Agente secreto
HABRÁ sido un cable defectuoso -nos dijo Pope mientras que estábamos sentados frente a la casa quemada que se caía a cachos-
La casa era de madera. Simple leña -añadió Kiara-
Ardió a lo bestia -siguió Cleo-
Pero estamos vivos -traté de mejorar el momento aún con mi cabeza en el hombro de JJ viendo mis manos manchadas de negro al igual que la cara, brazos y ropa de los demás-
Lo que está claro es que al de arriba no le gustas -añadió JJ a lo que levanté la cabeza para darle una mala mirada- lo siento
Grace tiene razón, estamos vivos -dijo Kiara formando otro silencio-
SARAH, ¿cuando llegará el piloto? -le preguntó John B-
Puede que en una hora -respondió ella- mi padre dijo que podríamos irnos en cuando llegue
Por mucho que quiera pirarme de casa otra vez, no puedo -negó Pope-
Pope, que es El Dorado -le recordó JJ- escápate por la puerta de atrás
Vaya consejo -negué con la cabeza aún sentada en una de los tablones de madera del muelle mientras que JJ estaba entre mis piernas y yo abrazaba su espalda-
Siempre me funciona -levantó la cabeza para verme- manual para situaciones chungas. Si no quieres afrontar un problema, da la vuelta y sal corriendo
No voy a hacer eso, ¿vale? -negó Pope-
Solo quiero que vengas, tío -respondió JJ-
Estaré. Nos vemos en la pista en una hora -nos miró él-
Una hora, Pope, ni un segundo más -le recordó el rubio-
Déjame hablar a mi. A tu madre le caigo bien -dijo Cleo acompañándolo-
¿Vamos a casa? -le pregunté sujetando sus hombros para poder verle la cara- y nos despedimos de Clarisse y Nick
Vale -aceptó él tomando mis piernas para no caer cuando me llevó en su espalda- volveremos. Siempre he querido ir a Sudamérica. Buen surf, maría barata. Os vemos en la pista
Hasta ahora -me despedí colocándome mejor en su espalda- hueles a parrilla
Antes casi no quedamos como un bistec quemado en el château -me recordó a lo que yo asentí con la cabeza-
Nos podríamos dar una ducha -le dije con una pequeña sonrisa-
¿Juntos? -preguntó JJ-
Si quieres -me encogí de hombros. Evité soltar una risa cuando aceleró el paso-
DESPUÉS de una larga ducha, tomar algunas camisas y pantalones, mi usual botiquín de emergencias y darle bastantes mimos a nuestra hija, decidimos que teníamos que irnos ya.
Entonces, decidiste ir -asintió Nick apoyado en una mesa alta de la cocina mientras JJ seguía en el cuarto de la menor-
Sí -afirmé- ¿estás seguro que podrás cuidarla?
No te preocupes por eso. Está en buenas manos -me respondió a lo que yo caminé hacia él y le abracé-
Gracias, Nick. Eres el mejor tutor legal que alguien podría tener -sonreí volviéndome a separar-
Ya lo sé -rió con falso ego. Luego miró hacia arriba y supe quien estaba detrás mío- cuidala, ¿vale? Quiero que volváis sanos y salvos
Sí, señor -hizo un saludo militar para luego acabar en un abrazo-
¡Te queremos, Nicholas! -le recordé mientras íbamos hacia la puerta-
Y yo a vosotros -contestó. Cerré la puerta detrás nuestro y subí al coche-
¿Sabes conducir esto? -me preguntó JJ. A mi primo le gustaban los coches antiguos-
Hay cosas que no sabes de mi -reí con voz misteriosa. Arranqué el coche y comencé a conducir hacia la pista-
¿DÓNDE están? -JJ soltó la mochila desesperado- subimos a la furgo y los recogemos
Dales cinco minutos, ¿eh? -pidió John B-
Ahí están Pope y Cleo -señaló Sarah-
¿Nos esperabais? -preguntó Cleo bajando de la moto-
Pues sí, llegáis tarde -respondió JJ-
No le hagáis caso -negué con una sonrisa divertida-
¿Has conseguido convencer a tus padres? -le preguntó el rubio-
Lo ha hecho Cleo -respondió Pope-
Que orgullosa estoy de ti -la señalé con orgullo a lo que ella rió mientras correspondía mi abrazo-
Oye, ¿dónde está Kie? -preguntó Pope-
Ni idea. Serán sus padres, tío. No la dejan en paz -respondió Sarah-
Le habrán dicho que no. Tendremos que ir sin ella -nos dijo Pope-
Ya, eso no va a pasar -negué con la cabeza- iré a buscarla. No tardaré nada
¿Qué? No -negó JJ-
En serio, no tardaré nada. Solo dejadme...¿una hora? -pedí sacando las llaves de mi bolsillo-
Está bien -aceptó John B-
¡Nos vemos en una hora! -les prometí tras dejar un pequeño beso en los labios del rubio y fui hacia el coche. Ninguna de las llaves era la correcta pero sonreí aliviada cuando por la ventana entraron otro manojo de llaves- ¡Gracias, cariño!
Te quedan 59 minutos -me recordó Pope. Me fui de allí escuchando las buenas hacia JJ ante el apodo que le había dicho-
SEÑOR y señora Carrera, ¿estáis bien? -pregunté tras salir del coche y verles sentados en las escaleras en silencio-
Kiara no está aquí -me respondió Mike a lo que yo fruncí el ceño-
Me lo voy a creer -asentí con la cabeza autoconvenciéndome- ¿dónde está?
No la vas a ver durante un tiempo -añadió Anna-
La habéis llevado a ese internado cutre, ¿no? Creo que eso os hace falta a ustedes. ¿Habéis perdido la cabeza? Vuestra hija está perfectamente, el problema sois vosotros y vuestras estupideces -negué con la cabeza metiéndome en el coche. Saqué mi mano y les di un para nada bonito gesto para luego comenzar a conducir-
TRATANDO de recordar los nombres de los catálogos que Kiara me había enseñado sobre los diferentes internados, solo recordé uno y deseé que fuera ese.
Kitty Hawk.
Suspiré evitando los nervios al llegar a la puerta y ver al de seguridad
Hola. Buenos días -saludé con una sonrisa incómoda- vengo a traerle algo a Marta, la consejera del campamento. Es mi hermana. Es su cumpleaños
Pase -aceptó él. Yo agradecí con una media sonrisa y aparqué junto a los demás coches-
Hola -saludé a una chica que tenía cara de amable- soy la nueva empleada de aquí y estoy un poco desorientada
Melanie -asintió la mujer a lo que yo le sonreí en respuesta- te estábamos esperando. Bienvenida
Gracias -le respondí-
Me llamo Dakota -se presentó la mujer- seré como tu guía. Esta es tu habitación, ya tienes el uniforme preparado y tienes que encargarte de las actividades
Entendido. Gracias por su ayuda -le respondí tomando la llave que me daba. Abrí la puerta y miré la habitación. Podría ser mucho peor-
ME había puesto unos pantalones color beige ajustados y un polo de manga corta verde fuerte con el nombre del lugar.
Había añadido una gorra para intentar verme menos ridícula y me recordé el motivo por el que hacía esto.
Salí de allí y estuve unas dos horas con una estúpida lista haciendo actividades a los demás hasta que la misma mujer de antes, Dakota, me dijo que tocaba la comida.
Tienes que entregarle esta bandeja a la persona que esté ahí dentro -señaló una cabaña apartada- es una habitación para pensar. Esta es la llave
Vale -asentí con la cabeza. Fui hacia el lugar, abrí la puerta y entré dejando la bandeja. Solté una risa al ver a Kiara aburrida rayando el suelo de madera- creo que esto es peor que Azkaban
¿Grace? -preguntó Kiara levantándose rápidamente- ¿Qué haces aquí? ¿Por qué llevas eso?
Se me ha ocurrido un buen plan -me encogí de hombros- a la noche volveré a por ti, ¿vale? Te sacaré de este lugar
Gracias -sonrió ella. Asentí con al cabeza y salí del lugar volviendo a cerrar la puerta. Fui sacando la llave del manojo con disimulo y se las devolví a Dakota-
DESPUÉS de un par de horas de aburrimiento, volví al lugar donde se encontraba Kiara pero estaba vacío
Mierda -suspiré girandome para irme. Ladeé la cabeza al ver algo pintado en la pared: P4L. Cabina 6- ¡esa es mi chica!
Buenas noches -me saludó uno de los guardias que pasaba por ahí-
Buenas noches -respondí tratando de lucir normal. Fui hacia la cabaña 6 y con una de las horquillas que llevaba en mi peinado, abrí la puerta y caminé por el pasillo tratando de hacer el menor ruido posible- ¿Kie? ¿Kiara? ¿Dónde estás?
¿Qué haces aquí? -preguntó una chica encendiendo la luz-
Siento haberos despertado -hice una mueca viendo cómo las demás comenzaban a mirarme desde las camas- estoy buscando a...
Mi -completó Kiara. Yo le sonreí y estiré mis brazos haciendo que salte de la cama para abrazarme con fuerza-
Me la llevo, ¿vale? -les dije con naturalidad dejándola en el suelo para ir hacia la puerta- no digáis nada. Es todo fruto de vuestra imaginación y sueño
Gracias por venir -me dijo Kiara mientras corríamos a la salida-
Es un honor -hice una reverencia dejando el cartel del campamento atrás- ¿Tengo cara de Melanie? Porque esa mujer se lo ha creído
¿Melanie? -rió Kiara pero me frené en seco al ver que el coche no estaba-
Te prometo que mi coche estaba aquí -señalé-
¿Segura? A lo mejor era un sitio parecido o... -me respondió pero yo negué con la cabeza. Miré hacia afuera cuando escuché una bocina idéntica a la del viejo coche por lo que corrí hacia la salida y solté una risa alegre al ver a JJ allí-
¿Pero qué haces aquí? -le pregunté aún a varios metros de él-
¿Creías que podías hacer una misión secreta de rescate sin mi? -me respondió él descruzando los brazos. Salté a estos y lo abracé con fuerza- hola, Kie
Hola -saludó ella caminando hacia nosotros. Me bajé de los brazos de JJ y miré a ambos-
Los demás ya se han ido pero he conseguido a alguien que nos va a llevar -presentó el rubio-
Me asusta preguntar quién -le respondí-
Lo tengo todo controlado -aseguró él-
Pues no hay más que discutir -me giré para ver a Kiera pero luego volví a mirarle- dime que has traído la mochila contigo. No aguanto más con esta ropa
¿No? Pero si eso verde te sienta genial -se burló JJ abriendo la puerta del coche y subiendo el asiento. Kiera se sentó y nosotros dos delante-
Toma -me dijo Kiara dándome la mochila. Miré a JJ con una sonrisa y dejé un pequeño beso en sus labios-
¿Ya vas viendo por qué me casé con él? -le pregunté a Kiara en burla-
VUELO a Sudamérica con aerolíneas Barracuda -presentó JJ. Mike Barracuda era el dueño de nuestro pasaje a Sudamérica- ¿Qué más queréis?
Estamos seguros de hacer esto, ¿verdad? -les pregunté a los dos soltando una pequeña risa-
Yo no tengo que ir a otra parte. ¿Y vosotras? -preguntó JJ-
Yo tampoco -negó Kiara-
Sé que esto sonará muy cliché pero mi lugar es donde vosotros estéis -me encogí de hombros mientras me abrazaba a la sudadera de JJ que llevaba puesta. Ambos me miramos y sonrieron a la vez por lo que entrelacé mis brazos con los de ellos y subimos al avión-
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