𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐔𝐄
EPILOGO | NUESTRO CUENTO DE HADAS
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📍 Storybrooke.
Permanecer en ese mundo podría haber sonado como el peor de los destinos, pero cuando estás rodeado de las personas que realmente amas, el destino se vuelve el menor de tus problemas. Jefferson sabía que el Bosque Encantado estaba allí afuera, en algún lugar, pero sin magia y sin su portal, era imposible regresar y retomar la vida que tenían en aquel entonces, aquella vida que había quedado enterrada en la magia que había envuelto su hogar. Desde que llegó a Storybrooke tras la maldición de Regina, Jefferson no había seguido ninguna rutina más allá de los vanos intentos por recuperar a las personas que más amaba. Primero a su hija Grace, por quien había sacrificado todo para que ella tuviera una mejor vida, lo que le había costado que Grace siquiera pudiera recordarlo. Y luego estaba su amada Alicia, a quien había perdido mucho antes de siquiera poder obtener su corazón.
No obstante, ahora lo tenía todo, y aunque habían conservado la casa que Regina le había dado a cambio de aquellas dos personas que más amaba, los lujos seguían sin importarle. Después de todo, esa vida no era nada sin Grace y Alicia. Jefferson recordaba como cada noche, sus sueños se veían invadidos por aquellos recuerdos de una vida que jamás había olvidado. Era un castigo que le recordaba cada día lo que había perdido, pero era también la motivación que necesitaba para anhelar recuperar esa vida.
Aquella mañana parecía ser como cualquier otra. Los rayos del sol de un nuevo día se filtraban a través del inmenso ventanal de la habitación, bañando cada rincón con un resplandor dorado que disipaba la oscuridad. Se despertó como tantas veces antes desde que llegó al pueblo, pero algo se percibía diferente. Una sensación de calidez y armonía llenaba el aire, algo que nunca había experimentado en los años de soledad en esa casa.
Sin embargo, por un breve instante, el silencio de la casa volvió a abrumarlo y el temor lo invadió. Se levantó apresuradamente de la cama y se dirigió rápidamente fuera de su habitación. Al llegar al pasillo, escudriñó con atención las otras habitaciones, pero aquel silencio lo perseguía como un fantasma a lo largo del corredor. Estaba al borde de la locura, temiendo que su mente lo hubiera engañado mientras dormía y que la creencia de que Storybrooke ya no estaba bajo un hechizo fuera una simple fantasía.
De repente, un par de risas provenientes de una de las habitaciones al final del pasillo captaron su atención. Intrigado y cauteloso, se acercó con pequeños pasos, intentando no hacer ruido. A medida que se acercaba al origen de las risas, pudo distinguir dos voces familiares que provenían del interior de la habitación. El temor se esfumó cuando, al empujar suavemente la puerta, vislumbró la silueta de Grace y Christine juntas conversando entre algunas risas. Sin embargo, no se atrevió a interrumpirlas y desde la distancia las observó con una sonrisa en sus labios.
──¿Qué crees que pase ahora que todos conocen la verdad? ──preguntó Grace a Christine mientras la rubia terminaba de tender las sábanas de la cama. La joven se detuvo para mirar a la castaña con una sonrisa amable──. No quiero que nada vuelva a separarnos...
La sonrisa de Christine se esfumó lentamente de sus labios cuando vio la tristeza reflejada en el rostro de Grace, quien permanecía sentada en una esquina de la habitación, cerca de la ventana. Acomodando las almohadas, se acercó hasta Grace sentándose a su lado, sintiendo la calidez de la luz solar que ingresaba por el inmenso ventanal. La pequeña le dirigió la mirada, más un destello de tristeza seguía ensombreciendo su rostro. Christine la observó a los ojos y sonrió comprensiva antes de acercarla hacía ella para abrazarla.
Podía entender aquel sentimiento de preocupación al cual Grace se aferraba, porque ella misma lo había experimentado aquella mañana. Había estado preocupada de cerrar sus ojos para descansar y despertar en el vacío de su departamento sin sus recuerdos nuevamente, olvidando por completo cada detalle de su anterior vida. Y aunque había estado al borde de jamás recuperar sus recuerdos, ahora sabía que el amor verdadero era la respuesta.
──¿Recuerdas lo que te dije en el Bosque Encantado? ──Grace la observó y asintió lentamente mientras Christine acariciaba su cabello suavemente.
──Que papá nos encontraría, que él siempre lo haría.
Christine asintió.
──Al final, aunque llevó un poco de tiempo, él nos encontró a las dos ──Grace se apartó del abrazo mirándola──. No importa lo que pase, él siempre nos encontrará y te aseguro que ahora lo que menos quiere es perderte de nuevo ──Grace sonrió a la par que Jefferson lo hacía desde la entrada de la habitación sin que ellas pudieran verlo.
──Entonces... ¿Qué pasará con ustedes? ──preguntó la pequeña nuevamente mientras observaba a Christine acercarse al armario, el cual abrió empezando a buscar algo en el interior entre las diferentes prendas.
Había llevado consigo algunas de las cosas más importantes de su departamento y ya habían pasado varias semanas conviviendo en aquella inmensa casa con Grace y Jefferson. A pesar del tiempo transcurrido, con sus recuerdos, parecía como si hubiera sido toda una vida en compañía de ambos. No obstante, Jefferson y ella estaban de acuerdo en tomarse las cosas con calma, sobre todo porque él no quería presionarla. A pesar de ello, Christine estaba lista para oficializar su vida juntos, y finalmente, ese día había llegado.
Con sumo cuidado, Christine extrajo del fondo del armario una pequeña caja mediana de color celeste, con un moño de tul decorado con negro. Sosteniendo la caja entre sus manos, la depositó con delicadeza sobre la cama. Con un rostro curioso, Grace se apartó de la ventana y se dirigió hacia la cama, observando con atención mientras Christine abría la caja.
Dentro de ella brillaba un hermoso vestido el cual Christine tomó con sumo cuidado y la apoyó contra su cuerpo dejando que la tela cayera hasta casi cubrir sus talones. El vestido tenía una base de tela suave y ligera en un hermoso tono celeste, que evocaba una esencia proveniente del cielo. El corpiño ajustado tenía algunos detalles florales plateados y blancos que estaban delicadamente bordados a lo largo de la parte superior. Estos detalles florales se despliegan por la tela bajando por la falda, la cual es amplia y fluye con gracia, con la misma tonalidad de celeste, y perdiéndose cuando llegan al borde de la misma. Estos detalles florales se entrelazan entre sí como si fueran parte de un jardín encantado, creando un efecto mágico y etéreo.
Las mangas del vestido son cortas y se unen en los hombros, añadiendo un toque de elegancia. Su tono celeste un poco más oscuro, proporciona un sutil contraste con el resto del vestido, cayendo delicadamente, agregando un aire romántico y soñador al conjunto.
──Es muy hermoso ──Grace sonríe observando el vestido maravillada con el mismo, mientras Christine lo sostiene cerca de su cuerpo sonriendo.
──Creo que es hora de hacerlo oficial, ¿No crees? ──preguntó Christine levantando la mirada en dirección a Grace. Una mirada llena de determinación y amor.
Grace se levantó emocionada y se acercó a Christine mientras observaba el vestido con admiración.
Desde la puerta, Jefferson observaba la escena, sintiendo que su corazón latía con fuerza en su pecho. Escuchar de los labios de Christine que estaba lista para dar el siguiente paso era todo lo que necesitaba. Nunca había buscado imponerle una vida juntos, pero ahora ella buscaba ese futuro feliz con él, su final feliz.
Al haber escuchado más de lo debido, Jefferson se apresuró a apartarse de la puerta. Sin embargo, le costó un poco balancearse en la dirección incorrecta, haciendo que la puerta se abriera un poco más y quedara expuesto frente a ambas. Christine y Grace lo miraron sorprendidas mientras él se quedaba de pie en la puerta. El silencio llenó la habitación, interrumpiendo la conversación que ambas habían mantenido.
──¡Prohibido ver a la novia! ──se apresuró a decir Grace, corriendo hasta la puerta. Christine dejó escapar una risa mientras dejaba el vestido nuevamente en la caja──. No puedes estar aquí, papá.
──No estaba escuchando ──respondió Jefferson con una sonrisa divertida levantando las manos, mientras Grace intentaba empujarlo lejos de la habitación.
──Grace, está bien ──Christine se acercó a la puerta abriéndola por completo. Jefferson seguía de pie en el pasillo con una sonrisa incomoda por haber sido descubierto.
──Juro que no estaba escuchando ──repitió Jefferson.
──Bueno, supongo que ya no es un secreto entonces ──Jefferson rió nervioso mientras entraba a la habitación, evitando la mirada divertida de Grace.
Christine lo miró con complicidad y cariño, sintiéndose agradecida de tener a ambos en su vida. Había pensando en miles de ideas para decirle a Jefferson que quería pasar el resto de su vida con él, más ninguna idea terminaba de convencerla. Quizá, que él hubiera sido testigo de aquella conversación con Grace, era el primer paso.
──Todavía puedes actuar sorprendido ──comentó Grace mientras tomaba asiento en la cama.
Jefferson asintió antes de mirar a Christine poniendo una expresión exagerada en su rostro, fingiendo sorpresa.
──¡No puedo creerlo! ──exclamó, llevándose una mano al pecho como si estuviera impactado por la noticia que había escuchado.
Christine soltó una risa suave, sabiendo que su intento de sorprenderlo no había funcionado del todo. Desde la cama, Grace también soltó una carcajada ante la actuación de su padre. Christine se acercó dudosa hasta quedar de pie frente a Jefferson, quien le sostenía la mirada con dulzura.
──Entonces... ¿Qué dices, Jefferson? ──preguntó mirándolo con ojos brillantes── ¿Estás listo para dar el siguiente paso conmigo...?
Christine reconocía que las circunstancias en Storybrooke no habían mejorado, pero así como muchas personas que conocía, ella había encontrado a las personas que amaba y estaba lista para continuar con su vida en su compañía. Aunque todos estaban buscando una forma de regresar al Bosque Encantado, Christine realmente no estaba pensando en eso, después de todo, su hogar se encontraba junto a las únicas personas que le importaban. De ser posible el regresar a su mundo, lo haría sin pensarlo, pero ahora comprendía que toda magia tenía un precio y ella había pagado el mismo bastante caro como para arriesgarse a cometer el mismo error una segunda vez.
En el silencio de la habitación, Jefferson se acercó a ella tomando sus manos entre las suyas.
──Más que listo, Christine. Estoy emocionado de compartir el resto de mi vida contigo ──respondió, expresando sus sentimientos con sinceridad.
Grace observaba la escena con una sonrisa cómplice, sintiéndose feliz por la pareja. Una amplia sonrisa se extendió en los rostros de ambos, Christine podía sentir las lágrimas amenazando con bajar por sus mejillas, mientras que Jefferson la observaba con amor acariciando sus manos entre las de él.
──Entonces, ¿Qué están esperando? ──intervino Grace, su mirada se desvió completamente en dirección a su padre antes de agregar en un susurro:──. Bésala ya
Jefferson no necesitó más indicaciones. Con una sonrisa cómplice, se inclinó hacia Christine y la besó suavemente. Christine correspondió el beso abrazando su cuello son sus brazos mientras Jefferson la sostenía por la cintura con delicadeza. Era un beso lleno de amor y con la promesa de un futuro juntos. Grace observaba con alegría mientras sus ojos brillaban al ver la felicidad de ambos. Cuando se separaron, Christine abrazó a Jefferson con fuerza cerrando sus ojos. Luego de unos segundos, ambos miraron a Grace con una sonrisa. La castaña se incorporó de la cama para unirse a ellos en aquel momento. Los tres se abrazaron cálidamente, sintiendo la emoción y felicidad del momento.
Grace se apartó rápidamente del abrazo y se encaminó hasta la cama tomando el vestido de nuevo de la caja.
──Vamos a hacer esto oficial de una vez por todas ──dijo Grace con entusiasmo. Jefferson y Christine se miraron con complicidad mientras sonreían.
──De acuerdo, hagámoslo ──dijo Jefferson. Mirando a Christine con amor y emoción en sus ojos, volvió a tomar sus manos──. Ya no quiero esperar.
Christine sonrió.
──Entonces, no esperemos más ──declaró Christine con determinación, mirando a Jefferson con amor en sus ojos──. Estoy lista para dar el siguiente paso contigo.
──Ehh... Primero, debe cambiarse ──interrumpió Christine mirando a ambos.
──Tiene razón ──admitió Jefferson antes de mirar a Christine──. Si vamos a hacerlo, quiero que sea especial para ti.
Luego de que Grace lo empujara rápidamente fuera de la habitación para cerrar la puerta detrás de él, la joven le entregó el vestido a Christine, antes de abandonar la habitación. Christine se apresuró a cambiarse sintiendo la emoción en sus manos en lo que terminaba de alistarse. Su sonrisa jamás desapareció, ni siquiera cuando observó su reflejo una última vez en el espejo.
Cuando se reencontraron, Jefferson ──aunque no portaba tal cual un traje──, vestía formal con una camisa perfectamente arreglada, mientras esperaba a Christine en la planta baja de la casa. Ambos compartieron un par de risas nerviosas y emocionadas cuando ella bajó. Mientras Grace los llevaba hasta el patio trasero de la casa con emoción, Jefferson aprovechó para mirar a Christine con admiración.
──Luces increíble, Christine ──murmuró cerca de ella, viendo como sus mejillas se tenían de un leve tono rosado. Christine sonrió agradecida y le dio un tierno beso en la mejilla mientras seguían a Grace.
──¡Sorpresa! ──ambos observaron sorprendidos el improvisado altar que la pequeña había armado en tiempo récord cerca de donde descansaba su juego de te.
Con emoción, Grace tomó una mano de cada uno y los guió hacia el lugar que había preparado de último momento, donde algunas flores del jardín añadían un toque de color bajo un inmenso árbol. Jefferson recordaba que aquel árbol había descansado en el patio desde que él vivía allí. Aquel patio siempre le había recordado al Bosque Encantado y lo hacía sentir más cerca de casa.
──¿Tú sola hiciste todo esto? ──preguntó Jefferson con una sonrisa. Grace asintió.
──Quería que fuera especial ──respondió. Jefferson se acercó para darle un beso y abrazarla dulcemente antes de apararse.
Acercándose al altar improvisado bajo aquel árbol, entrelazó sus dedos con los de Christine en cuanto tomó sus manos; ambos de pie frente al otro. Grace se apartó con una sonrisa llena de emoción, mientras Jefferson y Christine se miraban mutuamente, experimentando una plenitud de alegría. Christine se permitió derramar algunas lágrimas, sintiendo que estas recorrían sus mejillas, pero una amplia sonrisa se extendía en sus labios. Después de tantos sacrificios, finalmente estaban juntos.
Aunque eran simplemente ellos tres, la atmósfera estaba cargada de amor y alegría.
──Estoy emocionada de vivir cada día de mi vida contigo ──declaró Christine, con una chispa en sus ojos──. Y con Grace, por supuesto ──hizo una pausa, su corazón latiendo lleno de emoción──. Gracias...
──¿Por qué?
──Por nunca dejar de buscarme.
Jefferson se inclinó lentamente hacia adelante, atrapando sus labios en un tierno beso. Los dos se perdieron por un momento en la conexión única que siempre habían compartido, sintiendo la profundidad de su amor finalmente sellando su destino juntos. Los susurros de la brisa y el suave tintineo de las hojas del árbol parecían acompañar la dulzura del momento. Mientras que Grace, observándolos con ojos brillantes, no pudo contener su emoción y soltó un suspiro ahogado. Christine y Jefferson se separaron, pero no rompieron el contacto visual. El sol comenzaba a teñir de mayor claridad el ambiente, pintando el cielo con tonos celestes y dorados.
──Por nuestro futuro.
──Y por los momentos que nos esperan ──añadió Christine, con una sonrisa radiante.
𝗚𝗜𝗨𝗟𝗬 𝗔𝗟 𝗛𝗔𝗕𝗟𝗔 ! ━━━━ ¿Publicando un epilogo 1000 años más tarde? Maybe, pero es que siempre sentí que me faltaba un cierre a está historia y ahora que he regresado a ver la serie por otras cuestiones 👀 pensé en editar esta historia y agregarle un capítulo extra ❤️
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA extrañaba a estos niños hermosos 😭❤️Me emociona mucho traerles este extra a pesar del tiempo que haya pasado, porque también sabía que ustedes como lectores se lo merecían, así que espero les haya gustado.
Ahora si, me despido 🌌❤️😊 ¡Muchísimas gracias por leer!
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