DOCE
"𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑜 𝑡𝑢 𝑣𝑜𝑧, 𝑚𝑖 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑠𝑒 𝑎𝑐𝑒𝑙𝑒𝑟𝑎, 𝑑𝑢𝑟𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑠𝑖𝑛 𝑠𝑖𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟𝑙𝑜, 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑠𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑙𝑜𝑟𝑒𝑎𝑑𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑖, 𝑚𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑔𝑢𝑛𝑡𝑜, 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑐𝑒́ 𝑎 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑟 𝑚𝑖 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑒́𝑛𝑑𝑜𝑡𝑒, 𝑡𝑜𝑑𝑎𝑣𝑖𝑎 𝑛𝑜 ℎ𝑎𝑧 𝑣𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜 𝑦 𝑦𝑎 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑜 𝑚𝑖𝑒𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑟 𝑢𝑛 𝑑𝑖𝑎 𝑠𝑖𝑛 𝑡𝑖."
𝐻𝑒𝑖𝑧𝑒, 𝑌𝑜𝑢'𝑟𝑒 𝑐𝑜𝑙𝑑.
𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 12: 𝑈𝑛𝑎 𝑎𝑑𝑜𝑟𝑎𝑏𝑙𝑒 𝑛𝑜𝑠𝑡𝑎𝑙𝑔𝑖𝑎
Entre las cálidas cobijas se dejaba llevar por el abrazo que Taehyung prefirió hacer, quedando juntos por minutos después de haberse dado unos cuantos besos, Jungkook podía escuchar las canciones que el contrario ha escogido mientras tenía su cabeza sobre su pecho, anhelando la compañía de sus cálidos latidos. Ni siquiera se atrevieron en saber qué hora es, solo mantenían esa gran cercanía, tan cálido que ni el frío puede invadir sus cuerpos, cerró sus ojos con lentitud olfateando el perfume que aún emanaba, su favorito.
Un agradable silencio se ha armado entre ellos, sus respiraciones finalmente se controlaron pero sintiendo el cosquilleo en sus labios, un tacto que quedará marcado.
De mejores amigos a novios, una gran ilusión cuando sucede este tipo de casos, preguntándose qué clase de sueños tendría Taehyung para que llegaran hasta ahora, en ese entonces sintió como su cintura es acariciada, una caricia que le tranquiliza, se acurrucó un poco elevando la mirada, viendo que Taehyung tiene los ojos cerrados teniendo la idea que pudo ser el primero en dormir.
Para nada se movió, solo se tomó el tiempo de admirar su rostro, finalmente se encuentra entre los brazos del chico que le gusta, permitiendo en recibir ese cariño que siempre ha esperado, no le incomoda la posición en que están, no le importa en lo absoluto si son más de la media noche.
Es tan real que ni él mismo sabe si está durmiendo por la eternidad para sentir esto, tan perdidamente enamorado para pensar algo así. El olor a avellanas y su perfume hacían combinación, uno que otro disfrutándolo.
Sintió como el mayor se movió y escuchando como bostezó, quiso moverse para darle espacio pero el pelirrojo lo impidió, atrayéndolo de golpe que le causó gracia, de nuevo hizo el intento para que al final termine sobre el colchón y él encima suyo, posó su mirada en esa sonrisa después en esos ojos que le gusta perderse en ellos, Taehyung se ve tan perfecto aún teniendo los cabellos algo desordenados.
—¿Por qué siempre quieres escapar de mí? — Indagó con su voz grave y somnolienta, si, efectivamente ha dormido un poco.
—No quise hacer eso, solo darte espacio para que te acomodes mejor.
Vio como se recostó de nuevo, Jungkook quedándose a su lado observando como el pelirrojo tomó su celular para ver la hora, eran la una de la mañana.
—¿Puedes dormir? — Indagó el menor.
—Estoy agotado, mañana faltamos a clases.
—O querrás estar más despierto solo para verme. — Taehyung sonrió al ser descubierto, atrayendo al menor en que colocara su cabeza sobre su hombro, rodeando su cuerpo con su brazo, dando un casto beso sobre su cabeza.
—Te gusta que te abrace de diferentes maneras ¿cierto?
—Quiero más noches así. — Admitió besando el cuello del mayor. — Creo que me acostumbrado así de rápido tenerte conmigo.
—Suelo abrazar un cojín solo para imaginarme que estás ahí, al final, estamos así, tú a mí lado mientras nos abrazamos.
—¿No besas el cojín solo para practicar los buenos días? — Ríe bajo el pelirrojo.
—Eso lo quiero practicar contigo.
Alzó la cabeza y moviéndose un poco.
—Me gustaría saber las cosas que quieres hacer conmigo.
Taehyung no dijo nada, con su mano libre atrajo al pelinegro para que sus labios rozaran, con tan solo tomarle por la nuca.
Su canción favorita empezó a resonar, el momento indicado donde Taehyung ha confesado que es perfecta para las veces que se están besando, Jungkook pidió un deseo: que existan recuerdos así y estén vivos solo para presenciarlos todos los días con el chico que ama.
Desde que lo conoció, y en ese momento, todas las canciones de amor tuvieron sentido, Jungkook podrá oír las nuevas melodías y dejándose caer en este tipo de encantos.
(...)
Jungkook no sabe qué hacer en ese entonces, no hizo el acto de correr directo a la puerta del edificio y buscar algún escondite, sobre todo no podía darse la vuelta e irse a otra parte, más cuando sus piernas no están dispuestos a moverse, solo avanzar.
Por otra parte, Taehyung tuvo la idea de meterse al auto, encontrándose en el mismo asunto cuando ambos cuerpos no piensan moverse, teniendo esa gran manía de decirle algo o al menos saludarlo, con suerte puede controlar eso y otras cosas, no quiere arruinar nada para no hacerse ver como si está desesperado, en sí lo está, solo para quererlo tenerlo de vuelta.
Y es donde ha armado el gran valor, Taehyung tiene que hacer el intento.
—¿Has ido de paseo? — Indagó, siendo tan audible para el pelinegro.
No supo qué decir, al menos su mente no se encuentra en blanco.
—No te incumbe. — Intentó no sonar grosero, pero lo fue. Sintiéndose un poco estúpido, era lo que quería, alejarse de Taehyung pero no puede si quiere aprovechar el momento para hablarle, o al menos dar su respuesta e invitarlo en verse de nuevo. Es un desastre.
Detuvo sus pasos cuando estuvo a punto de entrar, volteando sobre sus talones viendo como el pelirrojo negaba con lentitud, caminando para subirse al auto.
Es donde se puso a pensar de nuevo, puede que Taehyung haya hecho una expresión que ha de conocer, él intenta que todo sea como antes pero Jungkook por simple miedo hace el intento de que se alejara, sintió empatía, aunque sea de diferente manera sintió un poco de pena.
Dejó de dudar y prefirió hacerlo.
—Taehyung... — Llamó lo más fuerte posible para que el nombrado lo mirara, siempre ha querido volver a decir su nombre llamándolo, y está haciéndolo. — Perdón... — El pelirrojo intentó descifrar lo que dijo. — P-Perdóname ¿si? He sonado un grosero cuando querías saber donde he estado. — Rio un poco, diciéndose patético asimismo.
—No pasa nada. — Quiso tranquilizar las cosas, de hecho a ignorado ese acto. — Debes entrar antes que sea más frío.
No quería que se fuera.
—B-Bueno yo... — Tan tierno, Taehyung notaba que verlo balbucear, hiciera que sonriera. — Gracias por traer a Namjoon hyung, cuidaré de él en la mañana.
—Debiste asistir a la reunión si querías ir, sé que extrañas demasiado a los chicos.
—Taehyung, perdón por no responder los mensajes, solo déjame pensarlo. — Era de esperarse, Kim sabe que Seokjin pudo contarle toda la verdad.
—Entiendo, me alegra saber que estás bien. — Realmente ninguno está bien. — Descansa. — Dijo antes de adentrarse al auto y cerrar la puerta, solo para esperar a sus amigos.
—Igual tú... descansa. — Murmuró adentrándose al edificio.
Al parecer ambos se contuvieron, su corazón palpitaba demasiado y podía sentir su estómago tener esa sensación escandalosa que sucede cada que lo ve, ambos lo tienen en la mira la oportunidad que las cosas sean como antes, extrañan demasiado hacia el otro y han guardado estos sentimientos para amarse, recargó su cabeza sobre el cristal, no fue como la aquella vez donde Jungkook intentó evitar a Taehyung cuando lo encontró fuera de su trabajo, ese día quiso llorar, y lo hizo mientras Sarangi está intentando consolarlo, lloró en silencio y no dijo nada a sus amigos, solo se dejaba caer mientras recordaba estos adorables recuerdos.
Y ahora, no sabe como sentirse, estar enamorado de la persona que alguna vez le ha destrozado el corazón, solo por ser el experimento o segunda opción, es una mierda. Por más que lo odió por haberle hecho eso, tuvo esas agallas pero no suficiente para volver a decirlo y solo pedirle que volviera, que jamás se vaya de su lado.
"Tienes que dejar de lastimarte." Recordó la palabra de Seokjin, sabe qué clase de intenciones tiene Taehyung, sabe el porqué lo quiere de nuevo, esos intereses de tener una amistad ya quedó en el pasado, jamás le va permitir en que Jungkook decida eso.
Si vuelven a ser amigos, será lo más doloroso para ambos.
Salió del elevador cuando las puertas se abrieron, caminó por el pasillo mientras sacaba las llaves del departamento, por alguna extraña razón el sueño se había esfumado pero se sentía agotado después de haber bailado y divertido, sintió su celular vibrar unas cuantas veces, vio que la puerta del departamento está abierta y de ahí vio a Yoongi salir, reía demasiado siendo acompañado por esas risas que conoce.
Apretó con suavidad las llaves, es cruel querer ignorarlos y tratarlos como lo hizo con Taehyung, exhaló profundo cuando el blanquecino posó su mirada en él.
—¡Hey, Jungkook! — Alzó la voz alegre, abriéndose de brazos para querer abrazarlo, y así sucedió cuando el menor decidió hacerlo. — Cuanto tiempo, amigo. ¿Cómo has estado?
Es similar lo que sintió hace unos segundos, esta sensación es la misma cada que está con sus amigos.
—Muy bien, hyung ¿Y tú? ¿Al fin lograste abrir la tienda que siempre quisiste tener?
Yoongi se alejó de él un poco, dándole su espacio para que el menor entrara.
—Aún lucho por eso, así que ando trabajando en una joyería en esas áreas más caras para tener un gran sueldo.
—¿Piensas abrir un local en esa área?
—No lo sé, ya veremos después.
—¡Jungkookie! — La voz de Hoseok Interrumpió.
Para el nombrado ese momento que le confundió demasiado cambió a uno de felicidad, se acercó para abrazar a su otro hyung, y Jimin no tardó en aparecer para unirse, canturreando el nombre del menor.
—Has crecido un poco. — Dijo Jimin al alejarse. — ¿Te has estado ejercitando?
—¿Cuentan las veces que he ido a fiestas?
—Entonces es un no. — Afirmó Hoseok. — Dejamos a Namjoon en su cama, tuvimos que quitarle los tenis y el suéter.
—Bebió el alcohol como si fuera agua. — Ríe bajo Park. — Debiste asistir, será mejor para la próxima.
—De verdad yo... — Miró a cada uno manteniendo esa nerviosa sonrisa. — Veré que día estaré libre.
—El próximo sábado si gustas.
—Está ocupado, veré a un amigo en ese día.
—Oh... — Mira a sus dos amigos. — Entendemos, no es una cita ¿o si?
—¿Por qué creen eso?
—Hoseok deja de bromear y vámonos a casa. — Pidió Yoongi. — Es noche, sé que quieren hablarle a Jungkook pero igual él tiene que dormir.
—Contesta nuestros mensajes. — Pidió Jimin obedeciendo. — Mañana es domingo, podemos hacer una videollamada grupal.
—Pero vivimos los cuatro en la misma casa. — Recordó Jung. — Ya veremos eso después, descansa.
Respondió el ademán de despedida al ver que se retiraban, Yoongi ha cerrado la puerta principal cuando salieron, dejando a Jungkook solo.
Igualmente a él le encantaría hablarles, y eso de responder esos mensajes le dio gran ánimo.
Se recostó en su cama después de colocarse la pijama y lavarse los dientes, acurrucándose debajo de las cobijas encendiendo su celular, viendo que Dylan y Taehyung habían mandado mensaje a la misma hora.
Quedó observando un poco ese nombre, pensando si será buena idea ver esos cincuenta mensajes antes de dar su respuesta, teniendo esa ilusión que esas palabras de perdón o esa intención de recuperarlo todo, sean esas palabras donde Taehyung le desea las buenas noches, o con audios donde él canta cada que finge no tener sueño, sonrió ligero, esta vez no es una sonrisa entristecida, sino una que solía soltar cada que se hablaban.
¿Por qué las cosas debieron cambiar así de repente?
Jungkook dejó de culpar a Taehyung en poco tiempo, así que ahora no puede culparlo y ni asimismo, cuando la verdad ha sido revelada será de mala forma considerarlo así.
Empezando a decir porqué ni siquiera se atrevió a contarle, al menos puede escucharlo y apoyarlo como los amigos hacen, si hay una oportunidad de ayudar es obvio que no lo va dejar, desde que se conocieron se hicieron tan unidos, siendo tan sorprendente para los demás ya que las amistades de años suelen ser las más unidas, o será esa clase de conexión que su padre contaba respecto de su romance con su madre.
De alguna u otra manera va existir esa conexión entre dos personas, puede ser en sentido amoroso o de amistad, almas gemelas se podrá decir, y si, Jungkook tuvo esa gran ilusión que de mejores amigos sean solamente almas gemelas, o algo que les haya destinado a estar juntos, para que hoy en día, notara que eso sea tan real.
Eso le anima aún más, porque en una ocasión ha pedido que existiera otra oportunidad con el chico que juró amar, las cosas imposibles pueden suceder cuando menos te lo esperas, y ese momento ha llegado.
Los sueños de ambos están cumpliéndose, por más imposibles que sean, está sucediendo.
Taehyung miraba cada foto que ha conservado, teniendo a Dubu durmiendo en su pecho, acariciando con lentitud su pelaje oscuro, tuvo la sensación de correr hacia Jungkook antes que cruzara esas puertas de cristal, para decirle todas estas palabras que estuvo acumulando por estos años, notó que intentó ser como la vez cuando lo buscó, al menos no resultó tan doloroso y pensar que las cosas pueden ser en vano como ha creído.
Se encuentra totalmente preparado, ya no se culpaba como antes, aunque si arrepentido por haber lastimado a la persona que le ha jurado amar, que sus actos sean tan reales que unas simples palabras, pedir disculpas por hacerle dudar cuando es hacer las cosas sin dudarlo, más a sabiendas que esos sentimientos son correspondidos. Para Taehyung le alegra demasiado que eso siga aún, bueno, eso creyó por las palabras que Seokjin contó, ha intentado ser discreto para que lo descubra por su cuenta, quizás siga teniendo ese don donde si presiente lo que va suceder, realmente pasa.
Entró al contacto de Jungkook, notando de inmediato que se encuentra en línea, estuvo a punto de escribirle pero prefirió no hacerlo, no cuando está él allí, se sentía como esas veces, para que al final el menor le cuestione porqué ha tardado en escribir para que al final saliera un "¿Quieres ir por helado?"
—Eres mi persona favorita, todo a tu lado es tan genial. Por favor date cuenta de eso. — Murmuró, pidiendo de favor que al menos vea sus mensajes faltantes.
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