𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀 (𝟎𝟎𝟏)
Jungkook veía a su prometida bailar divertida mientras meneaba la escoba al compás de sus movimientos, traía una camisa de él puesta, este llegaba arriba de sus muslos, mostrando la desnudez de sus piernas.
No había notado la presencia de este ni el sonido de la puerta ya que tenía el volumen de la música muy alto, no temía a que los vecinos se molestaran por su escándalo matutino, pero a pesar de ello, eso a ella le daba igual, estaba en su casa y podía hacer el ruido que quisiera.
Desde hace un año, ambos habían formalizado su relación, luego de aquella noche donde desataron su deseo sin haberse conocido, decidieron que irían con calma, aunque Meloine a veces rompía con aquella regla de no volver a tener intimidad hasta ser novios, caía en sus remotos deseos donde ella volvía loco de placer a Jungkook o este la follaba muy bien.
—¡Loveeeeeeeeer! —cantaba la castaña, simulando la voz de Taylor Swift, su cantante favorita. —Ladies and gentlemen, will you please stand? With every guitar string scar on my hand, I take this magnetic force of a man to be my loveeer.
La mascota de Jungkook la observaba alegremente, era de esperarse esa actitud entusiasta de su nueva ama, a pesar que el canino era un poco sensible a los ruidos extremos, Bam no tenía problema en ver a su dueña disfrutar del día y que luego de terminar esta, pasara un rato con él y le diera su rutina de cosquillas y caricias.
Tanto el dueño como la mascota estaban encantados de tener a aquella mujer deslumbrando el hogar con su autentica esencia femenina que alegraba el lugar y que cada día que Jungkook la viera, lo hacía tan acogedora.
El pelinegro decidió acercarse cautelosamente a ella, sus pasos eran sigilosos mientras tenía una sonrisa en el rostro.
—¡Eso hermosa, alócate! —exclamó, tomando su cintura, asustándola al instante.
—¡Jeon, me asustaste!—este rió al ver su cara de asombro. —¿En qué momento llegaste? No te escuché entrar.
—Estabas bailando tan alegre que decidí guardar silencio y disfrutar del espectáculo.
Jungkook bajó sus manos maliciosamente hasta tocar su trasero redondo y apretarlo a su gusto, sacándole un gemido a la castaña.
—¡Eres un pervertido!
—A ti te encanta que lo sea. —dejó una mano descansando en su cintura y la otra la colocó en su mejilla para acercarla a su rostro y besarla. —Te extrañé tanto. —susurró sobre sus labios al dejar de besarla.
—Solo fueron tres días, pero no negaré que me hiciste falta.
—Aunque sólo sea un día, sabes que siempre me hará falta tu calor y compañía. —volvió a besarla, sintiendo el sabor dulce de sus labios, haciéndolo suspirar. —A parte, extrañaba besarte y ver tus lindos ojos. —observó sus ojos verdes que lo miraban con ternura y devoción.
Meloine lo veía embobada y no pudo evitar sonreír al saber el gran efecto que causaba en el pelinegro. Jamás se había sentido tan plena y feliz, pero desde que conoció a Jungkook, todo empezó a pintarse de color en su vida, incluso su madre estaba emocionada por tener a un yerno como él.
—Te tengo una sorpresa. —exclamó Jungkook, sacándola de su trance.
—¿A sí? Me encantan las sorpresas. —sonrió y besos sus labios, deleitándose del sabor de estos.
[...]
Meloine reía por cada ocurrencia que decía su prometido, todo lo que contaba con detalle y agregándole un poco de diversión a cada cosa que hizo durante su viaje de negocios a Busán.
—Y no pude evitar reírme al ver el niño caerse, aunque si me gané miradas acusatorias por parte de su madre.
—Te entiendo, pero debes ser más discreto la próxima vez, no vaya a ser que te golpeen por tu forma tan positiva de reaccionar ante situaciones como esa.
—Lo tomaré en cuenta... —Jungkook la miró por un momento, admirando su belleza irreal, carraspeó un poco y soltó un leve suspiro, dejando confundida a la castaña. —por cierto, sé que te dije sobre tu sorpresa, así que, señorita Scott, ¿gusta acompañarme a un lugar?
—Claro, señor Jeon. —exclamó ella, gustosa.
Ella tomó su mano que le había tendido y siguió a Jeon, quien la llevaba entusiasmado hacia aquel lugar adornado de luces doradas.
Él había decidido llevarla a cenar en su restaurante favorito, había reservado el lugar solo para ellos dos en especial, un lugar donde Jungkook había adornado para ella, quería que todo fuera especial para su prometida.
—¡Y llegamos! —mencionó Jungkook, mientras tomaba de los hombros a la castaña y la posaba frente a él, para que observara el espacio donde estaban. —No hay ningún minuto en que no deje de pensar en ti Meloine, eres como una adicción para mí, algo que me motiva a seguir vivo día con día, eres la mujer perfecta para mi vida, todo de ti me encanta.
Meloine sintió lágrimas recorrer sus mejillas al escuchar ciertas palabras de su prometido.
—Es por eso, que no me cansaré de decirte lo mucho que te amo y que cada día me enamoro más de ti, se que aunque te lo haya pedido informalmente y me dieras el sí, no me quedé con las ganas de pedírtelo de una manera mejor, así que, señorita Scott...—Jungkook se arrodilló frente a ella y sacó una pequeña cajita de color rojo mostrando un anillo de un diamante dorado. —¿me haría el honor de ser mi esposa?, prometo cumplir sus mayores deseos y hacerla feliz por el resto de mi vida.
La castaña no evitó sollozar aún más y con un leve asentimiento le dió a entender el "Si".
—¡Sí, claro que acepto ser tu esposa, Jeon! —respondió con una alegría irradiante.
Jungkook se levantó e inmediatamente tomó la cintura de su mujer para alzarla y después besarla, como siempre había soñado.
Ambos habían encontrado el camino de la felicidad gracias a una noche de sexo, incluso estaban agradecidos con sus mejores amigos, ya que sin ellos, jamás se habrían conocido.
—Jamás pensé que viviría esto. —comentó Meloine luego de festejar aquel bello momento de felicidad y besar a su prometido. —Siento tantas emociones en mi cuerpo que a veces temo de sufrir taquicardia por tantas emociones juntas.
—Yo tampoco creo que esto sea real... conocerte me hizo ver tantas cosas y demostrarme a mi mismo que vale la pena luchar por una mujer segura e independiente como tú. —la miró perdiéndose en sus orbes verdes, esos que lo volvían loco.
Meloine no dudó en acercarse y robarle un beso, se le hacía tan tierno que se derretía de ternura al verlo.
—Quiero disfrutar este momento como un regalo antes de la boda. —susurró sobre sus labios para después bajar su mano hacia el miembro del pelinegro.
—Mel... —suspiró el tatuado al sentir una leve excitación por la presión de su mano sobre su masculinidad.
—Quiero divertirme un poco contigo. —besó sus labios y sonrió lascivamente.
[...]
El pelinegro había organizado una cena con ayuda de su madre para pedirle la mano, la señora Jeon irradiaba de felicidad al ver que por fin su hijo tenía una mujer que lo hacía muy feliz, esperó tanto el momento donde este le presentara a su futura esposa y hoy por fin lograría pedirle la mano a su futura nuera.
—No sabes lo orgulloso que me siento de ti hijo.—exclamó JiHyuk, su padre. —Solo queda esperar a que me hagas abuelo, este viejo hombre necesita nietos. —rió.
—No molestes a tu hijo, JiHyuk, mejor ve a poner la mesa, no tarda en llegar mi nuera y su familia.
Jungkook rió al ver cómo regañaba su madre a su papá, eran una pareja muy buena, nunca hubo problemas horribles que lo hicieran sentir incómodo en su proceso de crecimiento, siempre supieron resolver sus asuntos de forma madura, algo que admiraba de ellos.
Pronto el timbre sonó y como alma que lleva al viento, recibió a su prometida, sus ojos brillaron al verla, se veía tan hermosa, el vestido vino de seda que traía lo hacía suspirar, tomó su muñeca y la jaló hacía él para poder besarla.
—Jungkook, entiendo que adores demasiado a Mel, pero tus suegros están aquí, respeta jovencito.—mencionó MiYeon, su madre.
—¡Son tan adorables!—exclamó la madre de la castaña. —Quiero llorar...
—Tranquila mujer, mejor pasemos y démosle privacidad a ambos.
La señora Scott asintió y tomó la mano de su marido quien fue atendido por la madre de Jungkook, era un momento tan emocionante en la que compartirían sus hijos que les era inevitable no llorar por verlos tan contentos por dar un paso más allá del noviazgo.
—Te ves tan hermosa, mi corazón se saldrá de mi pecho por todas las cosas que provocas.—comentó Jungkook mientras abrazaba la cintura de la fémina.
—Tú te ves increíblemente guapo, me siento orgullosa por tener a un hombre tan divino como tu. —besó sus labios con delicadeza y tomó sus manos para llevarlo al lugar donde estaban sus padres.—Vamos que nos esperan.
Jeon asintió eufórico y volvió a agarrar su cintura, observó a la familia de su novia y supo que era el momento de iniciar la nueva etapa de su vida.
Perdonen si lo dejé hasta aquí, pero es la mitad de lo que pasará con Meloine y Jungkook.
No se preocupen, que en esta semana les traeré la última parte de este extra.
Nos leemos pronto 🫂💗
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