𝟬𝟳. 𝖣𝗈𝗇'𝗍 𝖳𝗈𝗎𝖼𝗁 𝖧𝖾𝗋
—C A P Í T U L O S I E TE—
No La Toques.
Willow estaba sentada sobre una vieja superficie metálica, sus manos atadas con una cuerda que Shadow había colocado. El lugar era un desastre: enredaderas colgaban por las grietas del techo, la luz natural se filtraba a través de una abertura en la parte superior, y el metal corroído del lugar dejaba claro que había estado expuesto a las lluvias y el tiempo por años. Escombros estaban esparcidos por toda la zona, y todo parecía estar al borde del colapso.
Frente a ella, tres figuras de colores estaban atadas con una cadena gruesa alrededor de un barrote. Sonic, Tails y Knuckles permanecían inconscientes, aunque la castaña pudo notar que empezaban a moverse ligeramente, como si estuvieran a punto de despertar.
A unos metros de distancia, un hombre de cabello y barba negra, vestido con una corbata y elegante traje (que por alguna razón no tenía la parte del pecho), estaba atado con una soga. Estaba sentado en el suelo, con los brazos a lo costados y un gesto de fastidio. Había intentado entablar conversación con Willow, pero ella, llena de desconfianza, había decidido ignorarlo. Su amabilidad la había desconcertado, y prefería mantener la distancia si es que acaso tenía malas intenciones.
De repente, el eco de unas pisadas resonó por el lugar, atrayendo la atención de Willow. Su corazón latía con fuerza cuando escuchó un leve quejido proveniente del erizo azul, que comenzaba a abrir los ojos y a moverse. Antes de que pudiera procesarlo, dos figuras emergieron de la penumbra.
Uno era un hombre de vestimenta rojiza, con un bigote castaño y alargado: Ivo Robotnik. Willow lo reconoció al instante por las noticias. A su lado estaba el anciano que había estado hablando con Shadow antes.
—Genial—murmuró la chica, rodando los ojos.
El sonido de Sonic despertando llenó el silencio. El erizo abrió los ojos completamente, enfocando la vista en las dos figuras frente a él.
—Ay no. Díganme que veo doble... porque me pegué bien feo en la cabeza—dijo, aturdido.
Willow no pudo evitar soltar una leve risa. Sonic la notó y le devolvió una sonrisa amplia.—¡Tú!—exclamó, enfocando su vista en las ataduras de la chica—. Descuida, señorita. ¡Tu héroe azul está aquí para salvarte de estos rufianes!
Willow contuvo una risa, pero no pudo evitar sonreír. Sonic giró hacia los dos Robotnik y, con un gesto dramático, señaló:
—¡Ahora son dos cabezas de huevo!
—El doble de villanos, el doble de diversión—se jactó Eggman con una sonrisa maliciosa.
—Dos Robotniks son mucho peor que uno—agregó el hombre mayor, con su tono severo.
"¿En qué me metí?", pensó Willow, golpeando suavemente su cabeza contra un barandal detrás de ella.
Eggman se inclinó hacia el anciano, observándolo de cerca.
—¿Chocamos el pecho?—preguntó. Al recibir una mirada de desaprobación, Eggman retrocedió—. No—respondió a sí mismo.
Eggman miró al hombre de traje negro, quien permanecía atado y en silencio.
—Roca, ¿por qué estás amarrado?—preguntó con sarcasmo—. Hazlo en tu tiempo libre, degenerado.
Roca alzó una ceja con incredulidad, ofendido por el comentario, mientras Willow intentaba contener una nueva risa.
De repente, Shadow apareció al lado del anciano. Su mirada se desvió hacia Willow por un momento, pero ella lo ignoró deliberadamente, enfocándose en el suelo frente a ella.
—Tú debes ser el nieto desaparecido—dijo Shadow, con una mirada seria hacia Eggman.
Eggman lo miró con desprecio.
—Y tú debes ser otro erizo asqueroso—escupió, su tono cargado de odio.
Willow comenzó a atar cabos en su mente. "Abuelo de la niña... Doctor de Shadow... Nieto del abuelo, pero sin conexión directa con Shadow", pensó, observando la escena en silencio.
—¡O sea que tú eres el culpable de esto!—gritó Sonic, interrumpiendo. Su mirada se dirigió al anciano, con una mezcla de furia y acusación—. ¡De que Shadow escapara de prisión!
—¡Del ataque a Walters!—añadió Tails, ahora completamente consciente.
—¡De que huela a viejo rancio!—comentó Knuckles, entrecerrando los ojos con desagrado.
