El mercado de Chipping se llenaba de murmullos al recibir la noticia de que uno de los diseñadores más reconocidos de Ingary estaba ahí.
— ¡Escuche que Pretty va a abrir una sucursal aqui!— Grito emocionada una mujer desconocida para ella.
— ¡Quiero probarme alguno de sus diseños!.
— ¡Dicen que el trabajo con el rey!. — Se unió a la conversación una joven con el mismo entusiasmo.
— Debe ser muy apuesto, dejaría que me hiciera de todo. — Murmuró sonrojado una joven.
Hatter solo sonríe al terminar de leer la carta de su querido amigo, guardando esas bellas palabras en corazón.
De mi alma a tu corazón, Mikhael Jones.
Y ahí estaba Mikhael, ajustando todo aquello que ingresaba en el gran local mientras vestía un traje pulcro y una máscara que cubría su rostro.
La gente se detiene a ver el porte del hombre y lo reconocen de inmediato, el famoso Pretty, tan enigmático como lo proclamaban.
— Pretty, ya terminamos de acomodar. — Mencionó un hombre de tez morena mientras se secaba el sudor. — ¿Necesitas algo mas?.
— Por el momento no Jun, gracias. — Agradeció mientras le ofrecía agua. — ¿Te importa si me retiro ahora? Necesito ver a una amiga antes del anochecer.
Negó y eso fue suficiente para verlo desaparecer entre el tumulto de gente hacia un callejón en donde por fin pudo quitarse la máscara y el ostentoso traje.
Disfrutaba de caminar entre las calles llenas de calma, toma un gran respiro llenando sus pulmones del fresco aire que ofrecía Chipping.
— ¿Donde estara?. — Se interrogó mientras volteaba en todas direcciones. — ¡Sophie, te manifiesto!.
La ve llegar y rápidamente salta hacia ella casi haciéndola tropezar.
— ¡Mikhael!
— ¡Sophie!
Ambos se abrazan mientras dan vueltas y saltitos, demostrándose todo el cariño posible.
— Te extrañe, calabaza. — Murmuró en medio del abrazo. — Tanto que me vi en la tarea de abrir mi nueva tienda aquí.
— ¡Oh, tu! ¿hiciste todo eso por mi?. — La castaña estaba al borde las lágrimas, el hombre que tenía enfrente realmente parecía ficticio.
— Por supuesto, ahora vamos a desayunar y luego vamos con Lettie. — Tomó la mano de la mujer y se adentraron a un callejón evitando a la gente que comenzaba a acumularse.
Sus sentidos se agudizan al ver a dos guardias acercarse a ellos, por inercia pone a Sophie detrás de él.
— ¿Puedo ayudarlos caballeros? — Pregunta con seriedad, cubriendo a la mujer lo mejor que puede.
— Por supuesto, tu amiga y tu seran buena compañía. — Intenta tocar su rostro pero es apartado de un manotazo por Jones.
— ¿Compañía? Su hombre no se sentirá celoso. — Señala al oficial a su lado quien voltea la mirada de la vergüenza. — Déjenos pasar. — Exige pero los oficiales no se mueven ni un centímetro.
— No me oyeron.— Repite con más fuerza. — Déjenos pasar.
— Me encanta ese carácter. — Una vez más intentó tocarlo pero es detenido por una mano ajena.
— A mi tambien pero debe respetar a mi prometido. — El par de amigos se miran entre sí para intentar comprender qué estaba pasando. — Te estaba buscando, debemos irnos.
Pone una mano en su cintura y lo arrastra con él, a duras penas puede sostener la mano de Sophie.
— ¿Qué está pasando?
— Por favor sigan caminando, me están siguiendo. — Pidió apretando su cintura con fuerza.
— ¡Entonces no nos metas en esto!. — Iba a seguir reclamando hasta que noto unos seres de forma viscosa.
— Que asco, parece brea. — Una mueca de disgusto se instala en su rostro que cambia a preocupación al notar que los estaban acorralando.
