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Luego de dos meses de descanso laboral, finalmente todos los miembros nos veríamos otra vez. Estaba inquieto, la pelea que se generó hace unos tres meses afectó un poco el comportamiento de los miembros y eso me tenía intranquilo.

Cuando llegué al edificio e ingresé saludé al personal que me devolvió el gesto con alegría y al subir pude notar a Kai y Beomgyu conversando.

— ¡Hyung! — Exclamó Kai y se acercó a abrazarme, seguido por Beomgyu.

— ¿Qué tal? ¿Cómo están? — pregunté con una sonrisa mientras me sentaba en uno de los sillones y me unía a ellos, conversando sobre las vacaciones de cada uno.

Tras pasar un poco el rato hablando, llegaron dos miembros más. Taehyun y Yeonjun.

Yeonjun siquiera me miró, saludó a los demás y comenzó a hablar con Beomgyu. Pude sentir como los ojos de Taehyun y Kai caían en mi, parecían preocupados e incómodos.

— Hola, chicos — esa era la voz de Taehyung hyung, que era raro verlo por allí — Adiós Yeonjun, te veo luego.

Él se acercó a Yeonjun y plantó un beso en su mejilla luego de acariciar su cintura para después irse.

¿Disculpa? ¿Qué pasó? ¿De qué me perdí?

— Ay, qué interesante — exclamó Beomgyu acercándose — Saliendo con uno de los hombres más guapos de Corea del Sur ¿A dónde tan suertudo? — indagó luego y bufé bajo.

Yeonjun me miró por un segundo y luego a Beomgyu, mientras se tiraba en el sillón.

— No estoy saliendo con él — explicó — Solo...tomamos algo. — dijo mientras acomodaba sus cabello naranja, queriendo parecer tímido pero yo conozco esos descarados ojos.

Kai me miró esperando tal vez que diga algo.

— Mi prima también fue solo a tomar algo y ahora tengo 5 sobrinos — dijo Beomgyu entre risas.

Decidí ignorar esa conversación y tomé mi teléfono.

La razón por la que Yeonjun me dejó fue exactamente por mi comportamiento posesivo, según él.

Pero es culpa suya, ama provocarme para alimentar su ego. ¿Qué carajos quiere que haga cuando todos pueden quitármelo y más encima me provoca?

— Solo fue una bebida. — dijo Yeonjun, nuevamente. — Además jamás podría mantener una relación estable con Taehyung hyung.

—¿Por qué no? — indagó Kai.

— Eso mismo. Si es tan alto, educado, guapo, hermoso, dios esos ojos, esos labios, mandíbula ¡Carajo si no lo quieres dámelo a mi! — gritó Beomgyu echándose en el sillón.

Taehyun hizo una mueca frunciendo el ceño.

— ¿A veces olvidas que tienes novio? — preguntó.

— Taehyun, estamos hablando de Yeonjun. — dijo Beomgyu girando los ojos.

Mi mirada igual siguió fija en Yeonjun, y no porque estaba enojado, si no porque me mantuve pensando y no me di cuenta.

Yeonjun me observó a los ojos aún con esa mirada seria, luego volteó hacia Kai como si se le hubiese ocurrido algo.

— ¿Les parece si salimos? — dijo con una sonrisa.

— ¿A dónde? — preguntó Kai.

— Ay no lo sé, donde sea. — Yeonjun se alzó de hombros levantándose del sillón.

— No voy. — solté con seriedad en mi voz que fue involuntario, y Yeonjun volteó a verme.

— Oh, nadie pidió que vinieras —soltó con una falsa sonrisa y fruncí el ceño.

Era maldito cuando quería serlo.

— En lugar de Soobin puede venir Taehyung hyung...o Jungkook hyung — Yeonjun sonrió mientras parecía mensajear en su teléfono.

Yeonjun se levantó del sillón y caminó hacia arriba.

— Iré a ver algo, prepárense — pidió antes de subir por completo.

Taehyun se acercó y se sentó junto a mí.

— ¿Estás bien? — me preguntó y asentí.

— Por supuesto que no lo está — dijo Beomgyu acercándose — Vivía a base del sexo y el culo de Yeonjun, eran unos putos sátiros ¿Crees que está bien?

