𝟎𝟐𝟏. 𝖿𝖺𝗆𝗂𝗅𝗒
21. FAMILIA
𝐒𝐈𝐑𝐈𝐔𝐒 CONVENCIÓ a su prima de ir a Hogsmade con él, parecía ansioso y eso hizo que Carina sintiera curiosidad.
Ella ya estaba vestida y estaba esperando al Black mayor afuera del castillo mientras miraba las nubes.
—¡Carina!—exclamó Sirius a su lado, haciéndola saltar del susto y haciéndolo reír.
—Te estás riendo, ¿no?—sonrió burlonamente—¡Aguamenti!—se lo arrojó a Black, haciendo que este dejara de reír inmediatamente y frunciera el ceño.
—Vámonos—se quejó Black, tirando de la muñeca a su primo hacia la ciudad.
Una vez allí, cualquiera podía ver brillar los ojos del Black más joven. Ella siempre estuvo enamorada de Hogsmade, no tenía sentido ir treinta veces, cada vez siempre se sentía como la primera vez, como si fuera la primera vez que veía magia real.
Sirius los estaba guiando hacia las Tres Escobas, pero de repente se detuvo por el tirón de la chica.
—¿A dónde vamos?—preguntó con recelo.
—A las Tres Escobas—sonrió con picardía y volvió a tirar de ellas.
— Nah- Nah. No—se detuvo de nuevo—Estas raro—cerró los ojos, sospechando de él.
—No lo estoy—levantó las manos en el aire en señal de "no sé"—¡Ahora vámonos!—exigió lo mismo y comenzó a caminar nuevamente antes de escuchar otra protesta.
Tan pronto como entraron, la llevó a una mesa que contenía a una mujer adulta, de cabello negro y casi de la misma altura que Carina, solo un poco más alta.
Black se sorprendió por la mirada de la mujer completamente enfocada en ella y miró a Sirius pidiendo una explicación.
—Car, me gustaría que la vieras, ya sabes, con todo lo que pasó—la miró ansioso con una mínima sonrisa.
—¿Nos conocemos?—preguntó Black a la mujer—Te pareces mucho a mi hermana, Bellatrix—el sonrió débilmente y miró a su prima—¿No es así, Six?
Sirius miró a las dos avergonzado y al principio se sintió confundido, pensó que ya se conocían.
—¿Mmm?—frunció el ceño—Car, ella es...
—Andrómeda—respondió la mujer y Carina parpadeó rápidamente—Andrómeda Tonks—añadió una sonrisa a su hermana.
—¿Andrómeda?—susurro Black—¿Como?
—¿Por qué no me reconociste?—preguntó Tonks, curiosa y triste al mismo tiempo.
—Druella y Cygnus quemaron todas tus fotos apenas saliste de casa—tragó con dificultad viendo a Sirius escaparse—Como era muy joven, terminé olvidando con el tiempo cómo eras, solo sabía que existías.
—Escuché lo que pasó Car, lo siento—parecía realmente triste.
—¡No!—señaló Black —No tienes derecho a llamarme así—parpadeó sintiendo que las lágrimas se acumulaban en sus ojos—¡No tienes derecho a llegar aquí y esperar a que te abrace para recuperar el tiempo perdido!
—Lo sé—dijo ya llorando—Lo siento, lo siento mucho—la miró.
Carina sintió la verdad en sus palabras, pero su peor defecto era el orgullo, no la perdonaría tan fácilmente.
—Tengo 16 años, Andrómeda—respiró hondo—16 años, y decides aparecer solo porque tomé un Crucius—dijo sintiendo que se le cerraba la garganta.
—Eso no es justo... Tenía miedo de que fueras como ellos—miró hacia abajo
—¡Pero ni siquiera me diste la oportunidad de demostrarte que no lo hice! ¡Yo era una niña! ¡Solo sabía que te fuiste por Sirius!—intentó respirar profundamente para calmarse.
—Lo sé... Perdóname, por favor—suplicó la otra chica, acercándose a la menor para tocarla, pero Carina lo evitó.
—¿Cómo, Andrómeda?—rio— ¿Cómo voy a confiar en ti después de todo?
—Eres mi hermana—colocó su mano donde está su corazón—Y siempre lo serás—sintió lágrimas correr por su mejilla—Yo también era solo una niña... No pensé que reaccionarías de esta manera—ella la miró a los ojos—Y lo siento, lo siento mucho—sintió que sus ojos se volvían pesados.
—¡Detente!—exclamó—¡Basta ya con estas tontas excusas! ¡No tenías ningún derecho!—sintió el sabor de las lágrimas mientras hablaba.
»—¡No tienes idea del infierno que pasé sola en esa casa!—la miró—¡Tan pronto como te fuiste era sólo cuestión de tiempo que Bella y Cisa se casaran!—miró al suelo—La presión en mí...—usurró.
—Perdóname, por favor—se acercó—Por favor —la miró a los ojos suplicando.
—Sólo dime por qué—se rió débilmente—¡Dime por qué te fuiste!
—No quería ser como ellos, Carina—sonrió con tristeza—Es tan simple como eso.
A partir de entonces la menor entendió, ella era exactamente igual a ella, y no quería culparla más, después de todo, ambas eran la misma persona. Pero todavía había una parte de ella que estaba enojada, que quería ver a su hermana pagar por lo que le había hecho pasar.
—Tienes una hija, Andrómeda—sonrió débilmente—¡Una hija de 4 años!—cerró los ojos—¡Yo tenía el doble de su edad cuando te fuiste!—señaló con el dedo acercándose a ella.
Andrómeda, solo queriendo tocar a su hermana, aprovechó la oportunidad y la abrazó fuertemente. Carina intentó zafarse del abrazo, luchando pero finalmente se rindió y lloró.
Lloró como una niña en el regazo de su madre que acababa de caer, lloró tan fuerte que sollozó. Y lo único que hizo Andrómeda fue culparse a sí misma por haber dejado solo a una niña solo en el mundo.
—No te vayas más—dijo la Black más joven, oliéndose la nariz mientras dejaba el abrazo—Por favor.
—No lo haré—le sostuvo el rostro con las manos—Nunca más te dejaré.
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