El mago toma a ambos con facilidad y flotan por los aires, la mano del rubio se posa en sus hombros mientras lo miraba con devoción.
— ¡Estoy volando!. — Gritó entusiasmado.
— ¿¡Estás pensando eso en este momento!?. — Regaño la mujer mientras se aguantaba las náuseas.
— Que bonito. — Murmuró el peliplata mientras observaba el paisaje a su alrededor, el mago sonríe ante su expresión.
La castaña estaba a nada de desmayarse, sostiene la mano de Bennet haciéndolo reaccionar.
— Oh Sophie lo siento, me distraje. — Se disculpa y mira al mago quien entiende su señal bajandolos en un balcón.
Sophie se aferra a la pared con rapidez tomando la mano de Bennet para alejarlo del mago.
— Gracias por el paseoooo. — Alargó la última vocal esperando saber su nombre.
— Howl.
— Eso, espero no volvernos a ver Hall. — Pronuncia mal el nombre y antes de que el rubio pudiera corregirlo es arrastrado por Sophie.
Ambos amigos ahora estaban más tranquilos, disfrutando del recorrido mientras la mujer sostenía su brazo
— Todavia estoy mareada. — Dijo la castaña mientras sostenía su cabeza.
— A mi me gusto. — Sonrió con inocencia haciendo enojar a Sophie.
— Tu callate Mikhael. — El más alto suelta una carcajada mientras se adentran al lugar donde Lettie trabajaba.
Habia un monton de hombres esperando ser atendidos por la bella mujer pero tan pronto Jones apareció la joven rubia corrió a sus brazos.
— ¡Mikhael, si viniste!. — Ignora la mirada de los hombres sobre él y acerca a Sophie con su brazo.
— También me alegro de verte Lettie. — Confesó. — Pero hablemos en un lugar privado antes de que tus clientes me arranquen los brazos.
— Estoy feliz de verlos juntos, no me sorprendería que se casaran.
— ¿Nosotros?. — Ambos se miran entre sí antes de estallar en carcajadas.
— Es más fácil que yo me termine casando con un espantapájaros. — Negó en risas.
— ¡Oh, ustedes! Al menos déjenme soñar. — Antes de que siguieran hablando fueron interrumpidos por un hombre que ya pedía la presencia de Lettie.
— ¿Seguros que estarán bien?. — Pregunto preocupada pues ya estaba anocheciendo.
— Sip seguros, además viene conmigo, yo la cuido. — Aseguro mientras sostenía el hombro de la castaña.
— Por eso pregunte.
— A veces tus palabras me duelen Lettie. — Sostuvo su pecho en señal de dolor pero soltando una risas.
— Dejen de pelear.
Ambos se miraron de arriba hacia abajo, demostrando la superioridad del otro, pero al final estallaron en carcajadas.
— Tengan cuidado, hay muchos rumores sobre una Bruja.
— La única Bruja que conozco eres tu por las mañanas.
La rubia toma las mejillas de Max jalandolas con fuerza haciendo reír a Sophie.
— Lettie. — Llamó una de sus compañeras. — Ya debemos volver al trabajo.
— Entiendo, ¡nos vemos!
El camino de regreso fue tranquilo, no había ni una sola persona pero estaban tranquilos.
— Oye Sophie.
— ¿Si?
— Planeas vivir aquí toda tu vida. — Se desconcertó con la pregunta pero aun así, asintió.
— Mi vida está aquí, no puedo renunciar a lo que tengo es lo que debo de...
— Pero y lo que quieres. — Interrumpió. — ¿Esa es la vida que quieres para ti?.
No responde y él no pregunta más, a unos pasos mas esta el local de Sophie y sabe que debe despedirse.
— Solo piensa en lo que dije ¿si?, mi propuesta siempre seguirá en pie para ti.
— Lo pensaré. — Respondió con una sonrisa mientras se despedía.
Una vez lave entrar retoma su camino mientras una carroza pasa a su lado, inclina su cabeza en señal de saludo y sigue su camino sin problemas.
☆ Corrigiendo, corrigiendo
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