𝟎𝟏
La lluvia siempre ha sido un calmante, podía sentir como silencia a el sonido de mis ruidoso pensamientos.
Cerré los ojos mientras dejaba que la fría lluvia empapara mi cuerpo y lo limpiará, trataba de no pensar mucho y mucho menos de llorar.
Una persona como yo no podía permitirse ser débil.
-Ya salte de ahí, vas a coger un resfriado.
Su voz grave resaltó en mi cabeza, rodé los ojos y me giré para encargarlo aunque volví a mi otra posición de inmediato.
No soportaba el peso de sus ojos.
-Estoy bien -respondí lo más frío que pude.
Al parecer a él no le bastó la respuesta y salió de la casa, me tomó del brazo y me arrastró dentro de la residencia donde cogió una toalla del armario y me la lanzó con cara de disgusto.
Miré la tela de color blanco y la tiré en el suelo.
-Ya dije que estoy bien, deja de tratarme como un niño Jeon.
-Es que tu actúas como uno.
-Ay vete a la mierda.
Le di la espalda y comencé a caminar hasta la habitación de huéspedes que me habían dado en esta gran casa.
Me lancé en la cama y cerré los ojos un momento, necesitaba descansar.
Sentí unos pasos en el pasillo y el pelinegro entró en la habitación antes de que yo pudiera cerrarla con seguro, suspiré con disgusto y volví a acostarme tratando de ignorar su presencia.
-¿Por qué te comportas así? -inquirió desde la puerta y me mantuve en silencio- Ya no te reconozco Taehyung.
Ni yo me reconozco Jungkook.
-Te tienes que estar volviendo loco realmente, yo sigo siendo el mismo.
-¡Basta de mentirme! -gritó con frustración- ¡Se supone que somos amigos!....
Amigos....
Esa palabra resonó en mi cabeza y sentí un punzón en mi pecho.
-Desde que te dije que me iba a casar con Yeji ya no eres lo mismo -siguió reclamando al ver que no le hacía caso- ¡Diablos Kim! Nam me dijo que había encontrado droga entre tus cosas.
Hubo una pequeña pausa y no pude evitar reírme audiblemente mientras me sentaba en la cama.
-¿Ahora vas a inventar que me drogo?
El hombre frente a mí estaba rojo y mantenía los puños apretados. El podía leerme y sabía que yo estaba mintiendo y tal vez eso era lo que más le molestaba.
Por un momento me sentí culpable sobre lo que le estaba haciendo pero luego recordé que era por su bien.
Pero no podía evitar quemarme por dentro cada vez que le mentía.
3 meses antes
-¿Tienes idea de el porqué Jungkook nos llamó?
Inquirió Namjoon a mi lado mientras bebía de su café, a la verdad ya me lo podía imaginar pero tenía miedo de siquiera pensar en esa posibilidad.
Negué con la cabeza y seguí jugando con mis manos por debajo de la mesa controlando los nervios que me carcomían en ese momento.
Al final el pelinegro hizo presencia en esa cafetería, acompañado por Yoongi, su sonrisa iluminó todo el lugar.
-Perdón por la tardanza -sonrió antes de sentarse frente a mí.
-¿Y entonces? ¿Por qué nos llamaste con tanta urgencia? -preguntó Nam.
-Si Jungkook habla ya -dijo Yoongi riéndose tan bien.
Me sentí un poco fuera de lugar ya que yo permanecía serio sin expresión alguna.
-¡Redoble de tambores!
No se cuantas veces pedí desesperadamente que no salieran esas palabras de su boca.
Pero el destino nunca me ha querido.
-¡ME VOY A CASAR!
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