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⊱✿⊰ 𝕏𝕀

MINHO'S POV:

Cerré la puerta del apartamento con un suspiro de alivio y una sonrisa de oreja a oreja. Pasar el día con Hana había sido una de las mejores cosas que me podría haber pasado. Pero, para mi sorpresa, los chicos estaban reunidos en la sala de estar. Nadie me había avisado de que hoy pasaríamos la noche todos juntos.

Dejé las llaves y los zapatos en la entrada y fui hacia ellos, el primero en notar mi presencia fue JiSung, y podía reparar en como me miraba con ansias de detalles.

—¡MinHo, cuéntanos todo! ¿Cómo fue la cita con Hana?—Exclamó JiSung, haciendo que todos dirigieran su atención hacia mí.

—Entrometidos—rei.—¿Qué hacéis todos aquí? Al menos podríais haberme avisado para traer la cena conmigo.

—Deja de cambiar de tema—esta vez dijo Hyunjin mientras me acercaba.—Hyung, cuéntanos todo al detalle. Llevamos toda la tarde apostando por como te iría.

Antes de sentarme en el sofá, agarré uno de los cojines y como pude se lo lancé a Hyunjin para quitarle las idioteces de la cabeza.

—Estos niños de ahora ya no respetan—me lancé al sofá y eché la cabeza para atrás, pero eso no duró mucho ya que sentí varias miradas fijas en mí.

Aún estaba sonrojado de la felicidad, sin poder contener las pequeñas sonrisas que se me escapaban al revivir todos los momentos especiales del día de hoy.

Levanté la cabeza extrañado por el repentino silencio, noté de inmediato la extraña atmósfera que se había formado en la habitación. Ninguno de los chicos pudo contener más las risa mientras me miraban y yo, confundido, les pregunté:

—¿Qué pasa ahora? ¿Qué os parece tan gracioso?

El rostro de Changbin se iluminó con una sonrisa traviesa y Jeongin pareció no poder aguantarse más las ganas de preguntar.

—Oye MinHo, ¿qué has hecho en casa de Hana?—Inquirió de manera sospechosa.—Y no te hagas el tonto, hyung, ya estamos bien enterados desde esta mañana—dirigí la mirada a Chan y este apartó su mirada de mí rápidamente, haciéndose el que no sabía.

<<Me ha delatado el anciano. "Cría cuervos y te sacarán los ojos", decían.>>

Con una risa incómoda, respondí rápidamente:

—Nada, solo charlamos y comimos. Y luego por la tarde fuimos a un cat cafe.

Changbin y Jeongin intercambiaron miradas cómplices y comenzaron a reírse de nuevo.

De verdad que no entendía nada, ¿qué les causaba tanta risa?

—Vamos, MinHo, no nos tomes por tontos—dijo Seungmin esta vez con una risa maliciosa.—La mancha en tu camiseta dice muchas cosas que tú pretendías no revelarle a tus queridos amigos.

Confundido, me quité la camiseta allí mismo para ver de qué tanto se burlaban esos idiotas.

Y lo entendí todo. Había una marca de pintalabios, bastante notoria, en el cuello de mi camiseta.

Me sonrojé al instante, avergonzado, e intenté buscar alguna excusa con la cual explicar el beso del cuello de la camiseta, que, para colmo, era blanca.

No iba a negar que estaba encantado por el gesto de Hana y el que me lo haya ocultado todo este tiempo, viéndome la cara de tonto.

—¡Solo me quedé dormido en su sofá!—Me defendí sin poder aguantar la risa que me estaban contagiando los chicos.

—Oh, claro, dormido, entendido mi sargento—respondió Jeongin con una risa juguetona.

La sala se llenó de risas por un buen rato, hasta que Han agarró la camiseta de mis manos para examinarla al detalle.

—Oh, vaya. Parece que Hana se ha tomado muy en serio lo de marcar territorio, ¿eh? —comentó, devolviéndome la camiseta.

—¿Qué, acaso no os gusta el nuevo estilo de moda? —bromeé, izando la camiseta con orgullo.

Mis amigos estallaron en risa, de nuevo, hasta que Felix preguntó:

—MinHo, ¿cómo fue realmente la cita?

Con una sonrisa de oreja a oreja, comencé a relatar cada detalle de mi día, saltando las partes que no me era conveniente contar. Ellos escucharon con atención, lanzándome preguntas y comentarios bromistas de vez en cuando.

Aunque hubiera tratado de mantener la seriedad, no pude evitar unirme a las risas, reconociendo la diversión en las bromas de mi amigos.

La risa y el bullicio en la sala se atenuaron cuando Bangchan se aclaró la garganta y me miró con una expresión más seria.

—Hey, MinHo, dejando las bromas a un lado... ¿Vas en serio con Hana? —preguntó Bangchan con calma, su tono denotando la responsabilidad que sentía como líder y amigo cercano.

Asentí, tomándome un momento antes de responder:

—Sí, voy muy en serio con ella. Hana es una persona increíble, y hoy fue simplemente... especial. No voy a renunciar a estar con ella tan fácilmente.

Los demás observaron en silencio mientras Bangchan continuaba:

—Solo quiero recordarte que nuestras vidas personales a menudo están bajo el ojo público. Te apoyo en lo que sea que quieres hacer, solo pido que tengas cuidado para que, sea cual sea la relación que tengais, no se vea expuesta de manera innecesaria.

Asentí nuevamente, siendo consciente de la realidad y de como un paso en falso no solo me perjudicaría a mí, sino también a ella.

—Lo sé, hyung. No quiero que se convierta en un escándalo, solo intento disfrutar al máximo esta etapa y descubrir a donde nos llevará.

Bangchan sonrió, mostrándome su apoyo:

—Bueno, mientras lo tengas claro y ambos estéis de acuerdo, estaremos aquí para respaldarte. Solo asegúrate de cuidarte a ti mismo y a ella de paso.

El ambiente en la habitación se relajó nuevamente, pero ahora con un matiz de comprensión y apoyo mutuo. Me gustaba la sensación de poder apoyarme en los chicos y que estos me aconsejaran desde su corazón.

—Gracias, Chan. Y, chicos, sé que podemos confiar en vosotros para mantener esto entre nosotros, ¿verdad?—dije en general, aunque focalizando mi atención en Felix, ya que tiene un largo historial de revelar secretos sin darse cuenta.—Sobre todo tú, Felix...

—¡Oye!—Gritó indignado.—Yo no soy ningún bocazas.

—No me hagas recordarte ninguna de las barbaridades que casi dices durante algunos lives—contestó Seungmin esta vez, haciendo que las risas estallaran de nuevo, esta vez burlándonos de un Felix sumamente ofendido.

La atmósfera relajada en la sala persistió mientras nos decidíamos por qué pedir para cenar. Mientras esperábamos la entrega, Changbin se sentó al lado mío con una sonrisa socarrona.

—Y bueno, ¿has tenido la oportunidad de utilizar mis sabios consejos de citas? ¿Te sirvieron de algo?—Preguntó con una mirada traviesa y pude ver como saboreaba la oportunidad de burlarse de mí.

Finalmente, rei amargamente al recordar todas las estrategias y tácticas que, supuestamente, tanto me iban a servir.

—Casi pierdo la oportunidad de estar en casa de Hana gracias a esos consejos inservibles tuyos—contesté entre risas.—Gracias a Dios por darme labia, porque sino habría vuelto al dorm mucho antes de lo previsto.

Changbin arqueó una ceja, fingiendo indignación:

—¿Inservibles?—puso su mano son su pecho haciéndose el herido.—Mis consejos son oro puro, seguro que fuiste tú quien no supo como sobrellevarlo todo. Cuéntame, ¿qué pasó?

Comencé a relatar como, siguiendo su gran consejo de hacerme el "misterioso" y desinteresado, había terminado descoordinado el plan por completo. Acabando como una desesperada "pasa deshidratada".

Todos reían ante la anécdota, mientras Changbin seguía echándome la culpa por no saber ligar.

—Bueno, Changbin, parece que tu manual de citas necesita una revisión—bromeó Jeongin, sumándose a las risas.

Changbin me dio un golpecito en el hombro, aún descubierto desde que me quité la camiseta:

—Vale, vale. Tal vez me pasé un poco con eso de los consejillos. Pero, ¿no fue divertida la experiencia?

Asentí eufóricamente, como un niño, reconociendo que, a pesar de los contratiempos, había disfrutado de mi día como nunca.

En ese momento, el timbre sonó anunciando la llegada de la cena. Todos nos acomodamos alrededor de la mesa, sirviéndonos tazones humeantes de fideos.

El ambiente seguía igual de animado, hasta que el sonido de una notificación rompió la armonía.

Mi móvil estaba en el sofá y no me apetecía dejar la mesa para ir a ver quien me mandaba un mensaje a esas horas. Bueno, o así era hasta que todos vimos como Hyunjin, Jeongin y Felix se abalanzaban sobre mi móvil como si de un tesoro se tratara.

Antes de que pudiera reaccionar y levantarme por completo de mi sitio, ellos ya tenían mi móvil en su posesión.

—¡Hana está escribiendo!—Gritó Felix, a lo que terminé por comprender por donde iba la cosa y me levanté corriendo tras ellos.

Jeongin y Hyunjin se unieron al tumulto, gritando por lo alto posibles contraseñas para acceder a mi móvil.

—¡Devolvedme eso si no queréis dormir en la calle!—Grité mientras acorralaba a Felix, pero por otro lado era agarrado de los brazos por Hyunjin y Jeongin. Mientras intentaba zafarme de su agarre Jeongin manoseó mi pecho, aún desnudo, sin vergüenza alguna.

