—C A N T O D E L
M A R I N E R O—

La tormenta estalló sobre el puerto como un rugido de furia. Eddie Brock, empapado y malhumorado, maldecía por lo bajo mientras Venom lanzaba sus quejas habituales en su cabeza.

"¿Por qué estamos en este lugar apestoso? ¡Quiero carne fresca, no este hedor a pescado podrido!"

—Tranquilo, genio—. Murmuró Eddie, apretándose la chaqueta contra el viento—. La persona que estamos buscando está aquí. Y tú comes cuando yo diga.

A quien buscaban, no estaba sola. Eddie lo sabía. En este rincón olvidado del mundo, había un nombre que la gente susurraba en voz baja: __________. Nadie sabía si era su verdadero nombre o un apodo, pero lo que sí sabían es que donde ella iba, los hombres desaparecían y el mar reclamaba sus cuerpos.

Eddie no era fácil de impresionar, pero cuando la vio por primera vez, algo dentro de él se sacudió. ________ estaba sentada en el borde de un barco viejo y desvencijado, sus piernas colgando sobre las olas como si fueran parte de ellas. Su cabello, oscuro como la noche, parecía moverse al ritmo de la marea. Sus ojos eran afilados, brillando como cuchillos bajo la luna.

"Ahí está tu chica mágica". Gruñó Venom. "¿Puedo comerla? Parece sabrosa."

—No—. Dijo Eddie, aunque su propia voz temblaba un poco. Algo no estaba bien con ella. Había un aura que no podía ignorar, algo que hacía que incluso Venom pareciera... incómodo.

__________ giró su cabeza hacia ellos y sonrió. Una sonrisa peligrosa.

—Así que tú eres el famoso Eddie Brock—. Dijo con una voz que resonaba como el canto de una sirena—. Y tú...—. Sus ojos se posaron en la figura oscura y brillante de Venom que comenzaba a deslizarse por la piel de Eddie—. Eres algo mucho más interesante.

Eddie quiso retroceder, pero Venom no lo permitió. "No confío en ella, Eddie. Pero me gusta su olor. Como sangre y sal."

—¿Qué demonios eres?—. Preguntó Eddie.

___________ no respondió, al menos no directamente. Dio un salto del barco al muelle, aterrizando sin hacer ruido, y lo que siguió fue un torbellino. Con un movimiento rápido, lo arrastró al borde del muelle. Sus manos eran fuertes, demasiado fuertes para una mujer humana, y el aire a su alrededor estaba cargado con algo primitivo, salvaje.

—Me llaman muchas cosas. Sirena. Monstruo. Justicia del océano. Pero tú...—. Se inclinó hacia Eddie, tan cerca que podía oler el salitre en su aliento—. Tú eres un hombre perdido en un cuerpo que no es tuyo. Eres como yo. Y eso te hace mío.

Venom rugió, emergiendo su cabeza y separando a Eddie de su agarre—. ¡Nadie toca a Eddie! ¡Nosotros somos Venom!

____________ rió, un sonido que hizo eco entre las olas. De repente, su piel comenzó a cambiar, cubriéndose de un brillo escamoso que reflejaba la luz de la tormenta. Garras afiladas crecieron de sus dedos y sus ojos se volvieron negros, como pozos infinitos. Era algo más antiguo y mortal que cualquier cosa que Eddie hubiera visto antes.

—Ven conmigo—. Dijo, tendiendo una mano—. Hay un naufragio que debes ver. Y si tienes valor, sobrevivirás.

El viento golpeaba con fuerza mientras Eddie miraba la mano extendida de ___________. Había algo profundamente inquietante en ella, pero también hipnótico. Venom estaba furioso. 

—¡No la sigas, Eddie! ¡Es un engaño! Dejemos que esta cosa de agua juegue sola y busquemos comida!

Pero Eddie ya había dado el primer paso hacia el muelle. La tormenta hacía vibrar las tablas de madera bajo sus botas, y el mar parecía llamarlo con un canto grave y continuo. Cuando tomó la mano de __________, sintió como si algo le arrancara el aliento. Su piel estaba fría como el hielo, pero su agarre era firme, inquebrantable. 

—Bien—. Murmuró ella—. Ahora veamos si puedes respirar bajo las olas.

Antes de que Eddie pudiera protestar, ____________ lo arrastró con una fuerza sobrehumana. El agua helada lo envolvió en segundos. Escuchó a Venom gritar en su mente, pero el rugido del mar lo ahogaba todo. No había oxígeno, solo presión, oscuridad y el sonido ensordecedor de las profundidades. 

Sin embargo, no murió. 

En algún momento, mientras descendían a través de una oscuridad casi líquida, Venom tomó el control. Una capa negra y viscosa envolvió el cuerpo de Eddie, sellando sus pulmones y adaptándolo al entorno. Cuando abrió los ojos, no estaba ahogándose. Estaba vivo, pero lo que vio casi lo hizo desear lo contrario. 

El fondo del océano no era un desierto vacío. Era un cementerio. Barcos rotos yacían apilados uno sobre otro, sus mástiles sobresaliendo como huesos de gigantes. Cadáveres hinchados flotaban entre las corrientes, sus ojos huecos mirándolo con una mezcla de acusación y desesperanza. Las criaturas del mar se deslizaban entre los restos, algunas demasiado grandes para ser reales, otras tan rápidas que parecían sombras. 

__________ nadaba delante de él, su cuerpo iluminado por una bioluminiscencia extraña. Parecía moverse con la misma fluidez que las criaturas que la rodeaban, como si ella misma fuera una parte del océano. 

—¿Qué es este lugar?—. Gruñó Eddie, su voz vibrando dentro de la barrera protectora de Venom. 

—Es donde el mar guarda sus secretos—. Respondió __________, sin detenerse—. Y donde los hombres aprenden lo pequeños que realmente son.

Venom estaba inquieto. "Eddie, esto no es bueno. Hay algo aquí. Algo que ni siquiera yo puedo... reconocer." 

De repente, ____________ se detuvo. Señaló hacia adelante, y Eddie vio un barco enorme y destrozado, más antiguo que cualquier cosa que pudiera imaginar. En sus costados, marcas profundas estaban talladas en la madera, como si algo gigantesco lo hubiera atacado. Pero lo que más llamó su atención fue lo que estaba encadenado al casco del barco. 

Era un cuerpo, o lo que quedaba de él. Gigantesco, cubierto de escamas y algas, con ojos vacíos que aún brillaban débilmente. Sus dientes, afilados como cuchillas, se habían petrificado en una mueca de agonía. 

—¿Qué demonios es eso?—. Preguntó Eddie, con un nudo en el estómago. 

—El Rey Ahogado—. Respondió_________, acercándose al cadáver con un respeto extraño—. Un dios olvidado. El océano lo traicionó, y yo lo encerré aquí.

Eddie retrocedió instintivamente—. ¿Por qué me trajiste aquí? ¿Qué tiene que ver esto conmigo?

___________ lo miró, y por primera vez, su sonrisa desapareció—. Porque la cadena se está rompiendo, Eddie Brock. Y cuando lo haga, el Rey Ahogado despertará. Necesito un monstruo que lo detenga. Necesito de... ustedes.

Venom estalló en un rugido. "¡No somos una herramienta para tus juegos de dioses, mujer pez! Si ese bicho despierta, lo comeremos." 

Pero entonces el cuerpo encadenado se estremeció. Un ojo gigantesco se abrió, mirando directamente a Eddie. Y, en su cabeza, escuchó un susurro: 

"Libérame." 

El agua tembló, las cadenas comenzaron a crujir, y __________ extendió su brazo hacia Eddie, desesperada. 

—¡Elige!—. Gritó ella—. ¡O me ayudas, o el océano lo consumirá todo!

Eddie vaciló. Pero el Rey Ahogado seguía susurrando. 

¿Qué me fumé? Quién sabe Xd

Bueno, este será el último OS de este libro por el momento, lo marcaré como completado porque no me han surgido más ideas para añadir. Y aunque algunas me han dado las que tienen en mente, no me ha surgido imaginación para desarrollarlas.

Si algún día encuentro imaginación para este par, entonces abriré de nuevo este libro y les avisaré :)

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí, por su apoyo y por darle una oportunidad a esto aunque no sea del todo bueno🫂✨

Nos vemos en otro momento <3✨

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©-MANDALORIANA76