Update: han pasado ya cinco días desde que la vi por última vez, he pensado en acercarme a su clase y buscarla pero las veces en las que iba no estaba o faltaba a clases.

También conocí mejor a aquel chico que me había escrito esa vez en la hamburguesería, es simpático y le pedí disculpas por haberlo tratado como el orto.

—Vamos Jisoo, ve a preguntar otra vez—me alentó Jennie.

—Olvidalo, ni siquiera sé su nombre y es raro ir y preguntar por "una rubia" y se paren como seis—respondo.

—Como digas señorita amargada.

Sin pensarlo más nos dirigimos a clases para recoger nuestras cosas e irnos, había sido una semana dura y entre las dos estábamos muertas después de tantos proyectos.

(...)

Pov Rosé

(...)

Pov Jisoo

Llevaba ya tres horas trabajando en la maqueta al lado de Jennie y ambas llegamos a la conclusión de que somos un asco en estas cosas. Así que terminamos llamando a Jin para sentarnos a jugar videojuegos y tener una larga noche de películas.

Llevaba preparando la comida junto con Jennie para llevarla hasta la sala en donde se encuentra la lagartija atómica esa que se hace llamar nuestro mejor amigo, nos sentamos en el sofá mientras el elige la película que veremos.

Reviso el celular para darme cuenta de que tenemos otros tres trabajos para entregar el viernes y lanzo el teléfono a un costado ignorando todas mis responsabilidades por un momento con amigos.

—¿Estás bien Jisoo?—me pregunta Jennie.

—Si es solo que...—suspiro—estoy muy cansada por causa del colegio, Sunmi y Daesung se pasaron con nosotros esta vez.

—Las entiendo—agrega el castaño—Esos profes son los más exigentes, aunque al final son buenas personas, solo hacen su trabajo.

—Está bien Jin ya entendí, ahora cállate que la peli está por empezar—se mete Jennie.

—Oye que gro–

—Estoy hasta la madre del colegio, olvidemos lo al menos por esta noche—espeta.

No nos quedó de otra más que obedecerla.

Que buena elección la de Jin, eligió la película perfecta para hacer llorar a Jennie.

—Siempre lloré con Hachiko y esta no va ser la excepción—habla por última vez para luego centrarse en la película.

Jennie se había pasado la mitad de la película llorando, no nos dio tiempo para otra peli más gracias a señora sencible que le llora a una peli que vio más de ochenta y cinco veces.

—Hay que ir a dormir Jen—la consuela Jin.

Vaya que manera más eficiente de consolar a alguien.

Jennie le da un merecido zape a Jin quien enseguida la carga cual pluma y la lleva forzada a tirarla a su cama.

La enana no paraba de llorar y Jin empezaba a desesperarse junto a mí, ¿como se supone que debemos calmarla?. Decidimos no hacer nada y la dejamos llorando hecha bolita en su cama.

—¿Te duermes en el piso o en el sofá?—pregunta soñoliento el azabache.

—Sofá—respondo sin titubeos.

Jin asiente y se acomoda en el piso de la sala, los padres de Jennie saben que estamos aquí y nos consideran familia, así que por eso no nos preocupamos.

—Ey pollo—me llama—¿Crees que esté dormida?.

—No la he oído así que si—respondo.

—Es verdad—susurra.

Me mantengo observando el techo de la sala a lo que oigo que mi amigo me llama nuevamente.

—Me sorprende que no hayas hablado o pensado en ella en toda la noche—dice entre bostezos—es un gran paso.

—¿En quien?—me atrevo a preguntar.

—En Seulgi.

Tenias que abrir la bocota de lagartija que tienes, ¿a ver por qué mejor no te vas a ver si llueve en Busan? Gusano cósmico.

—Bueno, es lo que querían ¿no?—respondo cortante.

—Sabes que es lo mejor Jisoo—responde—te ha estado manipulando a su antojo... me alegra que estés intentando conocer gente nueva.

Creo que ya entendí tu punto Kim.

—Gracias supongo... es raro escucharte hablar así, normalmente me putearías—río. Sin embargo no obtengo respuesta—¿Jin?.

Tus ronquidos me indican que te has dormido, que rápido lo haces amigo mío.

Por mi parte, me dedico a mirar el techo una vez más, reviso el celular rebuscando tu nombre entre mis notificaciones sin obtener resultado.

Bajo el celular dejándolo a un lado y me dispongo a dormir, mañana será un día largo y tal vez, solo tal vez tenga por fin la oportunidad de conocer a aquella rubia.

Aquella tierna y preciosa chica que me recuerda a una ardilla, con esos cachetitos regordetes que me gustaría estirar, y ni hablar de su sonrisa y sus ojitos, ojitos en los cuales se ven reflejados las estrellas.

¿Pero que estoy pensando?.

Sacudo la cabeza tratando de disipar aquellos pensamientos y me dispongo a dormir para dejar de pensar en ella.

Pero también es posible que esté presente hasta en mis sueños...

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❝𝐒𝐢 𝐚𝐠𝐮𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐲 𝐦𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐭𝐨 𝐦𝐢 𝐨𝐱í𝐠𝐞𝐧𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐭ú... ¿𝐬𝐞𝐫é 𝐜𝐚𝐩𝐚𝐳 𝐝𝐞 𝐬𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐫𝐥𝐨?...❞

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