
#𝟏𝟑 ; 𝐎𝐑𝐃𝐄𝐍
Todos en la aldea murmuraban sobre lo ocurrido de hace unos días.
¿Cómo era posible que una niña pudiera tener un control sobre el el Jinchuriki?
¿Esto era tan importante? Si, pues trajo problemas diplomáticos.
Gaara se mostraba reacio a la idea de que ella se fuera de la aldea. Rasa por más que intentaba separarlo de ella, le resultaba imposible.
El pelirrojo la tenía prácticamente en un cautiverio, aunque ella ni enteraba estaba. ¿Porqué? Había estado inconsciente y más sus lesiones causadas... Kakashi había tratado de llevársela pero Rasa por miedo a que Gaara volviera a descontrolarse, se lo prohibido.
Y como la Hatake, era de Konoha y no regresaba. Esto fue un revuelo para todos.
HIRUZEN:
Se que es difícil Kakashi, pero debes entender que la situación es demasiado delicada y puede traernos conflictos con la aldea de la Arena. ─dijo seriamente, mientras sostenía su pipa en una de sus manos.
KAKASHI:
¿Acaso no hay algo que podamos hacer? ¿No ve la gravedad que ese niño le ha hecho? ─interrogó con una voz gélida y alta─ Además, esta prohibido mantener a alguien de otra nación en donde no pertenece.
HIRUZEN:
Lo se perfectamente pero también debemos ponernos en la situación de la aldea de la Arena ─suspiro y desvió su mirada─, además no nos conviene enemistarnos con ellos... la paz entre ambas aldeas ira en picada.
El pelirrojo miraba a la niña en su profundo sueño, del cual aun no se despertaba y deseaba que ella abriera pronto sus ojos. Quería ver aquellos ojos que le gustaban tanto.
Se paseaba por la habitación, como si estuviera cuidándola. Como si alguien fuera a entrar y hacerle daño. Su mente estaba en un conflicto interno.
¿Debía rendirse? No.
Si debía hacerlo, mezclaría su arena con sangre. Ella no podía irse. Era como su Kriptonita.
Regresó en si al oír pasos acercarse, volteó rápidamente hacía la puerta.
Se escucharon ligeros golpes en la puerta. "Somos el equipo medico."
El silencio fue una respuesta para los médicos. Era algo positivo. A veces el pelirrojo gritaba o reaccionaba mal, así que era mejor tratarlo a la distancia.
La puerta se abrió y las personas entraron con cuidado. Temían de lo que fuera capaz de hacerles el Sabaku No. Entre ellos una anciana, Chiyo.
La anciana de cabellos morados se acerco, examinando a la niña.
Gaara estaba al otro lado de la cama, mirando cada cosa que le hicieran a su amiga. Su mirada era como una advertencia.
CHIYO:
Es un caso perdido, no la deja en ningún momento... ─informó resignada.
El Kazekage escuchaba esto, frunciendo el ceño. Había hecho todo lo que podía para separarlos, Gaara era quién se aferraba a la muchacha.
Había recibido múltiples mensajes de Konoha, todos eran del mismo tema. Querían a la niña de regreso y sabía que era una petición difícil de cumplir.
¿La mataba? Gaara perdería la cordura y destruiría todo a su paso.
Todas las opciones eran terribles, terminaban siendo su culpa. Sus planes no podían verse dañados.
¿Y si proponía que se quedara? Una Uchiha en sus filas, no estaría mal. Tendría algo con que controlar a Gaara.
RASA:
¿Porqué aun no ha despertado?
CHIYO:
Las lesiones en su cuerpo son severas y recibió un gran impacto en la cabeza, quizás en unos días pueda despertar...─mencionó.
PORFAVOR, LEER!
Verán, los últimos días he meditado y necesito su opinión.
¿Le hago un final feliz, malo o a medias? YA NO SE.
E incluso, he decidido que la segunda parte serán un poco cortos algunos capítulos.
Me cuesta mucho tratar de seguir el manga. Así que quizás me desvié un poco.
Y como saben, el tiempo es nuestro peor enemigo. Se va volando.
Tratare de terminar esta historia con #20 partes por lo menos. Me voy quedando sin ideas.
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