𝟶𝟸.- 𝚄𝙽 𝚁𝙴𝙴𝙽𝙲𝚄𝙴𝙽𝚃𝚁𝙾
𝟶𝟸.- 𝚄𝙽 𝚁𝙴𝙴𝙽𝙲𝚄𝙴𝙽𝚃𝚁𝙾
❝El baile de apertura de la temporada en la casa Dambury es, sin duda, es la invitación más esperada, donde cada encantadora debutante desde Park Lane hasta la calle Regent irá para ser presentada. Con título, castas e inocentes, ya que para esto han sido criadas y entrenadas desde que nacieron. Esa noche se descubre cuales jóvenes tendrán éxito para asegurar una pareja, evitando así la deplorable y sombría condición conocida como "la solterona".
Querido lector, esta autora se siente obligada a compartir la más curiosa de las noticias. Nuestro diamante requiere una inspección más a fondo, resulta que una joya aún más rara, con todo el brillo, fuego y lustre más extraordinario ha sido desenterrada. Su nombre aún desconocido, si bien, pronto todos los sabrán, es señorita Marina Thompson.
Esta autora se está preguntando si la reina no reconsiderara el gran cumplido que le hizo a la señorita Bridgerton. Porque todos deberían saber que lo que más desprecia la reina más que nada es equivocarse. Y el salón de recepción de la casa Bridgerton parece estar más vacío que la cabeza de su querido rey George. Se deduce que Lady Featherington va a recibir lo que siempre ha querido, la verdadera incomparable de la temporada viviendo bajo su techo. Debe estar encantada ❞
— Qué gran tontería — Charlotte hace pedazos el panfleto de Lady Whistledown mientras su doncella terminaba de colocarle el tocado en el cabello — ¿Quién puede darle tanto crédito a una autora que solo se dedica a lanzar veneno? Es absurdo.
— Pues se ha hecho extremadamente popular desde que inicio la temporada y está en cada rincón del país debido a que es gratuito — La castaña se maldijo mentalmente cuando se vio en el espejo con todo terminado — Se ve hermosa señorita, tendrá a mil caballeros queriendo bailar con usted.
— No planeo bailar y entretener a ningún caballero, solo asisto porque Lady Dambury no me dejo opción Nancy — La verdad es que estaba muerta de miedo y le aterraba la idea de ser reconocida por alguien, incluso encontrarse con... él — Ella puede ser más cruel que el mismísimo diablo.
— ¿Lista? — Simon aparece por la puerta de su habitacion listo para el baile.
— Lista, podemos irnos — Charlotte sentía que el corazón se le saldría del pecho en cualquier momento, debió haber dejado a Simon sufrir la ira de Lady Dambury durante el baile, pero ya era demasiado tarde y ambos se encontraban rumbo al baile — Sigo sin poder creer que dos adultos de 27 años no puedan contra la simple mirada de una mujer de casi 50 años.
Simon gruño por lo bajo ante el comentario de la castaña, pero asintió con gran frustración, Lady Dambury era una mujer peligrosa por más inocente que pareciera, solo que nadie excepto ellos lo veía claramente. Después de que el ahora recién nombrado duque fuese despreciado por su padre a los cuatro años por no poder hablar y ser "un estúpido" ella se encargó de educarlo y hacerlo quien era hoy, este le debía mucho y por ello entendía el porqué Simon solía aceptar sus "chantajes".
— Mas te vale no dejarme sola con todos esos caballeros, Simon o te asesinare — Le señalo con el dedo — Incluso si debo regresar del infierno para hacerlo, lo hare.
— No planeo hacerlo, aunque es posible que Lady Dambury ya tenga planes para ti conociéndola. Después de una hora volveremos a casa, tampoco tengo intención de convertirme en un cordero de sacrificio para todas esas madres desesperadas — Responde haciendo una expresión de asco.
— Hemos llegado su excelencia.
La casa de Lady Dambury era tal cual como la recordaba y eso que habían pasado muchos años desde ese momento, en aquella época era una joven con una enorme ilusión de encontrar el amor verdadero de la mano de algún caballero, el vestido le picaba y los zapatos eran incómodos, eso le había llevado a perderse en el jardín de la mansión y remojar sus pies en el césped fresco por la brisa de esa noche, ahí había conocido a Anthony. Sacudió ligeramente la cabeza y respiro hondo, debía ser fuerte para sobrevivir a esa noche.
— Lady Charlotte, es un honor volver a verla y en Londres — La castaña parpadeo sorprendida ante la voz que la nombraba tan pronto como bajo del carruaje y sonrió al reconocer la voz de quien provenía — Oh, disculpe mi intromisión, Sebastian Crane, duque de leinster.
— Su excelencia, un gusto verle, aunque debo recordar que usted también dijo que no deseaba regresar a Londres — El hombre sonríe ampliamente ante sus palabras, se habían conocido en Venecia durante uno de los viajes de exploración que este había hecho por pedido de la reina — ¿Qué paso para que regresara a inicio de la temporada?
— Ya sabe, su majestad la reina me necesitaba urgentemente para unos asuntos y no tuve remedio que pausar mi viaje — Simon baja del carruaje y observa atentamente a los dos que hablaban tan animadamente frente a la puerta de la casa de Lady Dambury —Sebastian Crane, duque de Leinster.
— Simon Basset, duque de Hastings. No sabia que Charlotte conocia a un duque tan famoso como usted señor Crane.
— Nos conocimos en Venecia, durante uno de sus viajes — Responde Charlotte recordando el momento exacto donde Sebastian Crane intentaba comprar una obra con su limitado y espantoso acento veneciano — Intentaba convencer a un pintor de venderle su obra con horrible intento autoctono de acento veneciano.
