𝟏𝟔 | 𝐄𝐋 𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 𝐩𝐭 𝟑
❝ el viaje; tercera parte ❞
Peino el cabello desordenado de Hanji, mientras ambas esperamos a que se calme el ambiente.
Petra está algo frustrada. Se dispuso hace unos momentos a sacar a Nanaba de la habitación, y ella, por su parte, no quiere salir. Así que ahora solo se encuentra mirándola mientras mantiene las manos en las caderas. Escogimos dónde dormiríamos al caer la noche; la única disconforme es la rubia de cabellos cortos, pues quiere la cama grande, que está bajo las armas.
Pero esa cama es mía ahora.
No tengo problema alguno si Nanaba la quiere, pero Petra tiene otra opinión al respecto.
—Duerme con Mike, no hay ningún problema ¿verdad?
—¡Claro que ese no es el problema! ¡El problema es que dormiré cerca de donde va a dormir Hanji! —. Nanaba se apega más a la cama, abrazándose a las mochilas vacías que se encontraban encima de esta. Mi amiga de cabellos naranjas se queda boquiabierta, mientras echa un vistazo a la de lentes quien miraba sus uñas con restos de esmalte, ajena a la conversación por el momento.
—¡¿Qué tiene Hanji?!
Hanji se movió un poco brusco a mirar a Nanaba, asustándome en el proceso, pues como mencioné antes, yo estoy peinándola.
—¡Si! ¡¿Yo qué?! —pregunta casi escupiendo las palabras.
—¡Eres sonámbula! —grita Nanaba señalándola dramáticamente mientras se para encima de la cama, dejando su celular al lado. Hanji se asemeja a un gatito regañado.
—¡Eso no es cierto!
Veo a Moblit, quien está en el marco de la puerta, desde hace un rato, observando todo el suceso algo asustado. En un momento su mirada choca con la mía, él sigue confundido por la "pelea" de ambas. Yo solo alcé los hombros, en señal de que no tengo ni idea de cómo iba a terminar aquello. Berner ríe.
Al reírse, se convierte en el centro de atención de las demás miradas femeninas, que, hasta este momento, no se habían percatado de su presencia.
—¡Moblit! ¡Dile a Nanaba que yo no camino dormida! —suplica la castaña, buscando sus lentes en la mesa —. Gracias por peinarme—me dice, seguido de una sonrisa, para luego levantarse del suelo, e ir hacia Moblit.
Al parecer él se puso nervioso ante el solo acercamiento de Hanji y eso es muy gracioso para mí. Hanji suele romper los espacios personales, aunque no molesta en absoluto. Camino hacia Petra quien ve la situación algo cansada y apoyaba su cuerpo hacia atrás, sobre el armario, con una media sonrisa en la cara. Imito su acción, palmeándole el hombro y prendiendo su celular que estaba apagado.
—Moblit no me puede contradecir, porque él lo vio.
—Sí, yo lo vi ¡Con mis propios ojitos! — Berner lo confirma, aunque se notaba por el temblor de su voz que quiere reírse de nuevo. Además, con el tono sarcástico no podía tomármelo en serio.
—¡Se han aliado para difamarme!
Mientras tanto, Petra parece estar conteniendo las ganas de hacer algo al respecto, pues se suponía que después de que Nanaba dejara la habitación y yo haya terminado de peinar a la chica de lentes; íbamos a bajar, otra vez, para ayudar en lo que se pueda en la cocina, donde estaban Erwin y Mike. Suena divertido. Ahora que lo pienso mejor, quizá Moblit subió para avisarnos y se quedó entretenido por la mini pelea.
—Voy a avisar —. Petra me mira en lo que toma su celular
—Hazlo, y luego bajamos corriendo —contesto. Cambiar de tema será lo mejor
—¡Vayamos a ayudar a Erwin y Mike!
—Cierto. ¡Tengo un hambre!... Podría comerme cinco platos de comida —Hanji prestó bastante atención a lo que dijo Petra, casi olvidándose de que hace unos segundos iba a empezar a tirarse al suelo con Nanaba para defender que no tiene sonambulismo
—Más vale ayudar, porque seguro en algún próximo viaje juntos nos lo van a sacar en cara.
Hanji agarra el brazo de Moblit y lo lleva consigo, aunque este está casi temblando y es un desastre con su rostro algo sonrojado. Cuando veo aquello, parpadeo muchas veces, como si no me lo creyera. Vuelvo a mirar a mi amiga y ella también observa la escena, aunque entrecerraba los ojos, como sospechando algo. No obstante, sigue bajando los escalones con cierto apuro.
—¡Ah! ¡_______! —. La voz de Nanaba a mi izquierda me hizo voltear cuando ya habíamos llegado al primer piso, las tres nos detuvimos en el pasillo para charlar un poco.
—Si es otro trato para negociar acerca de la cama, no lo voy a escuchar... —le bromeo.
—¿La cama? ¡No, no, no! Te quiero preguntar si has traído repelente de mosquitos... ¡Están que me picotean las piernas desde que llegamos! Además, la cocina tiene una ventana al lado del comedor y no quiero ni imaginar lo que pasará
Dudo, no recordaba haber traído alguno... ¿O sí? Quizá Petra...
—Oh, si lo tiene. Hanji lo sacó, creo que está en la mesa de la cocina —. Petra contesta por mí, debido a que yo permanecía hasta ese momento, callada. Sonrío, afirmando con la cabeza.
—Puedes usarlo, no hay problema.
—¡Gracias! ¡Vamos, entonces!
Cuando llegamos a la cocina, la castaña ya está allí riendo muy fuerte con Erwin. Hanji sujeta su abdomen y se hinca de la risa. Nanaba, quien comienza a reír también, se acerca temblando a ellos. Algo peculiar de Erwin Smith, es que su risa es altamente contagiosa y muy ruidosa. De hecho, es algo que ya se conoce en el campus, pues apenas y se escuchaba un poquito, puedes oír a algunos decir "Ah, Erwin se está riendo". Petra suele decir eso y después comenzar con unas leves carcajadas. Hanji, por lo general, ríe y grita en el proceso; Nanaba tiene una risa más coqueta y elegante, aunque ciertas veces es algo más traviesa. Mike, bueno, él asusta un poco al carcajear, porque es raro en él. Él es más de sonrisas tranquilas. Moblit, él sí suele reír a menudo, más por nerviosismo que por otra cosa.
Y Levi...
Lo vi sonreír aquel día, aunque fueron solo unos muy, muy cortos segundos. Lo suficientes como para que queden grabados en mí. No sé si sus amigos lo han escuchado carcajear o si permanece un buen rato sonriente con ellos.
Por mi parte, no le he escuchado.
Y justo ahora, mi mirada se posa en él. Tiene puesto una camiseta de color gris y observa con desagrado a los chicos que están riendo demasiado. A mi parecer, lleva ahí, junto con Erwin, desde que las chicas estuvimos en las habitaciones. Mantiene los brazos cruzados y un suspiro escapó de sus labios para proceder a hablar:
—¿Qué es lo gracioso?
Mike, que estaba sentado, con un cuchillo en mano frente a la tabla de madera y un par de tomates, no aguanta la risa.
Ni yo, ni Petra teníamos idea de lo que sucedía.
—¡Levi, no deberías estar aquí, eres un peligro para esta cocina! —habló Hanji en un hilillo de voz —¡Va a ser como la vez pasada!
—Es su casa, puede hacer lo que le plazca —dice Moblit mientras retrocede hasta estar cerca de Petra—. Pero, en verdad preferiría que no—murmura hacia nosotras.
—Eso es solo si van a prender alguna hornilla.
La voz calma de Levi es algo curiosa a pesar de tener el ceño fruncido, denota que quizá ya está acostumbrado a eso.
—Y eso lo haremos nosotros. No queremos comer algo quemado.
El ambiente poco a poco se despoja de las risas infantiles que no creí escuchar en ellos y Hanji se seca algunas lágrimas se ocasionaron gracias a su carcajada. Me acerco a Mike para ayudar un poco mientras veo sonriente a Nanaba quien gritaba "¡Se han reído como locos, han espantado a Petra!" Y es que Petra no tiene siquiera una expresión, ha quedado pasmada y Moblit le palmea el hombro diciendo "Esto pasa casi todos los días" y ella trata de asimilarlo.
