| ix.
Enero de 2012
Camine hacía la puerta ya que el timbre estaba siendo tocado hace un buen rato. Al abrir me encontré con Banda pero estaba empapado y sus manos contenían sangre.
— ¿Banda? ¿Que paso? ¿Estas bien? — Me apresure a hacerlo pasar para que no se siguiera mojando.
— Y-yo la mate... — Me dijo mientras sus labios temblaban.
— ¿De que hablas? Déjame ver tus manos — El aparto sus manos cuando las iba a tomar.
— Soy un asesino Aoi — Trague saliva algo incomoda el solo seguía repitiendo lo mismo.
— ¡Ya Banda! — Lo abrace mientras el temblaba — Respira profundo y explícame la situación ¿si?
Sentí como mi estomago se revolvía las ganas de vomitar llegaron a mi cuando me relato lo sucedido.
Marzo de 2020 ( actualidad )
— ¿Vas a volver a jugar conmigo? — El no soltó mi mentón solo me miro fijamente.
— ¿Interrumpo algo? — Vi a Usagi en las escaleras.
— No. — Chishiya dijo eso y se fue dejándome como la estupida enamorada.
— ¿Estas bien Kao?— Sonreí por el apodo que me puso Usagi.
— Si... solo vamos — Suspire y subí las escaleras viendo a todos los chicos arriba.
— Todavía no ha comenzado nada — Hablo Arisu.
— Quizás olvidaron apretar el botón de inicio — Dijo Chishiya restándole importancia a lo que estaba pasando.
— Pero no nos han dicho las reglas ni nos hemos inscrito — Me senté en el piso junto a Kuina.
— ¿Sigues enojada Aoi? — Negué.
— No, esta todo bien — Le sonreí y ella me sonrió de vuelta — Por cierto no te ví en todo el juego anterior hasta después que apareciste con Ann ¿donde estabas?
— Estaba con Chishiya y después fui a ayudar a Ann con Momoka — Solté un suspiro.
— ¿Crees que Aguni este muerto? — Ella me miro dudando.
— No lo creo — Al decir eso gente en autos apareció por lo que ambas nos levantamos.
— Díganme... ¿que hacen aquí? — Arisu le consultó a un chico.
— Vimos los dirigibles.
— Suponíamos que empezarían los juegos.
— Al parecer... — Vimos como ambos chicos que nos habían hablado les habían disparado. Solté un grito realmente no me esperaba eso.
— ¿Sera que alguna vez nos dejen en paz? La playa ahora esto falta que justamente se muera alguno de nosotros — Susurre.
— Un rifle... hay que irnos — Me molestaba la tranquilidad de Chishiya. Tome la mano de Kuina y comenzamos a correr siguiendo a Arisu.
— ¡Vamos! — Corrí lo más rápido que pude mientras nos escondíamos.
— ¿¡Creen que haya comenzado el juego?! — Era toda una masacre solo se podía ver gente muerta.
— El rifle tiene un alcance de un kilometro — Mire a Chishiya.
— ¿Y eso que? Alcance de tres, cuatro hasta veinte nos van a matar igual
— ¡Hay que irnos! — Corrió Arisu primero seguido de nosotros.
Comenzamos a correr decidiendo que lo mejor era separarnos, era demasiada gente y casi no podía correr por que algunos imbeciles se detenían.
— ¡Quítate! — Empuje a un chico para liberarme el camino mientras intentaba seguirle el rastro a Kuina.
— ¿¡Que tal vas Aoi?! — La escuche gritar mientras se escondía en un auto con Chishiya.
— ¡Super! ¡Me estoy divirtiendo! — Dije sarcásticamente mientras como pude me escondí junto a ellos.
— ¿De donde están disparando? — Pregunto Kuina.
— Mira es el rey de picas... — Mire el dirigible.
— De ahí le deben estar bajando la munición ¿no?
— Es lo más probable.. — Vi como Chishiya le entregaba algo a Kuina al parecer una bomba.
— Usala en caso que sea necesario — Me entrego una a mi también.
— Vaya ¿te dedicas a fabricar bombas ahora? — Kuina rio.
— Te salvo la vida — Solté una risita.
— ¡Arisu hay que salir de aquí! — El me miro asintiendo. Estaba preparada para correr pero sentí un dolor punzante en la pierna. Aún me dolía bastante.
— Si nos vamos moriremos — La bocina de un auto sonó llamando la atención.
