06. PETULANCIA

𝐅𝐀𝐖𝐊𝐄𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐄𝐂𝐈𝐀 triste, sus cejas estaban un poco arrugadas y sus ojos estaban fijos en Carina, mientras que Black parecía estar en el mismo estado, pero con sus ojos fijos en Dumbledore, ni siquiera escuchó lo que decía su Director pero continuó aunque ella sospechaba que ya lo había notado.

Hasta ahora la chica no entendía por qué la llamaron a su salón de clases, su día había sido un tanto caótico hasta el momento y ver a su Profesora no estaba en sus planes. Toda la mañana Potter parecía como si la estuviera mirando fijamente y tratando de acorralarla cuando estaba sola, Carina encontró todo esto muy extraño pero prefirió ignorarlo.

—¿Señorita Black?—pregunta Dumbledore con tono elevado, haciéndola salir de sus pensamientos.

—¿Qué? Lo lamento.

—Solo le preguntaba si aceptarías un dulce, sabes, compré estos de caramelo y estos de limón, fue de un viejo amigo, deberían inventar uno con ambos sabores, es la combinación perfecta en mi opinión—Carina se encogió de hombros. y tomó un limón—Señorita, si me permite, quisiera aconsejarle algo.

—Um, claro—murmuró Black mientras se metía el caramelo en la boca.

—Bueno, hace poco sus padres me enviaron una carta—dijo haciendo que la chica se enderezara en su silla—Les gustaría que fueras a su casa este fin de semana, dijeron que habría una reunión familiar importante, ellos también dijeron que puede invitar al Black más joven, tu primo, y te aconsejo que te quedes con tu familia una semana más, sé lo difícil que es este momento y no hay lugar más seguro como tu casa, ya le he informado a tu familia que no lo haré. Tendrás problemas para faltar a clases, pero, por supuesto, es tu elección.

—Cierto—Carina apretó sus labios formando una fina línea—Que tenga un buen día, Director—dijo levantándose y dirigiéndose hacia la puerta.

—¡Señorita Black!—Carina miró hacia atrás—A veces no hay problema en elegir el caramelo.

La chica parpadeó dos veces, no entendió lo que quería decir y no le importó, y salió de la habitación hacia su sala común, necesitaba encontrar a Regulus lo más pronto posible.

El sabor amargo del limón todavía estaba en su boca, lo que la hizo pensar en lo que quería su familia, esperaba que fuera un poco temprano para recibir la marca, no es que fuera a admitirlo, pero estaba nerviosa, mucho.

Vio a Potter caminando hacia ella y pensó que era alguien sobre su espalda, después de todo, estaba en medio del pasillo. Cuando se giró, sintió una mano en su muñeca empujándola hacia el armario de las escobas cercano. La chica todavía estaba pensando en la reunión y ni siquiera se dio cuenta de que la persona frente a ella estaba hablando.

—¿Hola? Tierra a Black—dijo James chasqueando los dedos en la cara—¡Black!

—¿Mmm?—murmuro sin prestar atención.

—¡Black!—James prácticamente gritó para que ella pudiera escucharlo colocando sus manos sobre sus hombros.

Carina le devolvió la atención y se dio cuenta de la situación y con quién estaba, rápidamente le dio una palmada en las manos al chico para salir de allí y enderezó su postura, mirándolo fríamente.

—¿Qué deseas?

—Conozco tu secreto—dijo misteriosamente mientras Carina resoplaba.

—¿Bueno?—dijo sarcásticamente—No veo ningún problema en eso, creo que Snape ya le dijo a Merlín que le lancé uno de sus hechizos.

—¿Uno de sus hechizos?—preguntó James con curiosidad—¿Qué quieres decir con eso?

—Porque él... —se interrumpió al darse cuenta con quién estaba hablando—No es asunto tuyo.

Carina ni siquiera esperó a que James respondiera y ya estaba empujando la puerta para salir pero Potter la agarró por los hombros y los arrojó contra la pared del armario, dejando sus rostros casi uno al lado del otro.

—Ese es el punto Black—izho una pausa dramática—No se lo conte a nadie, y sé que sabes por qué.

—No. Me. Metas. En.  Esto.—dijo lentamente y como si fuera posible acercar sus rostros al punto donde se tocaban sus narices—¿Entiendes?—dijo cínicamente mientras intentaba liberarse del agarre de James.

—Ahórrame esta charla, Black—la apretó más fuerte—No te hará daño contarme lo que sabes.

—Qué petulante.

Fue lo único que dijo Carina antes de entrar en su mente y alejarlo de ella con su orden. James sólo se dio cuenta de lo que pasó cuando se encontró solo dentro del armario, viendo partículas moradas a su lado, dejando a Potter desconcertado y con la cabeza doliendo. 

Aunque Carina llevaba un mes estudiando Nictomancia, eso no le impedía marearse, era la primera vez que probaba su poder en una mente humana, era más fuerte de lo que esperaba. Black tropezó hacia los comunes de Slytherin, cuando entró se apoyó contra la pared y cerró los ojos.

Carina sintió una mano en su hombro y saltó asustada, casi cayendo, pero sintió unas manos en su cintura reteniéndola. Miró hacia atrás y vio a Barty, quien movió sus manos hacia la espalda de la chica para sostenerla.

—¿Car? ¿Qué pasó?—dijo el mismo preocupado. Carina lo miró a los ojos y recordó su objetivo desde el principio: hablar con Regulus. La chica sabía que podía contar con Barty, pero no tenía tiempo para eso.

—Nada—mintió, y aunque sabía que mentía, decidió no seguir adelante con el asunto. Rápidamente se levantó y se dirigió hacia el dormitorio de hombres.

—¡Carina! ¿Qué estás haciendo?—gritó, yendo tras la chica.

Black abrió la puerta del dormitorio y encontró a Regulus leyendo un libro y a Evan fumando. Ambos voltearon la cabeza hacia ella rápidamente, la chica solo agarró la muñeca de su primo y lo sacó del común en un lugar remoto.

—¿Qué fue eso?—Regulus finalmente abrió la boca mientras respiraba pesadamente y se frotaba la muñeca donde estaba roja.

—Mis padres, tienen una reunión este fin de semana, y me dijeron que te invitara—señaló con el dedo el pecho del chico, ignorando su pregunta—Apuesto a que tus padres también estarán allí—dijo nerviosa.

—Car, debe ser algo más de la marca—le tomó la mano al ver que le temblaba.

—Este es otro de mis miedos Reg, no quiero hablar de la marca, y si no se trata de eso, ¿Qué será?—dijo apoyando su frente en el hombro del chico.

—Mira Car, yo... Si es algo más, estaremos juntos, ¿no?—dijo respirando profundamente.

—Y... Hay algo más...—lo miró—Dumbledore, mis padres le dijeron que puedo quedarme allí toda la semana, él debe haber pensado que yo era la mejor amiga de mis padres o algo así —suspiró—Sin embargo, no creo que me quede.

—Pero es tu elección, ¿no?

—Reg... Ya sabes como son nuestros padres, no puedo decir simplemente que no quiero quedarme ahí—dijo con una media sonrisa.

—Bueno, familia Black, la familia más poderosa y de sangre pura del mundo mágico, ¿Qué esperabas? Supongo que esperaba que fueran cariñosos y nos dieran un abrazo por sacar una E en pociones—rió—¡Ah! Lo sé, esperaba que me dijeran que me protegerían del Señor—se rió aún más haciendo una broma.

Carina en consecuencia se rió y lo abrazó, al menos eran familia el uno del otro, se entendían, al fin y al cabo eran los más jóvenes de los Black, los que recibían más presión, les gustaba pensar que todo saldría bien si Se quedaron juntos, eran ellos contra el mundo, ¿verdad?