여섯 • ⩇𝟔 ✦ ་ ˖
• . 𝗢𝗢𝟲 ✦ | » ᴋɪᴍ ʙᴇᴏᴍɢʏᴜ? . •
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Un Beomgyu de 6 añitos caminaba detrás de su madre con la mirada vacía. La mujer llevaba rato gritándole todo tipo de insultos habidos y por haber, pero el pequeño no entendía nada, solo comprendía que su progenitora lo odiaba, y la razón le era inconclusa.
—Intenté abortarte, intenté matarte, probé de todo para acabar contigo de una puta vez, ¿cómo es que sigues vivo? —gritaba la mujer caminando como podía, pues estaba en un fuerte estado de ebriedad. El maquillaje corría por sus mejillas debido a la lluvia, dándole un aspecto aún más devastador—. ¡Joder, por tu culpa no me queda nada!
Beomgyu inclinó levemente la cabeza como muestra de no haber comprendido. ¿Qué había hecho mal? En su memoria no hizo nada malo, hacía todo lo que le ordenaban e intentaba estorbar lo más mínimo, llegando incluso a no hablar con nadie a no ser que sea necesario. Por eso no entendía el odio que le tenía su madre, y no es como si eso le entristeciera, más bien lo confundía.
La mujer cayó al suelo cuando uno de sus tacones se rompió, y un grito desgarrador lleno de frustración salió de su boca. Sonaba como si le hubieran aplastado o algo por el estilo, lo cual hizo que el pequeño Beomgyu entendiera que su madre sufría mucho.
—Y-yo lo tenía todo, a-amaba mucho a tu padre. E-entonces, ¿por qué todo se fue a la mierda? —murmuraba la mujer con dificultad debido a las lágrimas que no dejaban de salir, pero se mezclaban rápidamente con la lluvia.
Beomgyu se acercó a ella sintiéndose un poco mal. Aunque no le tenía cariño, al menor no le gustaba ver a otros sufrir. Entró en un debate interno donde no sabía si debía consolarla o no, en sí no sabía cómo hacerlo así que al final no hizo nada.
—¿Por qué naciste? ¿Por qué no puedes morirte de una vez? —seguía murmurando la mayor, y en un arrebato de enojo repentino, agarró a Beomgyu del cuello lo suficientemente fuerte como para empezar a ahorcarlo—. ¡Muérete de una vez! —chilló tan fuerte que dos mujeres llegaron rápidamente para intervenir.
Antes de que Beomgyu llegara a perder la consciencia por falta de aire, su madre había sido alejada de él.
—Señora Kim, cálmese.
La mujer solo chasqueó la lengua y siguió caminando, ahora con más dificultad teniendo solo un tacón.
Beomgyu, quien no tuvo reacción alguna ante lo ocurrido, le hizo una reverencia a las mujeres y siguió a su madre. Las chicas se miraron entre ellas confundidas por la actitud del menor, no parecía asustado y mucho menos triste y es que Beomgyu estaba más concentrado en buscar al que ahora está seguro que es Taehyun. Siempre estuvo en esas situaciones de riesgo, y esa no era la excepción. Lo encontró flotando en el cielo, con esos grandes y brillantes ojos rojos que lo observaban con intensidad.
Beomgyu siguió caminando detrás de su madre sin apartar la mirada de Taehyun, por eso no se dió cuenta de cuando la mujer se detuvo en medio del puente para mirar el horizonte.
Sin querer chocó con ella y retrocedió rápidamente, ahora enfocándose únicamente en la mujer esperando que le gritara por el contacto. Pero no ocurrió, la mujer solo mantenía la mirada perdida, y una idea se cruzó por su cabeza.
No estaba bien, tal vez había desarrollado mucha dependencia emocional hacía su ahora exmarido, o simplemente su salud mental siempre fue mala como para poder mantenerse así misma ella sola.
No podía, no podía seguir así, ni siquiera logró acabar con la razón de su malestar, su hijo, quien estaba ahí presente mirándola con esos ojos sin vida. Ahí tomó una apresurada decisión, si no puede matarlo entonces se mataría a ella misma, y en menos de un minuto su cuerpo moribundo se hallaba con varios huesos rotos en la carretera que estaba a unos 10 metros bajo el puente.
Beomgyu no sabía cómo reaccionar. Solo se asomó entre los barrotes, sujetándose fuerte para no caer y viendo la escena de su progenitora dando sus últimos alientos con un hilo de sangre saliendo de su boca.
Aún estando lejos, Beomgyu pudo ver perfectamente la mirada de odio que su madre le dedicaba antes de morir. El menor ya estaba acostumbrado a su odio por lo que no se asustó, mucho menos se entristeció, de hecho no sintió absolutamente nada. En parte se debe por no ser muy consciente de qué era la muerte, y junto a no tenerle cariño a la mujer, nunca podría derramar lágrimas por ella. Entonces, ¿por qué le picaban los ojos?
Estaba seguro de que quería llorar, pero él recuerda a la perfección que en aquel momento simplemente se mantuvo inexpresivo. Su mente estaba modificando el recuerdo y ahora tenía la gran necesidad de llorar, no por su madre, más bien era por verse estando completamente solo en ese cruel mundo que le odiaba tanto, en ese mundo que únicamente le hacía pasar desgracia tras desgracia. Claro, a esa edad no recordaba mucho de su padre por ser alguien muy ausente, no sabía que seguía teniendo un hogar aún sin la mujer que le dió la vida, una vida que jamás pidió.