— ¡Suban ahora! — Sonreí era Tatta y estaba bien.
— ¡Tatta! — Grité y el me sonrió.
— ¡Rápido! — El de pelo gris tomo de mi brazo mientras como podíamos nos dirigíamos al auto con Kuina apresurándonos.
— ¡Mierda! ¡Corre! — Me jalo del brazo alejándome del auto, una especie de granada había explotado. Nosotros estábamos escondidos en uno de los autos.
— Tatta... — Susurré.
— Sera mejor que salgamos de aquí ¿como te encuentras? — El estaba de cuclillas mientras yo estaba sentada apoyándome en el auto.
— Me duele la pierna.
— ¿Puedes correr? — Sentí como paso su mano por mi espalda ayudándome a ponerme de cuclillas también.
— Eso creo... ¿Que planeas hacer? — Me sentía algo nerviosa.
— Mira ¿ves esa tienda de allí? — Asentí — Hay que dirigirnos hacía allá.
El paso nuevamente su mano por mi cintura hacía mi espalda mientras me ayudaba a levantarme. Caminamos hacía la tienda el me ayudo a llegar hacía un asiento.
— Gracias — Le susurre.
— ¿Necesitas algo más? — Lo pensé un momento.
— Necesito analgésicos — Asintió — ¿Quieres que vaya contigo?
— ¿Tanto te gusta estar conmigo? —Se burló.
— Verdad que yo estoy enojada contigo — El se volvió hacía mi con su sonrisa burlesca, estaba nerviosa... el me ponía nerviosa.
— ¿Ah si? Te ves graciosa enojada — Se rio mientras caminaba en busca de los analgésicos.
— Shuntaro — El se giro — ¿Por que actúas así conmigo? Haces como si te interesara y luego me dejas como la tontita ilusionada.
— Me interesas Aoi.
— Si te intereso deja de ser así conmigo — Suspire el no dijo nada y en unos minutos trajo los analgésicos.
— Toma — Sentí su mirada fija en mi brazo, se había dado cuenta.
— Gracias — Tome los analgésicos junto con la botella de agua que me había dado anteriormente.
— Dame tu brazo — Negué — ¿Por que?
— No es nada ¿bueno? — Le aparte mi brazo mientras intentaba alejarme de el.
— ¿Hace cuanto te autolesionas? — Pude ver como saco un plumón de su bolsillo.
— Lo deje hace años. Ya sabes era una adolescente con problemas — Trague saliva algo incomoda.
Intente evitar el tema pero el se acerco tomando mi brazo, no se notaba sorprendido al contrario. Con el plumón empezó a dibujar alrededor de mis cicatrices algunas estrellas. Tenía un nudo en la garganta el no hablaba solo seguía dibujando en silencio hasta que llego a mis muñecas donde en vez de estrellas dibujo mi inicial.
"— Cada vez que pienses en recaer recuerda las estrellas, tu amas las estrellas te ví en la azotea observándolas se que no te gustaría que las estrellas se apaguen.—"
Rompí en llanto y de un momento a otro era esa pequeña niña indefensa que buscaba una salida en las autolesiones.
— Shuntaro — El me dijo que guardara silencio.
— ¿Ves esa de allí? — Me indico una estrella al comienzo de mi brazo. — Esa es la estrella Sirio.
— Es la estrella mas bonita — Le susurre.
— Y la mas brillante de todo el cielo nocturno. Es el símbolo de la esperanza — Soltó un suspiro — Esa estrella me recuerda a ti, donde sea te podría reconocer sea dentro de este lugar o fuera.
— Si salimos de aquí ¿me olvidaras?
— No. — Sentí como todo estuvo en silencio después de ese "No" por alguna razón me sentía a salvo con el pero a la vez me sentía tan mal por haber desarrollado sentimientos por la persona que había traicionado a mis amigos.
¡HOLAA!
Juro q estoy llorando por este capitulo, siento que cada vez Aoi y Chishiya van confiando mas en el otro cosa que se me hace muy linda.
En este capitulo quise hablar más del tema de las autolesiones ya que es algo por lo que la protagonista sufrió mucho en su adolescencia y nada tb paso para agradecerles todo el apoyo al libro juro que estoy tan feliz.
Esta fue la ultima vez donde Aoi vio a Tatta y ayno cuando se vaya a enterar que murió. 🐈⬛🐈⬛
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