—Yo puedo cortar los tomates... Pero, eh ¿Qué van a hacer?
—Pizza —contesta Mike mientras empuja levemente la tabla de picar y yo tomo los tomates y el cuchillo que antes tenía en mano.
—¿O un intento?
—O un intento. La verdad solemos comprarla antes del viaje, una para hornear aquí, pero no había ni una sola. Así que...
Y señala con la cabeza la masa precocida que se encuentra ya en forma circular.
—Yo unto la pasta de tomate —. Petra se acerca.
—Espera. ¿Pasta de tomate? ¿Encima de eso van a agregar las rodajas de tomate? —pregunto algo confusa.
—No. El tomate en rodajas es para la ensalada de Nanaba —dice Mike con una minúscula sonrisa.
Sonrío de vuelta y ayudo a Mike en eso, mientras los demás preparan la pizza.
—Levi, pásame la sal, porfa.
—Está sobre...—Le escucho decir a Nanaba mientras yo enciendo el pequeño horno, casi al lado suyo —. Eso no es gracioso —sentencia Levi finalmente.
Volteo a verlo, y mira fríamente a la rubia quien tiene la mano extendida, sin mirarlo, pues espera a que Levi le entregue el tarro de sal.
—¡Pero, la sal está en...! —. Nanaba se calla de repente al ver dónde se encuentra la sal.
—Como dije, no es gracioso.
—¡Lo siento! —. Ríe la rubia mientras tapa, con ambas manos, su boca e iba ella sola a alcanzar el dichoso frasco que contiene sal y que se encuentra...
Se encuentra en una encimera, muy alta.
Levi se queda refunfuñando y yo río en voz baja mientras veo el horno encenderse y Erwin coloca el intento de pizza dentro, que ahora tenía menos forma circular debido a Moblit y Hanji— ambos querían una pizza cuadrada—. Al final terminó algo amorfa y así se va a cocinar.
—Abre las galletas con chispas de chocolate, para comer mientras espero—. Petra se dirige a Hanji mientras ambas se sientan cerca a la mesa y Levi limpia el desastre.
El pelinegro abre el paquete de galletas antes de que Hanji pudiese agarrarlo, ya que él está más cerca, y se lo pasa a Petra sin decir nada. Ella se sorprende, al igual que yo, y recibió sin más que decir. La de lentes ni se inmuta, sigue con un abanico de plástico haciéndose aire.
—¡Dios, son las seis de la tarde! —. Nanaba exclama al ver su celular— ¿No habíamos llegado a las dos?
—Sí. Pero hasta desempacar, arreglar algunas cosas, esperar a que termines de bañarte, bueno, a que todos terminen de bañarse... Ah, y el momento en que terminamos decidiendo, tras una hora de debate, quién iba a dormir en las diferentes habitaciones... Pues sí, se nos pasó el tiempo en eso —. La de cabellos naranjas se coloca nuevamente los ganchos en sus hebras pues estos ya se estaban aflojando.
La rubia come un poco de su ensalada y yo robo de su plato algunos tomates cortados para meterlos en mi boca. Y ella simplemente me extendió otro tenedor para comer juntas.
—De igual modo, siempre el primer día, es para organizarnos y descansar por holgazanes. Mañana por la tarde iremos a acampar cerca del lago... ¡Van a ser tres días muy largos!
Moblit estira los brazos. Hasta hace unos segundos me pareció raro no ver a Erwin, pero acabo de notar que está durmiendo en el sillón. Prendo mi teléfono al escuchar el sonido algo chillón de este. He olvidado colocarlo en vibrador.
Ah, tal parece que recién llegan algunos mensajes. La señal es muy mala por aquí. Tampoco hay internet fijo.
Todos los mensajes, que debieron llegarme alrededor de las diez de la mañana, eran del mismo tema de "¡Hola! ¿Ya saliste? Espero que llegues bien". Le he comentado a Farlan sobre ello, así que sonreía tras ver sus mensajes. No puedo contestarlos por el momento.
—¡Erwin, despierta! —. Moblit se lanza de espaldas encima del rubio, quien suelta un quejido tras sentir el peso y golpe del castaño.
—¡Agh! ¿Qué? Espera... ¡¿En qué momento me dormí?!
Ya podía oler la pizza y solo eso me da incluso más hambre. Petra me mete una galleta en la boca, a la par que se arrodilla frente al horno para echar un vistazo. Luego se pone de pie y se queda al lado de la mesa.
Iba a abrir el horno yo al percatarme que la pizza está lista, pero Levi me agarra la mano antes y Petra me queda mirando coqueta antes de dar una vuelta y decir "Voy al baño" ante la mirada confusa del pelinegro hacia ella.
—Está caliente, te vas a quemar si lo tocas directamente.
Levi me habla. Por un momento, lo he olvidado. En mi casa, la manija esta revestida con goma para no quemarnos tanto y yo suelo abrir el horno sin guantes por ello. Él suelta mi mano.
Ya reunidos en la mesa, con la pizza, comida poco saludable y la soda, comenzamos a comer. La verdad, sin almuerzo y casi sin desayuno—digo "casi" pues en el auto, cuando estuvo estacionado, compramos en una tienda del camino algunos sándwiches—. El hambre ataca.
—Hay unas películas antiguas pero buenísimas.
—Traje el reproductor DVD de la vez pasada, con ello bastará, creo —. Mike habla mientras abre una de las mochilas.
—Después de esto vamos a explorar en el bosque, las dos solas —. Petra me susurra en un tono divertido mientras se roba otro pedazo de la, denominada por Moblit, pizza amorfa.
Yo sonrío en complicidad.
Pero Hanji, Moblit, Nanaba, Mike y Erwin también sonríen de igual manera, en efecto, escucharon todo lo que dijo mi amiga. Debería decirle a Petra que no es buena susurrando. Ahora, todos vamos a hacer un paseo nocturno.
Camino hacia el baño de la casa, que está al lado de la cocina, para lavarme los dientes. El baño es pequeño, pero cabe lo suficiente para una estrecha ducha decorada con mosaicos. Nanaba me contó hace una hora que el baño del segundo piso—el que más vamos a usar—es más grande y espacioso. Aunque, este de aquí ya es bastante lindo. Lavo mis manos al terminar y luego apago la luz al salir.
Me gustaría quedarme aquí un buen tiempo.
—Ahh, Levi se está tardando —. Erwin revisa un cajón cerca al televisor, él ya ha terminado de comer y está buscando un par de linternas para colocar las baterías nuevas —. Nanaba, ve a llamarlo, por favor.
Me siento con los demás en la mesa mientras estos ríen contando algunas cosas que sucedieron en la universidad y celebran el haberse quitado la semana de exámenes de encima.
—No. Me da miedo, ve tú Petra —. La rubia ve con un poco de temor las escaleras oscuras.
—¡Ah, no, no, no! ¡También me da miedo! —. Fingió Petra de forma notoria para mí, mientras me daba leves codazos por debajo de la mesa, lo que me da a entender qué es lo que realmente quiere, pero no digo nada por pena.
—¡Te prendo la luz del pasillo y vas! —insiste Nanaba.
—¡No! ¡________, tú me debes un favor, ve por mí! —dice Petra tomando mi brazo.
Estaba a punto de decir "Pero si eres tú quien me debe como cinco favores". Sin embargo, siento el pellizco en mi brazo y exclamo un "Auch"
—Está bien. Voy.
Me levanto de la silla, otra vez, y camino hacia las escaleras. Volteo a ver a Petra, quien mantiene el pulgar arriba mientras los demás no ven. Avergonzándome un poco, subo los escalones con algo de queja, pero a la vez alabando mi suerte. Enciendo el interruptor de luz que se encontraba pegado a la pared cerca al sexto escalón más o menos.
—¿Levi? —llamo al llegar al segundo piso—. Levi.
Enciendo la luz de ese pasillo y veo una de las puertas abierta con la luz encendida, aunque esta es muy baja y no es tan notoria
—Por aquí —. Escucho su voz y apresuro el paso a esa habitación, la que Petra y yo vamos a compartir al dormir.
Al llegar a la puerta, observo su espalda, él revisa algunas cosas mientras está de cuclillas. Me mira de reojo, y yo no tuve más opción que avisarle:
—Levi, Erwin te está llamando. Dice que te tardas mucho.
Camino unos cuantos pasos más cerca.
—Ese cejón...
Río tras su comentario. Me arrodillo no tan cerca de él, pero a su lado.
—¿Qué es lo que buscas? —pregunto en voz baja.
—Una linterna —responde, también en voz baja, sin verme, abriendo los cajones que habían debajo de la cama. Pude ver algunos cuadernos y tubos de pinturas usados.
Después, recuerdo que el Smith trae dos linternas.
—Oh, pero Erwin tiene dos de ellas, eran azules ¿Esas buscas? —me acerco un poco tras verlo sacar una libreta.
—¿En serio?
Él gira su cabeza para verme, tan rápido que su rostro queda demasiado cerca al mío. Sus ojos azules, tan oscuros, puedo verlos ahora claramente y me comienza a abrumar esa sensación maravillosa que hace que mi rostro arda. Ambos nos alejamos al mismo tiempo tras darnos cuenta de aquella peligrosa cercanía. Levi Ackerman permanece callado por unos minutos.
—Perdón —. Se disculpa mientras sigue viendo con normal tranquilidad el siguiente cajón.
—¡No importa! —contesto casi en un balbuceo.
Los nervios comienzan a matarme lentamente y la pena me invade.
Él estuvo muy cerca. Desvío mi mirada hacia la lámpara al lado mío mientras termino por sentarme en el suelo.
—Tú vas a dormir aquí, ¿verdad?
Sus ojos se fijan en mí, a lo que yo contesto mirando los cuadros.
—Sí. Aunque Nanaba nos hizo un lío por ello... Cierto ¿Dónde dormirás tú?
—Creí que ya tenías una idea, después de todo, la cabaña es de mi familia —responde, voltea la mirada, como si quisiera esconder algo, quizá un destello de sonrisa, aunque eso es imposible.
—Oh, hice una pregunta algo tonta—me río de mí misma—. Entonces... ¿Tu habitación es la de al lado?
Él no responde, pues se acerca más a mí, a revisar el otro cajón que queda cerca a mis rodillas y tras abrirlo, encuentra una linterna grande, que me recordaba a las expediciones en las películas.
—Sí. Justo al lado...
Me pasa la libreta que antes había sacado y desempolvado. La sostengo con una sonrisa, pues la verdad me carcome la curiosidad de saber qué es lo que contiene.
—Ábrela, son mis primeros intentos de dibujo. Puedes verlos, antes solía escribir al lado algunas cosas en que debía mejorar y qué hice para lograrlo—. Me señala, tras abrir la primera página. Un dibujo de un colibrí a medio sombrear es lo primero que veo —. ¿Ves? Por ejemplo, allí me faltaba delinear más las plumas y...
—La forma en que captaste los ojos del colibrí es muy bonita...
Cuando me di cuenta que lo había interrumpido tras mi murmullo incoherente, y eso que me encanta que hable más, me callé.
—Supongo que aquel día me esmeré en esa parte.
Sonrío cuando lo veo desviar la mirada.
El llamado de Erwin hizo que nos levantáramos del suelo, recordando que debemos apresurarnos.
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
⊰ 𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑! ⊱
Después de un largo tiempo, un nuevo capítulo. Lamento demorar bastante, estuve alejada de wattpad por razones personales </3
Espero de todo corazón que les haya gustado. Esta sección de "El viaje" cuenta con 5 partes y me encuentro en la última semana de mi ciclo de u para tener vacaciones ♡ Pasen bonitas fiestas, feliz noche buena !!
nos leemos en el próximo sábado.
Estaré activa por insta si quieren pasar por ahí (mi usuario es el mismo) y voy a estar publicando en una 2da cuenta de wttpd algunos escritos y contenido original (no fics)
¡Muchas gracias!
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