|Vanity|
Capítulo 21.
“¡Sorpresa! ¡Obtendremos la victoria!”

Todos tienen un pecado, viven con él tan pronto lo cometen, y aunque a muchos parece  no importarles la culpa en lo absoluto, a otros, parece que los carcome. El punto es que sin importar qué pase, cada que lo recuerdan, sienten una extraña sensación en su cuerpo que no los deja avanzar o pensar con claridad.

El pecado de Aldora es la vanidad, ¿pero porqué? ¿Por su egocentrismo, por su complejo narcisista? Bueno, sí. Pero, su pecado en realidad, va más allá de su alto autoestima. Lo cierto es, que Aldora padecía desde su infancia una pequeña condición mental que hacia su vida difícil, un infierno, la cual, la conllevó a esta situación finalmente.

Aldora nació en el Reino de Diamantir, un Reino de Santos, vanidosos, hombres y mujeres bellos. Eran como una especie superior a los humanos, pero inferior a todo lo demás, y que vivían de su santuario entre cristales, en ese Reino flotante. Estando entre las nubes, cada habitante vivía en la suya propia, no literalmente. Ella nació siendo la princesa, la heredera al trono. Pero, había un pequeño e insignificante detalle, y es que, la hermosa bebé que al principio encantó a todos los presentes en la habitación de la reina nació no con solo dos cuernos extraños a los lados de su cabeza, sino también un par de alas de dragón, de un principio escamas y pequeñas garras. Su piel no tardó en enrojecerse rápidamente después de nacer.

Esto al rey le espantó. No era estético. No era lindo, era un monstruo, igual que su esposa. Aldora era un dragón.

La especie real de Aldora es un híbrido, entre Diamantir y dragón, este último por parte de su madre, quien de hecho fue obligada a casarse con el rey de Diamantir para llegar a un acuerdo de paz entre ambos reinos. Una princesa insegura y pacífica del poderoso Reino de los dragones, obligada a casarse con un vanidoso príncipe que si bien en un inicio fue encantador, su vida se basó en abusos y sufrimiento por ser considerada un monstruo. Cortaron sus alas poco estéticas, cortaron su cola, sacaron sus colmillos. Realmente la madre de Aldora vivió cosas terribles.

Y fue por eso que después de dar a luz, no aguantó más y decidió eliminarse a sí misma del mundo, suicidándose, partiendo a quien sabe, si al purgatorio, cielo, o infierno. Daba igual, al menos, podía encontrar el descanso eterno.

Dejó a su hija a su merced, y es desde aquí que empieza a repetirse la misma historia con Aldora. Ella siempre rechazó su lado de dragón, porque todos le decían que no era estético, no era agradable a la vista. Era asqueroso, y la razón y lema de ese reino era ser sencillamente, las criaturas más Bellas de todo el mundo. Lleno de vanidad.

Y por eso, su pecado, encerrarse a si misma a vivir de una apariencia, sin libertad de ser ella misma la condenó a esa vida de pecadora.

Pero eso amigos míos, ya no más. Ya podrá renacer. Será una nueva persona, una Berserker y Aldora combinadas, la cual, con emoción, actuará como le place.

Y por supuesto, no dejará de amar.

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Howzer bajó su mirada al suelo, no queriendo pensar en que  probablemente pasarían años sin ver a la albina, y que él a diferencia de la contraria iba a envejecer y seguramente, si es que la suerte le sonreía y ella podía despertar y seguir queríendole de anciano, podría estar junto a ella ¿pero de qué serviría, si al final sería poco lo que viviría junto a ella? No le parecía justo, lo llenaba de rabia y frustración. 

Pero descuida Howzer. El destino es más fuerte de lo que crees en realidad. Ya verás que, cuando menos lo pienses, Aldora volverá. 

Y con su verdadera apariencia. 

 Por su parte, en la realidad actual, Merlín se había encargado de transportar a la  Aldora  sellada en el pequeño frasco, directamente a su laboratorio, el cual esperaba no estuviese destruido. Mientras tanto, los demás pecados observaban con mucha impresión como Hendrickson se aparecía con una nueva forma, adoptando una forma humanificada de un demonio gris. Había salido del mismo hueco del que salió el demonio rojo, que igualmente él mismo había buscado, pero aunque los pecados se aventuraron tras él para asesinarlo de una vez por todas no funcionó, porque de nuevo Hendrickson renació en una forma nueva, algo más delgado que antes, con cuernos y piel gris. Era mucho más rápido, y ahora era callado, como si no pensara en nada más que matar, pero sin dudas, el poder mágico que desprendía de su ser era espeluznante.  

La tarea sería complicada de ahora en adelante, porque Hendrickson en su versión 4.0 ahora empezaba a arremeter con fuerza contra los demás, queriendo a toda costa ganar. 

Por un tiempo hubo mucho silencio, Gilthunder reveló que la verdadera forma del pecado de la pereza era de hecho, ese "niño" término el cual el resto de caballeros usaba para referirse a él, porque no sabían que de hecho era su verdadera apariencia. No obstante, después de hablar, volvieron a un silencio que rápidamente fue interrumpido cuando todos los pecados uno por uno fueron lanzados de ese hueco en el que antes se habían metido, siendo Diane la que más impacto sufrió contra el suelo, por obvias razones. La nueva forma de Hendrickson dejó a los caballeros atónitos, y por supuesto, muy temerosos. 

—–¡Maestro Hendrickson, dados sus crímenes queda bajo arresto!-—exclamó uno de los caballeros, que rápidamente fue interrumpido porque la batalla de verdad, estaba iniciando. 

Además, vamos. Sólo desperdicias saliva y aire, no obdecerá tu arresto porque prácticamente quedó sin alma. Ya mejor calla, personaje de relleno número ya ni recuerdo. 

Meliodas atacó al demonio gris Hendrickson por su espalda, apunto de apuñalar su hombro, pero su piel era tan resistente que la hoja prácticamente rebotó en la carne, y no le hizo ni un solo daño. Gowther lo iba a atacar con rayos mágicos, pero con un simple ademán, le cortó la cabeza y lo mató. 

Hendrickson entonces puso en marcha una técnica oscura, que hasta su nombre resulta redundante, porque junto a él y esparciéndose sobre el aire, pequeñas esferas de color negro y destellos violetas cayeron del cielo como copos de nieve. De hecho, siendo ese el nombre de esa técnica: "nieve oscura". Esquivar esa técnica era la clave para seguir con vida,  aquello no era complicado en verdad, pero además de eso debían de tener pendiente a quien realizó esa técnica. 

Luego de eso, varios caballeros sacros igualmente empezaron a arremeter contra el enemigo, utilizando sus poderes mágicos para vencerlo. Parecía fácil, pero si todo fuera fácil en esta vida, absolutamente nada tendría sentido. Además, al final no pudieron hacer nada, terminaron heridos y Hendrickson ileso. De igual forma, King y Diane intentaron hacer un ataque combinado, pero a la final, con un movimiento Hendrickson demostró su habilidad una vez más. Dio un ataque poderoso, pero pese a que iba dirigido hacia Elizabeth y Meliodas, fue Hawk quien al final decidió sacrificarse para salvarlos y recibir de lleno todo ese ataque. 

—–No puede ser... El maestro... Está muerto...—murmuró un anonadado Ban, quien no pudo contener con la tristeza y furia que le provocó la situación, haciendo que de sus ojos brotaran lágrimas de dolor.—–¿¡COMO PUDISTE ASESINAR A UN SER TAN NOBLE!? ¡MISERABLE!

Igualmente Diane y King no pudieron contener su tristeza; pero claro estaba que los más afectados por esa pérdida también eran Elizabeth y Meliodas; la primera mencionada se derrumbó sobre el cadáver oscurecido del cerdo, quien ni siquiera pudo despedirse como se debe antes de sacrificar su vida para salvar a ese par. 

Si Aldora estuviese presente, también lloraría de seguro.

Algo honorable, digno del Capitán de la Orden de las Sobras. Era un momento doloroso, pero que a la vez, sirvió entonces para desatar una fuerza sanadora que estuvo oculta dentro del cuerpo de una joven  princesa, durante mucho, mucho tiempo. 

Y el cuál por cierto, traería de vuelta a quien tanto extraña la audiencia. 

Una luz preciosa los envolvió a todos, pequeños destellos empezaron a volar por ahí de forma majestuosa. Muchos de los presentes se juraban que estaban en el cielo, en el paraíso, porque el aura que los rodeaba les brindaba mucha, mucha paz, como si el dolor que tenían en sus cuerpos finalmente estuviera yéndose para no volver. 

Pero no estaban en el cielo. Esa luz, esa aura que los envolvía era de hecho, el poder mágico de la tercera princesa de Lionés. Una energía sanadora y pacífica, que ahora se expresaba en total plenitud e intensidad. Las flores que terminaron dañadas por la batalla crecían de nuevo por la tierra como si nada, el pasto, todo, absolutamente todo era hermoso. Digno de un poder fascinante. 

—–Jamás se dio cuenta, pero cuando nuestro padre se lastimó al caer de ese árbol, o nuestra hermana se hirió al querer rescatarla... Todas esas heridas, fueron lavadas y sanadas con sus lágrimas... 

Esa misma luz, que envolvió el cielo, terminó entonces también por despertar a un ser, que si no hubiese sido por ese momento, seguramente pasarían años antes de que pudiera volver a nacer. 

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Esa luz que brindaba calidez, alumbró desde lejos todo el sitio, todo el reino de Lionés. Llegó incluso al pequeño rincón en donde estaba descansando el pequeño frasco en donde cierta mujer la había encerrado. Su cuerpo se tenía que acostumbrar a aquella forma que estuvo ocultando por miles de años, cosa que de hecho no iba a ser tan sencilla, pero, gracias a ese despertar por parte de la tercera princesa, su proceso de sanación aumentó y se adelantó de manera tal, que en un parpadeo, sus ojos se abrieron de par en par. 

Había salido de ese frasco, ahora estaba parada sobre el suelo. Sus manos tenían garras un tanto largas, pero, al menos eran estéticas. En la ventana pudo ver su reflejo, dándose cuenta entonces de aquella verdadera Aldora que escondió durante tantos milenios: una mujer de estatura promedio, con escamas visibles en sus hombros y muslos. Garras también en las uñas de sus pies pequeños, cuernos en ambos lados de su cabeza, ojos rojizos y con pupila de reptil, vertical, labios rojos, pecas hermosas que se posicionaban en sus mejillas y nariz. Y por supuesto, no olvidemos dos alas grandísimas y pesadas para cualquiera, que se extendían desde su espalda hacia sus pies, de color negro con detalles rojos, y una larga cola delgada de igual color y detalles que no tardó en envolver alrededor de su pequeña cintura.

 Vaya. 

No podía creer que estuvo ocultando durante tanto tiempo una apariencia tan hermosa y majestuosa, una apariencia de mujer dragón. 

—–Wow...

Llevó su mano a una de sus mejillas, topándose con un par de mechones de su blanco cabello con mechones negros. Estaba impresionada. ¿A esto le tuvo miedo durante tanto? 

—–Pensé que me vería horrible... Pero sólo fue porque lo escuchaba de ellos...—agregó ella, sintiendo que iba a gritar de la emoción.—–Incluso mi busto está más pronunciado... ¡Ya quiero que todos me vean!—exclamó alegremente, levantando los brazos para lanzar a la ventana su poder. Fuego. —–¡Oh, esto es fantástico!

Pero no es tiempo de celebrar, para eso habrá más después. Ahora, mi querida Aldora renovada, necesitas ir a ayudar a tus amigos. Ellos te necesitan. 

Sin más, se acercó a la ventana rota y extendió sus alas, lanzándose al aire para elevarse en el cielo y dirigirse con afán hacia el epicentro de  la luz majestuosa, la cuál la había liberado muy rápido. No sabía muy bien de quien era ese poder mágico, pero, lo averiguaría pronto. Ahora la prioridad, era pelear y verse bien, claro que sí. 

—–Descuiden, mortales, ¡Ya no teman!—exclamó, en un tono heroico y dándose aires de grandeza.—–¡El verdadero pecado de la vanidad está de vuelta! Les salvaré el pellejo...

Buenas nalgas gente 🥺✨
Lamento mucho la tardanza, se me han presentado muchas cosas, pero, al menos pude actualizar uwu

¿Que tal les pareció? XD el poder del guión actuó. Disculpen si no es lo que esperaban, siento que me quedo sin ideas 😅😅😅😅 avisenme si es así, viendo que no gusta tendría entonces que pausar la historia

Pero bueno XD en fin, espero que les haya gustado aunque sea un poquito. Aun así, leeré todo lo que piensen, acepto críticas ^^