Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝘾𝙖𝙥í𝙩𝙪𝙡𝙤 1 ~ 𝙈𝙖𝙩𝙧𝙞𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 ~

En esta ocasión, un narrador omnisciente remplazará a Tomura Shigaraki en la narración de este primer capítulo. El líder de la temida y corrupta Liga de Villanos había conocido a Kurumi Tokisaki, ella lo rescató de una asegurada rendición después de derrotar a todos sus enemigos, y poco después la convirtió en su esposa. El protagonista de cabello blanco necesitaba el poder de aquella chica para robar de una vez por todas el One For All del último sucesor, pasó mucho tiempo dudando en cumplir con el cometido de su mentor, pero llegó a la conclusión de que únicamente borrar a su familia de sus recuerdos no sería suficiente, conquistaría y deterioraría el mundo a través de la obtención de más poderío, eso fue lo que prometió, más que solo desintegrar todo lo que estaba relacionado con sus traumas.

Pero no iba a priorizarse en robárselo con el All For One, la razón es sencilla, tenía que ganarse la confianza y el cariño de su falsa esposa para poder obtener la oportunidad de regresar al pasado y corregir sus errores.

Tomura era alguien cruel y justo, pero no con gente que no se mereciese esa malicia, no le robaría el poder a una persona que fuera tan amable con él. Y menos alguien como Kurumi, con quien a partir de ahora tendría que vivir en un solo apartamento. Solos, sin nadie más.

No transcurrió mucho tiempo desde que estos dos se conocieron, cuando la chica del vestido se le ocurrió una buena localización para hospedarse, guió al peliblanco para que atravesara el portal y la acompañase a una ubicación donde podrían planificar como desearían vivir bajo el mismo techo: una cafetería.

Aún sabiendo a donde se dirigía, Tomura no tenía ni idea de en qué ciudad se encontraba caminando tan pacíficamente al lado de la pelinegra, lo único que podía sentir era incomodidad al estar andando cerca de grandes cantidades de ciudadanos, no estaba acostumbrado a la multitud, no quería ver a tanta gente cerca, pero algo raro ocurría, nadie le reconocía el rostro, era como si él no fuese más que un simple ciudadano más entre toda la población.

Le daban ganas de erradicarlos a todos para dejar de sentirse agobiado. Pero obviamente iba a contenerse por el bien de su misión principal.

— Ss me olvidó agradecerle por haberme sanado hace poco — dijo Tomura — Puedo regenerar y cerrar mis heridas y tendones, pero el dolor permanece, "incluso ahora sigo buscando algún quirk que pueda anular el daño" su extraño poder puede borrar ese dolor interno.

— No hay problema, como bien dijiste técnicamente solo rebobiné el tiempo para borrarte las heridas internas igual que hice con tus dedos, sabes que puedes contar con mi poder para lo que sea, oye, ahora que me fijo bien, te ves un poco abrumado — dijo Kurumi, con su típica sonrisa pequeña — ¿No te agrada estar tan rodeado de gente?

Shigaraki no pararía de sorprenderse con lo observadora que era aquella chica, siempre atenta a todos los detalles.

— Si usted lo piensa bien, debería saber porque — reconoció, viendo a su alrededor.

— Si... realmente deberé ayudarte a acostumbrarte a tu nueva vida, "pasó mucho tiempo oculto para que el gobierno de Japón no lo rastrease..." — pensó Kurumi — No te preocupes, estarás bien, aquí nadie sabrá quien eres, eso te lo puedo asegurar — dijo, Shigaraki no entendió la razón.

— Y no solo me incomoda la gente, ¿te verdad no le da vergüenza pasear por las calles con ese vestido? — preguntó Tomura, observándola — No me malinterpretes, te queda bien, pero de estar en tus zapatos yo no sería tan valiente.

