006. the lake and the cabin
CHAPTER SIX
❝el lago y la cabaña❞
yellowjackets season one | act. one
📍¿?, 1996
THEO OBSERVÓ CON AGOTAMIENTO las seis tumbas improvisadas. Una era para la pierna del entrenador -Theo no estaba seguro porqué pero Misty insistió. Todos los sobrevivientes estaban de pie mirando al rededor sin decir nada hasta que Van tomó la palabra.
-Antes de despegar, oí a Rachel decir que iba a ver a Oasis en Meadowlands el próximo mes. Estaba muy emocionada. Y nunca volverá a oír Wonderwall.
-Vamos, démonos las manos -pidió Laura Lee-. Rezaremos por ellos.
Theo giró la cabeza y se encontró con Jackie. Los dos hicieron muecas pero decidieron en silencio tomarse la mano por respeto al resto. Jackie tenía las manos frías, lo contrario a el, que siempre las tenía calientes.
-Rachel, acababas de mudarte de JV, así que no te conocíamos -retomó Laura Lee-. Pero, en trigonometría, nunca confundías los secantes con los cosecantes. Parecías muy lista. ¿Alguien más?
-Una vez la vi cargando un estuche para flauta -dijo Van con voz temblorosa.
-Señor, por favor acepta a Rachel Goldman en tus brazos para que pueda llenar tu reino de música. Por favor, acepta al entrenador Martinez en tu gloria también, y al sobrecargo Janet, a los pilotos Robert y Fred. Aunque camine por el valle de la muerte...
Theo sintió un apretón en su mano e inclinó un poco la cabeza para ver a Jackie al borde del llanto. Acaricio el dorso de su mano con el pulgar lentamente y Jackie lo miro con confusión.
Theo retiró la mirada y fijo la vista en las tumbas. Le caía mal Jackie, no era un monstruo sin sentimientos.
-...El Señor es mi salvación -continuó Laura Lee-. ¿A quién le temeré? El Señor es mi fortaleza. ¿A quién le temeré?
-Iré a caminar -dijo Taissa.
Theo soltó la mano de Jackie y se acercó hacia Lottie para conversar.
-Me siento un idiota, no conocía a nadie.
-No es tu culpa -dijo Lottie, acercándose para rodear el brazo de su hermano y abrazarlo.
-Lo se pero me siento mal -murmuró, pateando una roca-. Da igual, esperemos que nos rescaten pronto. El bosque me da malas vibras.
-¿Vibras? -se burló Lottie-. ¿Qué eres? ¿Brujo?
-Oh déjame en paz -Theo le empujó la cabeza y rodó los ojos antes de alejarse hacia su maleta.
-¿Es todo lo que tenemos? -preguntó Van.
-Sí, debemos racionar todo.
-Muy bien, córtalos.
Van le dio un agua a Theo.
-Compartan esta agua.
El chico le extendió un vaso a Lottie y le sirvió un poco de agua para luego servirse el. Shauna le extendió media galleta.
-Gracias.
Travis se levantó y se acercó al círculo y se robó tres galletas antes de alejarse.
-Idiota -murmuró Theo.
-Quizá no te diste cuenta, pero tenemos una situación, flex -le reclamo Lottie.
-No le digas así -dijo Natalie.
Theo frunció el ceño confundido. Lottie rodó los ojos.
-¿Quién murió y lo hizo el rey de los snacks?
-Su papá, Lottie -replico Natalie-. Literal, su maldito papá.
-Nat tiene razón -dijo Jackie-. Debemos darle espacio.
-Supongo que está bien que nos muramos de hambre para cuidar sus sentimientos -dijo Mari con sarcasmo.
-No nos moriremos de hambre -negó Jackie-. ¿Sí? Cuando llegue el rescate...
-Si es que llega -interrumpió Van de mal humor.
-No digas eso.
Todos se quedaron en silencio y Theo mordió su galleta desanimado. Shauna habló primero.
-Es decir, han pasado tres días.
-Vendrán -aseguró Jackie-. Van a venir.
Theo se quitó la sudadera y la puso sobre sus piernas aburrido. Ya había terminado su libro, tenía mucha hambre, sed y ya no sabía que hacer para fingir que nada estaba pasando. A Lottie le quedaba una sola pastilla y a el no le quedaban más de cinco.
Eso es un problema y uno grande.
-Chicas, hay un lago -dijo Taissa corriendo hacia ellas-. Hay un lago, lo vi desde esa colina. Está como a seis u ocho kilómetros.
-¿Podemos llegar caminando?
-Está rocoso, pero sí.
-No podemos solo irnos -dijo Jackie levantándose.
-Tenemos dos días de agua, como máximo -dijo Taissa-. ¿Luego qué? ¿Nos sentamos y morimos?
