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⊱✿⊰𝕍


—¿Min?—Comprobé si seguía allí—¡Min!—Grité. Ella lanzó, en un acto desesperado, su móvil lejos de ella y levantó las manos en el aire rendida.—¿No te he dicho, hace ya exactamente un cuarto de hora, que pusieras la mesa?—La regañé agitando el cucharón agresivamente.

—Pareces mi madre, tranquilízate. Verás que en menos de cinco minutos todo estará listo.

—Sí, ya veremos—dije con duda, dándole la espalda nuevamente.

Las dos nos sentamos alrededor de la mesa para iniciar a deleitarnos con la comida. Estaba muerta de hambre. Las pésimas habilidades de Min en la cocina me dificultaron mucho la tarea de hacer la cena.

Justo en el preciso momento en el que iba a clavar el tenedor en mi ensalada, muy convenientemente, mi teléfono móvil comenzó a sonar.

Min le echó una rápida ojeada a la pantalla de mi teléfono, pero en cuanto se percató de quien llamaba apartó su mirada de él, y tornó su cara hacia el lado opuesto para intentar ahogar su risa, tarea que falló por completo.

Di un largo suspiro y colgué.

—Tan oportuno como siempre—dije entre dientes, aunque Min me escuchó. Expulsé un largo suspiro observando mi plato de comida. Antes de comenzar a comer le mandaría un mensaje a Minho.

—Ay que bonito. Lo quieres tanto—enfatizó—que no puedes colgar sin mandarle un mensajito de amor. Estas últimas tres semanas os he notado más cercanos— y como no, Min me estaba mirando de esa manera que tanto me molestaba.

Yo simplemente omití su existencia y en un breve mensaje le comuniqué a Minho lo ocupada que estaba y que después lo llamaría.

Min seguía sin apartar su mirada de mí, así que me ví en la obligación de darle la respuesta que tanto ansiaba.

—Está bien, tú ganas—admití.—Minho me está empezando a caer bien y a veces hablo con él. ¿Contenta?

—¡Te lo dije, te lo dije, te lo dije!—Gritó mientras saltaba en el sofá como una loca, casi tumbando la pequeña mesa en la que comeríamos, aunque a ese paso la comida estaría ya más que fría.

—Min ya basta, te lo suplico. Me estoy muriendo de hambre, vamos a comer por favor—rogué tirándole de las piernas para que cayera sentada.

¡Aleluya! Al fin iba a poder saborear mi merecida comida.

Habiendo terminado la cena, las dos nos encontrábamos tiradas en el sofá mirando nuestros respectivos teléfonos móviles.

—Hana—dijo ella burlonamente, lo que me hizo sospechar lo que iba a decir de primeras.

—¿Qué quieres ahora, pesada?

—Te lo dije—rio y salió corriendo para esquivar la patada que pretendía darle.

Mi encantador y atractivo plan de tumbarme y hacer la digestión en condiciones se vió arruinado por completo. De un momento a otro me encontraba persiguiendo a Min por todo su departamento con intenciones un tanto violentas.

—¡Hana! Hana por favor—suplicaba ella entre risas, causadas por mis dedos cosquilleando su abdomen sin cesar.

—Prometes solemnemente no volver a molestarme jamás con Minho—arqueé la ceja en espera de su respuesta. Ella levantó la mano y dijo:

—Lo prometo. 

—Bien, así me gustan. Sumisas y obedientes—ella me miró perpleja y a los segundos comenzamos a reír de manera atolondrada.

Poco después me agarró delicadamente de la cintura para levantarme de encima de ella e ir a por nuestros móviles, que con la tontería habían quedado abandonados en el sofá.

—MinHo te ha mandado un mensaje—me informó lanzándome mi teléfono.

Omití su mensaje con la intención de contestarle más tarde; aunque charlar con él se había vuelto tan agradable que a veces sentía sutiles impulsos de responderle lo más antes posible.

Mi amiga y yo nos acurrucamos en su cama desatendiendo todo el desastre que teníamos que limpiar en la cocina. Quien nos viera podría decir que éramos de lo más despreocupadas.

De casualidad, navegando por instagram, me topé con una publicación que indicaba información sobre la apertura de una nueva discoteca en Hongdae. Yo no tenía ni el tiempo, ni las ganas de salir a clubes nocturnos, pero, a sabiendas de que a Min le encanta salir de fiesta, me decidí por avisarle de la novedad.

Para mi sorpresa Min ya la conocía y, de hecho, estuvo en la ceremonia de apertura.

—Pero bueno, ¿hay alguna discoteca en la que no hayas estado?—Reí y ella apartó su móvil para que nuestros ojos pudiesen contactar.

—Es una tarea bastante difícil—rio junto a mí.—Sabes, me pasó algo el día que fui—confesó, en un tono más bajo del que había estado utilizando hasta ahora. La miré interrogante sin entender por dónde iba la conversación. Estaba comenzando a imaginarme lo peor.

—Y bueno, ¿te apetece contármelo?—Pregunté poniendo toda mi atención en ella.

—A eso voy, la paciencia ante todo—hizo una breve pausa antes de continuar, como si pensase en si realmente decírmelo o no.—Durante la fiesta pasaron ciertas cosas... y me sentí atraída por... una persona

—¿Una persona?

—Exacto. Una persona.

Observé cómo sus ojos se desviaban para impedir el contacto visual entre nosotras, y le sonreí. No quería presionarla, el tema podría resultar algo sensible. No negaría mi curiosidad, mas no la forzaría a admitir algo que podría aún estar asimilando en su interior.

—Está bien,—acaricié su rostro delicadamente con las yemas de mis dedos—dejémoslo en "una persona"—¿Y era atractiva?