Kai se sorprendió ante las palabras de su mayor pero solo rió cubriendo su boca con su diestra.

— ¿Extrañas el culo de Yeonjun? — preguntó Taehyun como si nada.

— Lo extraño a él, aunque últimamente se ha vuelto todo un imbécil conmigo así que extraño más a su culo, no me miraba feo.

Beomgyu carcajeó y se sentó junto a Taehyun.

— ¿Pero qué fue lo que pasó? — preguntó Kai.

— Me puse celoso, él se enojó por eso, me provocó, me puse más celoso armando una escena grande y él apropósito, solo para joderme, coqueteó con otro hombre frente a mi. — expliqué con rapidez.

— ¿Por qué no solo arreglan las cosas?

— Porque él es muy orgulloso — dije algo obvio — Y yo igual.

Unas pisadas se escucharon desde arriba, alguien estaba bajando.

— Bueno, vamos — era Yeonjun.

Traía una especie de abrigo top de rayas negras y rojas junto a unos pantalones sueltos y por último zapatos negros.

Carajo, se ve tan bien con ese atuendo y su cabello naranja.

— ¿Listos?

Me acerqué a ellos y Yeonjun me lanzó una mirada extraña.

— Creí que no irías.

— No debe importarte si voy o no. — dije y él rió

— No me importa de hecho — tomó su celular y giró sobre sus talones hacia las escaleras — Baja, ya nos vamos.

En eso Taehyung bajó acercándose a nosotros.

— ¿A dónde vamos? — indagó con una sonrisa.

— A un lugar bonito.

Taehyun, Beomgyu y Kai sonrieron ante eso, Taehyung solo asintió.

•bd•

Yeonjun sonrió al ver aquél gran parque de diversiones. Los ojos de Kai también brillaron. Taehyun sostuvo la cintura de Beomgyu y él sonrió.

Yo solo observé como Taehyung colocaba su brazo sobre el hombro de Yeonjun, rodeándolo y él solo acariciaba su mano.

Ojalá dispatch los exponga.

Él quería provocarme, lo sé.

— ¡Hay muchos juegos! — soltó Kai bastante entusiasmado.

Yo solo rodé los ojos, lo último que quería era estar ahí. ¿Por qué vine?

— ¿A dónde van? — pregunté al ver a Beomgyu y Taehyun alejándose.

— A comprar algodón de azúcar. — explicó Taehyun.

Asentí y volteé hacia Yeonjun, estaba subiéndose en una rueda de la fortuna que tenía como tema ser una rueda del amor y varias parejas subían.

Maldito, maldito y maldito mil veces. Nunca le interesó Taehyung.

Yeonjun tomó la mano de Taehyung y lo guio a la rueda.

— Ven, Kai. — tomé a Kai de la mano y también me acerqué a la puta rueda de la fortuna.

— Pero Hyung, quiero algodón de azúcar. — se quejó él tratando de ir hacia donde Tae y Beom.

— Luego Beomgyu te traerá. — le dije y jalé su brazo una vez más.

Vamos, no quería verme como el único que subía solo.

— Pero eso es para parejas. — dijo él.

— Me importa un comino, las ruedas son divertidas ¿vienes o no?

— Está bien. —finalmente cedió y subimos tras Taehyung y Yeonjun.

Yeonjun lo notó y solo sonrió como si estuviera ganando, volvió a ver a Taehyung y comenzó a hablar con él, acariciándolo descaradamente.

— Deja de verlos mucho, se dará cuenta. — soltó Kai y suspiré simplemente sin hacerle caso.

— No me importa que se dé cuenta, él sabe como soy.

— Hyung, ya no están saliendo. — Kai dijo entre dientes, casi avergonzado.

— ¿Crees que no lo sé? — dije tal vez alzando más la voz de lo que hubiese querido.

— ¿Entonces? Ya déjelo en paz o habrá un caos. — susurró.

— Caos habrá cuando hable con ese sinvergüenza.

— Hyung-...

— ¡Lo hace en mis narices! Él quiere provocarme de vuelta, Hueningkai ¡Y no voy a permitir eso!

— Es estúpido, los dos son estúpidos.

— Él es un estúpido por todo lo que hizo.

Kai solo bufó en respuesta.

— ¿Por qué quisiste salir hoy? — escuché la voz de Taehyung y trate de oír más disimuladamente.

— Vas a caerte. — me dijo Kai y solo cubrí su boca sin verlo.

— Tenía ganas de salir, es todo.

"Is tidi" ¡Tu quieres volverme loco!

— Pero regresaste de tener vacaciones. — Taehyung dijo confundido y riendo.

Escuché su dulce y también insoportable risita... y algo atractiva. Pero ni que Yeonjun fuera tan gracioso.

— Bueno... quería estar contigo, ¿tiene algo de malo?

¡Todo tiene de malo!

— No, por supuesto que no, es lindo pasar tiempo contigo. — observé a Taehyung tocar su rostro y Yeonjun sonrió.

Ugh, estúpida rata color naranjita.

— Yeonjun Hyung solo quiere salir con Taehyung Hyung.. ¿Qué tiene de malo? — ahora se entrometió Kai sonriendo hacia los dos con ternura.

Cría cuervos y te comerán los ojos decían.

— Todo, Hueningkai. — solté sentándome correctamente en el asiento — Yeonjun jamás estuvo interesado en él ¿entiendes? Lo hace para provocarme.

— ¿No pensaste que tal vez luego de terminar contigo se fijó en él?

— No y no pienso pensarlo tampoco.

Finalmente creo que Kai se cansó porque no ha dicho otra palabra hasta que bajamos de la rueda.

— ¿Qué hacemos ahora?— preguntó Taehyung.

— Vamos ahí para ganar un peluche. — Yeonjun apuntó y luego miró a Kai como si lo estuviese invitando.

— ¡Yo quiero! — soltó Kai alejándose de mí para correr hacia los otros dos.

— Vamos entonces, te ganaré uno si quieres. — le dijo Taehyung a Hueningkai y él asintió.

Taehyung no me cae mal ni nada por el estilo, Yeonjun es el problema, ¿okey? Es ese maldito problema de matemáticas que nunca pude resolver pero tenía qué.

Me acerqué a ellos lentamente y Yeonjun solo sonrió observando a Kai.

Kai fijó su mirada en un peluche y junto a Taehyung trataron de darle con las pelotitas de plástico a los vasos apilados.

Yeonjun y yo estábamos tras ellos.

— ¿Qué te pasa ésta noche eh? — susurró Yeonjun y se acercó lentamente a mi.

Ugh, esa mirada tan atractiva y lamida de labios siempre me enloqueció ¡Lo sabe! Se está burlando de mí.

— ¿A mi? Pregunto lo mismo, ¿en qué momento entraste tanto en confianza con Taehyung Hyung?

Él solo rió y se cruzó de brazos frente a mí.

¡Deja de verte tan atractivo en cada jodido momento!

— Solo quiero divertirme un rato para quitarme ese mal sabor de boca. — soltó acariciando su paladar con la lengua — Hyung es un hombre encantador y al parecer no tiene ningún problema en convivir conmigo.

— Uhm... veamos cómo te va con ese supuesto mal sabor de boca. — dije suave y él solo hizo una mueca de desaprobación.

— ¡Si! — gritó de pronto Taehyung y el rostro de Yeonjun cambió de una amargada a una completamente sonriente y se acercó a él.

— ¿Lo conseguiste? — preguntó Yeonjun tomando de sus hombros y él asintió tomando su cintura.

— Gracias, Taehyung Hyung — dijo Kai tomando el peluche y él solo asintió.

— ¿Te parece si vamos ahí? Se ve...interesante. — Yeonjun tomó el brazo de Taehyung y apuntó hacia un lugar que automáticamente dirigí mi mirada a él como si me hubiera dicho a mi.

— Es como algo... oscuro, ¿no? — dijo Taehyung.

— Yo creo que es una atracción interesante, es éstos lugares hay cosas tanto modernas como antiguas y si es oscuro es porque algo bueno habrá ¿vamos?

— Claro, Jun.

¿En qué momento empezamos con los apodos?

— Kai, acompáñame. — dije tomando su brazo y él bufó. —Te compro algo luego pero ven.

Fuimos a la dichosa atracción y varias personas estaban ahí, era un tipo de enorme habitación vacía en forma de esfera y no había más que oscuridad.