-¿Y si llega el rescate?
-¿Crees que se están tardando a propósito? Si supieran dónde estamos ya habrían llegado.
-No sabes eso -negó Jackie.
-Dios santo, Taylor -dijo Theo rodando los ojos-. Si llegaran a venir vamos a ver el maldito helicóptero o lo que sea en el cielo, podemos volver.
-¿Qué opina, entrenador? -le preguntó Laura Lee.
-No sé -negó-. Es decir, tendrán que dejarme, supongo, pero como sea.
-Podríamos hacerle una camilla.
Jackie rió.
-Muy bien.
-Nos turnamos para cargarlo...
-¡No! -dijo Jackie-. Son tonterías, yo digo que no. ¿De acuerdo? Claro que no.
-Vamos a votar. Todos a favor de esperar aquí -dijo Taissa y un par levantó la mano pero eran menos de la mitad-. Todos a favor del lago.
El resto levanto las manos y Theo notó que Jackie miraba a Shauna como si hubiera cometido el peor acto de traición conocido en la humanidad. Rodó los ojos.
-Ya está resuelto. Tomen sus cosas.
-¿Por qué quieres ir? -preguntó Lottie de mal humor-. Hay que caminar.
-Entrenas tres veces a la semana -dijo el sonriendo-. No seas quejica.
Lottie le sacó la lengua a lo que Theo copio su acción. Luego de que todos agarraron sus cosas, partieron camino al lago. Theo se acercó a Jackie mientras caminaban.
-Que Shauna sea tu amiga no significa que tiene la misma opinión que tu.
-No recuerdo haberte preguntado.
-No necesito que me preguntes -dijo negando-. No te enojes con ella por esta estupidez, mira donde estamos. No es momento para enojarse con tu mejor amiga.
-Lottie, ¿puedes decirle a tu hermano que si no se calla voy a golpearlo? -la chica la miro confundida-. Gracias.
-Que amable, Taylor -dijo el rodando los ojos-. Me alegra que congeniemos tan bien.
-Voy a golpearlos a los dos si no se callan -dijo Van interrumpiendo.
Los dos se miraron mal y Theo se fue junto a Natalie que también estaba cerca de Lottie. Caminaron durante un rato más antes de que Lottie hablara:
-¿A que huele?
-A culo -dijo Theo con una mueca.
Apenas dijo eso, vieron el cadáver de un oso con los intestinos afuera. Tenía un cuervo encima, comiendo como si nada.
-Voy a vomitar -dijo Jackie.
-¿Qué pudo hacer eso? -preguntó Shauna.
-Un lobo, quizá -dijo el entrenador.
-¿Pueden matar a un maldito oso? -preguntó Natalie alarmada.
-Los lobos matan cualquier cosa si la manada es grande -explicó Theo-. Es un poco tétrico.
-Sigamos avanzando -dijo la rubia antes de empujar el hombro de Theo para que avanzara.
Theo le empujó la cabeza y Natalie sonrió antes de que los dos hicieran una corta carrera.
-Está más lejos que seis kilómetros -se quejó Natalie luego de un rato-, ¿y si nos pasamos?
-Por el ángulo del sol, estaba a la izquierda del norte -dijo Taissa.
-Genial -dijo Jackie-. "Izquierda", eso suena preciso.
-No soy una maldita cartógrafa.
-O quizá viste un espejismo -siguió Jackie.
-¿Eres capaz de no quejarte por cinco segundos o es muy difícil para ti? -preguntó Theo.
Jackie iba a contestarle pero Van se adelantó, dejando de caminar para gritar un:
-¡Rayos! ¡Carajo, sí, perras!
Y salió corriendo.
Natalie la siguió y luego todas empezaron a correr. Theo dejo que Lottie y Shauna pasaran antes de correr el y dejar caer sus cosas en el suelo. Se quitó la camiseta y la lanzó antes de quitarse el pantalón y lanzarse al agua junto a Van.
No le importó que el agua estuviera fría y se hundió.
Cuando volvió a la superficie sacudió la cabeza, cosa que terminó con su cabello goteando en su frente y notó que Jackie, Natalie y Mari lo miraban.
Nadó hasta la chica rubia y le tiro agua.
-Metete.
-Esta helada -se quejó ella.
Theo tomó su mano y tiró de ella, logrando que Natalie cayera de cara al agua y se hundiera un segundo antes de salir, tomar aire y golpearlo en el pecho a lo que el rio a carcajadas.
Jugaron un buen rato en el agua, salpicándose entre los dos hasta que Theo le preguntó si quería nadar un poco más al fondo, a lo que Natalie le dijo que sí y los dos hicieron una competencia. Se alejaron del resto del grupo y cuando ya no tocaban el fondo pararon.
-¿Crees que vengan? -preguntó Natalie, dejando su cuerpo flotar en la superficie.
-Quiero pensar que si -dijo Theo, moviendo las piernas para no hundirse-. Aunque lo dudo. Tres días es mucho, ya deberían estar aquí.
-¿Que vamos a hacer? Estamos en medio de la nada.
Theo no sabía que contestar y fue salvado por el grito de su hermana, que estaba de pie mirando a un punto entre los árboles.
-¡Chicas! ¡Miren!
Elevó la mano, mostrando que había un pequeño destello entre los árboles. Theo y Nat se miraron antes de nadar de vuelta lo más rápido que podían.
-¡Chicas, hay algo en la colina!
Todos salieron del lago y se pusieron la ropa otra vez y decidieron ir a investigar que había. No tardaron mucho en llegar, encontrando una cabaña que lucía abandonada.
Corrieron hasta la puerta y tocaron, solo por si acaso.
-No veo a nadie.
-¿Hola? -gritó Taissa-. ¿Hay alguien en casa?
Jackie abrió la puerta y la mayoría entró. Theo vio que Lottie no se acercaba y frunció el ceño pero decidió que le preguntaría después. El chico se relamió los labios y entró a la cabaña, que olía un poco raro pero supuso que era la humedad.
Estaba cubierto en polvo, hojas, había telarañas por todas partes y olía a podrido.
-Quizá salieron a caminar.
-Nadie vive aquí -negó Theo-. Nadie usa este lugar desde la prehistoria.
-Revisen la alacena para ver si hay comida -dijo Taissa-. Las demás, busquen cosas que podamos usar. Primeros auxilios, linternas, herramientas.
Jackie salió de la despensa con una lata abierta y Taissa la miro mal. La chica Taylor vio dentro de la lata y la soltó, desparramando la comida podrida en el suelo.
-Por eso debimos quedarnos en el avión.
-¿Sí? Pues no fue así -dijo Van-. ¿Y esto en qué nos ayuda?
-Esto es una maldita pesadilla -escupió Jackie antes de salir del lugar hecha una furia.
Theo rodó los ojos y se dedicó a mirar las herramientas colgadas en la pared de la cocina. Habían varias cosas como un serrucho, cuchillos y demás. Van salió con una pila de revistas y las dejo caer sobre la mesa.
-Bueno, ¿qué tal? No se preocupen, quizá estamos en medio de la nada, pero al menos tenemos pornografía.
Más de una se acercó y Theo rió en voz baja. Travis tomó una revista al lado de Mari, los dos se molestaron mutuamente hasta que Mari preguntó.
-¿Ustedes se masturban con esto?
-No, odiamos eso -dijo Travis sonriendo con nerviosismo-. No puedes ni saber cuál es su libro favorito.
Van soltó un "ja, ja" y Travis salió de la cabaña. Natalie lo siguió y Theo fue a buscar a su hermana, que estaba sentada en un árbol con la vista perdida.
-Señorita -la saludó, sentándose con las piernas cruzadas en frente de ella-. ¿Qué pasa?
-No me gusta este lugar -murmuró-. Me da mala espina.
-Si es un poco raro -asintió Theo sonriendo-. Pero es mejor que dormir al aire libre, ¿no?
-¡Carajo! -gritó el entrenador y los dos voltearon a mirar sobresaltados. Estaba boca abajo en el suelo-. ¡Dios! ¡Carajo, carajo! ¿Por qué? Maldita sea. ¡Púdrete! ¡Vete al carajo!
Theo se levantó primero y ayudó a su hermana a ponerse de pie. Ambos se acercaron junto al resto. Lottie abrazó el brazo de Theo y apoyó la cabeza en su hombro.
El entrenador siguió gritándole a su pierna y luego notó a todos mirándolo por lo que les gritó:
-¿Qué carajos quieren? -Misty trató de acercarse pero el le lanzó un golpe-. ¡Aléjate de mi Misty!
La rubia tomó aire y volvió a acercarse, tomándolo por debajo de los brazos y ayudándolo a sentarse. Su labio sangraba pero no parecía importarle.
-Ven aquí. Está bien.
-No puedo... -lloriqueo-, no puedo estar así. ¿Por qué no me morí?
-Porque te necesitábamos -murmuró Misty-. Y estoy aquí para ti, Ben.
Theo puso una mueca confundida y Lottie negó, bajando la mirada.
-Esto es un poco raro -susurró Theo confundido.
-Misty esta enamorada de el -susurro Lottie con una mueca-. Es extraño pero ignóralo.
Theo hizo un gesto como si fuera a vomitar y recibió un golpe en la cabeza por parte de su hermana.
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