foreword i.
Aoi Katō no era una chica que sobresaliera pero tampoco era un fantasma, Algunas personas la conocían por el talento que ella presentaba al jugar cartas. Se murmuraba que hacia trampa, era suerte o hasta gente rumoreaba que le había vendido su alma al diablo. Una mentira total.
Su padre Katō Mori desde que era pequeña le enseño acerca de los juegos de azar, cartas entre otros. Siempre le dijo que el dinero era lo primordial, sin el no se podía hacer nada. Y tenía la razón la chica al crecer pudo ver como la mayoría de personas a su alrededor vivían en una situación deplorable.
Su madre Katō Nao al contrario de su padre siempre estuvo en desacuerdo en que la pequeña Aoi practicara juegos de azar, decía que no era digno de una dama. Pero Aoi tenía claro que ella estaba hecha para participar en juegos así. Le daba igual si llegaba a arriesgar su vida, por que ella sabía que nunca perdía.
Acerca de su niñez no era mala pero tampoco era la mejor, lo de siempre... regalos, mimos y regaños. Nada en especial. Sus calificaciones eran buenas aunque no era sobresaliente como otras personas.
Enero de 2009
" — ¡Vamos Aoi! Confió en tus capacidades vas a ganar, como dices... "yo nunca pierdo" — su padre la alentaba desde un asiento rodeado de gente.
La chica tenía la mirada fija en sus cartas, sabía que un pequeño error le podría costar una fortuna.
— Quedan 3 minutos... — Repitió una voz haciendo que la chica se preocupara.
Tranquilízate Aoi, lee sus movimientos... el se nota tranquilo, puedo suponer que tiene un número grande. No 21 pero uno cercano.
— Otra carta.. — Todos te quedaron viendo, era algo arriesgado pero tu confiabas en tus habilidades.
El Black Jack era un juego de suerte, pero también de estrategia.
un juego de cartas, propio de los casinos con una o más barajas inglesas de 52 cartas sin los comodines, que consiste en sumar un valor lo más próximo a 21 pero sin pasarse.
— Tiempo. — Ambos jugadores soltaron las cartas dejando ver sus números.
— Estas jodida Kawo — Dijo tu contrincante burlándose.
Al ver las cartas del chico era 15, todos te miraron y se acercaron a ver tus cartas. Un 21 perfecto.
— ¿Como decías? Por cierto es "Katō" no Kawo idiota.
Caminaste a donde tu padre sonriendo, habías ganado. Se sentía estupendo.
— Esa es mi chica, nunca dude de ti. — Dijo tu padre besando tu frente.
— Gracias pa, te amo. Y Aoi Katō jamás pierde.
Marzo de 2020
Sentí como una bala impacto en mi estomago de inmediato caí al piso, sentía que todo el mundo se me venía encima.. Había hecho todo esto por amor... amor a Shuntaro Chishiya..
...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro