Tal parece que la vida no suele ser como todos nos la imaginamos, todo tiende a dar vueltas y viniendo de un lugar como Wonderland suele ser más común de lo que parece.

     La respiración de Red se aceleraba a medida que corría de los guardias de su madre. ¿Por qué? Oh bueno, digamos que acababa de vandalizar el retrato de la reina y claramente eso no le alegraría para nada.

     —Mierda... —murmuró al percatarse que estaba rodeada.

     Intentó correr al lado opuesto, pero por ahí se escuchaba el azote de la armadura de los guardias al correr, y por las sombras dedujo estaban más cerca de lo que creía. Pero justo cuando pensaba que no tenía salida, sintió como la tomaban de la capucha y comenzaba a elevarse.

     Antes de darse cuenta, lo mismo que la había sujetado, la dejó caer en una de las torres del castillo, deslizándose por esta hasta terminar sentada en un sofá.

     —Sabes que no debería estarte sacando de este tipo de aprietos —dijo Maddox Hatter mientras guardaba su visor—. Ellos podrían enviarte directo al calabozo.

     —Ella se enfadará muchísimo —dijo Red ignorando su comentario.

     —Indudablemente.

     —Cool. —Una sonrisa altanera apareció en su rostro.

     Maddox solo rodó los ojos y tomó asiento a su lado en una silla. La miró atentamente y pudo ver un ligero rastro de decepción en su mirar, haciendo que la sonrisa en el rostro de Red titubeara.

     —Se lo merece. —Se cruzó de brazos mientras se recostaba en el sofá—. Si nunca me dejará salir de aquí, por lo menos debería atender a las consecuencias.

     —Red, mírame —soltó en una voz tranquila, llamando su atención—. Se que tu madre no es la persona más encantadora del mundo, suele ser algo... —Se detuvo buscando las palabras correctas.

     —¿Cruel? ¿Vil? ¿Desalmada? ¿Una p-...?

     —Si, algo de eso —interrumpió rápidamente—. Pero como tu tutor, debo decirte que no es manera de solucionarlo. Eres mucho más que esto, Red. Tienes un futuro allá fuera, y como tu amigo quiero que lo busques.

     —¿Y de qué me sirve si no puedo salir de Wonderland? ¿De qué sirve si no puedo tener un futuro legítimamente mío por culpa de ella? Soy solo una causa perdida.

     Sus ojos se llenaron de lágrimas inevitablemente, teniendo que desviar su mirada antes de que por culpa de Maddox comenzara a llorar. Su madre se empeñaba en decirle cuán malvada debía ser, pero lo único que lograba era demostrarle que no había otro futuro más que el de reinar a su lado.

     Por más que quisiera evitarlo, su estúpido espejo se empeñaba en mostrarle lo que estaba destinada a hacer, como si su futuro estuviera grabado en piedra.

     Tragó seco intentando eliminar el nudo en su garganta cuando escuchó a Maddox suspirar.

     —Prometí que no te lo mostraría hasta que fueras mayor de edad, pero quizá sea momento de que lo veas.

     Sin esperar que Red lo siguiera, se puso de pie y caminó a su escritorio. La pelirroja aprovechó esto para limpiar sus ojos con su manga antes de levantarse y caminar a su lado. Maddox le dió una media sonrisa antes de levantar una pequeña tela morada, dejando al descubierto un reloj de bolsillo dorado un poco más grande que la palma de su mano.

     —¿Un reloj? —Red sonrió incrédula—. Temo decírtelo, Mads, pero desde hace años descubrieron cómo medir el tiempo.

     —Aprendieron a medirlo, no a viajar en él. —Su sonrisa se ensanchó al ver cómo ahora los ojos de Red solo mostraban confusión—. Es una máquina del tiempo, te lleva a la época del tiempo que tu corazón más desea. Si quieres una vida diferente, quiero que tengas esa opción, pero debo advertirte, si alteras la rama del tiempo puede haber consecuencias impredecibles.

    —Creo que alguien sin futuro puede manejar bien eso —dijo sonriendo y luego intentó agarrar el reloj.

     Antes de poder tomarlo, la mano de Maddox se interpuso en su camino y le dió una mirada seria.

     —Hablo en serio, Red, el tiempo no es algo que debe tomarse a la ligera. Cualquier paso en falso podría crear una paradoja y cambiarlo todo, hasta podrías perder a tu madre. —Su semblante no se relajo, por lo que Red dejó caer su mano a su costado—. Es demasiado peligroso, aún no, cuando seas más madura —añadió tomando el reloj y guardándolo en su bolsillo—. Sé que es frustrante, Red, pero quiero protegerte. Me importas mucho.

     La mencionada sonrió de lado al escuchar las últimas palabras, era raro que alguien demostrara cuánto le querían, empezando por su madre que solo estaba ahí para ordenar y ordenar. Se acercó hasta él y lo abrazó.

     —Gracias, Mads, alguien al menos me quiere.

     —¡Revisen el castillo! —Antes de poder replicar, se escuchó la voz de los guardias por lo que Maddox la apartó rápidamente, preocupado.

     —Si la reina descubre que escondo una fugitiva, estaré en serios problemas. —Los nervios se apoderaron de él mientras empujaba un poco a la chica—. Será mejor que te vayas, Red.

     —Oblígame. —La sonrisa altanera volvió a su rostro y se cruzó de brazos.

     —Si así lo deseas —dijo imitando su sonrisa antes de llevarse la mano a su manga y apretar un pequeño botón—. Buen viaje, princesa.

     —¿Qué te dije sobre llamarme "princesa"? —reclamó, pero no pudo obtener réplica ya que un tubo sobre ella la succionó y la arrastró hasta dejarla caer en su cama.

     Llevó directamente su mano al bolsillo de su capucha y sacó el hermoso reloj dorado, apreciando mejor los detalles de este y la cadena de la que colgaba.

     «Cualquier paso en falso podría crear una paradoja y cambiarlo todo, hasta podrías perder a tu madre.»

     Las palabras de Maddox resonaban en su mente, pero no podía pasar nada malo, ¿verdad?

Aun cuando el día era tranquilo y se podía distinguir el piar de las aves y el agua que caía por las fuentes, los jadeos, leves gemidos y choques de metal eran lo que más sonaba por el patio del castillo.

     Una rama cayó cortada cuando la espada del mayor fue desviada, cosa que Chloe aprovechó para intentar devolver el golpe. Desplazándose por el jardín, hasta que en uno de sus movimientos precisos logró desarmar a su contrincante, haciéndole ganar el combate.

     —¿No lo viste venir? —preguntó Chloe sonriendo mientras se quitaba la máscara protectora.

     —¿Y tú viste venir esto? —Sacó de su bolsillo un palito de pan y pretendió atacarla con este.

     —Vaya golpe bajo, papá —respondió pretendiendo estar ofendida, haciendo reír al mayor mientras se quitaba su propia máscara.

     —Yo más bien diría que fue encantador —dijo Charming llevándose el palito de pan a la boca.

     —Eso es algo cuestionable.

     Ambos dirigieron su mirada a la dueña de aquella voz. Con una sonrisa deslumbrante, la reina Ella atravesaba el jardín caminando directo a donde se encontraban su esposo e hija.

     —Pero aún así logré conquistarte, ¿o no?

     La reina rió mientras se acercaba a su marido y ambos comenzaron a tararear a la par una melodía dulce, un vals que estaba grabado en la memoria de ambos desde que la bailaron juntos hacía unos años atrás. Chloe les siguió la tonada con un ligero sarcasmo en su voz, ya que aunque estuviera acostumbrada a que sus padres derramaran miel a su paso, aun le parecía irreal.

     Conocía de memoria la historia, sabía que sus padres se enamoraron durante el famoso Baile del Castillo de la Academia Merlin cuando tenían su edad. No lo iba a negar, en su interior le hacía ilusión imaginarse vivir algo como eso, pues era testigo de cómo el amor de sus padres se fortalecía con el paso del tiempo. Claro, no era una prioridad para ella el encontrar a un príncipe ni nada por el estilo, sin embargo, no se cerraba a las posibilidades, mucho menos después de que ellos hubiesen alimentado sus expectativas —aunque nunca admitiría eso último en voz alta—.

     —¿Es necesario que hagan esto siempre? —preguntó Chloe con algo de burla.

     —Algún día lo entenderás, nena —respondió su padre haciendo que Ella diera una vuelta.

     —O no, quizá no sientas atracción romántica por alguien, quizá sí lo hagas, chico, chica, duende, gnomo, unicornio, cualquiera estará bien —se apresuró a decir su madre—. No importa, ni tampoco es una prioridad, recuerdalo, cariño.

     Una sonrisa se formó en la menor. Ya había tenido esa conversación con su madre un par de veces, la mayor aclaraba siempre que no pensara que su objetivo de vida era lo que sus padres quisieran, sino que fuese el que ella deseara, la meta que se propusiera, no que esperara a que alguien la salve o a depender del amor de alguien.

     Siempre le recordaba que si seguía su corazón, tendría la respuesta. Fue gracias a eso que comenzó a practicar el dominio de la espada, llegando a ser una de las mejores en su clases de Espadas y Escudos, al punto de llegar ahora a representar a Cinderellasburg.

     —Lo sé, mamá.

     —Además, gracias a ese baile ahora tenemos una relación saludable y una hermosa familia como recompensa. —Chloe le sonrió al escucharla—. Ahora que lo recuerdo, se que empacaste anoche, pero ¿tienes espacio para un par más de zapatos?

     Antes de que Chloe pudiera preguntar, una de las personas que ayudaban en el palacio se acercaba por el patio hasta donde estaban con una caja en manos. Al llegar a su lado, la chica quitó la tapa revelando unas hermosas botas de cristal.

     —Mamá, son como los tuyos —dijo tomándolos entre sus manos—. Son hermosos, ¿son de mi talla?

     —¿No piensas probartelos? —preguntó Ella con una sonrisa.

     El rostro de Chloe se iluminó al escucharla, apresurandose a sentarse en el césped para poder probarlos, le quedaron a la medida. Sabía el porqué sus padres se los habían dado, y eso hacía que su pecho se llenara de orgullo. Además, estaba por pisar Auradon con los zapatos de su madre, ahora más que nunca se sentía confiada por lo que le traería el futuro.

Volví, después de meses con la cuenta abandonada, a las personitas antiguas les pido una disculpa, a las nuevas, les doy la bienvenida.

Ok, we need to talk about this movie. Descendientes 4 dejó muuuuchos huecos en la trama. La ví en cuanto se estreno, la acabe de ver a las 3 de la madrugada y estaba tan frustrada que empece a escribir esto en mis notas. Necesitaba darle respuestas a las preguntas que me dejó y termine con mil ideas, así que decidí compartircelas.

Al principio solo iba a dejar esto para mi, pero al ver que no fui la unica inconfrome con ese final TAN sencillo, decidí traerles esto.

Si no leyeron las advertencias o la descripción, les recuerdo que será un fic con representación LGBT+, ya que forma de mis planes el que surja algo más entre Red y Chloe.

Espero que apoyen esta idea, no saben cuanto extrañaba actualizar por aquí.

Les amoooooo. <3