003. reunion
CHAPTER THREE
❝reunion❞
yellowjackets season one | act. one
📍New Jersey, 2021
THEO MIRABA FIJAMENTE la postal en su mano, intentando no demostrar expresión alguna. La música ambiental del bar era lo único que sus oídos escuchaban, por elección propia pues la bartender a veces le hablaba pero Theo decidió no prestarle atención.
Tomó la mitad de su vaso de agua y sacudió la cabeza antes de dejar un par de billetes y salir del lugar. Se subió al auto y mientras buscaba las llaves escuchó:
-Hola.
El primer instinto de Theo fue dar un codazo hacia atrás y rápidamente escuchó los quejidos de Natalie.
-¡Maldita sea, Theodore!
-¿Yo? -dijo indignado-. ¿Cómo mierda te metiste en mi auto, Natalie?
-¡Estaba abierto! Hijo de... -se quejó, con las manos sobre la nariz-. No pensé que nuestro reencuentro sería así.
-Creí que estabas en rehabilitación -dijo, aún un tanto asustado.
-Salí hace... -Nat se inclinó hacia adelante, agarrando el brazo de Theo y revisando su reloj-. Ocho horas.
-Okay... -Theo observó como Natalie se metía entre los asientos y se sentaba en el asiento del copiloto-. ¿Y que haces en mi auto?
-¿Recibiste una postal? -preguntó, mirándolo fijamente.
Theo se tensó.
-Sí, ¿por qué? ¿Tu también?
-Prende el auto, vamos a seguir a Misty.
Natalie se acomodó en el asiento y cerró los ojos con tranquilidad mientras Theo la miraba con completa confusión.
-No voy a seguir a la loca.
-Si lo harás -asintió-. Esta en una cita en ese restaurante de al lado, hay que ir a su casa y esperarla allí.
-Eso es invasión a la propiedad privada -dijo Theo-. Soy un abogado no me puedo meter ilegalmente a una casa.
Natalie se dio la vuelta y sacó un rifle de los asiento traseros. Theo la miro como si le hubiera salido un tercer ojo.
-¿Por qué carajos tienes un rifle?
-La voy a amenazar hasta que confiese que ella mandó las postales -Nat dejó el rifle en el suelo y miro a Theo-. Prende el jodido auto antes de que te golpee como venganza.
Conociéndola, no mentía, por lo que Theo tomó las llaves y salió del estacionamiento.
Theo estaba sentado en la mesa de Misty junto a Nat, que tenía el rifle en la mano. Los dos estaban en completa oscuridad cuando la puerta se abrió y Misty entró con un hombre.
-Entonces, ¿es un pájaro o...?
-Stan, eres tan chistoso -rió la rubia-. Ahora, Calígula es un poco protector conmigo. Pero es puro show, es muy dulce, en serio. Pero cubre tus ojos si se te acerca a la cara.
Misty aplaudió dos veces y la luz de la sala donde estaban Theo y Nat se prendió. El castaño parpadeó un par de veces para acostumbrarse a la luz y levantó la mano como forma de saludo.
-Hola, Misty -dijo Nat-. Maldita perra loca.
-Muy bien, sí -asintió Stan-. Me voy de aquí.
-Hola, chicos -dijo sonriendo-. Hace tiempo que no los veo.
-No has cambiado -dijo Natalie-. Supongo que sabes por qué estamos aquí.
-La postal -supuso.
-Sí -Nat sacó su postal del bolsillo trasero y asintió-. La maldita postal.
Lanzó la postal en dirección a Misty quien la recogió y la observó como si fuera la primera vez que ve una. Theo ya sabía que había en ella. Solo el maldito símbolo.
Nada más.
-Entonces, ¿qué significa?
Nat tomó el rifle y lo apuntó hacia Misty. Theo suspiro e iba a interponerse pero le basto una mirada de Natalie para quedarse en su lugar.
-Tú dime.
-Creen que... -rio-. Espérenme un segundo.
Misty comenzó a caminar y Nat le hizo una seña a Theo de que las siguiera, sin dejar se apuntarle a la rubia. Los tres caminaron hasta la cocina y Misty sacó otra postal de un cajón.
-Yo no la envié, tontitos. ¿Ven? Yo recibí una también. Llegó por correo hace una semana. Es de una aplicación en línea, el sello en el sobre es inservible.
-Podrías habértela enviado a ti misma -dijo Theo, observando el lugar.
-Bueno, podría preguntarles lo mismo -alzó los hombros-. Entonces, tendremos que creer los unos a los otros. ¿Quién sigue en su lista de sospechosos? Yo tengo muchas teorías, ¿quieren decirme las suyas primero? Aunque, primero, ¿desde cuando están juntos otra vez?
-No estamos juntos -negó Theo-. Se metió en mi auto y me obligó a venir.
Nat le dio un codazo en la nariz que hizo a Theo retroceder unos pasos antes de subir la mano con una mueca.
-Te odio.
-Igual que siempre -dijo Misty sonriendo-. ¿Quieren algo de beber? Tengo té, tengo agua de coco, tengo jerez en la alacena.
-Necesitaré algo más fuerte que eso -murmuró Nat, bajando el rifle.
Y tan rápido como eso, volvieron a un bar.
Theo volvió a pedir un agua, Nat tomaba cerveza y Misty no se había pedido nada.
-¡Me pidieron algo de beber!
Iba a tomar la cerveza de Nat pero ella la tomó y se tomó todo lo que quedaba. Theo soltó una risita y tomó un sorbo de su vaso.
-No puedo creer que jamás había venido -dijo Misty analizando el lugar-. Es tan provocador.
-Entonces, ¿qué tienes? -preguntó Nat.
-Bueno, si he aprendido algo de la comunidad de Ciudadanos Detectives... -dijo Misty abriendo su caja.
-¿La qué? -preguntó Theo.
-Ciudadanos Detectives -repitió-. Somos como investigadores privados, pero nadie nos contrata ni pide nuestra ayuda. Trabajamos juntos en línea para resolver casos sin pistas. Desapariciones, asesinatos, es súper divertido. Entonces, me he estado preguntando, ¿qué quiere la persona que envió estas postales?
-Recibir una denuncia -murmuró Theo.
-Asustarnos -contestó Nat-. Confundirnos. Hacernos pensar... en lo que pasó allá. Obviamente, es una amenaza.
Nat agarró un puñado de papeles de la caja de Misty y las esparció sobre el mesón. Había recortes del periódico sobre la boda de Shauna, panfletos de Taissa postulándose como senadora, Theo en algunos juicios...
-¿Quién es Jessica Roberts? -preguntó Nat, tomando una tarjeta.
-Dice que es reportera, pero creo que miente -explicó Misty-. Ha estado husmeando. Dice que tiene un trato para un libro, pero...
-Y ella cómo sabe de... ya sabes.
-Quizá alguien habló -dijo Misty alzando los hombros.
Nat sacó otro papel, donde se veía una foto de la licencia de un chico que Theo asumió que era Travis.
-¿Hallaste a Travis?
-Sí -asintió-. Hablando de alguien que no quería ser encontrado.
-Aquí tienen, damas y caballero, lo manda el caballero de allá atrás -dijo una mesera-. Dice que es su bebida favorita.
Un hombre se les acercó y Theo lo miro mal aunque el no se molestó en mirarlo pues tenía la mirada puesta en Natalie.
-Hola.
-Hola.
-Realmente eres tú -murmuró. Misty lo saludo y salió de su trance para saludar-. Hola, soy...
-Kevyn -dijo Misty sonriendo-. Soy Misty. Misty Quigley de la clase de español.
-Misty, sí, claro -asintió-. Cielos... Natalie.
Theo rodó los ojos, llevando el vaso a su boca nuevamente mientras Nat volvía a hablar.
-Me da gusto verte.
-Sí, igualmente -se quedaron en un silencio incómodo por un segundo hasta que decidió volver a hablar-. Perdón, ¿este es un mal momento? ¿Están en medio de algo?
-Sí -contestó Theo, sonriendo sarcástico-. Fuera.
-Bien, entiendo -se alejó un poco, mirando a Theo un tanto asustado-. Bueno... no sé cuánto tiempo te quedarás pero por si acaso... te dejaré esto.
Kevyn dejó una tarjeta con su información sobre la mesa. Theo alcanzó a leer que es detective.
-Si quieres ir a tomar algo, dentro de otros veinte años, ya sabes donde encontrarme.
-Rayos -dijo Misty una vez se fue-. Si alguien me hubiera dicho que el raro y gótico de Kevyn Tan se pondría así de adulto... ¿No solían ser amigos?
-Mejores amigos -Natalie ignoró la mirada de Theo y volvió a tomar la hoja-. ¿Estás segura de que es él? ¿Travis?
-Sí.
Nat dobló la hoja y se fue del bar dejando a Misty y Theo solos. Misty tomó la agarró la tarjeta de Kevyn y la metió en su bolsillo.
Theo rodó los ojos y dejo dinero en efectivo antes de irse detrás de Natalie.
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