28. LA ORDEN DE PHOENIX

BLACK ESTABA NERVIOSA, por alguna razón, todos sus amigos la llamaron a una reunión con Dumbledore, y lo que la ponía ansiosa era no saber el motivo de todo.

Al llegar al lugar acordado, ni siquiera los miró correctamente y su director ya le pidió que se sentara junto con todos los demás, en lo que parecía ser una mesa bastante grande, provocando que Dumbledore estuviera al otro extremo, mirando a todos. .

Nadie dijo una sola palabra, lo que hizo que Carina se sintiera extraña, todos estaban muy serios y normalmente eran todo lo contrario.

Tan pronto como se sentó, el director de Hogwarts empezó a hablar.

—Señorita Black—sonrió—La invitamos aquí a pedido del Sr. Potter—dijo haciendo que la chica pareciera dudar—¡Nos gustaría invitarla a la Orden del Fénix!

—Con todo respeto, Director—suspiró—¿Qué es la Orden del Fénix?

—Bueno, con los acontecimientos recientes, como todos sabemos—comenzó a explicar—Creé un grupo en el que aurores y estudiantes de confianza pueden unirse para luchar contra los mortífagos, en cierto modo, Lord Voldemort, y nos gustaría que usted participara—el La miró con cariño—Pero entiendo si tarda un poco en responder, dado que tus padres son amantes de la comida sonrió.

—Hm... —pensó un poco antes de responder, su única razón para no decir que sí era el hecho de que no tendría dónde vivir después de este año, y eso complicó todo—Lo pensaré—sonrió.

—Y señorita—recordó Dumbledore—Si lo niega, no podrá contárselo a nadie—dijo haciendo que la chica asintiera con la cabeza.

Pronto el director se fue de allí porque tenía que cumplir obligaciones. Y la primera persona en levantarse fue James, quien se acercó a ella y le susurró al oído que hablara.

Los dos fueron a la esquina de la habitación, y Sirius terminó yendo con ellos, porque tenía curiosidad.

—¿Por qué no dijiste que sí?—preguntó su primo.

—Yo...—respiró hondo—Fui expulsada, como sabes—los miró y sintió a Potter tomar su mano y Sirius lo miró con una ceja arqueada— Me iré de Hogwarts—habló de inmediato .

—¿Qué?—preguntó James.

—No tengo dinero para hacer mi séptimo año—los miró con tristeza—Entiendo que ustedes se van a graduar ahora, pero yo no me voy a quedar aquí—soltó el aliento que estaba conteniendo.

—Pero Carina...—interrumpió Sirius.

—Espera—dijo seriamente y él se quedó en silencio—No tuve tanta suerte como tú, Sirius—la miró confundido—No tuve la suerte de tener un tío que me diera dinero—sintió que James apretaba más su agarre en su mano—No tengo dónde vivir, y lo peor no tengo dinero—soltó la mano de James, poniéndose ansiosa—Necesito encontrar un lugar donde vivir, y unirme a la Orden, necesito tener mi vida organizada—iró al suelo sintiendo las miradas de asombro en los rostros de ambos.

—Car...—dijo Potter—¿Por qué no me lo dijiste?—sostuvo su rostro entre sus manos, ignorando a Sirius.

—Tenía miedo de que todo esto se hiciera realidad—admitió mirándolo a los ojos—Si hablara, sabría que es real.

Sirius empujó a James a un lado y la abrazó con fuerza sintiendo su dolor.

—Encontraré la manera—dijo Black con firmeza—Lo prometo—la miró transmitiendo confianza en sus ojos.

—No sé qué puedes hacer, Six—le dio una mirada triste—¡Pero está bien!—intentó sonreír—Siempre estoy bien—sintió que se le humedecían los ojos.

—¡Puedes quedarte conmigo!—gritó James de repente.

—¿Pero no ya estoy yo contigo?—preguntó la chica confundida y Sirius alzó aún más las cejas.

—¡No, eso no!—respondió rápidamente el chico—¡Puedes vivir conmigo hasta que te solucionen!—sonrió—Después de todo, Canuto ya vive conmigo, mis padres no se quejarán si viene otro Black—la miró con esperanza.

—Yo...—ella miró hacia abajo, pensando un poco—Creo que es mejor no—ella lo miró—Voy a estorbar, y no quiero causar u problema, especialmente en medio de toda esta guerra...—continuó citando razones para no ir cuando Potter la besó y dejó de hablar y ella lo miró sorprendida.

—Ven—la miró seriamente—No habrá problema—el sonrió—Lo juro.

—¿Alguien puede explicarme qué está pasando aquí?—preguntó Sirius, siendo ignorado por ambos.

—Pero y si...—Carina empezó a tener dudas y el chico rápidamente la interrumpió.

—Carina Black—la miró—¿Preferirías que te secuestrara y aparecieras ahí no por tu propia voluntad?—preguntó luciendo divertido.

—Yo te ayudaré!—exclamó Sirius, haciendo que ambos recordaran que él estaba allí.

—Está bien—se rindió— ¡Pero vas a enviar una carta a tus padres preguntando primero, y me vas a mostrar la carta a la que respondieron!—le señaló con el dedo.

—Esta bien—dijo simplemente, sonriendo.

—¿Lo prometes?—lo miró entrecerrando los ojos.

—Lo prometo—levantó las manos en señal de rendición—¿Eso significa que ahora eres parte de la Orden?—sonrió con picardía.

—Se podría decir que sí—se encogió de hombros, intentando parecer seria pero no pudo evitar sonreír hasta que le ardieron las mejillas.

Y aunque su primo no entendía nada, sonreía juntos, solo quería verla feliz. Emocionado, la abrazó con fuerza, haciéndola corresponder cerrando los ojos. Potter miró esta escena sonriendo, estaba emocionado solo de pensar en tener a Carina viviendo con él.

—¡Carina participará en la Orden, muchachos!—gritó James en voz alta para que todos lo escucharan.

Carina se separó del abrazo roja, porque su novio había gritado, y aunque quería esconderse avergonzada, miró a todos y sonrió, realmente sonrió.

Y lo primero que sintió fue a Mary corriendo hacia ella y abrazándola, y Black sintió en su corazón la sensación de que la gente se preocupa por ti, y eso fue lo mejor que jamás había sentido.

—¿Están saliendo?—preguntó Sirius gritando cuando finalmente se dio cuenta, haciendo que todos miraran con los ojos muy abiertos, Carina se rió y esperó a que James respondiera.

— Sí—la miró sonriendo—Al parecer lo estamos—la atrajo para darle un beso haciendo que todos gritaran.

—¡Ew—gritó Sirius enfermizamente—¡Frente a mí no!—aunque estaba disgustado por la escena, sonrió, su prima pequeña estaba siendo atendida de la manera correcta, y eso siempre lo haría sonreír.