— ¿Qué de interesante puede haber aquí? — solté y Yeonjun se acercó a las paredes.

Acarició la pared y ésta comenzó a brillar mostrando todo tipo de garabatos, siguiendo los movimientos de su mano.

— ¿Qué? — soltamos los tres al unísono.

— Es una pantalla táctil, bobos. — dijo riendo y la gente alrededor al notarlo comenzaron a tocar las paredes.

Taehyung se acercó y tocó igualmente la pared al igual que la mano de Yeonjun. Como en un puto drama de amor.

— ¿Quieren algodón de azúcar? — oí a Beomgyu y me acerqué a Taehyung.

— Hyung, él quiere. — Taehyung se sorprendió cuando tomé sus hombros.

— ¿Qué? — soltó riendo.

— Vamos, no te haría mal.— lo empujé hacia Beomgyu y él confundido se acercó por el algodón.

— Oye, ¿Qué mierda te pasa? — ahora Yeonjun tomó mi brazo para que lo vea.

— ¿Podemos hablar? — le pregunté ya empujándolo lejos del resto.

— Tú y yo no tenemos nada de qué hablar y lo sabes, deja de seguirme a todos lados, pareces un loco.

— Y ahora actúas como inocente. — dije soltando una risa.

— Soobin, no te has despegado de mí toda la noche. Eres igual o peor que una garrapata.

— ¡Tú quieres provocarme! — solté amenazándolo con mi dedo índice y él tomó mi mano viendo alrededor con nervios.

— Ni se te ocurra hacer otra escena, Choi Soobin, juro que voy a matarte.— dijo entre dientes — No me tomaría la molestia tan inmensa de provocarte. — soltó con rabia en su voz — Fui yo quien te terminó, no tengo ninguna razón.

— ¿Vas a negarlo? Lo haces para molestarme porque ya no tienes quien te alimente tanto el maldito ego.

— No es el lugar indicado para arreglar esto. — escuché a Taehyun y ambos volteamos hacia él — Se supone que ésta noche vinimos a salir, no a pelear, si van a hacerlo éste no es el lugar.

— Taehyun tiene razón, mejor vayamos a otro lugar — dije y Yeonjun carcajeó negando.

— Yo no tengo nada que hablar contigo.

— Si, si tenemos porque no soy como tú y no pienso dejar las cosas colgadas, pueden darse cuenta de que algo pasa.

— Yeonjun, no quiero meterme pero yo creo que tiene razón. — ahora ese era Taehyung.

— Tu propia cita te lo dice ¿Tú qué crees?

— ¿Quieres arreglar las cosas? Bien ¡Hagámoslo! Lo último que te tengo es miedo.

— ¡Bien! — Tomé su brazo y caminé hasta fuera del parque.

— Ve más lento, imbécil.

Abrí la puerta del auto y él solo me observó cruzado de brazos.

— ¿Qué haces ahí parado? Súbete. — dije obvio.

— Podemos hacerlo aquí ¿Dónde quieres platicar? ¿Fuera del país? — habló exageradamente.

— Solo sube.

Él suspiró y subió quejándose.

Siempre tan obediente.

Cuando comencé a andar él me observó nervioso.

— Soobin, si terminamos fueron por tus jodidos celos ¿Por qué me persigues igual? — mantuve mi vista al frente sin responder — Soobin... — no contesté — Soobin, contesta. — dijo ahora más desesperado.

¡Él me hizo lo mismo millones de veces!

— ¡Soobin! Si me vas a ignorar me lanzo del auto.

— Yeonjun por dios, que maldito loco. — solté volteando a verlo por un segundo.

— Éste maldito loco te tiene lamiendo sus pies.

Lo observé de mala manera y él arqueó una ceja.

— Respóndeme. — pidió

— Lo haré fuera del auto. — expliqué porque sabía que pelearíamos y estaba manejando, no me quiero morir.

— Eres insoportable. — dijo entre dientes.

— Y tú impaciente.

— Y tú posesivo.

— Y tú manipulador.

— No es cierto.

— Si lo es.

— No lo es.

— Lo es.

— Ya no voy a hablarte. — dijo y su mirada se clavó en el camino mientras se cruzaba de brazos.

— No lo hagas.

— Bueno.

— Bueno.

•bd•

— Estás loco si crees que iré a tu departamento. — me dijo al bajarse del auto.

— Ya estamos aquí ¿no? Arriba y de paso puedes quitar tus cosas de mi casa. — dije cerrando la puerta con fuerza.

— Ugh.

Subimos hasta mi departamento y volteé hacia él.

Obvio que podemos hablar en otro lugar que no sea mi departamento pero él estaba accediendo y yo tenía algo en mente.

— Siéntate y hablemos esto a como dé lugar ¿bien?

— Está bien. — soltó sentándose en el sillón y me senté frente a él.

— La última vez que hablamos estábamos un poco molestos, no hablamos con claridad y no pudimos terminar bien. — Yeonjun asintió lentamente — Pero no debiste provocarme así.

— Me largo. — quiso levantarse e irse pero lo volví a sentar.

— Yeonjun...

Él suspiró y arrastró los mechones que caían en su frente hacia atrás.

— ¿Lo único que harás es culparme? — preguntó cruzándose de brazos.

— Admite que no debiste provocarme. — lo amenacé con el dedo y él giró los ojos.

— Quizás no, pero verte la cara luego de eso fue el mejor placer de mi vida. — dijo burlón y ladeando levemente la cabeza mientras se recargaba en su hombro derecho y mordía su labio inferior.

Y sonreí porque dijo precisamente lo que esperaba.

— Por dios, has tenido mejores placeres conmigo. — susurré acercándome a él.

— Nadie te lo afirma. — dijo alzándose de hombros.

— Tú mismo lo hacías. — dije y me agaché a su altura, mis manos en los apoyabrazos los sillones. — ¿Entro en detalles?

— Mejor cállate. — dijo entre dientes, amenazándome con la mirada y luego la dirigió hacia otra cosa que no sea yo. — Si, puede que el sexo haya sido bueno pero no me hace ni hacia olvidar el resto.

— Por unos momentos si.

— Hasta que recibía una llamada y te molestabas si no te contaba quién era. — dijo con voz harta y reclamándome.

— Ya me disculpé y no lo volví a hacer.

— Ni más faltaba que me lo vuelvas a hacer.

Bueno, es más difícil de lo que pensé.

— ¿Quieres tomar algo? — propuse alejándome de él lentamente y él alzó su mirada hacia mi.

— Viniendo de ti, jamás. — dijo cruzándose de piernas.

— ¿Tanto desconfías de mí? — pregunté soltando una risa — ¿Qué sucede, Yeon? Estás actuando como cuando no podíamos tener sexo por falta de tiempo.

— ¿Y cómo era?

— Un poco... insoportable. — solté y estuvo por hablar hasta que lo interrumpí — ¿Estás en abstinencia, cariño?

Mi brazo tras él se enredó en su cintura y él me asesinó con sus ojos, podía ver mi cadáver en ellos, como si él supiera lo que yo hacía pero no podía negarse..

— No es algo que te importe. Al menos ya no.

— ¿Por qué no? — tomé su mentón suavemente para que me observara y lo hizo — Me preocupas, no me gusta verte estresado.— pegué su cuerpo al mío, obligándolo a que coloque sus manos en mis hombros.

— ¿Qué planeas, Soobin?

Sonreí bajo y me acerqué a sus labios.

Y creí que me abofetearía y se iría pero en lugar de eso se acercó empezando un beso cargado de deseo y pasión, cada vez nuestros labios se rozaban con más intensidad y rapidez. Cuando un leve gemido escapó de sus labios supe que toda mi cordura se había ido a la mierda.

— Soobin...— susurró cuando mis besos húmedos llegaron a su cuello y dejé un camino de ellos hasta su clavícula expuestas.

— ¿Qué tal si lo hacemos como te gusta? — susurré suavemente en su oído, bastante agitado para pensar pero tampoco quería que se arrepienta de ir esa noche a mi departamento.

— Yo no vine para esto. — negó abrazándome.

— ¿Qué querías conseguir con tus provocaciones? — él aún agitado y con su pecho subiendo y bajando, tratando de buscar aire, no respondió — No sé qué buscabas pero ésto es lo que conseguiste. — susurré nuevamente acariciando sus muslos con algo de presión — Ahora no seas terco y déjame subirte a mi habitación.

Sonreí cuando asintió rápidamente y tomé sus piernas para rodear mi pelvis, él mi cuello con sus brazos y subir hacia mi habitación.

Si, esto estaba planeando.

A veces nos odiamos a muerte pero a veces la atracción física es muy fuerte y con alguien como Yeonjun... le haría de todo hasta que conozco su lado loco y manipulador... igualmente lo haría.

Lo dejé caer en la cama y luego me alejé de él.

— Entonces... si sabes qué me gusta. — soltó y reí.

— Por supuesto que sé qué es lo que te gusta.

Las luces de la habitación eran de un rojo intenso y Yeonjun sonrió mientras se deshacía de sus zapatos.

Sabía que el ambiente para él era lo más importante.

Luego me acerqué a él y abrí sus piernas, él jadeó ante el movimiento brusco.

La música de fondo también hizo parte del ambiente. Streets, se reproducía en la bocina. Que siquiera era mía, era de los vecinos que habían puesto música pero no hubo mejor momento para hacerlo.

Me coloqué entre sus piernas y observé sus anchos y dulces labios antes de acercarme a besarlo, quizás más intenso que hace un momento.

Yeonjun acarició mi nuca sin dejar de besarme y acariciando mi muslo con su rodilla.

— Planeabas esto ¿verdad? — dijo cuando nos separamos del beso por la falta de aire.

Yo solo sonreí llevando nuevamente mis besos a su cuello y bajando hasta encontrarme con su suéter, que era ancho y bonito, así que solo lo alcé para revelar sus pezones, tomé entre mis labios su pezón erecto y él arqueó su espalda completamente.

— S-sabias que aceptaría y por eso me t-trajiste aquí.

— Te traje aquí por eso pero no sabía que aceptarías. — susurré mientras tomaba el otro pezón y él solo gemía suavemente mientras yo me deshacía de sus pantalones también.

Me coloqué sobres mis rodillas y retiré mi camisa, sentí sus manos pasearse por mi abdomen y tocar unos pequeños tatuajes ocultos que solo él había visto.

— Tú también sabías que esto ocurriría. — solté mientras me acercaba a él para tomar sus labios nuevamente.

Él enredó sus piernas y acarició mis hombros sin dejar de besarme, otro beso donde dejarnos sin aliento era una opción clave.

La música de fondo y el chasquido solo podían oírse en la habitación junto a nuestras respiraciones agitadas y me estaba volviendo loco.

Sentí sus manos desesperadamente bajar a mi cinturón y quitarlo hasta terminar de liberar mis pantalones, sin bajarlos.

— ¿Tienes prisa, cariño? — solté sonriendo burlón y él frunció el ceño.

— No, no la tengo.

Me empujó dejándome un poco confundido pero luego me tomó de los hombros hasta acostarme en la cama y subirse sobre mi.

Acarició mi abdomen mientras se agachaba a tomar nuevamente mis labios y bajar por mi cuello hasta morder suavemente unos de mis tatuajes algo cerca de la zona.

Solté un suspiro y acaricié sus muslos descubiertos.

Dio una pequeña lamida a la zona donde había mordido y subió lentamente el recorrido de besos, mordidas y lamidas hacia mi mandíbula. De pronto comenzó a restregarse contra mí erección y di un apretón a sus muslos.

Mi piel se erizó cuando mordió el lóbulo de mi oreja y se meneó con más ímpetu sobre mi. Acaricié su cintura y jugué con su ropa interior mientras me besaba y traté de quitársela rápidamente pero él me detuvo.

— ¿Tienes prisa, cariño? — soltó de la misma manera y sonreí. No pudo decir nada cuando lo tenía abierto de piernas bajo mío nuevamente.

— Si, tengo prisa. — dije finalmente arrebatando su ropa interior con brusquedad.

— Eres un bruto. — se quejó pero aún movía sus piernas para que la ropa interior se deslice con más rapidez.

— Y te encanta. — dije mientras abría el primer cajón del buró y tomaba el lubricante y condón.

— Pff, eso no es- A-ah.. Soobin. — Se quejó ante el repentino toque frío del lubricante en su entrada.

Solo tanteé alrededor y él se arqueó un poco, tomé más lubricante y con un poco en la otra mano acaricie el glande de su erección y gimió gustoso, acaricie con más vehemencia mientras introducía el primer dedo.

Luego comencé a bombear toda su erección mientras mis dedos lo abrían y él se hacía solo un mar de gemidos.

— Estoy listo, entra.. ya. — pidió arrugando las sábanas entre sus dedos.

— ¿Seguro?

— Si, si... no importa, un poco de dolor no hace mal a nadie. — soltó desesperado y sonreí.

Observé como se removió con ansias mientras esparcía lubricante en mi erección y me colocaba el condón.

Tomé sus rodillas y las alcé un poco dejando a la vista su estrecha entrada a mi disposición.

Solo a mi disposición.

Observé su rostro, esos labios abrirse mientras alineaba mi miembro en su entrada. Podría entregar mi vida para tener esa vista seguido. Entré lentamente sin dejar de observarlo, tembló un poco y gimió levemente, dándome unas increíbles ganas de dejar de ser delicado por un momento.

— Oh, Soobin... — suspiró cuando me hundí en él por completo — Siempre me llenas tan bien. — soltó arqueándose un poco y tomé su cintura para pegarlo un poco más a mi.

Mierda, mierda, mierda, no me digas eso.

— Carajo, Yeonjun. — solté sintiendo como sus paredes se amoldaban a aquella intromisión — Jamás me cansaría de tenerte así.

— Soobin... Muévete, por favor.

Sin que me lo tuviera que repetir, comencé a moverme lentamente, alzando más sus rodillas mientras gemía suavemente y algo alto cuando llegaba más profundo. Sus gemidos se hicieron más constantes cuando comencé a elevar mi velocidad.

Sus labios entreabiertos, jadeando y gimiendo, su precioso cuerpo desnudo para mi, su blanca piel expuesto a la roja luz, la vista de cómo entraba perfectamente en él. Todo era demasiado perfecto.

No había necesidad de que hable, sé cuando quería más y cuando no.

Arrugó las almohadas a los costados de su cabeza con sus manos y gimió alto.

Relamí mis labios antes de atacar los suyos con vehemencia y callar nuestros gemidos. La cama se agitaba brutalmente por el movimiento de nuestros cuerpos.

Tomé su cintura y alcé más su cuerpo, recibiendo un gemido de su parte mientras embestía sin reparo su entrada.

Observé su miembro sin atención y comencé a masturbarlo mientras mis estocadas se hacían mucho más profundas llegando a alcanzar su punto.

— ¡Soobin! — gimió alto arqueando su espalda un poco.

— Dios, Yeonjun...

— Estoy... a punto, a-ah.

Siquiera sé de dónde saqué las fuerzas para encontrarme embistiéndolo sin descanso, la cama chocaba contra la pared haciendo otro alboroto.

— ¡Mmhh! — Yeonjun cubrió su boca con ambas manos mientras se corrían en su abdomen y tenía pequeños espasmos por la sobre estimulación que recibía mientras yo buscaba llegar — Ah, ah, ah... — gimió bajo mientras yo me descargaba en el condón y mis movimientos se hacían más lentos.

Los mechones húmedos por el sudor los arrastré tras mi cabeza y me acomodé a su lado.

— Sin duda, funcionamos mejor en la cama. — soltó y sonreí.

— A veces te odio pero nada mejor que oírte gemir. — dije antes de besar nuevamente sus labios.

— La noche es muy larga, puedes oírme cuanto tiempo quieras.

— ¿Me harías el honor? — levanté su mentón con la punta de mis dedos.

Yeonjun solo rió nerviosamente mientras acariciaba mi abdomen.

Sería una noche larga.

Ustedes eran muy jóvenes pero este fue el primer OS Soojun que hice y que subí en la cuenta, lo mandé a borradores pq sí y tres años después lo vuelvo a subir.

NO SE NORMALIZAN LOS ACTOS DE SOOBIN OKEYY?

Inspirado en X de Prince Royce ft Zendaya.

Avisen errores.

cap concluido el martes 14 de mayo del 2024 a las 23:48

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