Título: My words about you. 2.
Advertencia: ninguna.
Palabras: 1061.

Javon Walton.

—... apesar de lo diferentes que éramos en el camino, yo lo adoro, con todo mi corazón.

El video siguió reproduciendose durante unos segundos más en el teléfono de Jayla hasta que ella decidió apartarlo de mi rostro. Observé su inquietud. Como si con sus ojos chispeantes pudiera buscar algún indicio del sentimiento que ella realmente anhelaba ver.

—¿Y bien?

—¿Y bien qué, Jayla?

—¿Qué opinas respecto a esto?

—Que necesito que me dejes desempacar mis cosas.

—¡Javon! —exclamó, con su característico tono de regaño cuando no conseguía lo que quería. Aunque al menos no me había gruñido está vez.

—¡Jayla! —exclamé de igual manera, pero algo exhausto. Coloqué mis dedos en el puente de mi nariz y cerré los ojos un momento para buscar la calma que requería esta situación. —Fue un mes largo, un mes en dónde he tenido muchos problemas y tú sinceramente no estás siendo una ayuda ahora mismo. ¿Podrías darme un poco de soledad?

—Pero si has tenido de eso durante un mes sin ella.

“Genial. ¿Quién había invitado a Dr. Diversión alias Jaden Walton, mi querido hermano?”

—Largo. Los dos. —exclamé con voz firme.

—Así que mamá tenía razón cuando dijo que estabas con un humor de los demonios.

Eso fue lo último que escuché provenir de los labios de mi hermano antes de que se cerrará la puerta. Suspiré todo el aire retenido. Aquel que estaba cargado de frustración, tristeza y dolor.

Claro, para muchos era fácil decir ‘tienes un un humor asqueroso estos días’, ¿pero qué más podían esperar de mí?

Estoy ansioso. El dolor reprimido se me desborda y nadie lo entiende. Estuve durante siete años con la misma persona, aquella que era mi ancla en mis momentos de inestabilidad y que ahora mismo tenia lejos. No podían pedirme conservar la calma o un buen temperamento y mucho menos después de mostrarme esa entrevista.

Admito que saber de ella después de un largo tiempo fue realmente impactante. Se veía diferente. No menos hermosa; pero sí diferente.

Sus ojos color miel perdieron aquel hermoso brillo característico, aquel que permanecía hasta por la más mínima cosa. Su sonrisa no era genuina; era falsa. Pintada para crear una ilusión de perfección en situaciones que ella no se sentía estable. La conocía muy bien.

Su voz suave y baja, aquella que sabía que era por mucho tiempo de silencio y porque su voz había sido callada por mucho tiempo gracias a sus pensamientos.

Su dolor reflejado en sus acciones; como sus piernas no dejaban de traquetear una y otra vez en el piso por ello, intentando aguantar sus propias lágrimas.

El amor en sus palabras mientras hablaba de mi. De nuestra relación. De nosotros.

Sí, la conocía muy bien. Siete años de relación y haber empezado con solo once años de edad sirven de mucho.

—Dios mío. Laidie, Laidie, Laidie...

Mi cabeza cayó entre mis almohadas y cerré mis ojos un momento. Concentré el dolor para unificarlo, armarlo y volver a esconderlo.

Había hecho un buen trabajo durante todo un mes sin ella, creo que podría aguantar tan solo un poco más de esto. Pues era una necesidad.

Ya no la tenía a ella para armar mis piezas.

✧

—Y bien...

Maldición, aquí venía la misma pregunta.

—Javon, ¿podrías decirnos un poco sobre la actual relación con Adelaide Holland?

“Inhala. Exhala. No te desbordes.”

—Terminamos, no hay mucho que decir al respecto.

“Genial, esa fue una respuesta más seca que el Sahara.”

Pude ver por el rabillo del ojo como mamá y Jayla me regañaban con la mirada por eso. Quizás, pero solo quizás, había sido muy rudo.

Suspiré y entrelacé mis manos mientras observaba con seriedad al entrevistador a través de la pantalla de la laptop. Esto sería difícil.

—¿Y no han mantenido contacto en todo este tiempo?

—No.

—Que triste. Se ve que te extraña mucho. ¿Has visto su más reciente entrevista?

—¿El podcast? —pregunté fingiendo desconcierto, pero el entrevistador asintió ciertamente interesado—Sí, sí lo vi. Mi hermana fue quien me dio la noticia.

“Cuidado, cuidado. Estás cruzando aguas repletas de pirañas, querido entrevistador.”

—¿Y qué piensas al respecto? ¿Acaso no tenes unas palabras que quisieras dedicarle también?

“Ja! Tengo todo un alma que podría dar por ella”.

Exhale fuertemente, sentía provenir mi desborde emocional, pero sabía bien que esta vez sería diferente. Ahora sí haría presencia mi dolor por el recuerdo de lo que fuimos, somos y seremos siempre.

—No pienso nada malo. Jamás lo haría de la persona que más llegué amar sentimentalmente. Fueron muchos años en donde fuimos una pareja y lo único que ella hizo fue dar a relucir eso, con las palabras correctas claramente.

La lengua se me seco y sinceramente deje de prestar atención al entrevistador. Ya no me importaba nada. Adelaide había sido ciertamente sincera en esa entrevista, diciendo lo justo y necesario pues sabía que se había guardado mucho más en aquel corazón suyo. Y yo haría lo mismo ahora.

Ella se lo merece; se merece saber también mis palabras acerca de ella.

« —No negaré absolutamente nada de lo que dijo. Fuimos una pareja que comenzó con caminos diferentes y que ni siquiera podía imaginar lo que llegaba a ser el término ‘amor’ en sí. Éramos muy chicos, unos niños que desconocían muchas cosas del otro; pero aprendimos con el tiempo. Adelaide formó parte de mi corazón durante un largo período de mi vida y jamás nadie podría llegar a comparar lo que yo siento por ella.

« Ella me ha dado millones de razones para admirarla como persona, sus enseñanzas son las que más perdurarán por el resto de mi vida y por eso estoy, de igual manera, agradecido. Me enseñó a amarla y me enseñó a ser su pieza adecuada. La amo y amaré por siempre. Es el recuerdo más bonito que tengo de mi adolescencia y siempre lo será.

Sentí que un poco de alivio entró en mi cuerpo. Como si una bolsa de boxeo haya sido soltado por fin.

Mantuve mi compostura e intenté seguir con la entrevista de la manera más adecuada posible, pero no dudaré que sentí un doble alivio al ver que por fin terminábamos este martirio.

Quería un tiempo, alejarme de los ojos de mi familia y buscar mi paz. Algo de consuelo ante mi nueva soledad sin Laidie.

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quiero a javon anthony walton por favor.

sinceramente, fue el os más difícil de escribir pues quería reflejar lo que yo sinceramente percibo en Jav; alguien que no se negaría a dar respuesta pero que sería muy claro, serio y realmente introvertido. Como si no quisiera entrar en detalles.

En fin, espero hayan disfrutado. Recuerden dejar su voto o comentario, saben que es como una curita a mi corazón y además mis ganas para seguir escribiendo.

Los tkm, GRACIAS POR LOS 8K EN LECTURAS. Son un amor.

—sofi.