Cuando vió como un coche chocó contra el cuerpo de su madre, solo pudo pensar que se estaba yendo. No sabía qué era toda esa sustancia roja que estaba dejando, en su pequeña mente de niño pequeño entendía que se la estaban llevando, que su mamá se iba a ir a hacer otra vida con otra familia, y aunque celebró que ya no tendría a la mujer haciéndole daño, seguía sin querer estar solito.
—Pero Beomgyu, no estás solo —dijo una dulce voz detrás del pequeño, quién giró la cabecita para ver de donde provenía.
—¿T-Tae? —murmuró el menor con lágrimas cayendo por sus mejillas. La lluvia ya había parado por lo que estas eran más notorias.
El menor corrió hacia el rubio lo abrazó con fuerza, pero al ser un pequeño de corta edad solo alcanzaba las piernas de Taehyun.
—T-te extrañé muchito, p-pensé que te había perdido para siempre —expresó el menor mientras seguía llorando, y alzó la cabeza para poder ver el rostro de Taehyun.
Desde la perspectiva del rubio podía presenciar a un pequeño Beomgyu con ojitos llorosos y un moco queriendo salir de su nariz por haber llorado. Una imagen muy tierna, sin duda.
—Yo también te extrañé mucho, pero ya estoy aquí, bebé, siento haber tardado —dijo con una gran sonrisa.
Beomgyu solo pudo apoyar la cabeza en el hombro del rubio, dándose cuenta al instante que volvía a tener 20 años, y siguió llorando tranquilamente, llegando a tener algo de hipo por ello.
Taehyun le daba unas palmaditas de consolación en la espalda—. Beommie, debes despertar, despierta, amor, despierta.
Todo se volvió difuso, desde Taehyun hasta el puente y todos los coches que pasaban por debajo. Pero seguía escuchando como alguien le pedía que despertara a lo lejos.
Abrió los ojos lentamente, encontrándose con Taehyun mirándolo.
—¡Por fin despiertas! La alarma ya había sonado pero por mucho que te llamara no reaccionabas, y luego te pusiste a llorar. Me asustaste, idiota —habló rápidamente y con notoria preocupación.
—¿Tae...? —murmuró Beomgyu algo confundido, y luego se posicionó en la cama para poder quedar sentado y verlo mejor—. ¿...De casualidad sabes si tu y yo nos conocemos de antes?
El rubio pasó su pulgar con cuidado por la mejilla de Beomgyu para limpiar la lágrima que había salido—. Te he visto durante todas esas veces que casi mueres, solo que si no hubiera leído los informes ahora mismo no me acordaría.
—No, digo antes de que todo eso empezara.
—¿Antes? Tu primer registro fue cuándo tenías 2 años, y no me metí en el útero de tu madre para tomar el té contigo, ¿sabes? —bromeó haciendo reír a Beomgyu, aliviándose al verlo más animado—. ¿Por qué lo preguntas?
—Oh, no es nada serio, desde que llegaste mis sueños son inusualmente raros y apareces en ellos. El de hoy fue un poco extraño, era como si nos conociéramos desde siempre.
Taehyun, disimulando la alegría que le daba saber que Beomgyu soñaba con él, le dió un golpecito muy suave en la frente—. Es solo un sueño. Si quieres a la noche me paso por mi santuario a revisar de nuevo los informes, pero no le des muchas vueltas.
Beomgyu asintió y finalmente se levantó de la cama. En vez de ir cambiarse, fue hacia el escritorio y se sentó en la silla, encendiendo el portátil una vez se acomodó.
—¿No irás a la universidad? —preguntó Taehyun.
—Nop, el photoshoot es en un rato así que no iré.
Taehyun lo celebró silenciosamente. Odiaba el lugar y no quería ver de nuevo a aquel molesto humano. Viendo que Beomgyu se había puesto a teclear con el portátil, él solo se dejó caer en la cama, acariciando a Hobak cuando se sentó al lado y mirando atentamente al castaño.
Desde la cama lo podía ver de perfil. Nunca se detuvo a admirarlo como ahora, y aunque ya sabía que Beomgyu es hermoso, al ver su nuez marcada, nariz pequeña y cabello desaliñado acompañado de ese adorable pijama peludito y unas gafas que no sabía que tenía, pensó que es lindo incluso con esa apariencia hogareña. Joder, hasta sus dedos tecleando con delicadeza eran dignos de envidiar. Entiende por qué es un modelo popular.
Se quedó exactamente 10 minutos observándolo, y podría aguantar mucho más pero le daba curiosidad saber que tenía a Beomgyu tan concentrado. Se levantó siendo cuidadoso para no aplastar a Hobak y caminó hacia el castaño con sigilo.
Cuando Beomgyu notó que Taehyun estaba intentando ver su pantalla, la cerró rápidamente con un fuerte rubor apareciendo en su lindo rostro.
—¡N-no mires!
Taehyun alzó una ceja por la reacción—. ¿Qué escondes, travieso? Somos novios, no hay secretos entre nosotros~ —soltó para luego pellizcar las mejillas de Beomgyu.
—¡E-es eso lo que estoy investigando! —al ver la expresión confundida del rubio, Beomgyu tomó su mano con lentitud y entrelazó sus dedos con los de Taehyun—. Eres muy bueno conmigo y me haces muy feliz, estás cumpliendo muy bien lo de ser mi pareja. Quería aprender a ser un buen novio para que tú también puedas disfrutar de la experiencia.
—¿Y lo estabas buscando en internet? —Beomgyu asintió avergonzado—. Hey, si quieres ser un buen novio y complacerme no hace falta que busques nada, solo sé tú mismo.
—¿...Así de sencillo?
—Ajá —afirmó el rubio, y con el dedo subió un poco las gafas de Beomgyu, que se resbalaban constantemente por la nariz del castaño.
Beomgyu pausó para pensarlo un poco y luego habló—. Vale, pues seré un gran Beomgyu para convertirme en el mejor novio de la historia —soltó alzando el puño, bien determinado por cumplir su propia promesa.
Las comisuras de los labios de Taehyun se elevaron levemente—. Estoy deseando ver cómo lo consigues.
El agradable ambiente fue arruinado cuando el secretario del señor Kim entró a la habitación sin tocar, asustándolos a ambos. Por suerte Taehyun estaba en su forma de deidad y no podía verlo, cosa que le hizo suspirar de alivio pues ve capaz que su padre regañe muy fuerte a Beomgyu por traer a alguien.
—Señorito, ya es la hora, cámbiese y vaya a la limusina —avisó el hombre trajeado para luego salir de ahí sin esperar alguna respuesta de Beomgyu.
El castaño dejó caer todo su peso en el respaldo de la silla, dejando caer su cabeza hacia atrás acompañado de un suspiro. Luego miró a Taehyun desde esa misma posición.
—¿Puedes ir tú por mi? —bromeó. Las sesiones de fotos solían ser muy largas y aburridas, y la de hoy en específico no le gustaba para nada—. Que fotografíen al gran y poderoso Kang Taehyun~
—Dudo que acepten a alguien que no seas tú.
Beomgyu volvió a suspirar y se levantó con pesadez para cambiarse rápidamente. Se puso cualquier cosa, total se tendría que cambiar de nuevo nada más llegar. Pero el chaquetón abrigado era obligatorio, en esa época hacía mucho frío.
Bajó y entró a la limusina sin necesidad de decirle nada a Taehyun. Ya sabía que lo seguiría y por eso una sonrisita victoriosa se formó en sus labios al ver como el rubio se sentaba enfrente. Le gustaba tenerlo siempre a su lado, incluso si no hablaban, su presencia le hace sentir muy seguro.
El problema vino cuando el secretario del señor Kim también entró a la limusina, sentándose al lado de Beomgyu, arruinando por completo la comodidad que este sentía, algo que Taehyun no pasó por alto pues Beomgyu se había pegado por completo a la puerta con tal de evitar cualquier contacto físico con el señor trajeado.
—Tu padre me pidió que te acompañara —informó el mayor aún sabiendo que nadie le preguntó.
El vehículo arrancó, y la incomodidad era tan grande que podía perfectamente aplastarlos a todos. Taehyun no comprendía el ambiente, él solo frunció el ceño y aguantó las ganas de interactuar con Beomgyu. Con el hombre ahí no podrían hablar como solían hacer en todos los trayectos, pensarían que Beomgyu estaba loco, y aunque a Taehyun no le suelen importar esas cosas, se sorprendió a sí mismo preocupándose por cada mínimo detalle que pueda poner al castaño en una horrible situación.
Dejando eso de lado, el trayecto siguió con normalidad, hasta que en un momento ocurrió algo que dejó a Taehyun asombrado. El hombre solo se acomodó en el asiento, pero el movimiento puso muy alerta a Beomgyu. Al ver que no pasó nada, se apoyó en el cristal para centrarse en el exterior e ignorar la incomodidad, y en esa pose la chaqueta se había abierto ligeramente, dejando ver tan solo las clavículas de Beomgyu por lo grande que era el suéter.
Aún exponiendo tan poco, el hombre a su lado lo miraba de una forma muy indebida, relamiéndose los labios, algo que asqueó y enojó a Taehyun, quien se acercó a Beomgyu y movió el chaquetón para taparlo, simulando que fue a causa del viento.
A diferencia que con el hombre, Beomgyu no tuvo reacción alguna con los movimientos de Taehyun, algo que el rubio no notó pero que si lo hubiera hecho estaría extremadamente orgulloso de que el castaño se sintiera cómodo con él incluso de manera inconsciente.
No sabía cuánto quedaba de trayecto, y esperaba que llegaran rápido antes de patear al hombre por seguir babeando por el chico.
No quería liarla tan rápido, así que salió del vehículo, flotando justo en la ventana de Beomgyu siguiendo la misma velocidad del vehículo, notando la expresión de aburrimiento extremo del castaño.
—¿Ese baboso es siempre así? —cuestionó refiriéndose al hombre. Beomgyu lo miró con un puchero enojado, haciéndole recordar que no podía hablar, al menos no si tenían compañía—. Parpadea una vez es sí, parpadea dos veces es no. ¿Ese baboso es siempre así? —repitió la pregunta.
Beomgyu parpadeó una vez.
—¿Alguna vez se sobrepasó contigo?
Esta vez parpadeó dos veces, lo que hizo que Taehyun se sintiera aliviado. Si Beomgyu llegaba a afirmar no se contendría.
Viendo que Taehyun se había quedado algo pensativo, Beomgyu apoyó la mano en el cristal para llamar su atención. Quería más preguntas, aunque fueran aleatorias, a ver si así al menos puede ignorar al tipo y tener un trayecto agradable con ese juego de preguntas.
Por suerte Taehyun lo entendió—. ¿Te aburres mucho? —cuestionó divertido. Beomgyu parpadeó una vez y luego lo miró con una expresión que resaltaba la obviedad de su respuesta—. Vale, vale, no haré preguntas estúpidas.
Beomgyu sonrió como respuesta.
—Mmmhh, ¿quieres mucho a Hobak? —Beomgyu parpadeó una vez—. ¿Más que a tu padre? —volvió a parpadear una vez—. ¿Verdad que los animales son mucho mejores que los humanos? —Beomgyu estaba tan de acuerdo con esa afirmación que sin querer asintió en vez de parpadear, poniendo una tonta expresión al darse cuenta, lo que hizo reír a Taehyun—. ¿Puedes dejar de ser tan tierno?.
Beomgyu solo parpadeó dos veces y señaló discretamente a Taehyun.
—¿Insinúas que yo también soy tierno? —el castaño volvió a asentir sin querer, aunque esta vez no le importó mucho—. ¿Yo? ¿Tierno? Eso es nuevo —soltó con asombro pues nunca nadie, ni humano ni entidad celestial, había pensado algo así de él.
Antes de volver a hacer alguna pregunta, el vehículo se detuvo, dando a entender que llegaron. Beomgyu salió rápidamente de la limusina para poder estar al lado de Taehyun.
Ambos entraron al gran edificio, y siendo guiados por el desagradable secretario, llegaron al piso donde se realizaría la sesión de fotos. Se trataba de un lugar bastante amplio con varios sets de iluminación y escenarios decorados con varios conceptos hogareños.
Una camarógrafa bastante sonriente recibió a Beomgyu estrechando la mano, un acto tan simple que aún así incomodó mucho a Beomgyu. Sabía que la chica no era como el señor secretario y solo estaba siendo educada, pero cualquier contacto físico —en general— le incomodaba. Aunque ya estaba consciente de que Taehyun era la excepción.
—Buenos días, Kim Beomgyu, me alegra que haya aceptado trabajar para nosotros —soltó la chica con una gran sonrisa.
Esa simple frase causó reacciones muy distintas en nuestros protagonistas. Mientras Beomgyu recordaba con pesadez cómo su padre le obligó a aceptar, Taehyun estaba confundido por algo en específico.
—¿Kim? —preguntó en alto, más para sí mismo que para Beomgyu.
Uno de los estilistas se acercó y le dió una prenda muy pequeña al castaño—. Vamos a empezar con este, puedes cambiarte tranquilamente en el camerino —avisó señalando el lugar.
—Gracias —agradeció y caminó sin ganas hacia el camerino.
Viendo que Beomgyu lo había ignorado, Taehyun volvió a preguntar—. ¿Cómo que eres Kim? —tenía miedo de haberse confundido de chico, en la hoja que le entregó Hueningkai claramente ponía Choi Beomgyu.
El castaño entró y cerró la puerta con seguro después de que Taehyun entrara con él—. Kim Beomgyu, ese es mi nombre completo.
—¿No eres Choi? ¿Choi Beomgyu?
—Mi padre es el señor Kim, ¿por qué sería Choi? —cuestionó sarcástico mientras se quitaba la ropa. No quería echar a Taehyun, pero tampoco quería que lo viera, así que estaba intentando ocultarse con el chaquetón. Al notarlo, Taehyun solo volteó a mirar la pared y así respetar la privacidad de Beomgyu, algo que el castaño agradeció mentalmente.
—No sé, ¿tal vez por que en los informes apareces como Choi Beomgyu? —respondió el rubio igual de sarcástico, aunque en el fondo estaba algo dudoso y temeroso de algún posible error—. ¿Eres adoptado o algo? —preguntó intentando buscar alguna explicación rápida.
—No. Incluso cuando mi padre dejó a mi madre acusándola de haberme tenido con otro hombre debido al nulo parecido físico que tenemos, las múltiples pruebas que nos hicieron daban que sí soy su hijo —explicó terminando de ponerse la ropa interior, y luego de abrigarse con la bata, le indicó a Taehyun que ya podía voltear.
Sus palabras solo confundieron más a Taehyun, pero lo investigaría mejor a la noche, ahora estaba siendo atacado con la tierna imagen de Beomgyu batallando con las largas mangas de la bata e intentando atar la liga de esta a su cintura para que no se abriera.
Se acercó a él y le ayudó a atarlo, dejando un lazo inesperadamente perfecto por delante.
—Gracias~
Beomgyu abrió la puerta y salió a pasos muy lentos. Sería su primer photoshoot enseñando su cuerpo casi sin ropa, y tenía muchos sentimientos encontrados al respecto. Ahora estaba bien por tener la bata, pero no sabía cuál sería su reacción una vez manden a quitársela.
—Bien, Beomgyu, siéntate aquí mientras te explico un poco como será la sesión —avisó alguien del staff.
Como unas chicas vinieron a maquillarlo y el castaño parecía estar atendiendo a la charla, Taehyun solo se sentó en algún lugar un poco alejado para esperar pacientemente a que Beomgyu terminara, algo que desea en lo más profundo de su ser que ocurra rápido.
Tan solo 2 minutos sentado y ya estaba aburrido, aunque observar las expresiones de Beomgyu mientras le daban unas indicaciones le entretenía un poco. Da igual cuanto fuerce Beomgyu su sonrisa, Taehyun podía notar a la perfección que el castaño estaba incómodo jugando con sus propios dedos mientras el tipo del staff seguía hablándole.
—Iniciaremos en el set de cocina, y luego seguimos con el fondo blanco. Tú solo debes posar con naturalidad —fue lo último que dijo el chico del staff antes de posicionar a Beomgyu en esa pequeña área de cocina.
La iluminación fue colocada y ajustada al momento, y la fotógrafa empezó a hacerle señales de que ya podía empezar.
Beomgyu buscó con la mirada a Taehyun con la intención de calmar los nervios que sentía. Cuando sus miradas se encontraron, Taehyun levantó el pulgar para darle ánimos y Beomgyu asintió levemente con una pequeña sonrisita.
Y así inició el espectáculo. Beomgyu se había quitado la bata y se apoyó en el mármol de la cocina, fingiendo ser alguien recién despertado que aún estaba asimilando que se había despertado, siendo su única prenda unos calzones blancos con un gran Calvin Klein escrito en el elástico. Más natural que eso imposible.
El sonido de la cámara sacando fotos y los halagos e indicaciones de la fotógrafa no tardaron en llegar, siendo lo único que se escuchaba en todo el lugar.
Tal vez fue el saber el que Taehyun estaba ahí, o podría ser que realmente no era tan malo como esperaba, pero Beomgyu terminó el primer set con éxito, aunque los nervios y la incomodidad por tener a tanta gente viéndolo semidesnudo aumentaban bastante con cada foto realizada.
Nada más decirle que descansara hasta que preparen el siguiente set, Beomgyu rápidamente se puso la bata y fue directamente con Taehyun, sentándose justo a su lado.
—¿Lo hice bien? —preguntó luego de soltar un suspiro cansado.
Taehyun le dió unas caricias en la cabeza—. Lo hiciste muy bien —respondió sincero y bien orgulloso de Beomgyu, quien no pudo evitar sonreír por el agradable contacto.
Pero el lindo momento se vió interrumpido cuando alguien tomó fuerte del brazo de Beomgyu para llevarlo a otro lugar, acto que enfadó a Taehyun al ver la mueca de dolor del castaño. Ese día parecía que todos querían acabar con su paciencia, y lo estaban logrando. Apretó fuerte sus propios muslos para intentar contenerse.
—Beomgyu, ¿acaso eres sordo o qué? Te estaba llamando, ya vamos a empezar de nuevo —avisó el miembro del staff que se lo había llevado sin cuidado, dejándolo en el set de fondo blanco.
—Venga, joder, rápido —le gritaba la fotógrafa ya no tan amable como antes.
El cambio de actitudes asustó un poco a Beomgyu—. Y-ya voy, lo siento.
—¡No tenemos todo el día, inútil!
Taehyun estaba apretando demasiado la mandíbula. ¿Cómo pasaron de profesionales a subnormales tan rápido? No lo entiende, pero la gota que colmó el vaso fue cuando otro miembro del staff se acercó a Beomgyu para quitarle la dichosa bata de un fuerte empujón, haciendo que el chico cayera torpemente por la fuerza.
—Bastardos de mierda —el rubio ya no se podía contener. Se levantó del asiento, apareciendo a los segundos al lado de Beomgyu y mirando muy desafiante al hombre. Todo el ambiente se tornó muy pesado porque Taehyun estaba dejando salir sus poderes, las personas presentes empezaban a tener dificultades para respirar, todos menos Beomgyu, el rubio hizo un esfuerzo doble para que el chico no saliera afectado por su enfado. Iba completamente en serio cuándo dijo que nadie le haría daño, ni siquiera él.
—¡U-un monstruo! —exclamó alguien antes de salir corriendo en busca de aire.
El resto hicieron lo mismo, sus vidas peligraban si se quedaban, y la prueba de ello era que pudieran ver a Taehyun aún estando en su forma de deidad.
Sí, Taehyun estaba dispuesto a matarlos por como trataron a Beomgyu.
Y aunque ya todos se habían ido, su ira permanecía. Un aura oscura empezó a formarse a su alrededor, y su conciencia empezaba a irse. Probablemente le quedaría poco para mostrar la verdadera y monstruosa apariencia del dios de la muerte, una horripilante criatura que parecía sacada del mismísimo infierno.
Pero antes de perder la cordura, unas cálidas manos se posaron en su rostro con cuidado, dándole otra vez ese sentimiento de deja vu que aparecía momentáneamente desde que está en el mundo mortal—. Taehyunnie.
Con solo oír su voz, sintió que su ira fue rápidamente reemplazada por una gratificante paz interior—. Perdón, debí ser muy aterrador, lo siento —se disculpó rápidamente una vez se encontraba calmado por completo. Era consciente de que cuando se ponía así incluso los otros dioses le temían, y no quería que el chico se asustara.
Beomgyu negó—. Solo temía que te hicieras daño si seguías, nunca podría tenerte miedo.
—¿Nunca? ¿Por qué? —cuestionó curioso.
—Los humanos me parecen más aterradores que los seres inexplicables como tú.
Taehyun sonrió un poco por la respuesta—. Tienes una lógica extraña. Se supone que las cosas inexplicables como yo somos mucho más poderosas que los humanos.
—Las personas me hacen daño, tú no.
Taehyun iba a hablar pero se percató de algo que estaba detrás de Beomgyu. Habían varias anomalías de errores flotando alrededor, probablemente pertenecientes a todas las personas que hasta hace unos minutos estaban ahí, y con sus poderes logró separarlos sin querer.
Eso explicaría el repentino cambio de actitudes. Él solo chasqueó los dedos y todas las anomalías se desintegraron. Luego miró a Beomgyu algo sorprendido. ¿Esta lindura es el causante de todo este caos? Se preguntó, pero la duda fue ignorada al darse cuenta de que Beomgyu seguía únicamente en ropa interior.
Taehyun no quería quitar las manos de Beomgyu de su rostro, pero necesitaba pasarle la bata de nuevo. Al final se agacho a regañadientes, aguantando un gruñido cuando dejó de sentir el contacto de Beomgyu, y tomó la prenda para ponérsela encima al castaño.
Fue él mismo quien, al terminar, tomó las manos de Beomgyu y las volvió a poner en su rostro. Eran muy cálidas y amaba la sensación.
—Al igual que tú nunca podrías temerme, yo nunca sería capaz de hacerte daño —admitió luego de cerrar los ojos para disfrutar más del tacto.
—Lo sé, confío en ti.
Confío en tí, una mezcla de palabras que jamás le dedicaron al rubio, y al escucharlas saliendo de la boca de Beomgyu sintió cómo su ritmo cardiaco aumentaba.
Lo sabía, ya no podía negarlo, tampoco quería hacerlo, y es que estaba cayendo por ese agradable y adorable castaño lleno de sorpresas, algo que nunca creyó que ocurriría. Si su yo de hace 1 semana lo viera ahora mismo estaría burlándose de él por ello, pero eso no le importa ni lo más mínimo.
Beomgyu observó un poco a su alrededor, viendo que no había absolutamente—. Taehyun, n-
El mencionado lo interrumpió para poder corregirlo—. Taehyunnie, puedes llamarme así, me gusta.
—Taehyunnie~ —dijo divertido por el cambio de decisión del rubio—, no creo que el photoshoot siga por hoy. Te propongo un añadido improvisado a la lista.
—¿Un añadido improvisado?
Beomgyu asintió—. ¿Te apetece comer fuera? —preguntó, y Taehyun respondió con una sonrisa burlona. Nunca había probado la comida de los humanos, y le alegra saber que la primera vez sería en compañía del chico.
Sin nada más que decir, Taehyun volvió a su forma de humano y ayudó a Beomgyu a vestirse correctamente. Ambos salieron del edificio evitando a todo el staff, quienes estaban en la entrada bien asustados e intentando asimilar lo que había ocurrido, y entraron al primer local de comida, un pequeño McDonald's ubicado entre varias tiendas de ropa. No había mucha gente así que era genial para ambos.
—¿Qué vas a pedir? —preguntó Beomgyu señalando las grandes pantallas luminosas que mostraban varios tipos de hamburguesas y postres, entre otros.
—Solo pídeme lo mismo que tú —respondió sin ganas de estar eligiendo y fue a buscar alguna mesa algo alejada de las pocas personas que habían.
Una idea se cruzó por la cabeza de Beomgyu. Ya que Taehyun le daba ese poder, sería un chico travieso.
—Déjeme dos cajitas felices, por favor —le dijo a la dependienta una vez llegó su turno. No tenía pensado pedir eso, pero imaginar a Taehyun con un menú infantil se le hacía muy divertido.
Después de recibir su orden y pagar, se sentó frente a Taehyun, quién frunció el ceño al ver las dos cajitas con dibujos de Hello Kitty en la bandeja.
—¿Qué es esto?
—Un menú infantil, ¿verdad que es lindo~?
—¿Te estás burlando de mí?
Beomgyu le colocó a Taehyun una corona de cartón que le había pedido a la chica—. Sip.
El rubio puso una cara de poker, pero se rindió al momento y solo abrió la caja para comer lo que sea que haya dentro. Otra vez se sorprendió a sí mismo dejándose ridiculizar de esa manera, incluso si se trataba de una travesura inocente, si no fuera Beomgyu ahora mismo estaría enojado.
—Ah, olvidé agradecerte —recordó Beomgyu luego de sacar las papitas y ponerlas en la tapa de la caja de la hamburguesa—. Cuando empezaron a gritarme me asusté mucho, si no llegabas a aparecer yo-
Taehyun le interrumpió metiéndole una papa en la boca—. ¿Normalmente recibes ese trato en las sesiones?
Beomgyu asintió mientras masticaba. No siempre ocurría, pero poco después de empezar las sesiones de fotos todos a su alrededor empezaban poco a poco a despreciarlo a pesar de haberlo saludado con amabilidad.
Ante la afirmación Taehyun más o menos empezaba a confirmar que Beomgyu realmente causaba errores en los destinos de otros, glitches que los hacían actuar sin cuidado hacia él. Definitivamente debía encontrar una solución, eso no era normal y Beomgyu no merecía ser tratado de esa forma.
Taehyun se quitó la corona para ponérsela a Beomgyu—. Si llega a haber una próxima vez me encargaré de que nadie sea capaz de alzarte la voz. Se atreven incluso a mirarte mal y se las tendrán que ver conmigo.
Beomgyu tomó un sorbo del refresco antes de hablar—. Eso me tranquiliza, pero por favor, no te pases mucho con ellos. Aunque alguno me mire mal, no todos llegan a ser malas personas, simplemente no les caigo bien y ya.
—Tienen que ser muy estúpidos si son capaces de odiarte —admitió para finalmente empezar a comer su propia hamburguesa, sorprendiendose por el delicioso sabor.
—¡Woah, qué lindo! —exclamó Beomgyu al sacar el juguete que venía con el menú Happy Meal. Se trataba de un reloj de My Melody, seguramente de muy mala calidad pero eso no quitaba el que a Beomgyu le gustara.
Taehyun, curioso por el hallazgo de Beomgyu, también miró en su propia caja y sacó el mismo reloj—. ¿Estas cajas siempre traen algo así?
—Se ve que sí, no tenía ni idea pero me parece un detalle muy lindo~ —tras decir eso, intentó ponerse el reloj. Como le estaba costando un poco Taehyun le ayudó, a lo que Beomgyu agradeció bien feliz por tener ese objeto tan simple. Era la primera vez que podía tener algo rosa, su color favorito, y es que su padre resulta ser alguien un tanto retrógrada en ese sentido, de por sí ya le había costado mucho tener peluches, tener algo rosa era horrible para el mayor, demasiado femenino según él.
Ya me imagino su reacción si me ve con algo rosa e infantil como esto, pensó Beomgyu divertido, aunque no dejaría que lo viera.
Dejó de mirar el adorable objeto para alzar la mirada y encontrarse con Taehyun viéndolo atentamente con una sonrisa leve llena de orgullo.
—¿Puedo ponerte el tuyo? —no hubo respuesta verbal, Taehyun simplemente acercó su brazo izquierdo y permitió que Beomgyu le colocara el ridículo reloj.
No pudo evitar reír bajo al terminar. Y pensar que el muy "temible" Kang Taehyun estaría llevando algo de My Melody sin rechistar, una divertida imagen que solo Beomgyu puede lograr.
—Te ves feliz —soltó el rubio siendo contagiado por la risita de Beomgyu.
—Eso es porque tú me haces feliz —admitió el castaño luego de posar su mano en la de Taehyun—. ¿Me puedo tomar esto como relojes de pareja? —preguntó emocionado.
—¿Relojes de pareja? ¿Esta baratija de mala calidad? Te mereces algo de más calidad.
—¡No hace falta! Se agradece el detalle pero esto es suficiente para mi~
—¿Seguro? —Beomgyu asintió—. Está bien, entonces dejémoslo así —y aunque Taehyun pareció dejar el tema de lado, realmente estaba pensando en que iría a comprar algo mejor cuándo pudiera. Sería un regalo sorpresa para Beomgyu, y ya está deseando ver su carita de felicidad.
Después de terminar de comer y aprovechando que no había mucha gente en el local, a Beomgyu se le ocurrió la idea de jugar en el parque infantil del McDonald's. Había tantas cosas que no pudo disfrutar en su infancia que no piensa contenerse incluso si le miran mal por ser un chico de 20 en un lugar como ese.
Por otro lado, Taehyun al principio estaba medio reacio a entrar con él, pero ver a Beomgyu feliz le animaba a entrar al parque y disfrutar a su lado.
Tuvieron una pelea de pelotas en la piscina de bolas; se perdieron varias veces en las múltiples tuberías de colores; jugaron al escondite; y cuando ya se sentían algo cansados, se quedaron acostados dentro de una especie de cúpula que había en lo más alto, conectada por varios de los tubos de colores. Por suerte no habían niños y podían relajarse sin problema.
—Tenemos que repetir esto, fue más divertido de lo que esperaba —admitió Taehyun con la respiración entrecortada.
Beomgyu no sabía qué responder, él solo sonrió satisfecho de saber que Taehyun la pasó bien.
Luego de recobrar el aliento, ambos salieron del parque para colocarse el calzado mientras unas señoras les miraban con extrañeza, pero a ellos les dió completamente igual y simplemente salieron del local tomados de la mano, en las que tenían el reloj concretamente.
—Oh, ya va a anochecer —dijo Beomgyu sorprendido pues entraron al mediodía.
—Sí que pasa rápido el tiempo... —murmuró Taehyun.
—Jeje, es una de las consecuencias de divertirse~
Tras esas palabras, volvieron a la mansión Kim en bus, y por suerte el señor Kim no estaba en casa así que pudieron regresar a la habitación de Beomgyu más relajados.
Ahí decidieron volver a jugar a la Wii, lo cuál hicieron hasta que Beomgyu se quedó plácidamente dormido en el sillón, y fue Taehyun quien le puso una manta encima y lo arropó para que durmiera bien.
Viendo al castaño dormir tan tranquilo le hacía recordar lo bien y cómodo que se sentía estando a su lado. Tal vez siempre necesitó un Beomgyu en su vida para ser feliz, pues en tan solo casi cuatro días el castaño le hizo sentir vivo, no como el frío dios de la muerte sin sentimientos que solía ser.
Ahí recordó que debía ir a su santuario para ver lo de Beomgyu, y llegó en menos de un minuto gracias a sus poderes.
—Buenas, Soobin, ¿qué tal todo? —saludó tranquilamente una vez entró al despacho.
—Bienvenido de vuelta señor Yeomna, todo ha ido correctamente en su ausencia —informó el alto luego de una reverencia—. ¿Ya terminó el caso de Choi Beomgyu?
Cierto, Beomgyu seguía siendo un caso a tratar después de todo, pero Taehyun estaba tan cómodo con él que lo había olvidado.
Taehyun negó y se sentó tranquilamente en su silla—. ¿Puedo hacerte una pregunta ajena al trabajo?
Soobin sonrió algo confundido por la inusual pregunta—. Claro.
—¿Hay algún atributo en los humanos que realmente los hace seres agradables?
—Oh... —Soobin quedó algo sorprendido, era la primera vez que Taehyun, no solo se le veía tranquilo y algo feliz, sino que sentía curiosidad por algo de los mortales—...Diría que eso depende mucho de cada uno, tú podrías encontrar atributos en personas que otros no, y así con cada entidad existente, ¿por qué pregunta?
—Ese chico, Beomgyu, me agrada, más de lo que nunca hubiera esperado —admitió con una leve sonrisa que Soobin no pudo ignorar.
—Debe ser alguien muy especial si logró ser el primer humano al que no repudias —dijo el alto luego de ver el reloj rosa que Taehyun llevaba en su muñeca izquierda. Tantos siglos trabajando juntos y sabía perfectamente que él nunca se pondría algo así, no le hizo falta preguntar para saber que seguramente sea por causa del mortal.
—Lo es, pero se me hace un poco extraño. No es un me agrada y ya, va mucho más lejos. Quiero protegerlo de todo lo malo; me alegra verle feliz; me gusta cuando toma mi mano y me mira con esos ojitos llenos de afecto; incluso estar con él sin hacer absolutamente nada es agradable y me llena de tranquilidad, ¿eso es normal? —se sinceró con la intención de que Soobin pudiera explicarle sus propios sentimientos.
—En primer lugar déjeme preguntarle, ¿le desagrada sentirse de esa forma? —Taehyun negó ante la pregunta, y Soobin sonrió con orgullo—. Esto te lo digo como amigo y no como secretario. Ese chico es muy bueno para ti, solo han pasado unos días y ya noto un gran cambio positivo en tu persona.
—¿Cambio?
Soobin asintió—. Gracias a él empiezas a tener sentimientos. Ahora te ves más como Kang Taehyun, no cómo Yeomna.
—¿No se supone que somos lo mismo? —preguntó el dios con notoria confusión.
Soobin miró a otro lado con nerviosismo—. Sí, pero no.
Taehyun iba a preguntar, pero la puerta del despacho fue abierta de golpe—. Taaee~, hace días que no venías, casi pensaba que te fuiste de vacaciones.
—Buenas noches señorito Mireuk, bienvenido al santuario de Yeomna —saludó Soobin volviendo a su modo trabajo.
Taehyun solo suspiró cansado—. Soobin, tráeme los archivos de Choi Beomgyu mientras me encargo de Hueningkai —el pelinegro asintió y salió obedientemente del lugar—. Huening....
—Solo vine a saludar, no me mires así~ —llegó rápidamente al lado de Taehyun al ver el reloj—. Huy, qué lindo, ¿de dónde lo sacaste?
El rubio lo apartó un poco—. No lo toques, idiota.
—¿Por qué? ¿Es importante? ¿Qué es, qué es, qué es, qué es, qué es, qué es, qué e- —Taehyun lo calló tapándole la boca con la mano.
—Solo un objeto de valor emocional, no lo toques y deja de preguntar —explicó brevemente para luego soltar a Hueningkai.
—¿Objeto de valor emocional? No me digas que ese humano al que estás tratando te tiene mal... —dijo medio divertido y él mismo lo confirmó al ver que Taehyun fruncía el ceño sin quejarse, como usualmente—. ¡OMG! ¡Yeomna, conocido por su excesiva frialdad ahora atesora un objeto llenito de amor~! ¿Puedo conocer a ese humano? Necesito darle un fuerte beso en la frente, se ha ganado mis respetos, wow.
—No —negó entre gruñidos. Hueningkai era muy enérgico y confianzudo y temía que Beomgyu pudiera sentirse incómodo por la usual invasión de espacio que Kai hacía sin pedir permiso. Eso o más bien estaba un poco celoso al imaginar a Hueningkai besando la frente de Beomgyu.
—Aquí tiene —Soobin regresó con los archivos y los dejó en la mesa.
Cuando se puso a leerlos, Hueningkai enfocó su vista en Soobin, haciéndole entender que ahora lo molestaría a él para dejar a Taehyun concentrarse.
Al comprobar los casos archivados de Beomgyu pudo confirmar que no se había confundido, las historias que Beomgyu le contó coincidían con las escritas en los informes, dando como conclusión que Choi Beomgyu y Kim Beomgyu eran la misma persona. Pero si no es adoptado ni producto de un amante, ¿por qué su apellido en la sede y su apellido real no coincidían?
Como dios de la muerte, se ha encargado de muchísimos casos. Siendo alguien que trabaja por y para las personas es obvio que está constantemente recibiendo fichas con los datos de cada una de estas, y la sede funcionaba con poder divino tan preciso que nunca hubo algún error ni en el más mínimo dato de la persona, y si alguno de estos cambiaba como el peso o la estatura se modificaban automáticamente en los mismos archivos.
Alzó la mirada para ver de nuevo a los dos sujetos ahí presentes—. Soobin, Hueningkai, tengo un favor que pedirles, algo un poco arriesgado.
—Uuuhh, vamos a ser chicos malos —dijo Hueningkai bien emocionado porque finalmente Taehyun le pedía algo.
—Quiero que vayan a la biblioteca central de los destinos y busquen el libro de Choi Beomgyu o Kim Beomgyu —leer el destino de Beomgyu era la única opción para aclarar todas sus dudas y así buscarle una solución a su problema con causar errores Involuntariamente—. Cuánto antes lo traigan, mejor.
—¿Un poco arriesgado? Si nos pillan estamos acabados, eso es extremadamente arriesgado... —y aunque sonaba como una queja por parte de Soobin, realmente estaba igual o más emocionado que Hueningkai. Tantos siglos haciendo lo mismo que ya era aburrido, por fin haría algo más peligroso—. Lo haremos, te aviso cuando lo tengamos.
Desde que Jung Hoseok cambiaba los destinos en la biblioteca, el acceso a esta fue estrictamente cerrado, Taehyun era consciente de cuán difícil era la misión que les encargó a esos dos, y ahora agradece que Hueningkai apareciera pues con él el trabajo de Soobin será más fácil.
—Confío en que harán un gran trabajo, estaré por el mundo mortal.
Y así, el cuarto día de la semana llegó a su fin, con muchas preguntas las cuales espera que pueda responder pronto, principalmente para garantizar la seguridad de Beomgyu.
Tener accesorios de pareja: hecho ✓
Añadido improvisado. Comer fuera: hecho ✓
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