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ᘛ 02 : : CAPÍTULO DOS

i. EL TRUCO DEL SILENCIO

LAS HORAS HABÍAN PASADO MÁS LENTAS DE LO previsto por la pelirrosa para entonces se encontraba tirada a mitad del pasillo, dormir no era una opción y su antebrazo cubria sus ojos la oscuridad acompañada de los lejanos gritos comenzaban a hacerla sentir extrañada, parecía que se había metió en una cueva sola. Con lo que odiaba estar sola, no le gustaba la soledad se sentía extraña en esa oscuridad existiendo solamente ella.

Por momentos recordaba aquella vez en la que se había escondido de una casa vieja en medio de una montaña de nieve, al menos tenía la compañía de aquel niño enfermó que a pesar de que se trataban mal el uno al otro, su compañía resultaba ser buena.

Suspiró.

Se pasó las manos por la cara quitando todo el estrés que había acumulado.

De seguir así terminaría volviéndose loca de remate, no sabía cuánto tiempo tenía que custodiar la celda de Ace pero entre más pensaba, el tiempo se veía mucho más lejano. Tenía que hacer algo para llevar la situación en paz o al menos hacer que el pecoso le respondiera con palabras decentes y no con insultos o gruñidos.

Además pasarían al menos una semana juntos, tenían que encontrar el equilibrio entre los dos, hacer que la situación fuera menos incómoda. Porque podía sentir la mirada de él sobre ella, a pesar de que se encontraba de espaldas podía sentirlo.

¿Que ganaba con ello?

No había forma de que se librará de ella y tampoco es como que Azúl quiera llevarse bien con él. Lo único que deseaba era poder hacer ese tiempo llevadero porque no podían pasar las horas en las mismas.

Azul tenía una opción, debía de enfrentarse al pecoso desde ya y mostrarle quien tenía el mando en la situación.

Estaba decidida lo haría, se levantó del suelo y sacudió su ropa quitando el resto de polvo. Se acercó a la puerta de rejas que los separa y su sombra se reflejó frente a él.

Ace sabía que se encontraba frente suyo pero nisiquiera levantó la cabeza o hizo intento de ello.

Azul apretó los labios escuchaba con claridad los obscenos comentarios hacia su persona. Se encontraba en el quinto nivel de Impel Down y en esa área los encarcelados son mucho más incontrolables.

Antes de hacer lo que haría se lo pensó muchas veces, da la casualidad que había perfeccionado una técnica cuya le servía para eliminar todo ruido que pudiera hacer a su alrededor en un radio de ciento ochenta o depende de cuanto quiera extenderlo ella. Dicha técnica la había aprendido con una persona especial que había sido de ayuda cuando era una niña.

Cerró los ojos y a su mente llegó la imagen de aquel hombre con un extravagante maquillaje. Que a su vez le traía buenos recuerdos también como malos.

Suspiró.

Rara vez se veía en la necesidad de utilizar esa técnica y esa vez tenía que usarla si no quería que nadie de los reclusos los fueran a escuchar.

Solo el aire que había guardado y fijo sus ojos en el pecoso. Y pronunció suavemente:

━━silence.━━ pronunció y tras tronar sus dedos. Acto que llamo la atención del pecoso.━━ ahora sí puedes decir todo lo que tengas que decirme.

Ace levantó la cabeza y se fijó a su alrededor el ruido se había dejado de escuchar no podía oír ningún murmuro más que la voz de la pelirrosa.

━━¿por qué solo escuchó tu voz?━━ cuestionó y se sorprendió que solamente su voz se podía escuchar. En realidad parecía que se había metido en una burbuja dónde solo el ruido que el provoca podía escuchar.

Azul desvío la mirada solamente por un segundo, la persona cuyo don le había copiado ya no se encontraba con ella. Razón por la que prefería no usarlo y menos hablar sobre ello.

Y no hablaría sobre Donquixote Rosinante con una persona como Ace.

━━eso no te incumbe.━━ responde firme tomando las llaves de la celda.━━ no quería llegar a este extremó pero ¿cuál es tu problema conmigo? no es mi culpa que estés aquí encerrado y para que sepas, yo tampoco quiero estar aquí.━━ aclaro colocando la llave en la cerradura.

Ace se quedó en silenció, realmente no quería hablar acerca del porque había sido llevado hasta Impel Down.

━━mi problema, es que no quiero ver tu patética cara mientras me estoy pudriendo en este lugar. Suficiente tengo con saber que no saldré vivo de aquí.

━━¡YO TAMPOCO QUIERO VER TU ESTÚPIDA CARA!━━ le gritó sin temor a que la escucharán.━━ es más yo nisiquiera debería de estar aquí. Yo debería estar disfrutando de mis vacaciones en lugar tengo que hacer de tu niñera.

━━entonces largate, nadie te esta obligando a cuidarme.

━━te equivocas cuidarte es una orden de Sengoku.━━ bufa rodando los ojos.━━ ese bastardo teniendo a tantos soldado me envió a mi.

━━no les bastaba con ponerme cadenas de prisma marítimo, encima me ponen a una niñera.

Los ojos de Azul estallaron en llamas y sin pensarlo abrió la puerta misma que dejó abierta detrás suyo.

Camino hacia Ace y antes de que esté pudiera hablar le dió un fuerte puñetazo en la mejilla derecho. Fue tan fuerte el impacto que provocó que la cara del hombre volteara hacia un lado.

━━escuchame pirata, odio a los que son de tu clase ¿entendiste?━━ se agachó a su altura tomándolo por el mentón.━━ y como vuelvas a faltarme al respeto voy a acabar con tu vida en ese instante.

━━le estarías haciendo un favor al mundo.━━ responde con las uñas de la chica encajadas en su quijada.

Azul lo soltó sin compasión alguna le dió una frívola mirada para salir de la celda. La cual cerro detrás suyo.

No podía pasar un minuto más en ese lugar por lo que necesitaba salir un rato a tomar un poco de aire. Le importaría poco que le fueran a reprender por su imprudencia pero ya luego soportaría los reproches de Sengoku.

Azul no quería seguir estando cerca de ese pirata, la razón por la que odia tanto a esos seres se deba a algo que había sucedido en su pasado.

Un pirata le habia arrebatado lo que tanto había querido, aquella persona que había velado por ella. De no ser por ese pirata estaría vivo y ella seguramente no estaría en la marina.

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Frente a la chica se encuentra su mano derecha Eren, el muchacho de cabello blanco había ido en su llamado.

Desde que llegó Eren no había dicho palabra alguna esperaba en silencio a que ella le dijera la razón por la que lo había enviado a llamar. Conocía su temperamento como también la manera de tratarla en situaciones como esa.

Azul dejo de lado la botella de sake que le había pedido al peliblanco y a continuación se pasó la manga de su saco sobre la boca.

━━no puedo más con esto.━━ reprocha haciendo un puchero.━━ ese idiota es demaciado testarudo. No le tengo paciencia.

━━tratas con un pirata, sabes cómo son no deberías enojarte.━━ comento Eren.

━━se como lo son Eren pero hay algo en Portgas que lo hace diferente a los otros piratas con los que he tratado.

━━mira el lado bueno solo tendrás que tratar con Ace dos semanas. Dos semanas se van volando.

Azul suspiró.

Por más que se quisiera hacer a la idea de que solo serían dos semanas internamente sentía que serian como dos años.

━━deberias hablar con él.

━━ya lo intente pero lo único que recibo por su parte son gruñidos.

━━por lo que dices es muy testarudo.

━━no tienes idea. Apenas llevo unas horas juntos a Portgas y siento que me ahogó.

Eren se llevó la mano al mentón quería ayudar de alguna manera a su capitana que pronto ascendería a vicealmirante.

Custodiar a un pirata como lo es Portgas le daría el pase directo a un rango como ese. Y solo debía de sobrevivir a dos semanas.

━━talvez si solo lo ignoras haga el tiempo más ameno.━━ hablo finalmente.

━━no puedo hacerlo cuando siento su mirada sobre mi nuca.━━ ataja llevándose la mano a la cabeza.━━ por más que le dé la espalda sigue vigilando lo que hago. Lo que debería ser al revés.

━━¿sabes? deberías ya nisiquiera dirigirle la mirada o palabra. Simplemente haz de cuenta que no existe.

━━ojala fuera fácil.

━━solo házlo, al final puede que sea Portgas quien terminé dirigendote la palabra.

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Azul volvía a su lugar inicial de trabajó con forme fue bajando en el elevador se fue mentalizando que dos semanas se irían más rápido de lo que creía. Que en menos de lo pensando se vería libre y podría disfrutar de sus vacaciones. Porque ansiaba de tener esas merecidas vacaciones que le habían dado después de haberse metido en la isla de Thriller Barck por puro descuidó. Más sin en cambió en ese lugar conoció al famoso Monkey D Luffy, el pirata que había derrotado a un Shichibukai, y también había retado al gobierno mundial.

Azul se encontraba en deuda con el pirata en Ennies Lobby le había salvado la vida. Y aunque no quiera decirlo tenía que devolverles el favor de alguna forma.

Dejo de lado sus pensamientos cuando las puertas se abrieron escuchó los comentarios de los reclusos hacia su persona. Para no prestarles atención coloco sobre sus oídos unos tapones impidiendo el sonido. Continúo caminando hasta llegar a la celda de Ace pero a diferencia de la primera vez solamente se sentó en medio del pasillo y le dió la espalda.

No volvería a perder el control está vez haría las cosas a su modo.

A Ace le sorprendió que la chica no le dirigiera ni la mirada, lo tomo como bien no quería lidiar con ella. Después de lo que había pasado hacia unas horas no estaba totalmente seguro de lo que había despertado dentro suyo.

El silencio ya no era un lugar seguro desde que ella llego las voces de los reclusos se podían escuchar más. Diciendo y aclamando lo lindo que es el cuerpo femenino y no es que el sea ciego de echo podía decir que Azul es atractiva pero no por eso ━━al menos eso creía él━━ tenía el derecho a faltarle al respeto.

Una vez más la chica se había metido en su cabeza y en tan solo horas.

Apoyo la cabeza en la pared y su mirada se perdió en la espesura de la oscuridad. Pensó en Luffy, dejaría solo al menor pues dudaba que pudiera salir con vida de una cárcel como esa. Solamente un milagro le ayudaría a salvar su vida si es que existía un milagro como ese.

Solo debía de esperar el veredicto final podría ejecutarlo o talvez encerrarlo de por vida en la cárcel. Cualquiera de las razones que fuera al final tendría que el mismo resultado.

Dejaría desamparado a Luffy.

La última vez que lo había visto había sido en el país de la arena Alabasta. Ya no se preocupaba tanto por el menor había conocido a los compañeros de Luffy y estos se veían de confianza. Por lo tanto no debería de existir el miedo pero de alguna forma sentía que el miedo era más bien por lo que sucedieron con él.

Esa incertidumbre de no poder abrir los ojos, de no haber podido describir el porque seguía con vida. Porque todavía no encuentra el motivo suficiente para desear la vida. De tanto escuchar que merecía morir, se había echo ya una idea.

La sangre del demonio corre por sus venas.

Al menos así es como la gente había denominado al hijo de Roger. Un demonio, un ser que no merecía vivir.

Lo único que le quedaba era esperar, solo debía de esperar para saber lo que sería de el al final. Puede que darte días o tarden meses, no lo sabía con exactitud pero lo único que sabía es que mientras espera debía de soportar a esa marina.

jane's note's

yyyyy actualizó después de muchooo tiempo sjsksks

¿que les pareció?

conocimos un poco acerca de Azul más adelante sabremos más sobre ella y su relación con Rosinante

¿alguna teoría?

lamento mucho la espera pero espero que les haya gustado

hasta la próxima¡<3