— *Se ríe* "Se fijo en mí" Gracias — refiriéndose al cumplido que le hizo — Pero no tienes de qué preocuparte Shigaraki, por muy raro que te parezca, solo tú eres el único que puede verme con mi vestido, los demás solo ven a una chica normal azabache con un uniforme de estudiante promedio, defínelo como magia, pero tranquilo, no siempre llevo esta vestimenta, no la uso todos los días.

— "Un poder excesivamente útil para todo... ¿acaso tiene varios al igual que yo...?" — pensó el peliblanco, viendo imposible como el supuesto quirk de Kurumi servía hasta incluso para eso — ¿Y que conmigo? No solo compramos ropa en contra de mi voluntad, si no que tampoco mejora mucho mi apariencia para pasar desapercibido, ¿tenía que ser así de oscura? Ahora parezco un secuestrador e incluso un mafioso, en vez de un villano.

— No seas tan exagerado — dijo la pelinegra, a la cual le pareció graciosa la comparación — Simplemente no quise que perdieras tu aura y esencia de villano, no te ves peor con ese atuendo, te ves mucho mejor, de hecho, incluso más elegante. Matarás gente con mucho más estilo.

— No será buena idea deteriorar a alguien en medio de la calle, créeme... — dijo, seguramente por experiencia, suspirando y cerrando los ojos — A todo esto, ¿estamos cerca de esa cafetería? Llevamos un buen rato caminando, si usted se siente cansada podría sentarse para descansar, Tokisaki, tengo todo el tiempo del día...

— ...

El hombre de pelo blanquecino sintió en la carne y en el aire el repentino silencio que provino de su futura esposa, obligado a abrir el ojo derecho para comprobar si esta estaba bien o algo la había incomodado. Desgraciadamente, fue la segunda, porque se notaba que estaba pensativa.

— ¿Ocurre algo? — dijo Shigaraki, serio.

— ... Oye — dijo, mirando por donde caminaba — ¿Podrías dejar de hacer eso?

— ¿El que? —.

— Lo de que te estés refiriendo a mí siendo tan cortés, no hay necesidad de que hables de "usted" en vez de "tú" — dijo Kurumi — Que yo sepa no soy tu jefa, ni tampoco una reina que está por encima de ti, ¿no crees?

— Oh...

La alegre pero tranquila actitud de la joven regresó a ella y miró directamente a los ojos de Tomura.

— Eres y serás mi esposo, ¿recuerdas? Aunque seas uno falso, ¿que mejor que llevarnos con confianza? Así aprenderemos con más facilidad y efectividad a vivir juntos, "falta poco para que pueda dormir bajo el mismo techo que el villano más poderoso de Japón, o incluso del mundo... estoy ansiosa... jamas te imagine tan ansiosa, Kurumi Tokisaki" — dijo la chica.

— Supongo que tienes razón... "me precipité, esta no es la manera correcta de ganarte su confianza, Tomura Shigaraki..." — pensó el peliblanco, memorizando sus errores para no volverlos a cometer.

— Así me gusta — dijo en perfecto japonés, sonriendo tiernamente.

— Te pido una disculpa, quizá eso te molestó —.

— D-descuida... no es nada "que tierno" —.

La relación de estos dos personajes había progresado en cuestión de pocas décimas de minutos, como si el lazo que simboliza la verdadera amistad que hay detrás de una falsa relación se hubiera vuelto más resistente, más irrompible. Pero no es cosa de extrañar, en la mente de ambos, estos ya se ven andando y bebiendo café en su futura vivienda con naturalidad, Kurumi estaba ansiosa debido a su gran admiración por el sucesor del All For One, este en cambio, ansioso por entender cómo se vive con una mujer en un piso de un edificio.

Pero no podían adelantarse tanto, primero, organizarse sería lo más importante. Y esta pareja se ocuparía de eso en este paseo relajador.

...

Un cuarto de hora después.

La pareja de asesinos pudo llegar a una cafetería ubicada en una curva de la avenida, parecía tan pacífica tanto por fuera como por dentro al tener pocos clientes, muchos de estos, universitarios. Tomura abrió la puerta de cristal para cederle el paso a la joven doncella, esta le dedicó una agradable sonrisa.

— Gracias, ahora solo faltaría que me corrieras la silla cuando vayámonos a sentarnos, incluso un villano como tú es amable cuando quiere — dijo Kurumi.

— Ahora no lo voy a hacer, venga, andando, eso te pasa por hablar de más — dijo Shigaraki, un poco molesto.

— ¿Queeee...? ¡Era broma por favor no te enojes...!— dijo, jalándole de la ropa como si fuese una niña pequeña.

Una vez adentro, estos pidieron una mesa para dos, mientras andaban por el pasillo, los estudiantes que pasaban el rato allí fueron asombrados por la presencia de ellos dos, no solo agobiaba la cantidad de suposiciones acerca de si se trataban simplemente de una joven pareja estudiantil, si no que la diferencia de belleza entre los dos era abismal. Con o sin su vestido, Kurumi Tokisaki poseía un cuerpo de diosa, elegante por naturaleza, poco distinta de la reina de un palacio de cuentos de hadas. En cambio Tomura Shigaraki, siendo quien es, intimidaba con su decente altura, sus ojos rojos y su rostro tan oscuro. Nadie entendía como este podía estar "saliendo" con ella.

Cuando se sentaron y pidieron su taza de café. Tomura sacó el periódico que había comprado en la misma tienda de ropa donde consiguió su nueva vestimenta con el dinero de Kurumi. Tenia que enterarse de su localización, donde posiblemente empezaría a vivir. Por lo que empezó a leerlo.

— ¿Te sientes bien — preguntó Tokisaki, quien, con los brazos apoyados a la mesa y con su sonrisa habitual, veía con las manos en las mejillas a su esposo — Me refiero en el sentido de tu experiencia en este paseo, ¿te parece agradable este ambiente? Rodeado de tantas personas que viajan de un lado a otro por puro trabajo...

— La respuesta es muy clara — dijo, pasando de página.

— ¿Que si?

— Que no — dijo.

— Vaya... — dijo, con una gota de sudor.

— No te sientas mal, este no es mi ambiente pero eso no significa que no pueda vivir en el — dijo — Adaptarse, todo trata de adaptarse, como si fueras cierto Shikigami de Jujutsu Kaisen, después de todo, tienes pensado alojarte en esta ciudad, ¿verdad? Me veo obligado a hacerlo —.

— "Se me olvidó que Shigaraki Tomura era un niño que leía muchos mangas de pequeño, tendré que acostumbrarme a sus referencias de otros animes" — pensó — Bueno, si dices que no me sienta mal entonces no lo haré, el astuto y siniestro Tomura Shigaraki nunca se acostumbraría a un ambiente tan tranquilo, de tu carácter floreció mi gran admiración por ti — dijo.

— ¿Porque lo dices como si estuvieras narrándole un cuento a un niño...? — dijo Shigaraki, pensando en voz alta.

El camarero regresó para colocar el platillo junto a las tazas de café acompañadas de los paquetes de azúcar en la mesa, a continuación, este se retiró para darle privacidad a la pareja de villanos.

— *Se ríe* Anda, fíjate, en la crema de mi café hay dibujado un corazón — dijo la pelinegra, mirando su taza.

— ¡Ngh! — alzando a decir un molesto Shigaraki, rechinando los dientes, al fijarse en la forma que tenía el dibujo de su café —.

— En la tuya supongo también habrá un cora...

En el momento en el que la esposa de Shigaraki dirigió su mirada a la crema de la otra taza, decidió cerrar los labios para no empeorar aún más el humor del peliblanco. Porque a pesar de que el barista de la cafetería también seguía la orden de dibujar otro corazón en esa otra taza, parecía que lo hubiese convertido en una horrible calavera a propósito...

— ... zón — Kurumi terminó la palabra.

"¿Tan malas impresiones transmito a la gente con mi apariencia...? Se ve que estos simps solo desean coquetear con esta chica que tengo delante..." Eso pensó Tomura, con ganas de matarlos a todos. Sabiendo que no podía ser coincidencia que ella tuviera un corazón y él un maldito cráneo.

— En fin, pasemos a lo importante — dijo Shigaraki, borrando la calavera con una cuchara.

— Estoy de acuerdo contigo — dijo la azabache — No podemos comprar un piso no sin antes obtener una licencia de matrimonio civil, ¿lo sabes, verdad?

— Si... ya me estaba esperando la cantidad de trabajo que tendremos que hacer para poder vivir juntos... — dijo Shigaraki, con su mirada puesta en el periódico.

A Kurumi no le importaba en lo absoluto que su futuro esposo no le mirara a la cara mientras hablaba con ella, es más, verlo siendo tan frío con cualquiera siempre la llenaba de placer, recordemos que, por mucho que no lo comente, en ella vivía una considerable cantidad de masoquismo.

— Oh, ¿acaso mi querido villano favorito esta ansioso por vivir junto a mi...? ¡Esto es un sueño...! — dijo Tokisaki, sonrojándose.

— ¡Cállate! — dijo Tomura, avergonzado — Nunca dije algo así, no siempre vayas haciéndote ideas erróneas.

— Jaja tranquilo, solo me estaba burlando de ti — dijo.

— *Suspira* Y bien, ¿qué tienes pensado hacer? Porque supongo que sabes que no será favorable para unos villanos como nosotros mostrarse ante el alcalde y dar una solicitud para contraer matrimonio como si nada, te recuerdo que puede haber gente capaz de reconocerme el rostro, y seria un problema mayor si fueran parte del gobierno.

— Je, no te preocupes, lo ideal sería empezar por los primeros requisitos para poder casarnos.

— ...

— ¿Hey, me estás escuchan-

La doncella se dio cuenta al seguir la mirada del avergonzado Shigaraki que un grupo de estudiantes los estaban viendo muy confundidos, cometieron el error de que estaban hablando en voz muy alta y todos podían escuchar su conversación.

— Eh jeje, solo estábamos jugando a comportarnos como unos villanos en búsqueda y captura, ignoren lo que dice este — dijo Kurumi, refiriéndose a Shigaraki.

— ¿EH? — Tomura se enojó y una vena se infló en su cabeza.

Afortunadamente, logró mentir a los desconocidos y ya tenían libertad para conversar con tranquilidad. Incluso el mismo Shigaraki no se creía como pudo haberlos engañado con semejante excusa, probablemente porque los hipnotizó con su encanto.

— Prosigamos, cuáles son los requisitos — dijo el líder de la Liga de Villanos, bebiendo de su café.

— Bien, deberíamos empezar por él registro civil, nuestras identificaciones, ya sabes, el DNI y todo lo demás — dijo Kurumi — Sin identidad no se te permite hacer prácticamente nada en esta sociedad, tendrás que inventarte un nombre y ponerte maquillaje para que alguna agencia secreta no reconozca tu rostro en las posibles fotos que te hagan, Shigaraki. En mi caso ya no hay necesidad, yo ya soy una ciudadana hecha y derecha.

— ¿Lo estás diciendo en serio? — dijo, refiriéndose a lo del maquillaje, viéndolo muy inútil.

— ¿Se te ocurre alguna otra manera? ~Aunque no miento si me daría mucha ternura verte maquillado...~ — susurró, imaginándoselo.

— Te alcancé a oír... — dijo Tomura, con el ceño fruncido.

— Requisito numero dos — levando dos dedos — Un certificado falsificado de nacimiento original, sé que no te gusta hablar de tu pasado, y aún menos lo harías con gente que ni te conoce, por eso pensé que crear a una falsa identidad tuya junto a un falso registro de nacimiento sería lo más ideal para no incomodarte, los demás papeles serán fáciles de rellenar y firmar.

— Eres consciente de que una cosa es explicar eso y otra cosa es hacerlo, ¿verdad? — preguntó Tomura, escuchándola —.

— Descuida, no será tan complicado como te lo imaginas, con toda la cantidad de documentos que entregaremos con tal de confirmar el compromiso no se fijarán en pequeños detalles, confía en mí — dijo Kurumi.

— "Que diga confía en mí me hace desconfiar aún más de ella" — pensó Shigaraki, atemorizado — "¿Acaso no entiende lo peligroso que es el gobierno...?"

— Si todo lo que dije nos sale bien, tendremos la mayoría del trabajo listo, yo ya te dije que tenía toda mi documentación preparada, solo queda la tuya, el matrimonio estará completado en menos de un día, ¿es un plan perfecto verdad? — preguntó, orgullosa de sí misma —.

— Eh... si, si, muy perfecto... "¿de verdad esto va a salir bien...?" —.

— Me alegra que hayas podido entender tan rápidamente lo que tienes que hacer — dijo Tokisaki, feliz, acercando su rostro al de Shigaraki.

— "Huele bien, ¿así lo hacen todas las mujeres... o está vez solo es ella?" — pensó el peliblanco.

— Seguramente el tercer requisito después de todas las dificultades será nuestra declaración jurada de domicilio, ya sabes, para acreditar nuestros lugares de residencia, eso lo puedo hacer yo por ti, conozco lugares a los que nadie se hospeda — dijo, estirando los brazos —.

— Hablando de residencia, ¿que hay del dichoso apartamento? ¿Tenemos pensado cómo y dónde va a ser, y su precio?

La joven pelinegra se rio de forma engreída, como si ya hubiese predicho desde hace un buen tiempo que el hombre le preguntaría eso.

— Imprimí un papel con toda la información de la vivienda, todavía no la he comprado, era para ver tu opinión — dijo Kurumi, sacando mágicamente de algún lado una hoja de papel y dándosela a Tomura — Esta en uno de los edificios más importantes de por aquí, grande, espaciosa y costosa, pero creo que puede valer la pe-

— Espera, ¿y en qué momento imprimiste ese papel? — preguntó Shigaraki.

— Eh... pues... — sin saber qué decir, nerviosa.

— ¿Acaso tenías todo esto planeado y ya diste por hecho que iba a aceptar tu propuesta de casarme contigo...? — adivinó el peliblanco.

— S-se me da bien hacer que la gente acepte hacer tratos conmigo, jeje... — dijo Tokisaki, sonriendo dulcemente — Pero si, has acertado, estudié tanto sobre ti que pude dar por hecho de que si te hablaba con respeto y sentimiento podrías escucharme y convertirte en mi esposo, Shigaraki.

— ... — escuchándola — Pues que te voy a decir, felicidades por lograr convencerme, Tokisaki "aunque en realidad todo se lo debo a su poder, de no darme cuenta de que puede viajar en el tiempo posiblemente la hubiese ignorado..."

— Gracias, me siento halagada — agradeció — Aquí tienes el papel del apartamento.

— A ver... — empezó a leer, fijándose en una cifra gigantesca que lo puso nervioso — La puta madre, estos son demasiados yens Tokisaki...

— Lenguaje... — dijo ella — No te fijes en el precio, puedo pagarlo.

— ¿Eres rica?

— Digamos que si.

— No se porque no supuse algo así — susurró — "Me pregunto de dónde sacó todo el dinero, ¿de sus padres?"

— Aunque hablando de riqueza también deberíamos preocuparnos por eso, el dinero no nos caerá del cielo, tendré que buscarte un trabajo en el que puedas disfrutar y sacar mucha plata, ya verás lo bien que se me dará escogerte tu futura profesión — dijo Kurumi, levantando el pulgar.

— Bastante segura te ves... me veo recogiendo basura en las calles...

— No digas eso — dijo, sintiendo lástima, agarrando la mano de Shigaraki con sus dos manos— Jamás permitiría que mi futuro esposo sufriera de esa manera.

— Je, que romántica... — irónico.

— *Le sonríe* Y bien, ¿te gusta?

— No me disgusta, serás tú quien decida si comprarlo o no — le devolvió el papel, refiriéndose al piso.

— ¡Okeey! — guardando el papel, se le veía emocionada. Lo cual creaba cierta ternura en todos los clientes presentes de la cafetería.

— ... "Todo está sucediendo tan rápido que no me lo creo... en cierto modo, sé que esta mujer está haciendo todo esto por su propio beneficio, ella misma me lo dijo, al igual que yo, en realidad, no estamos enamorados el uno del otro, no nos gustamos, no estamos saliendo, y no es nuestra intención empezar a hacerlo" — pensó Shigaraki — "¿Pero entonces porque actúa tan entusiasmada al saber que podrá contraer matrimonio con un monstruo como yo? ¿Siente una necesidad imperiosa de casarse? ¿Es simplemente un deseo de experiencia...? ¿O algo más....?" ¿Huh?

Cuando Shigaraki se fijó en unas palabras escritas en su periódico, este se confundió. Pensando que había leído mal.

— "¿Ciudad Tengu?" nunca escuché ese nombre ¿dónde queda eso...?" — pensó, incapaz de entender a que ciudad lo había llevado esa chica con aquel portal.

— ... —.

Nuestra querida doncella de querido rojo estaba batiendo mucho su café con aquella pequeña cuchara que le habían prestado para mezclar el azúcar con la bebida, siendo incapaz de volver a levantar la mirada para ver a Tomura, parecía que se estaba poniendo nerviosa. Podíamos concluir que estaba reuniendo valor para preguntar una de las cosas que más definiría el orden y el futuro de la relación, tenía miedo de la manera en la que su esposo podría reaccionar.

Pero no quiso darle más vueltas, antes de que Shigaraki alcanzase a ver cómo iba sonrojándose poco a poco. Fue clara y directa.

— O-oye, Shigaraki...

— ¿Qué sucede?

— ... ¿Te gustaría tener un hijo o una hija en la familia?

— *Escupe todo el café* —.

Después de mojar todo el periódico con toda la bebida escupida, un silencio profundo y repentino invadió la zona donde estos dos personajes estaban conversando.

— T-Tokisaki, ¿no crees que ya te estás excediendo con tus bromas...? — dijo Shigaraki, con una sonrisa falsa. Sudando frío.

—- Lo dije totalmente en serio —.

— ¿¡Estás loca?! — dijo, entrando en pánico — ¡Te recuerdo que seguimos siendo una pareja falsa...! ¿No se te pasa por la cabeza la pereza y las responsabilidades que tendremos que tomar para cuidar de un niño? Sería una tortura...

— Lo sé, y por eso mismo quiero tener uno contigo — sonrió — Uno de mis objetivos era formar una familia, a esto me estaba refiriendo...

Sin su permiso la atrevida doncella colocó ambas manos en las mejillas de su esposo, este no se acobardó ni se hecho para atrás.

— Shigaraki, puedo prometerte que la vida de un hijo o hija no va a perjudicar en nuestra misión, tu objetivo era aportar de tu ayuda en mis caprichos para que algún día te conceda la oportunidad de volver al pasado, ¿recuerdas? Considera a nuestro futuro hijo como algo que te ayudará a cumplir con la misión de tu mentor.

— "Que cerca está..." — pensó, viendo que tenían los rostros muy cercanos el uno del otro.

— Y además, ¿qué mejor que una mente infantil para alegrar la casa? Estoy seguro de que merecerá la pena cuidar de un niño o niña, otorgará felicidad a la familia, será el corazón de esta, nuestro núcleo, ¿no crees?

— "Si me miras con esa cara nunca puedo echarme para atrás, Kurumi Tokisaki, no sé si es tu talentosa habilidad para manipular, o es porque yo mismo intento evitar esa lastima que sentiría por no cumplir con tus expectativas" — pensó — Debo confesar que estoy totalmente en contra de esto...

— ¿Pero...?

— Pero no tengo opción, si quieres que cuidemos de un niño, pues así será — dijo — "Todo por tu poder"

— ¡Sí! Gracias por tu generosidad, te prometo que no te arrepentirás de esta decisión.

— *Se cruzó de brazos* — después de recibir la gratitud de su esposa.

Después la aceptación a aquella propuesta, la pelinegra volvía a estar de un muy buen humor después de haber abandonado aquellos nervios que tenía por descubrir la reacción del peliblanco. Cuando lo hizo, tuvo que aguantarse las ganas de reírse a carcajadas cuando Tomura manchó toda su revista con todo el café que tuvo que escupir por la boca para no atragantarse, por muy maligno y siniestro que fuera, seguía siendo gracioso para personas como ella.

Pero todo se invirtió cuando... después de que el protagonista continuara con otra pregunta, ella hiciera literalmente lo mismo.

— *Empieza a beber de su taza* —.

— ¿Y bien, adoptamos uno o prefieres tener relaciones sexuales? — preguntó Shigaraki, como si fuera lo más normal del mundo.

Kurumi se enrojeció en menos de un par de segundos y escupió todo el café en la cara del pobre hombre de cabello blanco.

— ...

— P-perdón — dijo la joven sonrojada, tapándose la boca al darse cuenta de lo muy poco elegante que había sido su reacción.

— Podrías haber escupido a la mesa en vez de mojarme toda la cara tal como hice yo con mi periódico hace un par de minutos — dijo Tomura, secándose con un pañuelo — Y tenia que ser café...

— ¿Te quemaste...? — sintiéndose mal.

— Pues claro que sí, es café, ¿qué va a hacerme si no, envenenar?

— Como sea, ¡¿porque preguntas eso?! ¡Evidentemente lo adoptaremos! ¿O es que acaso te querías aprovechar de mí...? — sonrojada.

— No me aprovecharía de ti, no me interesa hacer algo así...

— ... Lo preguntaste porque te parecía masoquista, ¿verdad?

— No no, claro que no — dijo Shigaraki, de brazos cruzados.

— ...

— ... Bueno, si.

— ¡Lo sabía! — hizo un puchero.

— Como sea, no tenemos tiempo que perder, hagamos lo que acordamos — dijo Shigaraki, levantándose — Paguemos y vayámonos de una vez de aquí para comprometernos.

— En eso estoy de acuerdo.

— Pero pagas tú la cuenta, yo no tengo dinero — dijo el peliblanco.

— ¿No crees que estás siendo muy poco caballeroso...?

— ¿Y qué quieres que haga, que invoque monedas así de la nada?

...

Seis horas después.

El día se resumió en una larga aventura para que esta pareja pudiera firmar y conseguir sus licencias de matrimonio, cuando, con el paso del tiempo, iban superando las dificultades y cumpliendo con los requisitos, Shigaraki y Tokisaki finalmente lograron comprometerse y casarse de manera oficial firmando y entregando los últimos papeles, según la lógica de la pelinegra y de las normas sociales, ahora la sociedad los vería como una familia común y tendrían el permiso de vivir juntos. Agotados de tanto viajar de un lado para otro, los recién casados caminaban por las calles de Ciudad Tengu, concentrados en el proceso de comprar su apartamento al estar dirigiéndose al edificio donde se ubicaba.

— ¿Ves? Te dije que todo se podría hacer en un solo día, e incluso nos queda tiempo para el atardecer — dijo Tokisaki — ¿No te apetece pasear por la playa? Nos queda cerca.

— Llevamos caminando durante mucho rato y estamos cerca del edificio, mejor otro día — dijo Shigaraki, con los ojos cerrados, sin mirar hacia adelante.

— Um, está bien — asintió, mirando al cielo — Con que ahora estamos oficialmente casados...

— La familia Shigaraki, ni más ni menos —.

— Ahora que la gente tendrá que dirigirse a nuestra familia con ese apellido entonces tendremos que llamarnos por... nuestros primeros nombres — dijo Tokisaki, un poco nerviosa.

— Si, tú me llamarás Tomura, y yo te llamaré... Kurumi.

— S-si, esto da un poco de vergüenza — confesó.

— Culpa a nuestras costumbres japonesas, no se porque tenemos que llamarnos por nuestro segundo nombre siempre que no estemos en una relación más cercana — dijo Shigaraki — Kurumi-san.

— Yo también pienso lo mismo, T-Tomura-san...

Un niño pequeño que era acompañado de su madre, la cual lo mantenía apegado a ella con la mano agarrada, señalo maleducadamente a la pareja porque le llamaba mucho la atención la forma en la que estos dos personajes se comportaban.

— ¡Mira mamá, esa chica y ese chico son novios!

Ambos se sonrojaron, esperando a que la madre riñera al niño.

— No señales a la gente cariño, vámonos — dijo.

— ... "Novios..." — pensaron los dos.

Cuando se fueron, Tokisaki desvió la mirada con el propósito de ocultar su rubor, mientras que Shigaraki trataba de convencerse de que no eran realmente novios ladeando la cabeza como si estuviera poseído por un demonio. Cuando siguió con su camino, olvidándose de su incómodo momento y antes de llegar a su destino junto a su esposo, la doncella roja alcanzó a ver cierta perturbadora escena en un callejón que pasó de largo, antes de seguir alargando el paso, quiso detener a Tomura antes de poder instalarse en ese edificio.

— Voy a comprar una botella de agua, tengo sed — dijo Kurumi, alejándose.

— ¿Mh? Está bien, te esperaré fuera — viendo cómo está entraba en una tienda un tanto apresurada.

Unos pocos minutos transcurrieron y Shigaraki empezaba a sospechar de sí Tokisaki se había dispuesto a comprar agua o a hacer algo más. Pero dejó sus preocupaciones cuando un grito masculino despavorido llegó hasta su oído derecho, cuando giró su mirada en esa dirección, se dio cuenta de que la voz provenía de otro callejón a pocos metros de la tienda.

— "¿Qué manera de gritar es esa, alguien se está muriendo?" — viendo que su esposa tardaba tanto en regresar, no le importó perder un poco de tiempo — "Iré a ver qué ocurre..."

Cuando el líder de la Liga de Villanos giró la curva para poder encarar el oscuro y estrecho distrito, se encontró con una peculiar y violenta situación: un conflicto de tres hombres de aproximadamente 30 años abusando y destrozando a un joven estudiante a puño limpio, era cruel y desagradable ver cómo le daban golpes y patadas en diversas partes del cuerpo tales como el estómago o el rostro.

Obviamente, para Shigaraki, ver tanta violencia no hizo nada más que alegrarle la vista, pero también veía un poco injusto que aquellos bandidos hayan hecho equipo contra un niño indefenso como el que tenía delante suyo. Cuando el villano se fijó mejor en el aspecto del estudiante, con su cabello corto azulado y sus ojos de color similar al ámbar, lo describió como el "típico protagonista de un anime shonen".

"Que tuvo que hacer este niño para llegar a esta situación..." — lo observaba Tomura, con las manos guardadas en sus bolsillos.

— Eh, chicos, nos está viendo otro hombre — dijo uno de los criminales.

— ¿Eh...? — alcanzó a decir el pobre chico, quien yacía muy adolorido en el suelo.

— "Vaya, me vieron" — pensó Tomura.

La historia se había dividido temporalmente en dos lados, Kurumi Tokisaki quiso ocuparse por voluntad propia de cierto conflicto que vio en un callejón, mientras que Tomura Shigaraki involuntariamente acabó metiéndose en un problema en otro callejón de aquel distrito, esta pareja recién casada estaba agotada luego de un largo día que expendieron para poder comprometerse, y ahora, con o sin pereza, cada uno tendría que ajustar sus propias cuentas con sus enemigos.

Por su vida cotidiana y por su futuro juntos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro