Los rayos del sol le dieron en el rosto a Jimin quien abrió sus ojos algo adormilado, la cama estaba vacía, no supo si su novio había llegado a dormir.

Se dio una nueva ducha y después bajo, era domingo y su día consistiría en pasar todo el día acurrucado viendo películas sin responder el teléfono. Se sorprendió al ver a su novio en la cocina calentando la comida de la cena olvidada.

—Amor, siento mucho esto, la calentaré y comeremos juntos.
Jimin sonrió cabizbajo.

—Nunca respondiste mis mensajes Kook

—Jimin sabes que lo siento, tuve demasiado que hacer, la reunión con G dragon fue excelente, tenemos contrato y haremos su próximo disco, el otro sábado habrá una celebración por eso iremos juntos, además hope dice que… ¿Qué pasa Jimin?

Lagrimas habían comenzado a salir de sus ojos y eso hizo al azabache alarmarse. Algo no estaba bien y seguramente él tenía la culpa, como siempre. ¿Había olvidado algo? ¿Su aniversario de novios?  ¿Su cumpleaños?  ¿Qué?

Se acercó rápidamente tomándolo por los hombros tratando de que lo mirase a los ojos.

—¿Jimin? ¿Pasó algo malo anoche? Demonios, sabía que tenía que ir contigo, lo siento.

Jimin negó limpiando su rostro y alejándose un poco.

—No respondiste, tampoco llamaste, pero todo está bien, felicidades por G dragon, lo harás bien Jungkook.

Le había llamado Jungkook eso era algo malo. Solía pasar cuando Jimin no estaba bien así que lo tomó de la mano y lo guió hasta el sofá, aquel donde Jimin  se quedo dormido esperándolo y se sentó con Jimin a su lado.

—A ver Jiminshi ¿Qué sucede? Sabes que siempre te escucho por mas ocupado que este.

—Nunca hay tempo para nosotros Kookie.

—¿Cuantas veces tendremos esta conversación amor? —Jungkook soltó un largo suspiro.

—Al parecer toda la vida… ayer, ayer lo pase bien no preguntaste pero quiero contarte.

—Si, lo siento soy un idiota.

—Jungkook ¿Me amas?

El azabache ladeó la cabeza como tratando de entender el por qué del repentino comportamiento dudoso de Jimin ¿Le habrían dicho que tenía un amante y por eso nunca estaba en casa? Porque si era así, era totalmente mentira, no le haría eso a Jimin, y además no tendría tiempo tampoco. Lo amaba aunque era un idiota con Jimin.

—Jiminshi, sabes que si, te amo ¿Qué pasa?

Jimin mordió su labio nervioso y jugó con sus dedos, estaba asustado porque lo que en ese momento sentía era mayor, lo sobrepasaba.

—Anoche… anoche me encontré con m-mi… mi ex.

—Ohh  —los oscuros ojos de Jungkook se abrieron por la confesión.

—No paso nada, jamás lo haría Kookie, pero…descubrí que, sentí cosas que hacía tiempo no sentía —Jimin levanto el rostro y miró a su novio que parecía procesar toda la información.

—Te viste con tu ex, entiendo, no hiciste nada malo, si tú dices que no paso nada te creo. No te pongas asi.

—No Kookie es que no estás entendiendo el punto de esto —Jimin soltó casi llorando—. No solo me vi con mi ex, baile con mi ex, bebí con mi ex, comí con él, me reí mucho, jugamos en el parque, me hizo una corona de flores de cerezo, dormí en sus brazos, desayunamos juntos… ¿Ahora entiendes? Eso fue mucho peor a que si me hubiese acostado  con él. Kookie, me sentí vivo a su lado, algo que entre tú y yo ya  no pasa más.

El semblante de Jungkook cambio completamente, se oscureció totalmente y su mandíbula se apretó.

Soltó más manos de Jimin.

—Lo sabia Jimin —respondió ganándose una mirada de incertidumbre de parte del rubio—. Yo sabía que un día esto pasaría, sabía que estaba descuidándote mucho, vi las señales, las comidas frías en la mesa, los mensajes sin responder, lo sabia maldición y aun así no hice nada por cambiarlo, me… me confié, creí que con solo que supieras que te amo bastaba.

Los ojos de Jungkook ahora eran los que estaban llenos de lagrimas, tenía un  nudo en su estomago. Jimin se quiso acercar pero fue el propio Jungkook el que lo alejó suavemente.

—¿Lo amas aun? —Preguntó conteniendo las ganas de gritar porque él lo sabía, estaba perdiendo lo más bonito que la vida le había dado, pero que no había cuidado.

Jimin bajo la mirada y asintió.
Jungkook tomo su barbilla para levantarle el decaído rostro y verle a los ojos.

—Dímelo mirándome a los ojos Jimin, sin miedo ¿Lo amas aun?

Los bonitos orbes impregnados en agua cristalina lo miraron y después de hacer un puchero, asintió.

—Lo amo, Jungkook, descubrí que lo amo pero más amo ser yo cuando estoy a su lado, amo reír, amo tener compañía para comer, amé despertar siendo abrazado, lo amo.

Jungkook asintió limpiando las lagrimas de Jimin y después las suyas.

—Te diría que no te dejo ir bebé, que lucharé por ti hasta el final porque te amo, rayos, mierda que  te amo tanto, pero también amo mi trabajo, ese que me absorbe el tiempo, ese que no me deja comer bien pero que después puedo escuchar a través de otros artistas. Y tú eres infeliz a mi lado, dirías que soy un cobarde por escoger a mi trabajo en lugar de a ti, pero lo amas, a ese que te hace sonreír, ese que te hace suspirar y contra ese…llevo todo perdido, porque tus sentimientos ya no serán para mí ahora que él apareció en tu vida.

—Jungkookie…

—Ve, lo entiendo Jimin, ve por él yo estaré bien, escribiré un par de canciones de despecho y dolor, pero lo superaré.

A Jimin se le aguadó su corazón, estaba rompiendo con su novio para salir corriendo a los brazos de otro pero, es que era lo que su corazón le gritaba desgarradoramente.

—Gracias Kookie, gracias, yo se que tú serás feliz con tu música y que un día encontraras a ese ser que se pase el día entero en tu estudio, al que no le importe que no hayan  cenas románticas, ni mensajes de texto…

Jungkook asintió y después de un último abrazo Jimin se puso de pie, limpio sus últimas lágrimas y salió de aquella casa, la que posiblemente no volvería a ver.

Recordó el camino hasta el apartamento de Yoongi y cuando bajo del taxi y pago sintió que un peso muerto había quedado atrás, en ese taxi que emprendía la marcha y se alejaba. Sonrió nervioso.

¿Qué le diría?

Subió por el elevador aun con su corazón golpeteando como loco y cuando bajo y vio el pasillo sintió  ganas de llorar una vez más. Llamó a la puerta y esperó, no tuvo que hacerlo por  mucho tiempo porque la puerta se abrió rápidamente y un Min Yoongi bastante sorprendido de devolvía la mirada.

—Yoon yo, y-yo...

Abrió la boca para decir algo aunque no sabía aun que debía decir, pero fue tomado por la cintura y una mano grande pasó por detrás de su nuca y lo atrajo hacia el cuerpo grande que lo esperaba en la entrada.

Sus labios fueron abruptamente asaltados por aquel criminal de mirada grisácea  que lo besó con intensidad arremolinada en todo su ser.

Ambos jadearon al separarse pero volvieron a besarse con ímpetu y pasión, las manos de  Jimin habían rodeado el cuello de Yoongi. Volvieron a separarse lentamente y unieron sus frentes.

—¿Por qué me besaste?

—Dije que si te volvía a ver te besaría y no te dejaría ir —sonrió Yoongi restregando su nariz en el cuello del rubio.

—Te amo Yoongi, me di cuenta que aun te amo.

—Lo sé Minnie, yo también te amo y siempre te he amado.

Posiblemente esta vez ellos le habían ganado al destino que los había separado, pero la verdad era que Jimin siempre fue de Yoongi y Yoongi de Jimin. Habían logrado cambiar la historia.

Jimin sonrió, Yoongi lo tomo por la cintura y Jimin dio un pequeño brinco con el cual logro envolver con sus piernas la cintura del mayor y Yoongi se encargo de cerrar la puerta.

Adentro la historia seria otra.

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FIN

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