Jungkook había subido al auto yendo hacia la empresa junto a Edah. Después de aquel incómodo momento y que la castaña tuviera que decir la verdad sobre aquella relación para no sufrir más palabras denigrantes a su persona, Jeon tuvo que aclarar las cosas con su madre, pues no le había agradado la forma en que trató a su "prometida".

Así que Miyeon decidió que era mejor que realizaran una fiesta de compromiso haciéndole ver a los demás que su hijo realmente iba enserio con Edah, aunque todo era una farsa para tener de vuelta a aquella rubia.

Al llegar a la empresa, Jungkook se detuvo en la entrada, lo que dejó desconcertada a la castaña.

—¿Qué sucede, por qué te detienes?—preguntó, mientras el pelinegro sacaba su black card para dársela a lo que ella dudó un poco en aceptarla.

—Si vamos a casarnos, necesitas un anillo de compromiso donde se demuestre que serás mi futura esposa.—exclamó orgulloso y con un toque de egocentrismo en sus palabras.

—Cómo si fuese lo más importante de mi vida.—murmuró la castaña, con una molestia inquebrantable.

Jungkook la miró por unos minutos, intentando intimidarla con la mirada, aunque fue todo lo contrario al ver esos orbes marrones que sentía podía perderse en ellos y no le desagradaba en absoluto. Movió su cabeza, negando los pensamientos intrusivos que quería jugar con su mente.

—¿Iremos juntos?—preguntó, pero Jungkook negó, por lo que resopló hacia la actitud desinteresada de este.

—El PIN es 0197, hay una joyería cerca de aquí, escoge el que más te guste y sea muy llamativo, quiero que el anillo sea reluciente en tu mano.

Edah lo miraba divertida, lo que él pedía era todo lo contrario a lo que ella misma quería. Lo que más añoraba era terminar aquel contrato, además que se encargaría de buscar el anillo más pequeño y menos visible para los demás.

—De acuerdo, nos vemos en un rato.

—Ve con cuidado.

—Si claro, no se precupe señor Jeon.

Ella se despidió y salió de la empresa para ir de inmediato a comprar el dichoso anillo, aunque solo le retrasaba de su hora laboral, sintiéndose de mal humor.

[...]

Edah llegó al lugar donde compraría el anillo, era un lugar lujoso, además que en cuanto el dueño la vió le atendió amablemente, lo que la dejó demasiado sorprendida. 

—Buenos días señorita, ¿en qué podemos ayudarle?—preguntó el dueño del lugar.

—Necesito un anillo de compromiso.

El señor asintió, pero esperaba verla con su su futuro marido pero lamentablemente solo venía a ella a comprarlo, algo que le pareció demasiado descortés.

—¿Su novio no viene con usted? —preguntó, esperando no sonar entrometido.

—No, me mandó a comprarlo por mi cuenta. —respondió desinteresada.

—Entiendo... —mención el señor, para después indicarle donde estaban los anillos de diferentes modelos. — Como puede ver, tengo una variedad de anillos que son de 18 quilates,  agregando el diamante que quiera.

El señor Damon le mostró la caja dónde se mostraban diversos anillos de compromiso grandes y bellos, pero a ella no le agradaba la idea de portar algo como eso, aunque si fuera en otro contexto, estaría feliz de portar una joya que le hiciera saber a la gente que era la mujer más feliz del mundo.

—En realidad, quisiera un anillo demasiado pequeño, nada llamativo y con una diamante pequeño que sea imposible de ver.

Aquel señor quedó sorprendido por los gustos de la mujer, pero le pareció adorable que no fuese una chica materialista.

—¡Claro que si! , enseguida se lo muestro.

El señor de canas fue por las demás nuestras y una vez teniéndolas en sus manos, fue directamente a mostrarselo a la joven que movía su pie con nerviosismo.

—Mire... —colocó la caja donde se veían los anillos pequeños al gusto que ella le había mencionado. — esos son los anillos más pequeños que tenemos, son de 9 kilates y el diamante es pequeño que no se alcanza ver a simple vista.

Edah tomó el anillo cuando el dueño se lo extendió, lo midió en su dedo anular y quedó perfectamente a su medida así que sonrió complacida.

El anillo era sencillo pero hermoso, aunque el diamante no lucia demasiado por lo pequeño que era, como si fuera un simple accesorio que se usaría solo en una noche.

—¡Este es perfecto! —exclamó emocionada. —Me llevaré este.

Damon la miró incrédulo, esperando que fuera una broma, pero al verla tan segura no replicó y aceptó el pedido.

—¿Me permite su tarjeta o será en efectivo? —preguntó.

—Será en tarjeta, aquí tiene.—extendió la tarjeta y el señor lo tomó gustoso.

A decir verdad, se le hacía asombroso que una mujer tan linda como ella escogiera algo diminutivo lo cual le fascinó.

—¿Puede anotar la clave? —la castaña asintió. —Muchas gracias, eso sería todo, ¡que tenga buen día!

Aquel hombre le entregó la black card y se despidió amablemente de ella. Después de todo, no fue tan difícil conseguir una joya especialmente para su dedo anular y que diera la señal de su boda.

[...]

Los trabajadores de aquella empresa arquitectónica estaban alborotados por tanto trabajo, pues su jefe quería que todo estuviera perfecto, sin ninguna falla.

Jungkook traza algunos planos que funcionarían para el proyecto de su socio, pues este quería algo que dejara una impresión inigualable a su esposa, desde un jardín hasta el diseño del hogar.

—¡Necesito que todos estén enfocados en cada mínimo detalle de este hotel! —gritó a su equipo de trabajo, quienes asistieron levemente por las órdenes de su jefe. —Bien, entonces sigamos trabajando.

Estaba tan concentrado en tener los planos correctos y que Jimin organizara todo de manera correcta que no se dió cuenta de las horas como de la presencia de la fémina.

Podía verla desde su Oficina, ya que el diseño de este estaba dividido en cinco partes muy aparte de la puerta, algo que fue a su gusto y pudiera ver sin problema cada acción de sus empleados.

Es ahí que cuando decidió relajarse un poco, observó llegar a Edah, quien se mantenía concentrada en la computadora acompañada de Layla. Ambas estaban organizando las agendas de Jungkook, como la reunión con su socio y la construcción del nuevo proyecto.

—¡Edah, ven un momento a mi Oficina por favor! —gritó el pelinegro, teniendo la atención de todos sus trabajadores en él, aunque al percatarse de la mirada acusatoria de este, optaron por enfocarse en su trabajo.

—Está bien, ve, no queremos que enfurezca más y en verdad se convierta en un robot para destruirnos a todos. —exclamó divertida aquella pelinegra, pues Edah aún no quería alejarse al ver que requería detalles aquella agenda.

—De acuerdo, cualquier cosa, avísame Layla. —mencionó con una sonrisa.

—No se preocupe señorita Edah.

Aquella chica asintió y fue directamente a la Oficina de Jungkook, quien se veía totalmente concentrado en aquellos dibujos.

—¿Compraste el anillo? —cuestionó curioso.

—Así es, es pequeño, no gasté demasiado para que no reproches después y aparte que no deseo que sea tan llamativo para algo tan falso como esto.

Jungkook dejó de hacer lo que tenía en manos y volteó a verla confundido. Se levantó de su lugar y se acercó a ella, llevándose un golpe en su pecho debido a la cercanía.

—¿Puedes mostrarmelo?

—Claro.

El tatuado observó el anillo que había comprado y se sintió desilusionado como confundido al ver que no era tan grande, tampoco era muy visible desde la lejanía.

—¿Es enserio? —preguntó incrédulo.

—Dijiste que comprara uno, aquí está así que no veo razón del porqué la queja.

El pelinegro movió su cabeza de lado a lado, negando ante la terquedad de la chica, así que sin meditarlo más, tomó su mano y salieron de la Oficina.

—¡Layla!

—Dígame joven Jeon.

—Quiero que te encargues de mi Oficina y que le hagas saber a Jimin que termine los planos de mi parte, estaré afuera un largo rato.

Sin esperar respuesta, salió del lugar  consigo a la chica, quien no entendía su actitud tan de repente, pero al verlo hacer una llamada y que trajeran su auto supo que algo andaba mal.

—¿A dónde iremos? —preguntó con cierto temor.

—Solo sube al auto.

OTRO CAPÍTULO MÁS DE Y&M, LA PARTE QUE VIENE ES MI FAVORITA, HASTA LLORE EN ESA ESCENA, NOS LEEMOS MAÑANA.

CUÍDENSE MUCHO Y TOMEN AGÜITA, BESOS💋.

PD: ANDO RE FELIZ PORQUE MAÑANA ES EL EVENTO DE VICTORIA SECRET Y ESTARÁ ADRIANA LIMA 😻.