—Tremendamente guapa, no te la podrías ni imaginar—contestó riendo tontamente.

Reímos un rato mientras me contaba todo a detalle, hasta el punto en el que llegó su vergüenza.

—Hana,—lloriqueó—le di mal mi número.

Me carcajeé múltiples veces sin siquiera pensarlo. Se me hacía tan cómico que después de todo lo ocurrido hayan perdido la comunicación por completo.

—¡Hana! ¡No te he contado mis desgracias para que te rías!—Gruñó salvajemente mientras me zarandeaba.

—Pido perdón—me disculpé aún entre risas.—Pero es que eres tan tonta—Y de nuevo allí íbamos. Yo tirada en el suelo y Min maltratando mi pobre cuerpo con malvadas cosquillas.

La quería tanto.

₍...₎

Gracias al trabajo en equipo logramos limpiar la cocina en tiempo récord, y las canciones del grupo favorito de Min no faltaron. Sin darme cuenta me había encariñado con el grupo por culpa de la gran influencia de ella. Solo faltaba que me contagiase su locura y convertirme en una fanática loca.

La cama se sentía tan cálida teniendo a Min a mi lado.

Habíamos visto algunos capítulos de un drama, y luego revisamos las redes sociales del actor que hacía el papel protagonista. Era realmente guapo, no lo negaría.

Min se durmió hace rato; sin embargo el sueño no llegaba a mí, así que lo resolví trasladándome al baño para llamar a MinHo y hablar un rato con él.

De manera silenciosa entré al baño y cerré la puerta detrás mía. Antes de llamarlo, me puse cómoda sentándome en el suelo mientras apoyaba mi espalda en la bañera, abrazando mis rodillas desnudas.

⚬⚟ Minho:) ⚞⚬

Hana:

Te llamo después, me encuentro realizando una tarea sumamente importante

MinHo:

Está bien, ocúpate de lo que tengas que hacer. Hablamos luego:)

Hana:

Min

Ho

MinHo:

Los niños no deberían de estar despiertos a estas horas

Podría cantarte una nana si quieres

Hana:

Me muero de la risa

MinHo:

Podrías fingir como mínimo, no?:(

Acaso mis sentimientos no importan?

Hana:

No

MinHo:

Auch, me dueles Hana

Sigues con Min?

Hana:

Que va, ella ya está durmiendo

A mí aún no me entra el sueño

MinHo:

Entonces, te importaría si te llamo?

Está bien si quieres ir a descansar mejor

Hana:

No te preocupes, tengo tiempo para charlar

Además, me agrada hablar contigo

Un tono.

Dos tonos.

Y... contesté.

—Buenas, buenas. ¿Con que te agrada hablar conmigo?—Escuché su pequeña risa a través del móvil.

—Ya me estas molestando MinHo—me quejé de broma.—¿En qué momento has cogido tanta confianza?

—Auch, me ofendes—desde aquí ví su mueca.—¿No que éramos besties, o ya se te ha olvidado?—resoplé y sin darme cuenta me reí por su actitud.

—Vaya, que mala memoria tengo—bromeé.—Creo que mi pérdida de memoria se solucionaría invitándome a una comida.

—¿Qué intentas insinuar?—Preguntó con un tono algo... extraño, puede ser.

—No insinúo nada, ¿no fuiste tú el que dijo que me invitaría a comer algún día? ¿O es que solo era postureo?—Ataqué sin que la expresión de diversión abandonase mi rostro.

—Cierto, cierto. No se me ha olvid-

—¡Hyung!—Vociferó una voz desconocida al otro lado de la línea, interrumpiendo a MinHo.— Me lo he aguantado durante mucho tiempo... pero ya estoy harto de esto. Dime, ¿estás hablando con tu novia secreta?—Preguntó esa persona, a lo que yo intenté aguantarme la risa.

—¡Por dios! ¡Deja de decir tonterías sin sentido, Felix!—Grito, esta vez sí, MinHo.—¡Ya no hay privacidad en esta casa!

—¡No me lo creo!—Gritó el incógnito, esta vez más alto.—¡Chicos, venid aquí! ¡MinHo tiene una novia secreta con la que habla a las dos de la mañana!—A este punto solo se escuchaban gritos y más gritos al otro lado de la línea, y no pude aguantar más mis ganas de reírme.

—¡Todo el mundo fuera de aquí! ¡Felix, tú el primero!—Bramó esta vez MinHo.—Hana, perdón por la interrupción, pero mis compañeros de piso no colaboran—se disculpó entre tanto alboroto.

—No te preocupes, veo que tienes mucho con lo que lidiar—reí.—Mejor te dejo ocuparte de tus asuntos y me voy a descansar. Buenas noches MinHo—me despedí.

—Terminamos nuestra conversación mañana—aseguró.—Buenas noches a ti también, bonita.

Sonreí durante un breve instante hasta que volvieron a sonar los gritos de un MinHo enfurecido, y las risas de sus amigos.

—Con que bonita—me susurré en voz baja mirándome al espejo del baño.

Al darme cuenta del detalle de mi tonta sonrisa me di un pequeño bofetón a mi propio rostro, para así dirigirme a la cama e ir a dormir junto a Min.

<<Después de todo, puede que merezca la pena>>


Me acabo de terminar True beauty, y sí, he llorado mares por Seojun. Me pregunto de donde sacarán los guionistas las ganas de hacer llorar a la audiencia JASJDSJD

Felix armando escandalo es un amor asjdakjdhsa

Nada más que añadir ^^

Besitos muakmuak>3

❁ Con mucho amor, Vin.


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