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³⁷

YoonGi se movía incómodo en la cama mientras que JungKook miraba televisión. Estresado y con ganas de descansar, miró al pelirrojo y tiró de su oreja con fuerza.

—¡AY! ¡¿QUÉ TE PASA?!

—¿Puedes dejarme dormir?

JungKook hizo una mueca y apagó el televisor. El rubio le dió la espalda y soltó un suspiro cerrando los ojos. Cuando sintió que el sueño estaba por abrazarlo, JungKook habló:

—YoonGi.

El rubio hizo una mueca.

—¿Qué?

—¿Alguna vez te ha gustado alguien?

—¿En qué sentido?

—¿Cómo que en qué sentido? ¡GUSTAR! Enamorarte. —el pelirrojo se sentó en medio de la oscuridad.

—Ah, pensaba que hablabas de gustar para matar una persona.

—Que loco estás. —JungKook río.

—Creo que sí. Alguna vez en mi vida debió gustarme alguien, solo que ahora no me acuerdo. —respondió cortante. —Ya duérmete, en unas horas debemos levantarnos.

—Vienes de una familia perfecta. Tus padres te criaron bien y te dieron todo, también tus hermanos. Nunca fuiste despreciado ni nada. ¿Por qué eres así? ¿Por qué el deseo de matar? —cuestionó JungKook.

—Porque cuando lo tienes todo, no te sientes satisfecho. Yo nunca me he sentido satisfecho.

—¿Por qué? ¿Por eso te gusta llamar la atención?

—¡¿Cómo dijiste?!

El pelirrojo soltó una carcajada.

—JungKook, no es momento de hablar de mí. Por favor, duérmete si no quieres que te clave una bala. —el rubio cerró los ojos en el silencio absoluto para poder dormir.

El menor sonrió y soltó un suspiro.

—Yo siempre busqué aceptación de mi padre, ¿Sabes? —YoonGi hizo una mueca. —Siempre fui el hijo menos deseado, pero el más recompensado. Suena ilógico, porque mi padre siempre me daba lo que quería, pero nunca me quiso. —miró hacia la ventana, la cual no tenía cortinas. —Ver como contrataba a cada persona para estar al tanto de mí, era lo único que hacía. Por eso quise ganarle. Me escapé y empecé una nueva vida sin su dinero o apoyo. Siento que él mandó a JiMin a buscarme, YoonGi. Sabe lo que he estado haciendo y me entra un pánico...

Un ronquido hizo que JungKook entrecerrara los ojos.

—¡¿TE DORMISTE, IMBÉCIL?! —le gritó mientras lo sacudía.

—Cállate unos minutos. JiMin no está aquí por ti, está aquí por otra persona. No te preocupes. —lo agarró de la camisa y tiró de esta hacia abajo haciendo que JungKook se acostara. —Tampoco dejaré que te vayas con tu padre. Me gusta desafiarlo. —sonrió.

JungKook soltó una carcajada y de frotó los ojos.

—Ahora cierra la boca y duérmete. Enserio estás acabando con mi paciencia.

Hubo un pequeño silencio.

—Gracias, YoonGi.

El rubio rodó los ojos y se acomodó para ahora sí dormir. Pero luego de unos minutos, no podía conciliar el sueño gracias a JungKook. Mientras el rubio de pasaba con millones de preguntas en la cabeza, el pelirrojo estaba roncando con fuerza a su lado.

YoonGi se levantó de mal humor de la cama y se colocó la camisa, se puso los zapatos, cogió la llave de la habitación y salió de esta dejando a JungKook dentro. Caminó por el pasillo oscuro y de encontró a lo lejos la silueta de una persona sentada en el suelo con la espalda apoyada en la pared sin camisa, descalzo y solo con pantalones. El rubio levantó una ceja al darse cuenta de quién de trataba. Así que aceleró el paso.

—¿Problemas para dormir, querido? —preguntó en tono arrogante.

El pelinegro levantó la cabeza y le dió una sonrisa. Entonces el rubio se dió cuenta de algunas latas de cerveza a un costado de él. Había estado bebiendo.

—Hola, señor Min. —saludó. —¿Cuánto le debo de la habitación? No le he pagado... —rio.

YoonGi soltó una carcajada y se sentó a su lado soltando un suspiro. JiMin se lo quedó mirando unos segundos y luego le puso una mano en hombro.

—Te detesto tantoooo... ¡Hip! Muchísimo... —el hipo no lo dejaba hablar.

—Sí, sí. Como sea. —ahora él lo miraba. —¿Por qué querías matarme? ¿Por qué fuiste contratado por SeokJin?

—Uh... Estás tratando de que te diga las cosas estando en estado de ebriedad. Eso no está permitido. No voy a hablar. —cerró los ojos y se llevó un dedo a la boca.

—Sé que no me vas a decir lo que quiero saber. Pero... Hay algo en ti que me genera mucha curiosidad. Siento que te he conocido antes, pero no recuerdo don... —antes de que esté pudiera terminar la oración, JiMin le puso una mano en la boca, callandolo. YoonGi arrugó el ceño.

—YoonGi soy gay... —dijo. —¿Sabes lo que eso implica? —un silencio incómodo de tornó entre ellos mientras sus ojos se devoraban uno al otro. —Exacto. Más cervezas. —le quitó la mano de la boca y soltó un suspiro.

El rubio se quedó observando unos segundos el semblante ido y triste de JiMin. 

—A la mierda... —posó su mano en el mentón del pelinegro y le giró el rostro, estampando sus labios encima de los de él. Saboreó el amargo nectar de la cerveza mientras sus lenguas se entrelazaban en un húmedo y lento beso.

Se dejó llevar, cerró sus ojos, escuchando el subido de sus oídos y el retumbar de sus latidos. Su respiración se agitó cuando JiMin posó su mano en la nuca y empujó de esta para profundizar el beso. Este movimientos, conllevó a un beso un poco más rápido y apasionado junto con mordiscos y jadeos de deseo entre ambos hicieron que una gran ola de calor se apoderara de sus cuerpos. Mientras más intenso se ponía el beso, más ganas tenían, más inmenso era el deseo de pasar a otro movimiento.

Se tomaron unos segundos para respirar sin alejarse sus labios, estos juntaron sus frentes mientras jadeaban por la falta del aire y la excitación que sentía uno por el otro. El rubio pasó saliva y posó su mano en el pecho desnudo de JiMin.

—No nos tocó la habitación juntos. —dijo. —Tu no quisiste dormir conmigo...

JiMin rio en sus labios.

—Quería que tú mismo me buscaras cuando no te controlaras más... Y bueno, aquí estás.

YoonGi se alejó de él riendo.

—Primero, no te busqué. Ya tú estabas aquí. —JiMin rodó los ojos y cogió una lata de cerveza que estaba semi-llena la cual se encontraba a su lado. La cogió y le dió un sorbo a esta.

—No estoy para matarte, YoonGi. —comentó JiMin sin mirarlo. —Solo quería una maldita cosa en la vida y eso era empezar de nuevo. —lo miró. —¿Sabes? Nunca pude tener un buen estudio o graduarme. No pude hacer amigos, no tenía tiempo de nada. ¿Por qué? Porque desde muy joven estaba metido en problemas por el padre de JungKook.

YoonGi asintió.

—Aun no entiendo cómo es que SeokJin te contrató... ¿Cuál fue el detonante?

JiMin suspiro y le dió otro sorbo a su cerveza.

—Él solo llamó al padre de JungKook porque le debía un favor. Así fue como Jeon DongSun, me envió como favor pagable a SeokJin. —este se rascó el cuello. —Primero, no sabía que eres tú. Segundo, yo solo iba a mi trabajo. Te investigué, supe quien eras. Te seguí, te vi dormir, comer... —YoonGi hizo una mueca de asco haciendo reír a JiMin.

—Y así fue como te enamoraste de mí. —dijo orgulloso.

—No. Que dices. —rio JiMin. —Eso solo pasa en tus deseos. Ya quisieras.

—Ah, JiMin... —se frotó la sien. —¿Por qué actúas así?

—¿Así cómo?

—Fuerte. Tienes una sonrisa y un carisma que puede atraer a cualquiera. —el pelinegro se encogió se hombros. —Aún no me haz contado la historia de tu vida, pero asumo que la pasaste difícil.

—¿Por qué insistes en saber mi historia? Nadie quiere conocer la historia de un demente. —levantó una ceja. —Solo asumen que vivió una vida desagradable y que su familia era un asco. No todos son así.

—Lo sé. Por eso pregunto por ti y quiero saber de ti. ¿Qué fue lo que te hizo llegar a ser lo que eres ahora? —sus ojos se encontraron.

JiMin entrecerró los ojos mirándolo.

—No sientas lastima por mí, Min. Lo detesto.

YoonGi no respondió, solo se lo quedó mirando fijamente.

—Yo lo tenía todo... —habló. —Familia envidiable, hermanos agradables, dinero, una casa... Todo. —dijo él. —Como tú dices, no todos los dementes han tenido una vida horrible. Yo nunca la tuve. En cambio, tuve la mejor vida que jamás me imaginé. —sonrió. —Solía ser un adolescente bastante intelectual, bueno, aún lo sigo siendo. —JiMin bufó. —¡Es en serio! Solo hago que NamJoon diga los planes, porque si lo digo yo se sentirá opacado por mi intelecto y no queremos eso.

—¡Vaya! Al menos tienes un poquito de corazón.

—¿Quién dijo que no lo tengo? —soltó una carcajada. —Solo que sé separar muy bien mis sentimientos de mis deseos.

—¿En qué momento pasamos de insultos a charlas psicológicas? —cuestionó JiMin haciendo reír a YoonGi. —¿Qué fue lo que pasó?

—Uhm, nada. —el pelinegro no entendía. —Nadie murió, nadie se alejó de mí. Simplemente crecí y quise intentar cosas nuevas. Pero, en cuanto visitaba a muchos psicólogos, me di cuenta que el extraño era yo. No me sentía agusto con lo que tenía. Aún así, quería más. Pero... ¿Qué era ese más? —lo miró de nuevo. —Aún no sé cómo decirle a mi corazón cuando parar y decirle que ya estoy satisfecho.  —JiMin se mordió los labios. —Yo..., Soy otra persona cuando mato. Ver cómo pudo cumplir mis anhelos más oscuros en unos minutos, es increíble. Es... —el pelinegro lo miraba con mucha atención. —... Emocionante. Escuchar como gritan de dolor, pedir piedad por su vida y que se arrodillen a tus pies pidiendo una última oportunidad de vida e incluso llorando diciendo que tienen familia. Uhm~, es tan hermoso.

JiMin tragó saliva y bajó la mirada cuando se sintió muy intimidado por el rubio.

—¿Alguna vez lo has sentido, JiMin?

Él negó.

—Tu lo haces por gusto. Yo lo hago por órdenes. No son los mismo sentimientos. —respondió.

YoonGi apartó la mirada. Cabizbajo dijo:

—No es cualquier persona, JiMin. No lo haría con cualquier ser humano que se me cruce. Sé elegir a quienes merecen la muerte. No soy están estúpido.

—O imbécil. —el rubio entrecerró los ojos al escucharlo. —¿Dónde está tu familia?

—Bueno, no lo sé. Tengo mucho tiempo sin verlos. Ellos creerán que soy todo un magister en arquitectura. —JiMin soltó una carcajada.

—¿Querías estudiar arquitectura?

—La estudié. No me gradué. —JiMin reprimió una sonrisa.

—Puedes burlarte. —YoonGi rodó los ojos.

Hubo un silencio entre ellos por unos segundos mientras miraban a la nada. Cada uno pensando.

—Tienes 2 horas para dormir. Ve a descansar, saldremos apenas salga el primer rayo de luz. —le dijo YoonGi.

—YoonGi, ya son las 5 de la mañana. —le dijo mirando su reloj de mano.

—Entonces vamos a levantar a todos. —respondió levantándose del suelo.

JiMin le cogió la muñeca y tiró de ella hacia abajo. Posó sus manos en el rostro del rubio y lo atrajo su rostro al de él para juntar sus labios de nuevo en un beso. YoonGi posó su mano en la nuca del pelinegro para profundizar el beso. Pero antes de que pudiera continuar el beso, el rubio se separó.

—Vamos, ve a descansar. —pidió.

—Que extraña manera de decirme que no quieres tener sexo conmigo.

YoonGi rio y ayudó a levantar a JiMin del suelo. Fue entonces cuando notó que había estado bebiendo al lado de la habitación en la que dormía SeokJin y los demás.

—¿Andas de vigilante? —preguntó YoonGi.

—Tal vez. —sonrió y comenzó a caminar hacia el ascensor, ya que la habitación que compartía con TaeHyung se encontraba en el piso de arriba.

—Nos vemos, Min. —se despidió agitando la mano sin girarse.

—Ajá. —respondió el rubio metiéndose las manos en los bolsillos delanteros del pantalón. Se giró para caminar de regreso hacia su habitación.

JiMin pidió el ascensor y este en cuestión se segundos abrió sus puertas dejando ver a dos hombres vestidos de blanco bastante altos y corpulentos. JiMin arrugó el ceño y cuando se dispuso a correr, uno de ellos le agarró el brazo.

—El jefe quiere verte, Park. —le dijo uno.

—¡YOONGI! —gritó por los pasillos aún viendo  a lo lejos su espalda alejarse al caminar. —MIN YOONGI.  —otro intento mientras era arrastrado hacia el ascensor. —¡YOONGI!

El rubio arrugó el ceño a escuchar un fuerte grito y se giró para ver a lo lejos la escena de JiMin siendo arrastrado dentro del ascensor.

—JIMIN —gritó y se dispuso a correr lo más rápido que pudo mientras que uno de los hombres presionaba el botón del primer piso. —¡NO!

Y una bala salió del arma de uno de los tipos de blanco, incrustandose en el hombro izquierdo de YoonGi. Este cayó al suelo de espaldas por el impacto mientras un grito desgarrador salió de su garganta mezclandose con el de auxilio de JiMin. 

Las puertas del ascensor fueron cerradas dejando que JiMin viera la última escena de dolor de YoonGi desde el suelo.














FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA

Todo lo bonito no tiene un final feliz xd.

Nos vemos en la segunda temporada, amigos.

Espero y les haga gustado, besties✨

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