— Y en ese momento Lady Charlotte como toda una heroína me salvo e hizo que esa bella pieza fuera a dar mi colección personal — Ambos sonríen ligeramente — Es una negociadora dura, duque de Hastings.
— Conozco a Charlotte hace pocos años, pero tiene razón en eso — La castaña arrugo ligeramente el ceño antes ambos — Ella vino acompañándome a Londres por petición de su primo, el duque Wright quien tiene negocios pendientes en España.
— Conozco a Dominick, es un gran hombre — Dice Sebastian caminando al lado de Charlotte y Simon hacia el interior de la mansion Dambury — ¿Aun continua con ese horrible gusto por el coñac?
— No y dios nos libre de sus excentricidades horrendas de nuevo — Los tres se rieron por lo bajo antes de entrar junto a todos los demas presentes del baile — Bueno, ya estamos aqui.
— Vaya, vaya, los inalcanzables duque de Hastings y el duque de Leinster juntos — Lady Dambury sonrie ampliamente — Si que tengo suerte esta noche.
— Lady Dambury, siempre es un placer verla — Pronuncia Sebastian con una amplia sonrisa mientras hace una reverencia leve ante ella.
— Siempre tan adulador su excelencia, algún día terminaré creyendo en sus palabras, si sigue así y ustedes dos, comenzaba a pensar que no vendrían.
— Nunca haríamos tal cosa, Lady Dambury.
— Bueno, ¿Qué tal si me acompañas por un vaso de limonada Lottie? — La castaña asiente dejando a los dos duques más codiciados de todo Londres hablar animadamente, Charlotte se sentía realmente ansiosa con todas esas mujeres y hombres a su alrededor. Desde que había salido del país tras el suceso, no había tenido que asistir a bailes ni tener a tantas personas a su alrededor, era asfixiante.
Su corazon latia como un loco y los recuerdos venian a su cabeza uno tras otro llenandola de ansiedad absoluta, como odiaba tener que ver esas imagenes, estaba cansada de sufrirlos.
— ¿Donde estabas Lottie? Llevo mas de media hora buscandote — Dominick parecia a punto de entrar en panico, la joven rodo los ojos ante su histeria — No es correcto ir por ahi tu sola, algo puede sucederte.
— Sino fueras tan asfixiante..... — Y ahi estaba aquel hombre, Anthony Bridgerton acercandose hasta los dos.
— Anthony ella es Charlotte, mi prima — Su amigo parecia querer reirse al igual que ella ante la ignorancia de Dominick — Lottie, el es Anthony Bridgerton el amigo de quien te hable hoy por la mañana.
Charlotte respiro hondo mientras bebia una copa de vino junto a Lady Dambury, ya no queria pensar en el pasado, suplicaba internamente que Dominick regresara de España pronto y pudiera regresar a la brevedad a Venecia.
— Charlotte.
El corazón de la castaña se detuvo, por lo que pareció una eternidad debido a esa voz tan distintiva que había pronunciado su nombre, al girarse se encontró con aquellos ojos profundos que tanto había anhelado. Los ojos de Anthony parecieron iluminarse ante su presencia para convertirse en cuestión de segundos en un par de ojos llenos de ira y confusión.
— ¿Como..? ¿Cuando...?
— Vizconde Bridgerton que gusto verle esta noche, respondiendo a su pregunta Lady Charlotte, está aquí únicamente por esta temporada, señor Bridgerton — Lady Dambury responde sagazmente y con cierto tono autoritario.
— Volvere a Italia cuando mi primo Dominick regrese de sus negocios en España.
— Señorita Bridgerton, se ve hermosa esta noche. Ella es Daphne Bridgerton la hermana del vizconde, Charlotte — Lottie miro el rostro de la que recordaba como a una niña hasta hacia unos años cuando Anthony y ella estaban por concretar algo, vaya que habia crecido. — Es su primer temporada.
— Eras una niña la ultima vez que te vi, Daphne. Te has convertido en una mujer muy hermosa.
— Gracias, aunque debo decir que tu eres mucho mas hermosa a pesar de todos los años que han pasado.
— Entonces, Lady Charlotte .... ¿Cuanto dice que se quedara en Londres? No me diga que regreso para romper mas corazones de los que ya rompio antes de irse — El cuerpo de Lottie comenzaba a temblar y su voz no salia, la dureza en las palabras de su gran amor eran dolorosas.
— Oh señor Crane ¿Por que no saca a bailar a la señorita Wright? — El duque que aparece justo a tiempo parece algo confundido pero asiente ofreciendo su mano, Lottie traga con fuerza pero toma la mano del hombre y huye con este a la pista de baile. No podia evitar que el reencuentro con Anthony fuese tan absolutamente doloroso, su corazon ardia de dolor, queria llorar con fuerzas.
— ¿Se siente bien, Lady Charlotte? — Ella solo pudo asentir suavemente mientras bailaban, solo deseaba tener que irse de ese lugar a toda prisa — Puedo ordenar a mi gente que le acompañen a la casa del duque, acompañada de su doncella por su puesto, le dire a Lady Dambury que se sintio indispuesta.
— Debo buscar al duque, no puedo irme asi nada mas.
— Le acompaño entonces, a buscarlo.
Simon parecio aliviado cuando la encontro con la mirada en uno de los salones mas pequeños y se acerco hasta el duque Crane y ella, la castaña comenzaba a temblar y eso avecinaba una de sus tantas fiebres.
— Lottie ¿Te sientes bien? — La voz de Simon parecia preocupada al verla llena de temor — Hablame, lottie ¿Que paso?
— Nada, solo creo que tengo fiebre y me gustaria recostarme.
— Yo le explicare todo a Lady Dambury, no se preocupen.
— Gracias, señor Crane.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro