Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⊱✿⊰ 𝕀𝕍


⚬⚟ Minho:) ⚞⚬

Hana:

Dónde se supone que estas? da miedito lol

MinHo:

Pasaba cerca. Me habría gustado acercarme a saludarte, pero iba con un amigo

Pero, para mi suerte, he podido ver lo adorable que te ves sonrojándote y escupiendo café

Hana:

Minho, me has hecho ser el hazmerreír de toda la maldita cafetería

No te lo voy a perdonar jamás

MinHo:

Mira la parte buena, has hecho sonreír a muchas personas JAJAJSKAJ

Probablemente no se olviden de tu cara en un mes JAJAJAJ

Hana:

Ja ja ja, que gracioso

Eres verdaderamente odioso Lee Minho

MinHo:

Y guapo, inteligente, talentoso, amable, excepcional...

Hana:

Cada día me caes peor

Te odio

MinHo:

Aww, que linda

No te preocupes por mis sentimientos, yo también te quiero



—Que sosa, has dejado de contestar justo cuando la cosa se ponía interesante—indicó sin tratar siquiera de ocultar la burla en su tono.

—¿Ya vas a dejar de reírte de mí y de mis tragedias? Gracias—rogué apoyando mis codos en la mesa, y enterrando entre estos mi cabeza para bajar la vergüenza, que precisamente poca no era.

—¿Tragedias? No es para tanto chica. Tu hobbie favorito es exagerarlo todo—rio mientras agitaba su mano de un lado a otro para restarle importancia.

—He conocido a MinHo hace dos días, y lo único que me sucede desde entonces son desgracias. Si no hubiera invertido toda mi vida en estudiar medicina podría decir incluso que me ha echado algún tipo de maldición—gimoteé.

—No digas eso mujer,—me apartó un mechón de pelo rebelde de la cara—son solo coincidencias de la vida. He estado hablando algo con él y es un buen chico, confía en mí. ¿Sí?—Asentí.

Min, aunque no lo pareciera de primeras, era una persona muy inteligente y capaz de sobrellevar distintas situaciones de manera impresionantemente sensata y ordenada. Admiraba mucho esa capacidad suya, por eso además de mi amiga a veces hace el papel de... ¿mi mentora? Sí, justo esa era la palabra. Ella es un total ejemplo a seguir para mí, y desde que nos conocimos ha estado haciendo el papel de hermana mayor que nunca tuve. Me dio el amor y la atención que necesitaba; pero por encima de todo aquello, hizo lo que ni mis propios padres pudieron hacer bien: escucharme y tratar de entenderme.

—Tampoco es que yo piense que sea un mal chico—admití.—No sé qué pienso exactamente de él, pero si tanto se esmera en intentar conocerme supongo que puedo poner algo de mi parte. El problema es que no me siento del todo segura. De vez en cuando tengo algunos bajones y pienso en... ya sabes—expliqué con un deje de duda.—Tengo tanto miedo Min, pero estoy intentando no encerrarme en mí misma de nuevo y... lo voy a intentar. Tenerte conmigo a mi lado y las múltiples sesiones con HyeIn me ayudan bastante. Realmente has sido y eres un gran apoyo en mi vida. Gracias por escucharme y estar para mí Min, realmente lo aprecio—no quería mostrarme de esta manera tan miserable y vulnerable, pero ya he pasado tanto tiempo luchando sola y sin depender de nadie que he dejado de estar capacitada para soportar todo el peso por mí sola. Con el pasar del tiempo me di cuenta por mi misma de que necesitaba ayuda. Necesitaba urgentemente de alguien que fuera capaz de escucharme sin juzgarme, y enseñarme a cómo sobrellevar las cosas. Acepto que al principio solo buscaba la manera en la que podía olvidarme de todo, ignorarlo básicamente, pero con el tiempo y ayuda profesional pude darme cuenta de que lo que realmente necesito no es olvidarlo todo; sino asimilarlo, aceptarlo, y seguir adelante. Porque todo lo que sufrí no tiene por qué definirme, yo no soy mis traumas. He decidido ser mi propia persona. Ser quien realmente quise ser siempre, y no lo que otras personas planearon para mí.

—Cariño, lo estás haciendo bien—sonrió y me acarició delicadamente el rostro.—Demuestras lo fuerte que eres en momentos como este, en los que decides salir de tu zona de confort y desafiar lo que te espera—explicó sin dejar de sonreír.—Sea bueno o malo, tienes que afrontarlo, ¿sí?—asentí—Porque recuerda: todo, pero que absolutamente todo—recalcó—pasa por algo.

—Gracias de nuevo Min, pero ya dejemos el tema, estoy algo cansada. Háblame más de ese grupo de música,—cambié de tema—realmente quiero saber más de ellos.

En eso que nos tomábamos nuestros desayunos, Min me hizo escuchar algunas de sus canciones favoritas de ellos y me introdujo un poco en el tema mostrándome algunas fotografías y vídeos de los mismos. Parecían interesantes, además de que todas las letras de sus canciones tenían algún punto con el que sentirse identificado. Realmente había hecho bien en interesarme en ellos, ninguna de las canciones que me había hecho escuchar mi amiga dejaba algo que desear.

—Mira—me mostró la pantalla de su móvil con una foto de uno de los miembros.—Este es Han, y es mi bias. ¿Verdad que es guapo?—Casi chilló de entusiasmo.

—No voy a mentir, todos son muy—enfaticé—atractivos—Min lanzó en mi dirección una de sus miradas maliciosas, mientras sorbía lo poco que quedaba de su café muy ruidosamente.—No me mires así anda, tampoco he dicho nada raro. Es normal que me parezcan guapos cuando de hecho, son guapos—aclaré.

—Bien, bien. Lo que diga la señorita. Pero...dime, ¿quién te atrae más de los ocho?—Curioseó. No contesté y sencillamente cambié de tema.

—Alma de mi corazón, ¿sabes qué? Del susto de antes se ha esfumado todo el sueño que tenía. ¿Te parece si vamos de compras?—Propuse.

—¿Así de la nada?—asentí—Bien. Entonces, si quieres, también podemos comer juntas.

—Perfecto, hace tiempo que no pasamos un día entero juntas. Ya echaba de menos escucharte parlotear sin parar—reímos, y ella intentó agarrarme de los mofletes, pero me aparté rápidamente. Ya había sufrido muchas vergüenzas por hoy, ya no más.

Nos paseamos por todo el centro comercial de arriba a abajo y, como usualmente sucede, Min tenía que estar como mínimo media hora en cada tienda de ropa para decidir qué comprarse y qué no.

Era estresante, pero seguía siendo mi mejor amiga.

Nos encontrábamos en una tienda de lencería bastante concurrida, la marca se había hecho famosa recientemente y Min me recomendó que fuéramos para ver si me agradaba algo. Sinceramente todo me parecía muy bonito y estético. Al igual que ella, me agradaba la idea de usar ropa interior que se acoplara a mi cuerpo y estilo.

—Min, ¿cuántas veces tengo que decírtelo? Uses lo que uses te quedará bien, ya te has probado como diez conjuntos—resoplé.

—Venga va,—hizo un puchero. Era imposible no ceder ante sus encantos—He visto en el tercer pasillo un sujetador que me ha llamado mucho la atención. Es uno granate, de encaje, y sin tirantes. Lo vas a reconocer en cuanto lo veas.

—Ay dios, todo lo que tengo que hacer por ti—rodé los ojos y me dispuse a ir a buscar el maldito sujetador.

Después de una no tan larga búsqueda al fin lo encontré. La verdad es que era muy bonito, hasta me habían entrado ganas de probármelo. En cuanto lo agarré y tuve entre mis manos sentí un sutil aroma a coco proveniente desde detrás mía, para que sin previo aviso asomara de mi hombro ni más ni menos que la cabeza de MinHo.

—Si te soy sincero, este me parece una buena elección—lo apartó de entre mis manos para sostenerlo él, y yo no lo pude impedir a causa de mi sorpresa.—Creo que este color contrastará de forma muy positiva con tu piel. Definitivamente este sujetador es el indicado para ti.

—¿Qué?

—¿Qué de qué?—replicó. Cuando por fin asimilé lo que estaba pasando reparé en cómo el calor subía hasta mis mejillas y le arrebaté de un tirón la pieza de lencería.

—MinHo, eres un indecente—lo aparté de un empujón para intentar irme.

—¿Indecente? ¿Y eso por qué?—dibujó una falsa expresión de inocencia en su cara.

—¿Quieres que te lo explique con manzanas y peras, o qué? No me interesa en lo absoluto la razón por la que estás en una tienda de lencería femenina, pero la verdad es que creo que es un poco turbio que te acerques a mí a recomendarme un sujetador. Y por si fuera poco, ni siquiera es para mí.

—¿Eso quiere decir que si fuera para ti si tendrías en cuenta mi sugerencia?

—No, no, y un rotundo no—enfaticé.

—¿Segura?—Alargó la "u" y se encogió de manera que nuestras caras quedaron a la misma altura. Entendí eso como un claro reto, por lo que eso se convirtió en una competencia de miradas. No sé cómo narices pasó, pero sí.

—Segurísima Lee MinHo—aseguré y le golpeé la frente con la palma de mi mano, de manera no muy agresiva, para darle fin a esa ridícula riña de niños.—Me encantaría seguir hablando contigo, pero para mi desgracia me tengo que ir—escuché como soltó una pequeña risa, por lo que aclaré—Nótese el sarcasmo.

—Oye, eso está feo.

—Sí, lo que tu digas—rodé los ojos ya desesperada.

Estaba yendo de nuevo al probador dónde se encontraba Min para darle el sujetador y, como era de esperarse de alguien tan infantil como él, MinHo me estaba siguiendo sin parar de chincharme en ningún mísero momento. Me detuve unas cuantas veces para que me dejase en paz, pero el muy tozudo seguía detrás mía para seguir molestándome. Era muy odioso, pero no voy a tratar de negar que en el fondo me divertía un tanto la situación.

Estando ya en la zona de probadores intenté localizar a Min para entregarle la prenda que tanto parecía querer, pero para mi pésima suerte todo fue en vano. Sé había aburrido de esperar y decidió que ya no quería probarse más piezas.

—¡Pero Min! ¡No es mi culpa!—Reproché.—Él es el que no me dejaba en paz, y sigue sin hacerlo—giré dramáticamente sobre mis talones y señalé a MinHo.

—¿¡Qué!? ¿¡Yo!?—Imitó mi actitud exagerada.—Min, juro que soy una criaturita de dios. Prometo que solo quería saludar a Hana, como buen amigo que soy, y nada más.

—¿Cómo te atreves a mentir de esta manera? Tú mismito has venido hasta mí a recomendarme un sujetador de encaje diciendo que "contrastará de forma muy positiva con tu piel"—traté de imitar la forma en la que sonaba su voz mientras decía esto último.—Eres un pervertido Lee MinHo. Te odio.

—¿No decías antes que le ibas a dar una oportunidad?—Dijo Min, a lo que yo la miré sorprendida por exponerme de esa manera tan cruel.

<<Auch, eso dolió>>

—¿Dijo eso?—Rio MinHo.

—No, no lo hice—bufé.

—Bueno, lo que sea—dio mi amiga fin a la discusión.—Yo y Hana vamos a comer juntas, ¿quieres?—Le ofreció amablemente, a lo que yo le dirigí una mirada asesina. Por suerte MinHo la rechazó.

—Me encantaría pasar tiempo con mi nueva bestie,—desordenó mi cabello y yo le di un manotazo en respuesta—pero tengo que localizar a mi amigo y ayudarlo a elegir un regalo para su novia.

—Mejor para mí. Y no vuelvas a llamarme por uno de esos ridículos apodos—bufé cruzando los brazos.

Ja, ja, ja—dijo de forma exageradamente entrecortada.—Lo que su majestad ordene—articuló burlón y agachó su cabeza hasta mi altura.—No hace falta que te pongas tan triste, pronto te invitaré a comer.

—Sí, lo que tu digas MinHo—agarré a Min del brazo y la arrastré para ir a pagar y marcharnos de allí.—Que tengas un buen día.

—Los buenos modales ante todo—dijo lo suficientemente alto como para que lo escuchara, lo que me hizo mosquearme aún más.

Min y yo aún seguimos cogidas del brazo hasta poco antes de llegar a mi coche. Sinceramente yo estaba bastante tranquila, pero parecía ser que Min no lo percibía de la misma forma.

—¿Me vas a explicar ya qué ha sido eso que ha pasado allí dentro?—Preguntó introduciéndose en el interior del vehículo.

—¿Explicar el qué?—Contesté con otra pregunta y sin perder la tranquilidad en ningún momento—Solo estaba jugando y dejándome llevar—expliqué.—Solo que en un momento específico, todo lo que sentía se intensificó por mil. De allí que parezca que estaba alterada o enfadada, pero no, me he divertido mucho.

—¿En serio? ¿Así de fácil?—se sorprendió.

—Oye Min, ¿tan poca fe le tienes a tu mejor amiga? Te dije que pondría de mi parte—dibujé una falsa mueca de molestia y las dos nos reímos.

—Que va, que va. Solo estaba algo sorprendida. Pero estoy muy orgullosa de mi chica—aprovechó que estaba concentrada en la carretera y dejó un pequeño beso en mi mejilla, como siempre hacía. La quería tanto.

Al final, y después de una larga discusión sobre la increíble cantidad de restaurantes que había en la zona, las dos nos decidimos a ir al mismo restaurante de ramen de siempre.

Lo seguro nunca falla.

—Con permiso—dijimos al unísono mi amiga y yo al entrar.

Como sucede de manera habitual, la familia Kim nos recibió de la manera más cálida posible.

Tomamos asiento enfrente del ventanal de siempre y esperamos a que alguien viniera a tomarnos nota.

—Buen día parejita—saludó el señor Kim, a lo que nosotras sonreímos y agachamos la cabeza para devolvérselo.—Tae no está aquí hoy, así que os tomaré nota yo—explicó.

—No hace falta que dé explicaciones señor Kim. De todos modos hemos venido a disfrutar de su maravilloso ramen, no a visitar al molesto Taeyong—aclaré yo y los tres reímos.

—Y bien, ¿qué vais a querer?

—Yo voy a optar esta vez por el ramen de soja,—se decidió Min después de echarle un vistazo a la carta—¿y tú Hana?

—Un ramen de miso estaría bien.

—Perfecto—cerró su pequeño libreto y nos dedicó una última sonrisa antes de desaparecer detrás de la cortina que separaba la cocina del comedor.

El tiempo de espera iba a ser algo largo, por lo que mi amiga y yo nos dedicamos a hablar sobre temas triviales, hasta que salió MinHo en la conversación.

—No sé si estoy loca, o he escuchado la voz de MinHo en algún lado—sacó el tema Min.

—¿Segura?—Le dediqué una mirada intrigante.—A mí no me suena de nada.

—Te juro que sí—dijo con frustración.—Su voz se me hace demasiado familiar a tal punto que incluso siento como si lo conociera.

—No sé Min, a lo mejor solo estás confundida—le contesté.—¿Pero sabes lo que sí me parece raro?—levantó la cabeza con curiosidad para escucharme.—Su mascarilla. Y no solo él, también su amigo la llevaba el primer día que los vimos.

—Toda la razón. Es hasta sospechoso. Hoy también la llevaba de hecho.

—Al principio pensé en que a lo mejor escondían algún tipo de cicatriz o marca de nacimiento, y de hecho, no sería para nada extraño que fuese esa la razón—expliqué.—Lo que le quita algo de sentido a esa teoría es que los dos la lleven, ¿no es demasiada coincidencia que justo los dos amigos tengan algún tipo de marca en la misma zona del rostro y quieran taparla?—Min no dijo nada, pero movió la cabeza de arriba a abajo para apoyar mi teoría.—Sería muy loco que fuese un policía infiltrado o algo de eso, ¿no?—reí y Min me siguió el juego.

—¿Te imaginas? Sería super épico tener un amigo del tipo James Bond, aunque algo raro. Podría estar al tanto de todos nuestros movimientos y nosotras ni darnos cuenta.

—Hablando de eso, ¿no sientes desde hace rato una sensación extraña?—cuestioné justo cuando la señora Kim dejaba nuestros cuencos de ramen sobre la mesa y le dábamos las gracias.—Tengo el extraño sentimiento de estar siendo vigilada, pero no logro ver nada fuera de lo normal a través del ventanal.

—Pues yo no siento nada de eso. ¿No estarás algo paranoica por la conversación sobre espías y agentes secretos?

—¿Tú crees?—pregunté y ella asintió—Supongo que tienes razón. Mejor dejémonos las teorías sin sentido y comamos antes de que se enfríe la comida—propuse, y las dos comimos y charlamos tranquilamente en el local.

Y no muy lejos de ellas, y sin que siquiera se percataran, sonó un el click de una cámara digital.

—Lee Hana Soo, ya casi eres mía.


Vaya, vaya. Que curioso todo, no?:D

Nada más que añadir:)

Besitos muakmuak<3

❁ Con mucho amor, Vin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro