❄️𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓣𝐇𝐈𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍❄️
᯽Scrub, Scrub᯽

➺🎄Tengo algo que confesarte, Violet.

━━━𝐖𝐎𝐖. —Willy estaba tan anonadado como yo. Jamás habíamos visto tantas montañas juntas repletas de sábanas.

—Tomad estos sucios trapos porque tendréis que restregarlos. Scrub Scrub. Venga, vamos, no tenemos todo el rato. —Ambos subimos por las escaleras mientras Abacus empezaba a cantar. Observamos aquella enorme bañera con agua ardiendo. El calor que desprendía el humo me escocía en la cara así que intenté remover las sábanas y alguna que otra vestimenta sucia lo antes posible—. Luego hay que exprimirlos hasta que giren los tornillos, Scrub Scrub.

—¿De veras hay que cantar? —pregunté mientras hacía un claro esfuerzo por mover aquellos kilos de ropa con una barra.

Literalmente se estaban poniendo todos a cantar: a cantar de verdad.

—Todo lo que sea para... ¡levantar los ánimos! —Willy hacía todo lo posible para pensar en positivo mientras removía todo aquello.

—Luego se van a secar y la ropa hay que colgar y lavar. —Pusieron las sábanas y las prendas a tender para que se sequen lo más rápido posible—. Pues si cantas la canción, el día no pasa tan largo. Scrub, Scrub.

—¡Pues no tanto! —chilló Larry.

La ropa que llevaba tendida desde hace unos días, las quitaron de los tendederos caseros para doblarlas debidamente.

—Tengo que quitar todos los pliegues de los vestidos y las chimeneas. Scrub, Scrub. —Las planchas volvían a hacer su trabajo y cuando la ropa estaba lista, nos obligaron a cambiarnos de vestimenta antes de que la señora Fregoso pasara la lista. Se acabaron los trajes, los sombreros y los bastones. Solo ropa magullada y llena de botones. Vaya, ¿acabo de hacer una rima?—. Tenemos que doblarlos como nos dijeron o nos regañarán y la comida no nos darán. —Siguieron cantando en coro.

Un silbato hizo que todos los presentes se volvieran hacia la entrada pero en fila de uno como los preescolares.

¿En serio?

Willy y yo los seguíamos a todas partes.

—Fuimos tontos al firmar, hoy nos hacen trabajar...

—Lavaaaaaaar —continuó Larry de forma melodramática con una voz increíblemente aguda.

—¡Var! —Terminó Abacus con su voz grave. Observé que Willy se asustó por el cambio de tono, me aguanté la risa por la cara que había puesto.

Pero la bruja ya había llegado.

—Y si no estáis de acuerdo... —dijo la señora Fregoso mostrando todos sus dientes.

—Lean la cláusula cinco —continuó su perrito faldero; Lejía.

—Sección siete —sonrió la mujer—. Parte A.

—Párrafo 22. —El idiota siempre le hacía caso.

—Inciso 10.

Puse los ojos en blanco. ¿Cuándo tenían la intención de terminar?

—¡Qué dice...!

—¡Lavar! Scrub Scrub! —Todos exclamaron menos Willy y yo. Esta vez fui yo quién se asustó. No me esperé ese final.

En poco tiempo, todos acabaron yéndose y cerraron las puertas de sus habitaciones, uno a uno.

¡Ni siquiera nos habían dicho cuales eran nuestras habitaciones!

Wonka y yo nos quedamos en el pasillo como dos tontos. Solo había una habitación disponible con la puerta abierta.

Maldita sea, qué momento más incómodo.

—Violet. —Él fue el primero en romper el silencio—. ¿Te importa si dejo mi maleta en tu habitación?

¿En mi habitación?

—Querrás decir en nuestra habitación —le dije e inmediatamente me di cuenta de lo que había dicho. Willy se quedó colorado—. Quería decir que... también es tu habitación pero claro que no podemos dormir juntos porque solo hay una cama, entonces yo...

—Yo dormiré en el respaldo de la puerta —Sus pómulos estaban tan rosados como el chocolate con fresa.

—¿Qué? No. —No quería saber qué tonalidad tenían mis mejillas pero debían de parecer un tomate—. Tú puedes dormir en la cama. No tengo sueño y si me duermo, el suelo será un buen sitio. Ah y la maleta, claro, puedes... puedes dejarla en la mesa si quieres. Por supuesto.

Entré primero para calmarme y me senté en el respaldo de la ventana cerrada, quería darle algo de privacidad. Me concentré en el paisaje que se observaba a través de los cristales, fuera había una brisa agradable.

Pero Wonka se sentó a mi lado.

—¿Sabes? Yo tampoco tengo sueño.

Me volví hacia él sorprendida y vi que estaba sacando algo de su bolsillo. Era una carta.

Mi carta.

—Tengo algo que confesarte, Violet.

☃️🎄¡Espero que os haya gustado!🎄☃️

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