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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐎

Me encontraba camino a casa después de haberme encontrado con un amigo.

Ya eran vacaciones así que yo y mis padres nos iríamos de viaje, como cada año lo hacemos. Este año nuestro destino
era Corea del Sur, la patria de mi padre. Si, él era Coreano, por otro lado mi madre nació en Estados Unidos pero tiene sangre latina.

Ambos pertenecen a una familia millonaria, así que no hubo ningún problema con que se enamorarán, se casarán y tuvieran una hermosa hija. Futura heredera de la fortuna atrapada en el grupo Erin.

Erin es el nombre de una marca millonaria a nivel mundial, más que todo acá, en América. Mi padre junto a mi madre hicieron crecer este negocio, y ahora somos  una de las familias más reconocidas. Yo soy conocida como la princesa de América, soy una de las empresarias millonarias más jóvenes, tan solo con 17 años tengo más acciones en la empresa que los socios más confiados por mi padre.

Y no solo eso, también tengo mi marca de maquillaje. Claro que me respalda la marca Erin pero se podría decir que es mayormente mía. Ya que con mi propio dinero pude crearla.

Al ser millonaria, y tener una familia millonaria no significa que yo sea una persona que menosprecia a la gente de sociedad baja. Mis padres me criaron para respetar a cualquiera que se merezca mi respeto. Mis padres son humildes y caritativos, por lo tanto, yo también.

Se podría decir que soy muy afortunada al tener unos grandes padres. Aunque tengan sus errores siempre van a ser mi ejemplo a seguir como persona.

—¡Ya llegué mamá! —grité cerca de su estudio para que no se preocupara.

Luego fui a la cocina por un vaso de limonada, una de las mejores bebidas.

Al llegar vi a Mary, la sirvienta, aunque para mí es como mi nana. Ella me cuido desde bebé y aún lo hace. Su nieta, biológica, se llama Laura, su madre había muerto al darla a luz así que se vino a vivir acá con Mary.

Al acabar mi limonada subí a mi habitación. Debía decirle a mi amigo que me iría a Corea del Sur por las vacaciones.

No me respondía.

Bueno, se lo diré luego. Ahora a jugar un rato, amo los videojuegos. Me parecen muy entretenidos.

Luego de unas partidas bajé a cenar con mi familia.

—Hola mamá —fui hasta donde se encontraba ella y le di un beso en su mejilla— Hola papá —hice lo mismo.

—Hola cariño —respondieron unísono.

—El viaje lo haremos mañana ¿está bien? —dice mi padre.

—Creí que nos iríamos la próxima semana, porque tenías trabajo papá —dije un poco confundida.

—Logre librarme de todo eso, así que podemos adelantar el viaje.

—Genial! Gracias papá, entonces iré a alistar mis maletas —lo abracé—, Laura me ayudas porfavor —ella asintió. Y fuimos a mi cuarto.

Puse música, comenzamos a preparar todo. Ya era muy tarde así que decidimos ir a dormir. Ella se fue y yo me tumbé en mi cama, cansada, lo bueno era que ya sólo faltaba mis libros, nada más.

Estábamos ya en nuestro avión, nos dijeron que llegaríamos mañana casi en la madrugada a nuestro destino.

Ya que había tiempo me dispuse a leer, mientras que mis padres miraban una película muy pegados, como si de una pareja joven se tratará, como las parejas de las películas o de los libros que leo. Solo lo se por eso. No lo viví, si tuve una pareja pero no fue una de las mejores relaciones, era una tóxica.

Mis padres terminaron dormidos y la película ni siquiera iba en la mitad, son un chiste.

Iba en un capítulo triste de mi libro, antes de continuar fui por papel para limpiarme las lágrimas que en un futuro iban a caer. Yo me conozco bien, se que voy a terminar llorando.

Así sucedió. Yo estaba llorando, mis padres se despertaron.

—¿Qué pasa cariño? —me pregunta con su tono delicado y amable.

—Esque mamá...se murió...—apenas puedo decirle— Tori...se murió. Murió pensando que su hermano estaba muerto, cuando en realidad estaba vivo, solo que no se encontraba en la ciudad.

—¿Hablas de Tori? Esa Tori que hizo...

—Si mamá, ella —dije sin poder contener las lágrimas.

—No puede ser, debían encontrase, ellos...—y así mi mamá se unió a mi sufrimiento. Juntas lloramos por un momento, cuando le dijimos a mi padre la razón por la que nosotras estábamos en llanto nos dijo que nada de eso es real así que no importaba.

—¡Si importa! —le gritamos.

Después de esa discusión, cenamos y volvimos a nuestros asientos, mis padres volvieron a dormir. Mientras que yo me encontraba viendo una película.

Y justamente volví a llorar porque su pareja se estaba muriendo, estaban leyendo sus discursos para el funeral. No puede ser, por suerte tenía más papel para limpiarme. Al acabar la película, ya no me quedaban lágrimas para seguir lubricando mis ojos, así que me quedé en un sueño profundo.

Ya habíamos llegado y yo tenía sueño, mucho sueño. Me puse unas gafas de sol, porque de seguro mis ojos se encontraban rojos e hinchados, por todo lo que pasó mas antes. Y supongo que debe estar acompañado por unas ojeras horribles.

Bajamos del avión, y nos adentramos al aeropuerto para recibir nuestros papeles, y las maletas.

Yo estaba muy adormilada, lo único que quería era dormir. Mientras mis padres hacían todo lo que faltaba, yo me di la tarea de encontrar el auto para entrar y quedarme dormida.

Estaba a punto de llegar a la salida, pero me choque con alguien, no pude ver de quién se trataba porque mi gorra se me había bajado a mis ojos haciendo caer mis gafas.

—Agh fíjate por donde caminas —dijo el tipo con el que me choque.

—Disculpa —fue lo único que salió de mi boca—. Idiota —susurre. Me incline para levantar mis gafas, y aproveché para observar al tipo alejarse. Era alto, no le vi la cara porque se encontraba de espaldas. Me parece conocido.

No le di mas importancia y me puse a buscar otra vez el auto. 

Ya habíamos llegado a nuestra  casa en Corea del Sur, lo primero que hice fue subir a mi habitación y tumbar me en mi cama. Me quede profundamente dormida, estaba muy cansada. 

Desperté tipo doce de la mañana, ósea, al medio día.

Al mirarme al espejo mis ojeras habían bajado su color, pero aún así  me puse una cuchara fría debajo.

Baje a comer algo.

—Buenas tardes dormilona —me dice mi madre.

—Buenas tardes papá  y mamá —dije—, díganme ¿cuáles son los planes para hoy? —pregunté entusiasmada.

—No lo se ¿Qué deseas princesa? —me dice mi papá.

—Podríamos ir...primero...a comer —dije— y luego vamos a un...karaoke.

—Me parece bien —dice mi mamá.

—Bien, ve a cambiarte que ya salimos —ni bien termino de decirlo volé a mi cuarto.

Así pasamos un mes espectacular. Hoy volveríamos a América, mis padres me mandaron a llamar antes de que me ponga a alistar mis cosas.

Baje, y ellos se encontraban allí con sus maletas listas, eso se me hizo extraño.

—Papá lo siento mis maletas no están listas, ahora las termino —dije y quise volver corriendo a mi cuarto.

—No hace falta —respondió mi madre. Me di la vuelta y los miré confundida.

—Hija ven acá —dijo mi padre.

Me acerqué— ¿Qué pasa?

—Pequeña, yo creo... —mira a mi madre— creemos que ya es tiempo de que tu seas más independiente y que vivas acá en Corea, en mi tierra.

—Padre...esto me toma por sorpresa, hace tiempo vivíamos aquí un tiempo ¿Ahora aceptas que me quedé acá yo sola? —pregunté.

—Ya estás en suficiente edad para comenzar a tomar tus propias decisiones, y creo que sería bueno que comiences viviendo sola —dice— claro que te llamaremos seguido, y estaremos en contacto con tu nuevo colegio.

—No se preocupen, daré lo mejor de mi. Voy a esforzarme para lograr ser su orgullo.

—Ya estamos orgullosos de ti cariño —habla mi madre acercándose para darme un abrazo.— Y te amamos, te pido que porfavor te cuides.

—Lo haré madre, gracias...por todo.

—Ya es tiempo de irnos —dice mi padre— te amamos mi princesa, cuidate, y nada de chicos porfavor —habla haciendo que mi madre y yo riamos a carcajadas. —Tu colegio comienza la próxima semana, tus cosas ya están listas —entran unos sirvientes con mi uniforme y demás cosas— todo lo demás depende de ti.

Por último ambos se despiden con un abrazo, luego sólo me encontraba yo sola.

Ya era casi de noche así que decidí salir un rato a caminar.

Iba por ahí sin rumbo. De pronto mi estómago comenzó a rugir. Por suerte había un minimarket. Entré para comprar ramén.

Decidí abrirlo junto a la ventana, la tienda estaba vacía. Pero escuchó la puerta abrirse,  volteo y veo a un chico alto. No le di mucha importancia y volví a lo mío.

Después de terminar seguía cerca del ventanal. Hasta que sentí que él chico se me acerca, me sentía incómoda. Sentí su mirada sobre mi, entonces me levanté, pagué y me fui. Al salir de la tienda aún él me observaba.

Apresure mi paso y volví a casa.

Ya había pasado una semana, hoy era el primer día. Me preparé temprano para poder ir caminando  al colegio, que puedo decir me gusta caminar.

Al llegar lo único que vi fue a un chico alto bajar de su auto, si no me equivoco era el mismo que estaba en la tienda.

Creo que estaba muy metida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando el tipo se fue, y también cuando me hablaban.

Una mano estaba sacudiéndose frente a mis ojos. Yo tuve que ver de quién era esa mano, bueno le pertenecía un chico pelinegro, su altura me ganaba por algunos centímetros. Creo que lo estaba mirando por mucho tiempo ya que este comenzó a sonreirme.

—Eres nueva ¿Verdad? —dijo.

—Si —fue lo único que pude decir.

—Bueno ¿quieres que te ayude en algo?

Ahí reaccioné y le dije— Si, porfavor. Podrías decir dónde está la sala de profesores, para ir a recoger mi horario.

—Oh claro, porfavor sígueme —dijo para comenzar a caminar. Yo iba detrás de él en silencio— ¿Eres extranjera?

Yo asentí— Si, se nota. No tienes nuestros típicos ojos rasgados, o bueno tus ojos son parecidos a los nuestros pero no lo suficiente para que finjas ser Coreana.

—Bueno es que mi....—no pude terminar la oración porque me distraje viendo un montón de personas rodeando algo o a alguien.

Entonces yo me acerque a donde estaban. Empuje a las personas para poder pasar, y lo que vi no lo podía creer.

Se que es un capítulo corto, lo siento.

Bueno aquí estoy mejorando mi primera historia, espero que les guste.
Quitaré algunas cosas y agregaré otras, esperó que le den apoyo a esta historia. Y les pido que porfavor voten y comenten.

Ah y si quieren una historia pueden decírmelo en los comentarios o mandarme un mensaje. De eso no hay problema.

Okey Bye, lxs amoo.

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