JiMin, bajó al primer piso luego de cambiarse. Un poco nervioso por lo que había pasado en el baño, sus mejillas seguían sonrojadas, pero igual bajó como YoonGi le pidió.

Este, sigilosamente se acercó a la puerta de la cocina y asomó su cabeza unos centímetros para mirar. Vio a YoonGi de espaldas mientra cortaba algunas verduras y las agregaba a lo que era el sartén.

HoSeok, se encontraba lavando los platos y vigilaba una olla con agua mientras restregaba los platos. JiMin, soltó un suspiro y siguió mirando. A sus fosas nasales llegó el rico aroma de carne asada, su estomago rugió al sentir hambre, pero luego se contuvo al pensar que esa carne no podría ser de animal.  Seguía desconfiando.

—Hola, JiMin. Ya entra. —la voz de YoonGi lo exaltó.

Este aún se encontraba de espaldas, pero había sentido su presencia.

—Oh, ¿JiMin? —HoSeok se giró y sonrió al verlo de pie en el marco de la puerta. —¿Cuándo llegaste?

El pelinegro entró del todo a la cocina y se acercó a la mesa que estaba ahí. Dirigió su mirada a la espalda curvada de YoonGi, quien seguía cortando más verduras.

—¿Prepararás tu comida? —preguntó HoSeok, girandosé para mirar a JiMin. Este le quitó una zanahoria al rubio que cortaba y se la llevó a la boca. —¿Qué te gusta comer?

JiMin, se lamió los labios para hablar y miró a HoSeok para responderle, pero sintió la mirada de YoonGi encima. El rubio lo miraba de reojo con una sonrisa pícara en sus labios, mientras seguía cortando con el cuchillo.

—Yo... Bueno... —se puso nervioso. —Como de todo. No tengo una comida estricta. —dijo JiMin y pasó saliva al ver a YoonGi sonreír lujuriosamente.

—Estamos cocinando carne asada. La especialidad de YoonGi. —dijo HoSeok. —Con verduras al vapor, vino y puré de papa. Una comida elegante, para el nuevo integrante. —ladeó la cabeza sonriente.

—Me siento muy halagado... —dijo JiMin sonrojado.

—Deberías sentirte más que halagado. Eres la cereza del pastel. —dijo YoonGi, colocando brócoli en la olla de agua que estaba en el fogón. —La comida aquí  es especial, cada uno tiene especialidad al cocinar.

—Y extrañamente YoonGi cocina para alguien. —se burló HoSeok.  —Siéntete especial, JiMin.

JiMin, reprimió una sonrisa y se sentó en el silla. Cruzó los brazos y bajó la mirada a la mesa.

—Iré a llamar a JungKook y NamJoon, ya va siendo hora de que lleguen. —dijo HoSeok caminando para salir de la cocina, dejando a JiMin y a YoonGi en un grave silencio.

El pelinegro se rehusó a levantar la mirada por temor a que YoonGi lo estuviera mirando.

Su teléfono apareció en su campo de vista y  este levantó la mirada, encontrándose con los ojos de YoonGi.

—Úsalo para tu bien. —le dijo, mirándolo directo a los ojos. —No lo arruines, JiMin.

Este tragó duro y agarró su teléfono rozando un poco la mano del rubio. JiMin, la apartó dee inmediato y se levantó de la silla, haciendo que YoonGi riera. JiMin, se guardó el teléfono en su bolsillo.

—Veo que esto es incómodo. —YoonGi, se cruzó de brazos mirando a JiMin. —Tranquilo, ya te dije que no ha pasado nada. Fue un error tuyo por mal entender la situación.

—¿Cómo puedes decir eso? ¿Cómo quieres que confíe en ti? Digo..., todo tu tiene semblante de ser una persona mala. —JiMin, se tapó la boca haciendo  que YoonGi soltara una carcajada.

—¿Me estás juzgando por mi rostro? —señaló su cara. —Te dije que es solo carne. Puedes comerla en unos minutos cuando esté. Si fuera una persona mala, no estaría alimentando a tres chicos más con carne animal.

—¡¿Ves?! ¿Por qué dices eso? —dijo JiMin, alejándose de este.

—¡Es humor negro! Alguna vez lo hemos dicho. ¿Qué te pasa? —arrugó el ceño YoonGi.

—No confío en ti, eso es lo que me pasa. —se alteró. —Me complica la vida pensar que viviré con una persona que no conozco nada de su vida, que tiene un humor extraño y que tiene un congelador de carne y quien sabe más podrás tener.

—¡JiMin! ¿Qué tienes con la carne? —se burló este.

—¡QUE PUEDE SER DE HUMANO!

YoonGi, entrecerró los ojos mirando a JiMin.

—Creo que eres bastante inocente, JiMin. —dio unos pasos hacia atrás. —Ponte a pensar un momento en que si tuviera carne de humanos, no la metería en un congelador. —sonrió perversamente, asustando a JiMin. —La tendría bastante cerca de mí. —este se acercó a JiMin a paso rápido haciendo que JiMin retrocediera y  terminara acorralado contra la pared. —A un centímetro, quizás. —se mordió el labio inferior mirando a JiMin con intensidad.

Al pelinegro se le erizó la piel y su corazón se aceleró junto con su respiración por la cercanía de YoonGi.

—No me tienes miedo, JiMin...

—¿Cómo sabes que es lo que siento? —interrogó JiMin. —¿Por qué indaga sin saber?

La mano del rubio se posó en el pecho de JiMin, haciendo que este se le erizara el vello.

—Tu corazón está acelerado, tu manera de respirar es regular cuando sientes cercanía. —acercó su rostro al del pelinegro y miró los abultados labios de este, lamiendose los labios. —Bastante cercanía... —JiMin, tragó duro y siguiente que vio fueron los labios de YoonGi curvarse en una sonrisa bastante perversa. —Te propongo un juego.

Se alejó de JiMin y regresó a la estufa. Cogió un cucharón y revisó las verduras.

—¿Ju... Juego?

—Sí, un juego. —dijo el rubio sin mirarlo. —Te probaré que puedes confiar en mí y si me gano tu confianza, te contaré lo que quieras saber. Sin mentiras, sin humor, solo la verdad.

Ah CARAY, si me interesa el juego :D

1/2 ♡