Willow no pudo evitar soltar una carcajada, que resonó en el lugar, llamando la atención de todos.
Sonic, siempre dramático, giró hacia ella y exclamó:
—¡¿Y de secuestrar a una señorita?! Qué bajo han caído.
Shadow apretó los puños ante el comentario, pues la última afirmación no era correcta. Miró a la castaña, quien encogió su cabeza antes de que el erizo azul se girase a verla y le sonriera.
—¿Cómo se atreven a insultarme con explicaciones que nunca pedí?—gruñó el anciano, con molestia.
La tensión en el lugar seguía aumentando, y aunque Willow no sabía cómo, tenía la certeza de que lo peor estaba por desatarse.
—Shadow. La llave—ordenó el Profesor, su voz firme y autoritaria.
Shadow asintió con una ligera inclinación de cabeza antes de girarse hacia Sonic. Extendió su mano derecha, su mirada fija en el erizo azul.
—¿Dónde está?—preguntó con un tono intimidante.
Sonic alzó las cejas y dejó escapar una risa burlona.
—¡Ha! Aquí no, oscurito copión—respondió con descaro—. ¿En serio creíste que seríamos tan tontos como para traer la llave hasta ti?
Shadow no respondió con palabras. En su lugar, avanzó hacia Sonic con pasos seguros. Antes de que el erizo azul pudiera reaccionar, el erizo oscuro rebuscó en el espacio limitado por las cadenas, introdujo su mano en la mochila de Tails y extrajo una llave rectangular. Era de tonos oscuros, con un tono entre plateado y azulado, con un diseño intrincado que incluía un círculo central y líneas que se extendían hacia los bordes.
Sonic suspiró, resignado.
—Sí, somos muy tontos—admitió con un deje de sarcasmo, rodando los ojos.
Shadow sostuvo la llave en alto, su energía caótica pulsando ligeramente a su alrededor. Su mirada se posó sobre el grupo colorido, cargada de determinación y resentimiento.
—G.U.N. nos lo arrebató todo, y ahora nosotros vamos a quitarles todo a ellos—declaró con una voz fría, casi cortante.
El Profesor, que había permanecido en silencio hasta ese momento, avanzó un paso. En la palma de su mano derecha sostenía un dispositivo circular. Al activarlo, un holograma naranja apareció, proyectando la imagen de una gigantesca nave con un diseño imponente.
—Con esto—dijo el anciano, su tono impregnado de satisfacción—. Mi obra maestra de malevolencia: el Cañón Eclipse.
Willow abrió los ojos de par en par, el asombro reflejado en su rostro. Observó el holograma con atención, tratando de comprender el alcance de lo que estaba viendo.
"Una familia que quiere vengarse de una corporación del gobierno, porque no saben hacer su trabajo en ningún rincón del mundo y una inocente pagó por ello. ¿Por qué no me sorprende?", pensó, dejando escapar un suspiro. Su mirada se dirigió hacia el suelo mientras agachaba la cabeza, intentando procesar la situación.
—... Es capaz de lanzar cualquier ataque preciso en la Tierra—continuó explicando el Profesor, su voz reverberando en el amplio espacio metálico de la base. Aquellas palabras sacaron a Willow de sus pensamientos. Su tono era frío, casi mecánico—. Nuestro primer blanco es el cuartel general de G.U.N.
—Pero disparar un arma así de poderosa pondría en riesgo a millones de inocentes—advirtió Sonic, con la preocupación evidente en su voz. Sus ojos verdes se clavaron en el anciano, esperando una pizca de razonamiento.
El Profesor soltó una risa seca y fingió interés, llevándose la mano al pecho como si le afectara la idea.
—Ay, sí, qué pena me da—ironizó mientras tomaba la llave que Shadow le entregaba. Ivo, a su lado, soltó una carcajada, disfrutando del momento. Al notar la reacción de su nieto, el anciano giró hacia él y añadió con determinación—: Esta es solo una de las dos llaves necesarias para que el Cañón Eclipse dispare. La otra está bien resguardada en el cuartel general de G.U.N. En cuanto tengamos ambas, tomaré el control de mi arma como me corresponde.
—Yo me apunto—respondió Ivo con entusiasmo.
Antes de que alguien pudiera replicar, el sonido de un mecanismo activándose inundó el lugar. Desde una gran apertura en el techo de la base descendió una nave de diseño imponente. Era de tonos blancos y negros, con un núcleo central rojizo, y su estructura tenía forma de cangrejo.
"Qué raritos", pensó Willow, reprimiendo una risa nerviosa mientras observaba cómo la nave se posicionaba sobre la superficie.
—¡Santas jaibas!—exclamó el Profesor, emocionado, mientras caminaba hacia la nave con pasos decididos. Ivo lo siguió de cerca, y tras ellos, Roca, ya liberado de sus ataduras, también se dirigió hacia el navío.
Mientras tanto, Shadow se acercó a Willow, la levantó del suelo y la empujó suavemente hacia adelante.
—Camina—ordenó en un tono firme.
Willow se detuvo de golpe y negó con la cabeza, su mirada cargada de temor.
—No voy a subirme a una nave donde están tres hombres raros—dijo con voz trémula.
Shadow no respondió de inmediato. En cambio, volvió a empujarla, esta vez caminando a su lado para asegurarse de que no intentara escapar.
—Ninguno te hará daño—aseguró con una frialdad que no la tranquilizó en absoluto—. Pero si no cooperas, terminarás como ellos—añadió, señalando con la cabeza al grupo encadenado detrás de ellos.
Willow lo miró alarmada.
—¿Qué les harás?—preguntó mientras avanzaba hacia la nave, con Shadow escoltándola de cerca.
El erizo no respondió.
—¿Qué les harás?—repitió, su tono ahora más insistente, casi exigiendo una respuesta.
Cuando llegaron a la entrada de la nave, Shadow le quitó la cuerda que ataba sus manos y, sin darle tiempo para procesarlo, la obligó a subir por unas escaleras metálicas.
—Ya lo verás—fue todo lo que dijo antes de desaparecer en un destello de energía.
La puerta del navío se cerró tras ellos con un estruendo. Willow retrocedió instintivamente, sobresaltada, mientras las luces en el interior de la nave se encendían, iluminando un espacio futurista y opresivo. La nave comenzó a elevarse, y cuando Willow levantó la vista, pudo observar a través del enorme cristal frontal cómo la montaña en la que habían estado comenzaba a colapsar, siendo absorbida por un agujero negro hasta que no quedó nada más que ruinas.
Sus ojos se abrieron con asombro y horror.
"¿Y ellos?", pensó con angustia, recordando al grupo de prisioneros, especialmente al erizo azul que había intentado animarla momentos antes. "¿Qué van a pensar los de Google Maps?".
Miró de reojo a Shadow, que ahora estaba a su lado, con los brazos cruzados y una expresión seria. Intentó decir algo, pero sus palabras murieron en su garganta cuando el Profesor y su nieto comenzaron a hablar animadamente sobre su próximo paso.
A lo lejos, el agente Roca notó su inquietud. Con un gesto amable, le dedicó una sonrisa, intentando transmitirle calma. Willow intentó devolver el gesto, pero lo único que logró fue una mueca nerviosa.
En su interior, una tormenta de pensamientos la abrumaba. Sabía que no llegaría a casa pronto. James no podría cubrirla con su hermana porque ni siquiera había tenido la oportunidad de comunicarse con él. Había pasado toda la noche durmiendo, con Shadow tratando de llegar a esa base, y ahora, con un nuevo día amaneciendo, la realidad de su situación comenzaba a pesarle.
Willow se alejó unos pasos del grupo, buscando un poco de espacio para calmar su creciente ansiedad. Tres escalones detrás de los demás. Dejó escapar un suspiro cansado mientras se dejaba caer sobre el primer escalón.
Llevó su mochila a su regazo, contrayendo las rodillas para sostenerla con las mismas. Tras unos segundos, comenzó a rebuscar dentro con movimientos nerviosos hasta sacar su celular. Su pulgar se deslizó por la pantalla, abriendo rápidamente la aplicación de mensajes.
Sin levantar la vista, escribió con manos temblorosas: "James, no llegaré a casa. No puedo explicarte mucho, pero estoy bien. Cuida a mi hermana, por favor." Antes de enviarlo, dudó, observando el mensaje con el ceño fruncido. Finalmente, apretó el botón de enviar y cerró la pantalla, sintiendo que al menos había hecho algo por mantener a su familia tranquila.
El sonido de los pasos de Ivo resonó en la nave cuando se acercó al lugar donde estaba Willow. Su rostro estaba marcado por el enojo. Extendió la mano hacia ella con intención de quitarle el celular.
—¡Dame eso! No quiero que pongas en riesgo nuestra operación—exigió, avanzando bruscamente.
Antes de que Willow pudiera siquiera reaccionar, Shadow se movió. En un instante, se interpuso entre ambos, su mano sujetando con fuerza la muñeca de Ivo.
—El que le ponga una mano encima a Marlene, se la arrancaré—advirtió con una voz baja y peligrosa, girando ligeramente la cabeza para asegurarse de que sus palabras llegaran a todos.
Willow alzó la vista, completamente sorprendida. La incertidumbre y la confusión se mezclaban en su interior, pero una cosa era clara: Shadow no permitiría que nadie la tocara.
Eggman intentó zafarse del agarre, lanzando una mirada furiosa.
—¡Puede estar alertando a alguien!—gritó, aunque su voz temblaba ligeramente—. ¡Puede arruinarlo todo!
Shadow lo soltó con brusquedad, empujándolo hacia atrás.
—Está avisando que no llegará a casa—reveló con frialdad, sus ojos rojizos observando a Willow de reojo.
La castaña abrió los ojos, incapaz de ocultar su sorpresa. Había leído su mensaje. Sabía exactamente lo que había escrito. Aunque esa invasión de privacidad la molestaba, no podía negar que su corazón había dado un pequeño vuelco al darse cuenta de que, de alguna manera, Shadow estaba de su lado.
Eggman, visiblemente molesto, regresó a su lugar, murmurando algo que Willow no pudo entender.
Shadow, mientras tanto, dirigió su atención completamente a Willow. Su mirada severa y penetrante parecía atravesarla.
—No vuelvas a usar el celular sin mi permiso—le dijo, su tono firme, pero sin rastro de agresión.
Willow asintió, demasiado desconcertada como para responder. Guardó el celular de vuelta en la mochila y la abrazó contra su pecho, como si ese pequeño objeto pudiera protegerla de todo lo que estaba sucediendo.
"Primero se molesta conmigo, después me secuestra, luego me protege y amenaza a los suyos. Y ahora esto... ¿Por qué me llamó Marlene?", pensó mientras bajaba la mirada hacia sus manos, incapaz de procesar la mezcla de emociones que la embargaban.
Shadow no dijo nada más. Permaneció de pie junto a ella, su postura estoica inquebrantable, como un silencioso guardián que no dejaba de observarla ni por un instante.
Willow seguía sentada en el escalón, abrazando su mochila contra su pecho. Mientras sus dedos tamborileaban nerviosamente sobre el borde de la misma, notó que Shadow permanecía cerca, vigilante, con los brazos cruzados y su ceño fruncido fijo en el grupo.
Su mente estaba aturdida por lo ocurrido. Shadow la había llamado "Marlene". Su segundo nombre: ¿por qué lo había usado de nuevo? ¿Era acaso su favorito de los dos?
Por otro lado, Shadow parecía completamente indiferente a sus pensamientos. Su mirada se mantenía fija en los demás, especialmente en Eggman, quien seguía mascullando insultos por lo bajo mientras ajustaba algunos controles.
Mientras tanto, el Profesor continuaba revisando los datos proyectados en la pantalla, hablando con Ivo sobre los próximos pasos para obtener la segunda llave. Sin embargo, su mente no dejaba de divagar. La intervención de Shadow había sido inesperada. A pesar de todo, parecía haber algo más detrás de sus acciones, algo que no había anticipado.
Roca, por su parte, lanzaba miradas ocasionales a Willow. Aunque intentaba mostrarse despreocupado, había algo en la situación que lo alarmaba e incomodaba. Aunque recién acababa de conocerlo, no parecía ser habitual que alguien como Shadow mostrara siquiera un mínimo interés en proteger a alguien más que no fuera el Profesor y no tenía ni la más mínima idea de cómo Willow estaba relacionada con él. Claro, sin dejar de lado el hecho de que había algo extraño entre las palabras dichas del Profesor y las que el erizo aún no sacaba a flote, tenía un mal presentimiento.
La tensión seguía en el aire, pero Willow sabía que había algo diferente ahora. Aunque Shadow no se lo hubiera dicho directamente, su acto de protegerla había creado una leve, casi imperceptible, conexión entre ellos y un desequilibrio entre su relación con el Profesor.
"¿Qué está pasando aquí?", se preguntó Willow mientras miraba de reojo al erizo oscuro. La respuesta aún no estaba clara, pero una cosa era segura: su situación estaba lejos de resolverse.
Más de 5.4k de lecturas, whaaaat 😭✨✨✨
Muchas gracias por el apoyo😭💗
El anciano ya va a sospechar de la
"traición" venidera de Shadow (lo de la película pues)🥴
Y Roca va a ser una masita con Willow, queriendo que no se sienta incómoda 🫰🏼✨
Y creo que en el siguiente capítulo habrá más interacción de Shadow y Willow, y aparecerán Jimbo y Kate 🥴
No se olviden de votar y comentar (comenten, me gusta leerlos😭✨)💗
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©-MANDALORIANA76
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