorprendida. Nanaba le explica que el local que está más próximo a nosotros siempre abre por la madrugada.

—Sí, ¿vienes? —pregunta mientras entrelaza su brazo con ella. Petra sonríe, pero luego suspira

—No puedo. Hoy a las ocho voy a salir con mi familia, además que me muero de sueño —dice Petra. Hanji asiente mientras se acerca.

—Yo tampoco puedo, ya sabes Nanaba, tengo que salir a las diez y quiero dormir otro poco —. La castaña de lentes sonríe mientras estira los brazos y todos escuchábamos sus huesos —. ¿Vamos por ahí, Petra? De paso conocemos dónde es el nuevo apartamento que compartes con ______, no es justo que solo el enano lo sepa.

Hanji pone una mueca de molestia fingida y yo comienzo a reír. Levi mira a la de lentes, voltea los ojos y se gira a hablar con Mike.

—¿"Conocemos"? —repite Petra un tanto confundida.

—Moblit viene también con nosotras, su casa queda cerca a la mía, además necesitamos a un hombre protegiéndonos —el tono bromista de su voz la delata —. Aunque, sabes, si alguien intenta algo conmigo, me defenderé a puño limpio, no por nada me metieron a estudiar defensa personal durante mi adolescencia.

El chico de cabellos castaños asiente con la vista pegada a su celular en mano. Me siento más aliviada al ver que Hanji y Moblit acompañarán a Petra de regreso a casa.

—¡Agh, chicos, vamos!

Me despido de Petra con una seña con la mano y ella gira a verme con esa miradita de niña buena, batiendo mucho las pestañas mientras me señala a mí y a Levi, aprovechando que Levi solo estaba concentrado en su conversación con Mike y Nanaba. Yo comienzo a señalarla a ella también. Por otro lado, Erwin va a quedarse a dormir en su casa, pues más tarde estudiará en la universidad y él no ha descansado bien en el auto debido a que al parecer se turnó con Mike para conducir.

Nanaba se acerca a mí, mientras atrás nuestro iban Mike y Levi. Solo los cuatro nos dirigimos al establecimiento de comida rápida para saciar el hambre por el término del viaje. Caminamos con nuestras mochilas en la calle vacía entre algunas risas. El local quedaba a otras pocas cuadras de la casa del rubio.

—Ya puedo saborearlo.

Las frases que dice la rubia cada segundo me causan risa y aumentan mi hambre. Ella toma mi brazo mientras me apega a ella. Nanaba prende su celular, busca la galería ante mi mirada atenta y luego parece aguantar una carcajada. Me muestra su celular más de cerca y observo en la pantalla una foto: Hanji con una cara extremadamente feliz abrazando a Levi mientras ambos estaban recostados juntos en un sillón, el pelinegro en la foto tiene una expresión de enojo. Mi mano se coloca sobre mis labios, ¡pero qué expresión más graciosa!

Miro a Nanaba mientras ella da miradas discretas hacia atrás para asegurarse que nadie este viendo. Vuelve hacia mí y desliza hacia otra imagen; esta vez, está la mitad del rostro de ella, con los ojos entreabiertos y atrás se puede visualizar a Mike con mascarilla de pepino y Levi con mueca de asco aplicándole a Erwin algún tipo de crema humectante en el rostro.

Esta vez no aguanto y me río muy fuerte junto con la rubia, mientras nos codeamos, abrazamos y sentimos que nos falta el aire mientras caminamos a tropezones.

—¡Y hay más! —dice entre risas ahogadas. Llegamos al interior del local y nos sentamos en una de las sillas acolchadas, cercana a la mesa para cuatro. Mike se fue a ordenar y Levi va con él. Volteo a ver a Nanaba mientras saco mi billetera del bolsillo de mis shorts.

—No te preocupes, _______. Lo pagamos los tres —dice con una sonrisa, aludiendo a Mike, Levi y sí misma. —Mejor dicho, solo ellos dos. Me lo deben.

No dije algo más al respecto, ya que así ella lo quiere. Miro el ambiente, estaría completamente vacío si no fuera por la presencia de una pareja y un hombre.

Mientras los chicos tardaban un poco, ambas nos pusimos de acuerdo para ir al baño y lavar nuestra cara de querer dormir hasta las tres de la tarde. Ella se mete a un cubículo mientras yo lavo mis manos observándome en el espejo. Nanaba sale, se retoca un poco el rubor y después de un pequeño rato regresamos.

—Guau, tres y media. Buena hora para comer —. La rubia se pega a mí para tomarnos una foto, alza su celular mientras mostraba una sonrisa. Sonrío también, no suelo ser tan fotogénica, pero al menos lo intento. Ella toma foto también a los dos chicos.

Nos sentamos como estábamos inicialmente y seguimos charlando.

—Pollo, pollo, pollo —comienza a repetir en voz baja y yo le sigo el juego. Al final, ambos chicos regresan y se sientan frente nuestro con bebidas y pollo frito.

—Me dijeron que eligiera entre puré o ensalada de repollo individual, iba a elegir el puré, pero viendo el hambre que tienes y lo mucho que te gustan las ensaladas...

Mike es realmente muy adorable. Nanaba se maravilla.

—¡Lo voy a disfrutar como no te lo imaginas!

Está buenísimo, pensé mientras probaba un poco, O solo es que se siente bien comer a esta hora. Entre todos comimos las ocho piezas de pollo y algunas papas fritas. Cabe decir que estoy comiendo con una calma inimaginable, pues Nanaba molesta con cada cosa a Levi y las ganas de reír son muchas. En un momento, mientras comemos, ella señala a Levi con una pieza de pollo tras acordarse de algo del pasado, cuando él no le ayudó a llevar algunos instrumentos médicos en venganza por haberle hecho preguntas vergonzosas en el juego de la botella y ella tuvo que cargar todo sola porque Mike no había asistido ese día.

Cuando terminamos, voy al baño nuevamente con Nanaba. Al regresar, ellos están esperando fuera. El Zacharias guarda su celular.

—Nanaba, pedí un taxi por aplicativo.

Ella asiente mientras acomoda su mochila en su hombro.

—Voy a pedir uno más para _______.

—Oh, eso estaría bien para mí, mi celular esta bajísimo en batería —. Mi rostro se calienta un poco.

—Que va, yo te llevo.

El Ackerman habla mientras me echaba un leve vistazo.

—Que galán —. La de cabellos cortos se expresa tras lo dicho por Levi, de forma burlona. Trato de no sonrojarme por lo que dijeron ambos, pero fracaso. Menos mal que fuera del lugar hay poca luz y dudo que se note.

—Lo que sucede es que ustedes irán en pareja, pero van a dejar a _____ ir sola en un taxi que...

—Si, claro, como tú digas y Hanji no es miope. Haré como que te creo.

Mike carcajea un rato. Levi enarca una ceja.

—Gracias. —digo aguantando una risa. Nanaba me mata con cada cosa que le responde al pelinegro, ella aprovecha cada oportunidad para burlarse un poco de él. Levi suspira cansado.

El taxi negro llega y me despido de Nanaba con un beso en la mejilla. No acostumbro a hacer eso, pero ella hace lo mismo, así que me toca seguir. Mike dice un "cuídense, los veo mañana." antes de subirse. Tan amable como siempre.

—¡Te voy a mandar las fotos cuando llegue a casa! —grita la más alta, yo asiento de forma cómplice mientras abrigo mis manos en los bolsillos.

Una vez que se van, camino con Levi hasta la entrada de la casa de Erwin, donde ha dejado su auto aparcado. La caminata fue silenciosa y agradable. Mi estómago está saciado y no tengo muchas ganas de hablar. Una vez que estuvimos frente al auto, veo como saca las llaves e iba a abrir la puerta. Yo, por otro lado, tanteaba las posibilidades de ir al lado suyo en el auto.

No vacilo más y me subo como copiloto.
Él, como siempre, no se sorprende, es más me dice casi en un susurro "colócate el cinturón."

Lo hago mientras él enciende el carro y comienza a avanzar un poco lento. Abro más la ventanilla que tengo al lado. De un momento a otro, escucho música, mi vista se posa en la radio del auto. Me gusta la tonada, me parece haberla escuchado cuando estábamos divirtiéndonos en el lago. Sostuve mi vaso cubierto, tiene todavía la mitad de la bebida que no pude terminar en el local, así que la coloco con cuidado en un portavasos que tiene el auto entre ambos asientos. Miro por la ventana y la ventisca revuelve un poco mi cabello.

—Te vi dibujando en la cabaña —. Levi mira la autopista mientras solo tiene una mano puesta en el timón.

—Practicaba un poco. La libreta que me diste me sirvió de mucho allá —digo mientras abrazo mi mochila, la cual está encima mío. Junto mis piernas, tengo puesto un pantalón oscuro hasta la cintura. Él sube la música con su mano libre, me mira de reojo unos instantes, prestándome atención.

—Ya veo. Espero que mejores. —responde. El viento que entra por la ventana hace que sus cabellos se vayan hacia atrás y muestre un poco de frente.

—Cuando termine esos dibujos, te los mostraré —. Termino por decir, usando casi la misma respuesta que él me dijo antes. Veo la hora en la pantallita de la radio, las cuatro y quince se muestran allí. Vaya qué rápido pasa el tiempo, me dije.

—Bien, bien...—. El tono dulce que usa me hace sonreír —. Eso mismo me dijo alguna vez mi hermana.

—¿Hermana? —pregunto con curiosidad, al parecer podría contarme algo, he quedado con muchas ganas de saber algo al respecto tras ver las fotografías en la cabaña.

—Sí —responde mientras yo puedo visualizar los apartamentos y entre ellos, el mío. Abro la boca, dispuesta a preguntar discretamente algo respecto al tema, pero él me interrumpe sin saberlo—. Se llamaba Mikasa.

Me detuve de preguntar algo más al escucharle decir llamaba. Me embargo un sentimiento muy incómodo, quiero saber, pero a la vez no. Permanezco en silencio tras escucharle.

—Mikasa, su nombre es...

—Japonés, sí. A mi madre le encantaba el nombre. Yo nunca lo entendí. Hasta ahora, no lo sabré nunca.

A pesar de que su voz no me da indicios de nada, lo melancólico se refleja al ver su perfil evitando mi mirada. La música en alto volumen, sus cabellos meciéndose con el viento, de repente dejan de hacerlo. Hemos llegado.

Giro a verlo otra vez, aún con el cinturón puesto y él no dice algo mientras parece buscar algo entre los compartimentos del auto. La música de la emisora cambia a una nueva y, por mi parte, no quiero salir del auto hasta que esa canción acabase porque es justo la canción que más reproduzco en la última semana. No quiero salir. Recuerdo las fotos de la cabaña y recuerdo sus pinturas. Y vuelvo a las fotos nuevamente y otra vez, a los óleos y acuarelas tristes. Un nudo pequeño se forma en mi garganta al darme cuenta de una realidad dolorosa.

Las mujeres hermosas. Sí, algunas de las mujeres hermosas pintadas no son nadie más que su hermana y su madre. Mi ceño se frunce un poco, lo veo de reojo, tiene los ojos cerrados, disfrutando de la música que sale por ese canal de radio de madrugada, Fire for You de Cannons está próxima de llegar al coro. La belleza triste de sus cuadros, los trazos continuos, el cómo remarcaba los ojos y yo suelo preguntarme qué tanto las ha observado para saber qué es lo que ellas dicen con la mirada. La pincelada delicada en los labios, las miradas tristes, ninguna mueca feliz. La pasión que muestra al hacerlo, cómo pasa su tiempo remarcando la finura de sus rostros. Tomo un poco de aire.

Tiene un punto, el ambiente entre los dos no es el mismo que antes. Es muy diferente, siento que comprendo más de él y que él es quien está permitiendo ello, no sé si a consciencia o no. Pero lo hace. Mis labios se aprietan y no pude retenerlo más, mi corazón no se alivia. Una ráfaga de viento entra por la ventana.

—...Eres tan genial.

No creo poder dejar de querer a Levi Ackerman algún día. Sigue rompiéndome el corazón, haciendo nada, lo que me confunde. Me río, la voz mía suena en un tono bajo mientras abrazo mi mochila, ocultando medio rostro.

Siento cómo me observa.

I was on fire for you.

Pero no puedo voltear a verlo.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

⊰ 𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑! ⊱

el verdadero "¡Dijo el titulo!"

lo prometido es deuda

nos leemos el martes <3

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