ᘛ 04 : : CAPÍTULO CUATRO, ACTO TRES

i. HOGAR DULCE HOGAR

HABÍA SIDO UN VIAJE LARGÓ EN EL CUAL TUVIERON UNO QUE OTRO INCONVENIENTE PERO NADA QUE NO se pudiera resolver en el instante. Tras varias noches y días en el mar finalmente habían llegado a la isla de Baltigo dónde se encontra ubicada la base secreta de los revolucionarios antes de llegar el segundo al mando de los revolucionarios había dicho que se debían de separar. Él se iría con Ace y Axl y les enseñaría dónde vivirían en los siguientes meses y Koala llevaría al otro grupo hacia el cuartel. Dicha la indicación se dividieron llendo por caminos diferentes.

Sabo tuvo que rodear gran parte de la isla para llegar a aquel lugar tranquilo del cual le hablo Ace. Tras casi dos horas de caminó detuvo el barco en la orilla.

Ace se encontraba cerca de Sabo se encontraban en un pequeño velero el cual habían tomado prestado de la isla de las mujeres.

──¿es aquí?── pregunto el pecoso.

──aun falta un poco pero se podría decir que ya casi llegamos.── aclaro.── ve por Axl y los llevaré.

Ace movió la cabeza en un si.

Rápidamente se dirigió hacia dentro dónde encontraría a Axl sentada en una silla viendo por la ventana.

──hemos llegado.── notificó.

──¿es aquí?

──aún falta pero Sabo dice que nos llevará.── agrego.── andando ya falta poco.

──está bien, ¿que haremos con las cosas?

──luego las traeremos.

Axl se levantó de la silla y caminó hacia el pecoso.

Ace sabía que ella no podía caminar mucho por lo que al no saber si estaba lejos o no. Decidió cargarla con eso evitaría que se fatigara o que algo le sucedería al bebé.

Axl se acurrucó en el pecho del pecoso.

──vámonos ya.── murmuró.

──Ace si te cansas puedo caminar un poco.── comento.

──no te preocupes por mí. Soy bastante fuerte así que no tendremos problemas.

Ya en el exterior el rubio los estaba esperando abajo del bote cerca de unas rocas con una extraña forma.

Cuando Ace llegó a su lado emprendieron el viaje hacia dentro de la selva. Ya que ciertas partes de la isla cuentan con vegetación y otras ya no.

La caminata dio inicio en silencio ninguno decía nada hasta que poco a poco se fueron perdiendo en el interior de la pequeña selva. Habían algunos animales árboles y plantas no es una gran vegetación pero tenía una buena pinta sumada a la tranquilidad que ofrece.

El camino se fue tornando un poco largo hasta que llegaron a un claro en el cual había una cabaña. Se veía bastante bien a pesar de estar en medio de la nada había bastante espacio y por lo largo del camino y difícil de acceder se podría decir que nadie sospecharia que en el centro de la selva alguien vive.

──bueno ya llegamos.── anuncio Sabo al detenerse.── no es la gran cosa pero cualquiera podría vivir bien aquí. Lo bueno es que tiene un ducto el cual está por debajo de la tierra y los lleva al nuestro cuartel.

──¿de quien es esta casa? por lo que veo alguien aquí.── señaló la pelirrosa.

──y no te equivocas. La casa es Joey o bueno de nosotros dos.── aclara garaspeando un poco la garganta en el proceso.── ella descubrió el ducto y en poco tiempo decidimos hacer esta cabaña. Con el fin de alejarnos un poco del ambiente del cuartel.── aclaro un poco acalorado y nervioso.── ya saben cómo Koala, Joey y yo.

──y si Koala está incluida en la ecuación ¿por que te pusiste nervioso?── cuestión alzando una ceja.

Sabo se sonrojo un poco más.

Lo cierto es que había algo más que una simple amistad entre la media hermana de Axl y él. Pero era algo que aún no habían confirmado del todo razón por la que ninguno había hablado acerca de su relación.

Aunque ante la vista de todos se sospecha que sucede algo más. Pero ninguno es tan valiente para aceptar esos rumores.

──bueno, yo.── murmuró nervioso y con la mirada le pidió ayuda a Ace.

──¿por qué creo que hay algo más entre Joey y tu?── puntualizó sospechosamente alzando amabas cejas.

Ace se quería reír porque Sabo no sabía que hacer e intentaba por todos sus medios no soltar ni una carcajada.

Mientras que el rubio le pedía o más bien le suplicaba con la mirada que lo ayudará a sacarse de esa.

──sabes linda creo que deberíamos entrar y ver qué tal está la cabaña.── comento como si hubiera sido cosa suya.

Axl no tardó en hacerle caso al pecoso pero no son antes amenazar al rubio.

──Sabo es alguien genial.── hablo el pecoso camino a la cabaña.

──si pero es de hermanas mayores cuidar de los menores.── aclaro. El pecoso se quedó en silencio el también había echo lo mismo.── no me culpes de ello. Solo quiero que esté bien y ya.

──supongo que haría lo mismo con Padme.── murmuró.── de echo si lo hice. Nos encontramos en un reino llamado Alabasta y amenacé de muerte a Trafalgar Law.

──pero que coincidencia también lo hice yo.── menciona el rubio al escucharlo.── le dejé en claro que sí le hacía algo a mi hermanita. Toda la armada de los revolucionarios iría por su cabeza.

Axl se quedó en silencio escuchando la conversación de ambos hombres. Le sorprendió cuanto puede llegar a ser un hermano mayor de sobreprotector.

En el fondo agradecía que no tuviera a hermanos varones debería de ser un dolor de cabeza estar lidiando con ellos.

──pobre Padme.── murmuró. No la conocía más que de perfil pero sentía que Sabo y Ace exageraban mucho.── debió ser difícil estar entre ustedes tres sin compañía mujer.

──solo tratamos de que ningún idiota la lastime.── comento Ace.

──aún así creo que fue exagerado que lo amenazaran hasta con la flota marina.── agrego.

──supongo que en su momento había sido la mejor amenaza.── dijo el rubio y se encogió de hombros.

Continuaron con la conversación hasta que finalmente llegaron a la cabaña.

Sabo les abrió las puertas e ingresaron tenía un tamaño normal había una cocina, una sala y arriba se encontraban las habitaciones. La cabaña era perfecta para cuatro personas lo máximo.

──está increíble.── dice ella.── ¿cómo fue que la construyeron?

──bueno, como dije ayer Joey la encontró. La estructura ya se encontraba solo la reparamos.── recalcó poniendo una mano en la madera.── nos tomo un poco de tiempo pero entre los tres logramos hacer esto.

──les quedó bien.── opinó Ace.

──a mí me gusta.── dijo la pelirrosa.── me parece perfecta. No es grande ni pequeña tiene el tamaño correcto.

──que bueno que les haya gustado.── menciona el rubio.── bueno iré a traer sus pertenencias. Pueden ver un poco más a detalle la cabaña si gustan y no se preocupen aquí nadie viene a menos que sea Joey, Koala o yo.

El rubio se retiró dejando a la pareja sola en medio de la sala.

Ace en todo el rato no había dejado de cargar a la pelirrosa ya casi se le olvidaba que la tenía cargada.

──¿quieres ver un poco más?── cuestionó dando un par de pasos al frente.

──me gustaría y también me gustaría que me dejaras caminar un poco.

──pero Axl, ¿que hay del bebé? no quiero que les pase nada.

──mientras no haga un esfuerzo mayor no sucederá nada.── recalcó ella. Recordando las palabras de su primo.── caminaré solamente un poco y no me fatigare por lo que estaremos bien.

──tienes razón. El que camines de la entrada a la sala o a la cocina no te hará daño.── murmuró entrando en razón.

Ace la bajo con cuidado cuando estuvo seguro de que ella había apoyado bien los pies en el suelo la soltó.

Axl engancho su brazo al de Ace y ambos caminaron por el corto pasillo que había en la entrada.

Primero vieron la sala la cual tenía varias cosas como cojines, sábanas y dos sofás uno grande y uno pequeño. Luego fueron a la cocina que del mismo modo cumplía con el rol del comedor ya que había una mesa y tres sillas. La cabaña se había acomodado para las tres personas que la habían construido ya que habían siempre tres cosas en cada lugar.

En la parte de arriba habían dos habitaciones las solamente una se encontraba ocupada con 3 camas y sábanas. La otra habitación se encontraba vacía y la más pequeña debajo de las escaleras era el baño.

Luego de haber dado la vuelta y haber visto todo lo que había volvieron a la sala. En el centro los dos se vieron a los ojos y sonrieron mutuamente.

──este lugar es perfecto.── repitió ella llevando su mano libre a su vientre semi hinchado.

──será perfecto para nuestro cachorro.── recalcó el pecoso colocando su mano sobre la de ella.

Entre una miradas llenas de amor ambos olvidaron todo lo que habían pasado para llegar a ese momento. Las dificultades del camino y cada obstáculo que tuvieron que saltar había valido totalmente la pena la lucha no había sido en vano.

Ahora tenían una casita para los tres dónde podrían vivir alejados del mundo que a querido separarlos. Hasta que su hijo tuviera la edad suficiente para poder salir al mundo y verlo con sus propios ojos.

La burbuja de los dos se reventó en el momento en que de la puerta que había en la sala salió una persona. La cual era Joey y traía consigo a Koala, ambas traían una caja cada una con implementos que le servirían a la pareja.

──Huy lamento haber interrumpido su momento.── se disculpó la morena avergonzada por ello.

──no te preocupes.── respondió la pelirrosa.

──les traíamos unas cosas que pensamos van a necesitar.── agrego la otra chica dejando la caja en el suelo.── con formé pase el tiempo seguiremos trayendo más.

──que amable son gracias.── dice Axl.── no queremos ser una molestia.

──no es ninguna al final en el cuartel sobran muchas cosas.── respondió Joey. Tomo por el brazo a Koala.── bueno los dejamos solos, iremos a ayudar a Sabo con sus cosas.

Dichas esas palabras las dos chicas salieron de la cabaña.

──mira nos trajeron más sábanas.── mencionó Ace quien se había acercado a esculcar que tenían las cajas.── y también trajeron algunas prendas de ropa.

──ropa por fin vas a vestir decentemente.── comento ella sentándose en uno de los sofás.

──eh pero ¿que tiene de malo mi vestimenta?── cuestiona alzando una ceja.── ¿no te gusta?

──no es que no me guste verte sin camisa pero ahora deberías tal vez usar una.── sugirió.

──¿por qué?

──porque ahora ya no eres un pirata, Ace. El gran barba blanca ahora ya no está.── suspiro tratando de ser lo más sutil con ese tema.

Ace se quedó en silencio durante unos minutos reflexionando las palabras de la pelirrosa.

Ella tenía razón.

Ya no es un pirata y su padre lamentablemente había partido a un mejor mundo. Ya no podría portar con orgullo el emblemático símbolo de su padre.

Ahora es solo un civil más que intenta integrarse a la sociedad. Por lo que debía de hacer varios cambios en su vida empezando por la vestimenta.

──supongo que tienes razón.── suspiro afligido. Le será difícil poder acostumbrarse de nuevo.── haré un esfuerzo pero no prometo que sea ya.

──empezaremos con pequeños cambios poco a poco.── le aclaro ella.── yo también tendré que cambiar mi vestimenta y acostumbrarme a tener una enorme barriga por unos meses.

──a puesto que te verás muy linda con la barriga hinchada.── le guiño.

Ella se sonrojo.

Puede que se conozcan bastante ya y vayan a tener un hijo. Pero son esas pequeñas cosas que vuelven la relación más duradera y emocionante. El como después de todo lo que han echo ella aún siga sintiéndose nerviosa por pequeños gestos que él hace.

──¿que hay más en la caja?── pregunto ella tras unos minutos de silencio.

──bueno veamos.

El pecoso comenzó a sacar las cosas que habían. Cómo ropa comida e implementos de higiene como otras cosas que fue dejando a su alrededor.

Mientras ellos revisaban las cajas por la puerta se escuchó ruido. Eran Sabo junto a Joey y Koala que traían el loco equipaje que traía la pareja.

Las cosas se habían quedado en la entrada a la sala. Para luego Joey y Koala tirarse en el sofá más grande exhaustas por la larga caminata.

──hoy hacer un calor horrible.── murmuró Koala echándose aire con la gorra.

──es normal el desierto así es.── menciona el rubio secándose el sudor.── pero no se preocupen por esta zona es fresco.

──por las noches la luz de la luna ilumina toda el área. Es muy lindo.── agrego la morena.

──es cierto la otra noche se veían todas las estrellas.── comenta la otra chica.

──hemos traído todas sus cosas. Pueden acomodarse cuando gusten.── aviso el rubio.── y como dije antes nadie conoce de este lugar podrán estar tranquilos. A menos que alguno de nosotros aparezca de lo contrario no tendrán ninguna visita peligrosa.

Sabo le hizo señas a las dos chicas para que se levantarán y fueran llendo a la entrada del camino subterráneo.

──si necesitan algo no duden en llamar a alguno de los tres. Y por cualquier cosa el ducto subterráneo se encuentra detrás de la puerta.

Tras decir esas indicaciones los tres estaban por marcharse cuando la voz del pecoso los detuvo.

──gracias por todo Sabo.── hablo el pecoso.── de verdad muchas gracias. No tengo palabras para decirte lo agradecido que estoy con todo.

──no hay de que.── hablo el rubio.── es todo lo que puedo hacer después de haber desaparecido por años. Eres mi hermano Ace y siempre que pueda te ayudaré igual que a Luffy y Padme.

Ace le dió un asentimiento de cabeza con lo que cerraron la conversación.

──nos vemos.── dijo Koala alzando la mano como despedida.

──¡te llamaré siempre que pueda Axl!── exclamó la morena.

──nos vemos y sientanse cómodos.

Con esa despedida Sabo cerro la puerta detrás de él ya que la dos chicas se habían adelantando.

Una vez más la pareja se queda sola en medio de la sala. Los sonidos característicos de la naturaleza les hacen fondo y no pueden estar más agradecidos con la vida de haberles dado esa oportunidad.

──¿que quieres hacer?── cuestionó el pecoso.

──supongo que lo más sensato es ordenar un poco.── opinó levantándose del sofá. Ace hizo una mueca.── y no hagas esas caras. Si vamos a vivir aquí lo primero que vamos hacer es ordenar y acomodar todo.

──si tú lo quieres.── suspiró.

Ace sabe que todo lo hará el pero no se molesta después de todo lo hacía con el fin de que su novia no hiciera mayor esfuerzo.

Siguiendo las instrucciones de la pelirrosa comenzó a mover los poco muebles que habían. También limpio las ventanas y saco la basura que había en los rincones.

Axl siempre había sido una obsesionada con la limpieza sus áreas de trabajo siempre eran las más limpias e impecables. Luego de haber vivido y estado metida entre cadáveres para poder sobrevivir fue un trauma que ella adquirió. Le gustaba todo limpio por esa razón tenía cierto conflicto con las misiones.

Pasaron varias horas en las cuales se las pasaron ordenando y acomodando las cosas que habían. Le habían dado un nuevo aire.

──¿ahora sí?── pregunto Ace al correr de nuevo el sofá.

──no. Si lo ponemos ahí impide la entrada del ducto.── menciona con la mano bajo el mentón.── creo que queda mejor a un lado.

Ace suspiro y sigo las indicaciones de ella.

──¿ahora sí?

──quedo perfecto.

El pecoso se pasó la mano en la frente y luego se acercó a su novia.

──me gusta como quedo todo.── menciona observado a su alrededor.

──que bueno porque este será nuestro hogar a partir de hora.

──me gusta nuestro hogar.

──a mí también.

jane's note's

y cada vez más nos acercamos al final diosmio como voy a extrañar a estos dos

¿que les pareció?

cuenten los capítulos porque solamente abran dos más y llegamos al final

en el siguiente tocaremos las siguientes dos etapas del embarazo de Axl y luego el último tocaremos el nacimiento para luego llegar al epílogo

hasta la próxima¡<3