───── capitulo cuarenta y uno
༄ *.゚。╻┃ CAPITULO 41
otra bruja Sanderson ༄ *.゚。╻┃
┍━━━━━━━━━━━━━━━━┑
❝ déjalo salir, cielo. ❞
┕━━━━━━━━━━━━━━━━┙
SABRINA ALZÓ UNA ceja viendo con amabilidad a Melissa mientras le ayudaba a acomodar las compras en la casa del alfa. Hace al menos unos treinta minutos que Melissa la había llamado para pedir su ayuda.
Jamás se imagino que se refiriera a eso.
───sra. McCall, no es que no aprecie el arte de acomodar las compras en su lugar... pero... ¿era esta la emergencia? ───preguntó suavemente, sin intenciones de ofender a la amable mujer que la recibía todos los días, a cualquier hora, para comer o ver televisión juntas.
Melissa suspiró, bajando un poco la mirada con tristeza. ───escucha, linda, no te llame solo para ayudarme con las compras. Ni ayer para que programaras mi celular, aunque fue de mucha ayuda, gracias. ───Sabrina sonrió divertida y asintió. ───yo solo... bueno, desde que Scott me contó por todo lo que tú y tu hermana tuvieron que pasar. No quiero que te sientas sola ahora que Malena se ha... ido.
La rubia frunció el ceño, entendiendo todas y cada una de sus palabras. De pronto, un vacío enorme se instaló en su pecho, casi dejándola sin aire. Era cierto, estaba sola, no tenía a nadie más en el mundo ahora que Malena había muerto.
Entonces... ¿por qué no se había sentido de esta forma hasta ahora?
Melissa interpretó su mirada como tristeza y se acercó para abrazar a la adolescente, esperando aliviar un poco su dolor. Una lágrima bajo por la mejilla de Sabrina y pronto unas cuantas más se le unieron. La enfermera comenzó a acariciar su cabello, susurrando algunas cosas que probablemente fueran muy tiernas, pero Sabrina estaba confundida. Habían pasado meses desde la muerte de su hermana y jamás se había sentido así, como si le faltara algo más.
»───déjalo salir, cielo. Verás que te sentirás mejor.
La respiración de Sabrina se congeló al escucharla, cielo, una pequeña palabra que se le hacía tan grande. Tan importante para ella. Ahora estaba segura, faltaba algo, a ella le hacía falta algo más allá de Malena.
Sabrina llegaba a su primera clase con la mirada perdida, desde su plática con Melissa el día anterior, no había parado de darle vueltas al asunto. Sentía que estaba olvidando algo, que había algo faltante en su vida pero no podía descubrir que era.
Se sentó al lado de Malia, viendo de reojo el libro completamente subrayado hasta que una palabra la hizo ladear la cabeza con confusión y otra vez aquel nudo en su garganta se hacía presente, al igual que él vacío en su pecho.
───me puedes recordar, ¿para que es el rojo? ───preguntó con suavidad, sin dejar de ver la pequeña palabra subrayada.
Style.
───para las cosas que no entiendo.
Sabrina suspiró, regalándole una sonrisa tensa y de pronto ya no era solo el nombre, sino los colores. Rojo, amarillo y verde.
Le eran tan familiares que la irritaban.
Se volteó hacia atrás para saludar a la pelirroja, pero su mirada se entretuvo en la silla de al lado, completamente vacía. Alguien tenía que estar ahí, podía sentirlo y supo rápidamente que Lydia también, por la mirada que le dio.
Cuarenta minutos más tarde, Malia y Sabrina se miraron extrañadas cuando Lydia salió de la clase con la mirada perdida y a la vez, como si estuviera buscando a alguien.
Las dos chicas se asintieron antes de comenzar a seguirla, viéndola correr por los pasillos completamente fuera de si hasta salir de la escuela, Sabrina comenzó a correr apresurada cuando vio a la banshee acercarse a la calle y se detuvo de golpe en cuanto Malia logró alcanzarla y evitar que la atropellaran.
───¡Lydia! ───le gritaron ambas, sacándola de su trance.
───¿estas bien?
Lydia asintió.
───¿que estabas haciendo? ¡Casi haces que te maten! ───la regaño Sabrina, abrazándola cuando el enojo se fue.
El abrazo de Sabrina pareció iluminar un poco a Lydia, pues esta se le quedo viendo con atención y entonces aquella pequeña voz en su cabeza se volvió a escuchar.
Tienes que recordar, tienes que decirle a Sabrina. Escuchó decir a alguien, Lydia volteó a todos lados, buscando a aquella persona, pero no encontró a nadie. Entonces volvió su mirada a Sabrina.
───tengo que decirte... ───murmuro Lydia, haciendo que tanto Malia y Sabrina fruncieran el ceño.
───¿decirme que?
───no puedo... no puedo recordarlo.
Malia, Scott y Lydia observaron asustados a Sabrina cuando los pasó e ignoró completamente para seguir corriendo por el bosque buscando algo, o a alguien.
Los tres la siguieron hasta que llegó a un lugar en especifico, la cabaña con la vela negra. Sabrina entró con cuidado, siendo seguida por los otros cuatro. Aquella vieja cabaña se había mantenido de pie a pesar de los años y probablemente la magia era la razón de eso.
───¿Sabrina? ¿Estas bien?
La rubia negó. ───yo no hice el hechizo. ───murmuró, observando la desgastada vela, para después pasar su mano por un libro grande y de cuero rojo. ───y este no es mi libro.
───podría ser de Malena.
───odiaba los libros. ───respondió Malia por la bruja.
───Malena y yo estábamos en un nivel muy bajo, no había manera de que supiéramos el hechizo para que alguien nos trajera de vuelta. ───pronto, otra duda la hizo jadear. ───diablos, ¿quien demonios nos trajo de vuelta?
Scott bajo la mirada hacia la foto en su mano, tendiéndosela a Sabrina. La rubia la observó con atención.
───no falta una persona. ───dijo Scott, uniendo los puntos. El alfa se acercó a la foto al igual que las otras dos chicas y señaló atrás de él. ───faltan dos.
Lydia vio a Sabrina con impresión. ───eso era lo que no recordaba. ───murmuró, viendo a la rubia, para después caminar hacia el libro y quitarle el polvo. Lydia señaló una de las esquinas.
W. S
»───creo... creo que era una ella.
───otra bruja Sanderson. Mi hermana. ───susurró Sabrina, sosteniendo el libro con anhelo.
───y yo estuve con ella cuando se la llevaron. ───aseguró Lydia, de pronto. Teniendo algunos recuerdos de unos ojos llorosos y un cabello tan rojo como la sangre.
¿Alguna teoría de lo que pasará esta temporada? ¿Algo que quieren que pase?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro