Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

- ͙۪۪̥˚┊❛ 𝐄𝐥𝐢 𝐇𝐚𝐥𝐞 ❜┊˚͙۪۪̥◌



Los árboles de este lugar eran muy lindos, los paisajes eran espectaculares, entendía porque papá le gustaba vivir aquí. Nos estacionamos en medio del bosque frente a una chica.

Lydia empezó a bajar, pero papá se quedó mirando a la chica.

—Oh santo cielo, vamos–Lo regaño la pelirroja.

—Déjame adivinar, déjame adivinar–Me asomé entre los asientos porque me habían hecho sentarme atrás. Puse mi mano en mi cien y cerre los ojos.–¡Malia! ¿Cierto? ¿Adivine?

—Si, ahora baja.–Reí y baje del auto. Fui a la cajuela, tomé mi katana y la crucé en mi espalda con la cinta que tenía–Muy bien...

Lydia se acercó corriendo a Malia y la abrazó, la castaña no tuvo de otra más que abrazarla de vuelta, algo incómoda. Parecía que todos teníamos esa reacción al abrazar a la pelirroja.

—No sabes cuanto te extrañe.

—Yo también.–Contestó muy apenas.

—No, no lo hiciste.

—Pero quería.

—Eso si lo creo.–Se movió para que la chica viera a papá. Ambos se miraron incómodos.

—Hola.

—Hola.–Papá la abrazó y ahí fue cuando ella se fijó en mi.–No me digas que te reproduciste.

—No, ella...

—Soy adoptada.–Intervine.

—Ella es adoptada, eso. Es bueno verte.

—Un poco incómodo verte–Le respondió.

—Lo sé.

—Muy bien, busquemos al árbol en el bosque.–Ella empezó a alejarse y papá pasó la mano por su cuello, frustrado. Le di unas palmadas en el hombro.

—Lo harás mejor a la próxima muchacho.–El me miró mal. Pero igual seguimos a la chica loca por el bosque, Malia, no Lydia.

—Vamos, dijiste que debíamos encontrar esa cosa antes del anochecer–Nos regaño. Aceleramos el paso detrás de ella.

[...]

Habíamos estado caminando por horas y Malia parecía un poco perdida, ¿cómo lo sabía? Porque iba de aquí para allá dando vueltas para saber dónde estábamos.

—Creo... que es aquí.–Se dejó caer en el suelo y miró el camino frente an ella. Todo se quedó en silencio, no sabía de este lugar, pero yo no creía que fuera aquí. En especial porque no había ningún árbol.–Ah, por aquí–Se levantó y caminó hacia la izquierda. Pero después regreso–No, es por aquí.–Miró a su alrededor y soltó un gruñido molesto.

—¿Qué?–Le pregunté a papá cuando él se quedó mirando a un punto fijo sin sentido.

—Alguien nos sigue.

—¿Alguien como quien?–Mire a mi alrededor y desenvaine mi katana, lista para atacar a cualquier que se acercara, pero papá hizo que la bajara lentamente con su mano. Bufé.

No puedo usarla en casa, no puedo usarla en el bosque, ¿quien lo entiende?

—Hay alguien que nos ha seguido casi todo el tiempo.

—¿Quien?–Cuestionó Lydia escondiéndose detrás de Malia y de mi. Papá se acercó a un árbol y sacó a un chico de detrás de él.

—¡Espera! No estaba haciendo nada, lo siento.–Aseguró rápido.

—Eres tú.

—¿Quien?–Pregunté mientras lo veía de pies a cabeza.

—Eli, el hijo de Derek.–Explicó Malia. La mirada del chico se cruzó con la mía y de inmediato se sonrojó y levantó su mano en forma de saludo.

—Es increíble, mira lo grande que estás.–Dijo orgulloso papá.

—Quizá porque solo tenía tres años la última vez que me viste.

—¿Qué edad tienes?–Me acerqué.

—Dieciocho.–Puso los brazos en su cadera para verse mejor.

—Quince.–Corrigió Malia.

—Casi dieciséis.

—Pero siguen siendo quince.

—¡Bueno no importa!–Reí bajo. Él puso su mano frente a mi para que yo la estrechara.–Eli Hale.

—Cassi McCall.–Estreche su mano y el me sonrió. Papá separó nuestras manos.

—Muy bien... ¿y tú qué haces aquí? Digo, además de estrechar la mano de mi hija de doce años.

—¡Tengo quince!

—Eso dije.–No me miró. Ahora Eli parecía algo nervioso.

—Bueno, me preguntaba que estaban haciendo ustedes en el bosque...

—Excursión. ¿No lo ves? Buen día para una caminata.–Mintió Malia con un toque de sarcasmo.

—Se lo que están buscando. ¿El árbol, verdad? El tronco que mide siete metros.

—¿Sabes cómo encontrarlo?–Me quería acercar, pero papá me volvió a detener.

—Más o menos. Soy sonámbulo, no se porque, pero lo he hecho durante los últimos meses.

—Yo también despertaba en el bosque.

—Después de que Peter te mordiera.

—¿Tú papá te cuenta algunas historias?

—Si, todas ellas.

—¿Sabes algo del árbol?–Interrogo Malia.

—No es lejos de aquí.

—Era el camino correcto.

—No, era el camino equivocado, era por allá–Señaló hacia en frente.

—Estábamos dando vueltas. Gracias–Empezó a caminar, dándonos la espalda de nuevo.

—Puedo ayudarte a encontrarlo.

—Yo me encargo.

—¡Oye vamos!–Se quejó y la siguió.

—¿Qué son ellos?–Le pregunté a papá.

—él es su sobrino–Respondieron Lydia y papá al mismo tiempo. Asentí, parecía más una relación de hermanos, que de tía-sobrino. Aunque debía admitir que los genes de esa familia eran otra cosa.

—Linda katana–Añadió Eli cuando me acerqué más a él. Estaba por responder cuando Malia le habló.

—Ojos en el camino Eli, ojos en el camino.–Ambos rodamos los ojos.

—Gracias. Aunque papá no me deja usarla.

—Vaya, tenemos algo en común, papá no me deja usar el auto.

—¿Tienes un auto?–Lo mire sorprendida "Ay no" se escuchó el lamento de papá detrás nuestro pero ambos lo ignoramos.

El me mostró una foto de él mismo subido en el capó del auto. Una jeep color azul celeste que parecía que ya quería pasar a mejor vida.

—No te ofendas. Pero tú camioneta es una chatarra.

—¿Gracias?–Él me ayudó a pasar sobre una gran raíz de un árbol.

—No era exactamente un cumplido.

—Prefiero tomarlo de la buena manera.–Guardó su celular.

—Si ya terminaron de coquetear...–Intervino Malia.

—No creo que estuvieran haciendo eso, no...–Corrigió papá.

—Bueno, si ya terminaron de hablar–Busco a papá por aprobación.

—Mejor.

—Bueno, ¿dónde está el árbol?–Dijo ya impaciente.

Seguimos caminando un rato más. Pero ahora caminaba con papá y Malia ya que ya no querían "que distrajera a Eli". Que tontería.

—¿Tú no eres la que grita?–Empezó a ahora hablar con Lydia.

—Banshee–Corrigió.

—¿Pero los banshees gritan, verdad?–Se burló.

—Se lamentan si quieres ser técnico. Pero si.

—¿Qué tan fuerte puedes gritar?

—Puedo crear un grito de energía acústica que te aplastaría el craneo.

—Ah... bueno saberlo.–Murmuro algo asustado. Reí, pero papá me dio un golpe en el hombro para que no lo hiciera.

—Ahí está.–Malia pasó entre ellos y se acercó al tronco. No dimensionaba que tan grande sería.

—¿Qué hacemos con Argent?–Preguntó Malia.

—Creo que ahora no tengo señal, aunque respondiera, no lo sabría.–Papá miró su teléfono.

—Debemos hacerlo ya.–Aseguró Lydia.–No podemos esperarlo.

—Pero es su hija.

—Dijo que tenía que ser hoy. Querría que lo hiciéramos sin él.

—¿No tienes algo que hacer?–Cuestionó Malia a su sobrino de forma mordaz. El la miró procesando lo que acababa de preguntarle.

—Si, si. Tengo un juego de lacrosse. Más a un juego de lacrosse al cual asistir ya que nunca puedo jugar.–Lo miramos.–Oh, quieren que me vaya, ya lo entiendo. Le diré a papá que los vi.

—¡No, no! Esto fue algo así como... personal–Pidió papá.

—No se preocupen no dire nada.–Malia lo seguía tratando de ahuyentar. El se dio la vuelta para irse, pero después volvió.–Espera, Cassi.–Lo mire.–¿Podrías darme tu Instagram? Para poder hablar... claro, para ayudar si es necesario.–Asentí.

—Claro, por si es necesario...–Trate de no sonar burlona y tomé su celular, busque mi cuenta y me empecé a seguir. Le devolví el celular.–Suerte en tu partido.

—Gracias...–Suspiró feliz. Después miró por encima de mi y retomó su compostura.–Si bueno, gracias. Me voy, adiós chicos–Levantó su mano para despedirse y se fue casi corriendo.

Voltee detrás de mi y vi a papá, tratando de actuar inocente. Pero ambos sabíamos lo que había hecho.

—Olvidemos que eso pasó, solo hay que seguir con esto–Me acerqué al tronco y Lydia me empujó un poco con el codo como a manera de burla.

✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro