CAPÍTULO TRES | DECISIONES DIFICILES

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📍 Bosque Encantado.

Alicia se había alejado junto con Grace mientras Jefferson regresaba a la casa listo para enfrentar lo que fuera que Regina le pidiera. Alicia no estaba convencida, por más poco tiempo que llevara en aquel mundo, sabía que Regina no era una persona de confianza y sus tratos siempre tenían un precio a pagar, por lo que aún corriendo con Grace para esconderse le fue imposible no preocuparse. Por su parte, Jefferson se había encontrado con la Reina dentro de su hogar con un trato, tal y como lo había pensado, implicaba viajar entre los mundos. 

──Sí, escuché que colgaste el sombrero ──Regina lo observaba──. ¿Por qué? ¿Es por tu dulce hija, Grace? ──sonrió mientras en sus manos tenía una muñeca vestida como princesa con un vestido rosado, una muñeca que parecía hecha a mano. 

──Por mi trabajo, ella perdió a su madre. No quiero que pierda a su padre también ──contestó el castaño de brazos cruzados mirando a la reina. 

──¿Qué clase de futuro tiene tu hija aquí contigo? ──Regina se acercó un poco más a Jefferson, pero el castaño solo bajó la mirada ante la pregunta quedándose en silencio──. Hazme un último favor y podrás darle la vida que ella merece ──Jefferson se lo pensó un momento, pero no dudo en su respuesta y se acercó a Regina. 

──Por eso me quedo. Uno no abandona a la familia. Eso es lo que ella merece. 

──Todo lo que necesito es tu magia para llevarme a un lugar ──Regina lo siguió con la mirada, no parecía estar dispuesta a escuchar un no como respuesta──. A un lugar donde has estado. Si lo haces, cambiaré tu vida ──la mujer le entregó un papel con el sitio al que debía ir. Aún en duda, Jefferson lo tomó para leer lo que estaba escrito.

──¿Qué te hace querer ir ahí? 

──Se llevaron algo que me pertenece y fue a parar allí. Lo quiero recuperar. 

──Entonces busca a otra persona que te ayude ──Jefferson le entregó nuevamente la hoja negándose por segunda vez al trabajo. No estaba dispuesto a sacrificar lo que le quedaba por un viaje a aquel lugar. Regina tomó el papel y sonrió. 

──Lamento no haber podido convencerte, pero lo entiendo. No hay nada más importante que la familia ──Regina se alejó camino a la puerta, pero antes de irse miró una vez más a Jefferson──. Oh, por cierto. La joven que te acompaña, la preciosa Alicia, ¿En serio crees que dejaría todo para vivir en pobreza contigo? 

Jefferson la miró sin responder, había tocado un nervio que dolía. Para Jefferson, hablar de su hija Grace o de Alicia era algo que le afectaba, después de todo, Regina tenía un punto a favor, estaba en la pobreza. Alicia disfrutaba su estadía en el Bosque Encantado, pero quedarse para siempre en esa vida era mucho pedirle a la joven y Regina tenía razón, no sabía si podía darles la vida que merecían a ambas, pero aún así, no estaba dispuesto a perderlas o dejarlas solas. 

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📍 Storybrooke.

Christine observó a la pequeña niña de cabellos color miel sonriendo mientras ordenaba un cupcake antes de pagar y que Beth le diera el pastelillo de zanahoria con una decoración de crema y un pequeño conejo de chocolate arriba. Paige solía ir al local y siempre pedía el mismo postre, aunque a veces con una taza de té. Christine la había visto en muchas ocasiones y creía que era la niña más dulce del pueblo, junto con Henry quien, a veces, solía visitarla junto a su libro de cuentos. El pequeño niño siempre solía decirle que ella era Alicia del País de las Maravillas y aunque ella sabía que eso no era más que un cuento, en ocasiones, le seguía el juego a Henry creyendo sus palabras. 

──Buenos días señorita ──la mirada de Christine se encontró con la del señor Gold quien le sonreía amablemente.

──Señor Gold... buenos días ──sonrió con amabilidad mientras seguía su trabajo. 

──Venía por mi orden, ayer sé que vine demasiado tarde ──Christine asintió cuando lo miró, pero mantenía una sonrisa. 

──Puede ir a la caja, Beth lo atenderá ──el señor Gold miró a la joven de la caja atendiendo a un par de personas sonriendo y luego miró a Christine nuevamente y asintió. 

──Que tenga un lindo día señorita ──el señor Gold sonrió antes de alejarse, pero apenas unos pasos volvió a mirar a la joven de cabello rubio──. Por cierto, feliz cumpleaños Christine ──dicho eso, el hombre se alejó. Christine se mantuvo en silencio mirándolo, muy pocas personas sabían que era su cumpleaños, siquiera ella confiaba que aquel día fuera la fecha exacta de su cumpleaños. 

──¿Qué quería? ──Christine parpadeó y miró a su lado a Henry quien la miraba con curiosidad──. El señor Gold, ¿Qué quería Christine? 

──Supongo que solo... desearme feliz cumpleaños ──el pequeño se sentó en una de las mesas mirándola──. Es extraño, más de lo normal ──ella sonrió antes de sentarse con Henry un momento. 

──No confió en él y no deberías hacerlo tampoco ──Christine asintió con una sonrisa. 

──¿Quién es en tu libro? 

──Aún no estoy seguro, pero... no deberías confiar en él ──el pequeño suspiró mientras bajaba la vista a sus manos y Christine lo observaba sonriendo con ternura──. Sus tratos no parecen confiables. 

──No haría ningún trato con él, Henry ──la joven mantenía la mirada y Henry volvió a observarla dudoso──. No soy una persona que hace tratos.

──Alicia si... ──ella sonrió, ahí volvía a presentarse la imaginación del pequeño──. Ella hizo un trato con alguien con quien no debía. 

──¿Y por qué hizo ese trato? 

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📍 Bosque Encantado.

La pequeña Grace se había ido un momento fuera de la casa a buscar algunas flores mientras que Alicia y Jefferson la esperaban dentro. En ese momento solos, Jefferson le había contado a Alicia el trato que Regina le había ofrecido, una vida mejor a cambio de un viaje, un simple viaje al País de las Maravillas. Alicia sabía que no era una buena idea, sobre todo porque la Reina de Corazones era igual o aún más peligrosa que Regina y todos sabían lo que aquella reina hacía cuando alguien invadía su reino. 

──No puedes ir, Regina podría ofrecerte muchas cosas pero... 

──No acepté su propuesta ──Jefferson se acercó a Alicia quedando casi de rodillas delante de ella quien estaba sentada en la mesa donde Grace hacía su juego de té──. No voy a dejar sola a Grace y tampoco voy a dejarte a ti. 

Alicia sonrió. 

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📍 Storybrooke.

Había escuchado a Henry contándole algunas cosas de Alicia y de su historia con el sombrerero. Christine era realmente una amante de los cuentos de hadas, pero era difícil pensar que todo el pueblo de Storybrooke pertenecía a un libro de cuentos lleno de historias diferentes y que ella estaba en el libro. Sin embargo y por más que estuviera encantada por escucharlo hablar de las historias, Christine lo observó y lo interrumpió. 

──Henry, ¿No deberías estar en la escuela? ──el chico se quedó en silencio tratando de ignorar la pregunta y haciendo sonreír a Christine──. Deberías estar en clase, ¿Alguien sabe que estás aquí? ──Henry seguía sin responderle y Christine se levantó de su lugar dejando su delantal antes de mirar a Beth──. ¡Beth, cúbreme! Regreso en un momento ──su mirada se poso en Henry nuevamente quien sonrió──. Puedes seguir contándome de Alicia de camino a la escuela. 

──¿Entonces, me crees? ──preguntó el pequeño mientras caminaba al lado de Christine camino a la escuela. La joven lo miró antes de volver a mirar al frente. 

──Dices que soy Alicia del País de las Maravillas. Que Beth es un gato sonriente, que el señor Tempus es el Conejo Blanco... ¿James quién sería? 

──La liebre, siempre causando algún problema ──Christine dejó escapar una risa divertida. Fuera verdad o no, Henry tenía un punto y era que, si se lo ponía a pensar, todos tenían un parecido con los personajes del cuento.

──¿No había un sombrerero en el cuento? ──ambos detuvieron su andar cuando llegaron a la escuela. Henry quedó frente a ella mirándola.

──Gracias por acompañarme, no le digas a Emma ──Henry sonrió antes de alejarse para entrar a la escuela, pero Christine se quedó con las palabras en la boca sin una respuesta por parte del pequeño. Con una sonrisa y negando lentamente con la cabeza, ignoró lo que Henry le dijo y comenzó a caminar de regreso a la pastelería.

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📍 Bosque Encantado.

Había regresado a su hogar tras aquella tarde con Jefferson y Grace, pero estaba dispuesta a regresar al Bosque Encantado y quedarse a vivir allí. No era un sueño, de hecho, ningún mundo lo era como ella había pensado. El bosque existía y el País de las Maravillas también, su mundo real era un mundo sin magia y ella se había enamorado del otro mundo donde se sentía feliz y podía ser ella misma. Jefferson y Grace formaban una parte importante de esa felicidad y no estaba dispuesta a renunciar a eso. Había tomado su decisión, volvería al Bosque Encantado y está vez, para siempre. Después de todo, la hora del té se acercaba.

Cuando llegó al bosque encantado, estaba dispuesta a avisarle a Jefferson que se quedaría con ellos. Imaginaba la sonrisa de ambos ante la noticia e incluso ella no podía borrar su sonrisa de sus labios y no podía calmar su corazón. Cuando estuvo de pie frente a la puerta de la casa de ambos, se quitó la capucha de su capa y tocó a la puerta dos veces. Tras esperar unos segundos, la pequeña Grace abrió la puerta y la recibió con una cálida sonrisa llena de alegría y un abrazo.

──¿Llegué a tiempo para el té? 

──Llegas justo a tiempo ──Grace sonrió mientras tomaba la mano de Alicia para entrar en la casa y llevarla hasta la pequeña mesa donde solían jugar. Jefferson estaba a un costado trabajando y cuando la vio sonrió complacido de verla nuevamente. Una vez que ambas se sentaron, Jefferson se acercó a la mesa con un conejo de peluche hecho a mano.

──Sé que no es como el que querías...

──Es perfecto papá ──Grace sonrió antes de servirse su taza de té. Alicia sonrió, pero cuando miró a Jefferson, este tenía la mirada perdida en alguna otra cosa. Alicia llevó su mano a la del castaño llamando su atención y le regaló una sonrisa. Jefferson le sonrió antes de mirar a Grace nuevamente.

──Grace... ──el castaño suspiró──, quiero que vayas a la casa de los vecinos el resto del día. Tengo trabajo que hacer.

──Jefferson... ──Alicia lo miró sabiendo porqué lo decía y quería hacerlo cambiar de parecer, pero él, aún tomando su mano, dejó clara su decisión.

──Es por la visita de la Reina, ¿Cierto? ──Grace los mira a ambos──. Lo que ella te haya pedido, no lo hagas.

──Grace debo hacerlo, quiero que tengas lo que necesitas. Quiero que ambas lo tengan ──Jefferson miró a Alicia antes de levantarse y acercarse a Grace.

──Todo lo que necesito, es a ti papá. Por favor quédate ──Jefferson la cargó en sus brazos abrazándola y caminó unos pasos hasta la puerta para luego la dejarla en el suelo mirándola.

──Lo lamento pequeña, tengo que ir.

──Tienes que prometer que volverás ──Alicia se acercó a ambos mientras Jefferson la ponía la capa a la pequeña Grace──. Papá prométemelo.

──Lo prometo ──Jefferson dejó un beso en la frente de Grace antes de despedirla y que ella se despida de Alicia. Cuando se quedaron solos, Alicia miró a Jefferson con reproche.

──Sabes que no estoy de acuerdo con esto.

──Debo hacerlo, Alicia.

──Lo que sea que ella te prometió, no lo necesitas. Grace te ama ──Jefferson la miró luego de quitar la manta que cubría el viejo cajón donde se encontraba su sombrero──. No lo hagas... ──Jefferson se acercó a ella con el corazón estrujado en angustia y ternura antes de abrazarla. Cuando se separaron dejó sus manos en las mejillas de ella mirándola.

──Quiero que tenga lo que necesita, que tu tengas lo que necesitas.

──Lo único que necesito es a ti.

𝗚𝗜𝗨𝗟𝗬 𝗔𝗟 𝗛𝗔𝗕𝗟𝗔 ! ━━━━ Hellooo!!! No sé qué me pasa pero ¡Actualizo con mil ganas de seguir esta novela! Realmente amo esta historia y este ship y las cosas que fui imaginando y tengo preparadas, por eso publico tan seguido jajaja espero no sea una molestia ♥

Subí nuevos gráficos en el apartado de Playlist and Graphics si desean verlos y esta el trailer de cuando la novela se llamaba Mad Hatter, pero aún así es el mismo trailer. 

SPOILER ALERT

Mañana regreso a clases, pero no quiero desaparecer por aquí así que trataré de estar seguido. Deséenme suerte en este nuevo año, suerte para ustedes también! 

Las amodoro muchísimo ♥