𝟎𝟐𝟐. 𝗌𝗍𝗎𝖽𝗂𝖾𝗌
22. ESTUDIOS
LA MUCHACHA había estado temblando durante algunas semanas acerca de hacer algo con respecto a la guerra.
Hasta que recordó que no había terminado de leer su libro sobre Nictomencia en su totalidad.
Y sólo se dio cuenta de la realidad cuando se dio cuenta de que estaba parada en el pasillo y había gente chocando con ella.
Caminó rápidamente hasta el séptimo piso, se había olvidado por completo de todo lo que tenía que hacer, nada era más importante que eso.
Y eso fue lo que pasó, durante el resto de la semana lo único que hizo fue cargar libros de un lado a otro.
Ya nadie la veía, su prima ya estaba llena de culpa, pensando que era por culpa de Andrómeda.
—¡James, ya no sé qué hacer!—se desahogó Black a su mejor amigo—¡Ella sale de quien sabe dónde! ¡Y ni siquiera habla con nadie!—se pasó las manos por el pelo con nerviosismo.
— Intenta hablar con ella, Six—intentó dar su mejor consejo.
—¡El problema es que solo la veo en el descanso entre clases, y aparece dos segundos y desaparece! ¡De repente puf!—exclamó indignado.
A Potter no le gustaba ver a su amigo en apuros, y quería con todas sus fuerzas hacer algo al respecto, Carina acababa de hablar con él, no podía parar ahora.
Con estos pensamientos, una idea iluminó su mente, recordó que en octubre había seguido a la chica hasta el séptimo piso, así que decidió regresar allí, no había nada de malo en intentarlo, ¿verdad?
Entonces eso fue lo que hizo, salió de noche cuando todos dormían y subió al séptimo piso.
Pero lo que más le sorprendió fue que todas las habitaciones estaban vacías, completamente vacías.
Lo único que más deseaba era saber dónde estaba Carina, y seguía repitiéndolo en su cabeza, caminando de un lado a otro.
—¿Pero qué...?— susurró incrédulo al ver aparecer una puerta de hierro a su lado.
Curioso, entró y se sorprendió aún más cuando vio a Black dentro de esa habitación leyendo un libro que a su parecer era considerado enorme.
—¡Mierda!— exclamó Potter haciéndola saltar del susto.
—Mierda, digo yo—dijo la chica en voz baja con la mano en el corazón—¿Qué haces levantada a esta hora?—preguntó el mismo sospechoso.
—¿Qué haces despierta a esta hora?—le devolvió la curiosa pregunta, acercándose.
—¡Nada que te interese!—cerró su libro rápidamente y se levantó dirigiéndose a otro estante, mirando los libros que tenía.
—Si me importa—dijo de la misma manera—En realidad si fue de mi interés—dio una pequeña sonrisa—Significa que estoy interesado, no sé si sabes lo que eso significa—se rió.
Carina lo miró con cara hostil y pasó junto a él, chocando deliberadamente con su hombro.
—¡Hey!—la bloqueó con su cuerpo antes de que pudieras avanzar—Sirius está preocupado, ya sabes—la miró a los ojos.
—Estoy teniendo una ligera sensación de deja-vu—ella se rió, ignorándolo y mirando de nuevo el estante.
—Hablo en serio, Carina—le acercó suavemente la cara para que pudiera mirarla.
—Estoy ocupada en este momento—dijo con firmeza—Dile a Sirius que espere—desvió la mirada y regresó a su escritorio para tomar su bolígrafo y anotar algunas cosas.
—¡Entonces dime qué estás haciendo!—Potter estaba indignado.
—No puedo—ella lo miró con una sonrisa burlona—Es un secreto—guiño con un ojo.
—¿Secreto? Creo que he visto mucho de lo que estás haciendo, ¿no?—dijo mirándola.
—Aún no has visto nada—dijo con aire misterioso.
—¡Ay, vamos! ¡Dime!—suplicó el chico como un niño pequeño.
—No—ella sonrió y tomó su muñeca conduciéndolo hacia la salida—Ahora necesito estudiar, ¡Adiós!—lo empujó fuera de la habitación con su mayor fuerza.
—Pero Carina...—se giró para justificarse pero la puerta ya no estaba—¿Qué?—se preguntó confundido.
Potter se sentía como un niño que acababa de encontrar un mapa del tesoro y estaba buscando el tesoro, pero el tesoro en este caso sería lo que Carina estaba haciendo.
El chico buscó en su mente muchas respuestas y no encontró ninguna.
Casi me estaba volviendo loco y todo fue sólo por curiosidad. Pero aun así, no quería preocupar a Sirius, así que no diría nada y esperaría a que la chica saliera de su cueva.
James decidió regresar a su común, después de todo, ya era tarde, y aunque tenía puesta su capa de invisibilidad, si alguien lo atrapaba allí estaría muerto.
Cuando llegó a su sala común, se sentó en el sofá y decidió pensar un poco.
Había pasado un tiempo desde que Lily había pasado por su mente y eso lo asustó de alguna manera, siempre había estado acostumbrado a que ella ocupara sus pensamientos, y ahora, como dice Sirius, ella simplemente ¡puf!
No podía creer que se había hecho amiga de una Slytherin, aunque no sabía si aún podía considerarla una amiga, pero en cierto modo le tenía cariño, había algo que le gustaba de ella, sentía la necesidad de protegerla.
Peter estaba raro últimamente, no hablaba tanto como antes, siempre estaba cerca de ellos comiendo, al parecer estaba saliendo y no quería decirles con quién, esa era su justificación para salir todas las semanas a un lugar que ellos no sabía donde estaba.
Y por más simple que pareciera, era demasiado para James, había muchas cosas que procesar, necesitaba tiempo, y por alguna razón, esta vez no quería hablar de sus sentimientos con nadie, no. Incluso Sirio.
Y con la cabeza completamente desorganizada decidió dormir, darle un tiempo a sus pensamientos, desconectarse de todo y de todos, mañana se ocuparía de su vida, pero por hoy había sido suficiente.
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