—Oh, hyung, cada día te pones más bueno. No recordaba tu pecho tan trabajado.

<<Soy maravilloso, lo sé>>

—¡Prueba la contraseña "pechotes"!—Vociferó Hyunjin, y justo en ese momento logré deshacerme de ellos, tirándolos al suelo y retomando la persecución.

En el caos que se desató, JiSung y Changbin estaban tirados en el suelo riéndose por esta nueva situación.

Parecía que la noche de hoy iba a resumirse en reírse de mí hasta gastar mi nombre.

A lo lejos, escuché como Seungmin le decía a Chan:

—Deberíamos de pararlos antes de que MinHo los cace a todos.

A lo que Bang Chan se acercó a mí, interrumpiendo el juego.

—Hey, chicos, si queréis que el pacto de celibato de MinHo acabe tenéis que colaborar a que al menos conteste los mensajes y pueda dar una buena impresión—bromeó el mayor, a lo que lo miré ofendido.

—Oye, ¿cómo que pacto de celibato?—golpeé su hombro.—Hablas como si no hubiera experimentado afecto femenino en mi vida.

Todos volvieron a carcajearse, de nuevo siendo yo el motivo de sus burlas. Pero al fin tenía mi querido móvil entre mis manos.

Me dirigí al sofá mirando con fingida molestia a esos tres, no podía enfadarme con ellos.

—¡No deberíais meteros en mis mensajes!—me quejé mientras me sentaba en el sofá, aunque no pude evitar sonreír ante la diversión compartida.

⚬⚟ Lee ⚞⚬

Hana: Gracias por el día de hoy, me lo he pasado realmente bien

MinHo: Y tanto, te habrás divertido bastante viéndome la cara de idiota por la calle

Hana: De qué hablas? Yo no he hecho nada, eres tú el que se me insinuó desde el principio

MinHo: Insinuarme? Por quien me tomas, querida

Hana: Sabes, tengo que irme a trabajar y no tengo tiempo que perder

MinHo: Bien, ya veo que quieres cambiar de tema. Me encargaré de retomar la conversación cuando te vea mañana

Hana: Piensas verme mañana?

MinHo: No creas que te vas a deshacer de mí tan fácilmente, ahora soy tu sanguijuela personal. Haces turno de noche? Dónde quieres que te recoja mañana?

Hana: Si tanto insistes, supongo que no me puedo negar. Mañana te mandaré la dirección

MinHo: Eso espero, no me hagas quedar como un tonto ingenuo

Hana: Ya cállate, no sé ni por qué te he escrito

MinHo: No decías lo mismo en tumbada en tu sofá

Hana: Buenas noches, hasta mañana


Objetivo conseguido: poner nerviosa a Hana.

Más que satisfecho, me levanté de un salto del sofá y me dirigí directamente al baño sin siquiera pensar en terminar mi comida. Me encerré y, por un momento, me enfrenté a mi propio reflejo. Una gran sonrisa se hallaba dibujada en mi cara, aunque se fue desvaneciendo a medida que mi mirada descendía por mi torso, hasta llegar a la imborrable marca en mi abdomen.

Intenté tranquilizar a mi corazón, el cual latía como loco. Allí, sobre mi piel, reposaba la cicatriz que siempre había intentado superar; pero por más que lo intentara, me era completamente imposible ignorar su existencia. No pude evitar sentirme vulnerable ante el espejo.

Una lágrima, sigilosa y sin previo aviso, escapó sin yo quererlo. No era solo una lágrima física, sino un eco de las inseguridades que habían surgido repentinamente en ese momento. De nuevo, volvía a ser una víctima del auto juicio.

En ese instante, la imagen de Hana apareció en mi cabeza, su sonrisa se veía preciosa. Me daba miedo asquearla. A pesar de avanzar con tanta seguridad, me sentía como un tonto, consciente de que debía comprender el tipo de terreno en el que me estaba metiendo.

Trataba de autoconvencerme de que ella no reaccionaría negativamente, pero ese sentimiento solo crecía más y más dentro de mí. No era débil, no volvería a serlo. An así, la vulnerabilidad del momento se mezclaba con la fortaleza que intentaba mostrar, creando demasiadas emociones encontradas.

Mañana le preguntaría y me aseguraría de qué tipo de mujer es.

Y a pesar de mi determinación, la incertidumbre me hacía sentir el hombre más frágil del planeta.

──────────❀◦∘ NOTA DE LA AUTORA

Traigo un capítulo cortito pero que nos deja conocer un poquito más de Linito. 

Honestamente, creo que me voy a hacer adicta a escribir desde el pov de Minho, pero me tengo que controlar. 

Por cierto, no quería decir esto pero, para las personas que estás leyendo ahora mismo, me sería de mucha ayuda si votarais por cada capítulo que leáis para así poder llegar a un público más amplio😭💗

Nada más que añadir y felix navidad a todas mis estancias muakmuak <3

❁ Con mucho amor, Vin.

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